Princesa por accidente- Justin Bieber (terminada)

Capitulo 18

Unos días después. Viernes. 
-FELIZ CUMPLEAÑOS!!- Dijo Logan dándome un abrazo y un beso- Te quiero mucho. 
-Reí- Gracias! También te quiero mucho mucho muchooo.- Oye, no te vi en ninguna de las clases, ¿Por qué?
-Ah, olvide decírtelo ayer, tome otras clases por este día y por la otra semana. 
-¿Otras clases?- Pregunte confundida. 
-Avanzadas. 
-¿Para que?
-Eh, para... adelantarme un poquito porque saldré antes de vacaciones, si, eso.
-Reí- Pero casi acabamos de empezar el año. 
-No importa. 
-Ah, okey. Logan, me tengo que ir.
-Ah si, ¿Te llevara Christian?
-Si, ¿por?
-No, nada, entonces, nos vemos después te llamo... ¿Alrato?
-Aja- Le di un beso en los labios- Adiós.
-Adiós. 
Subí al auto de Chris, tal vez se preguntaran, ¿Porque no me fui con Justin? No lo e visto en todo el día, lo cual se me hizo un poco feo ya que el es mi mejor amigo y esperaba por lo menos que me felicitara. Llegue a casa, con varios regalos, abrí la puerta y entre. 
-Sorpresa...- Dijo Justin sonriendo con los brazos abiertos. No creía lo que estaba viendo, y mucho menos de Justin. Globos rosas, amarillos y morados por todas partes, un gran cartel con un «Feliz cumpleaños» y por ultimo un pastel/torta con 17 velitas, esto era hermoso. Corrí hasta donde estaba y lo abraze, el me cargo, lo cual hizo que mis pies quedaran en el aire. 
-Gracias por esto Justin- Dije ya pisando el suelo, mire todo lo que el había hecho, estaba tan emocionada que no me había dado cuenta de que aún tenía mis brazos alrededor de su cuello y el con sus manos en mi cintura- Es hermoso, gracias- Lo volví a abrazar. 
-De nada hermosa.
-¿Como hiciste esto?- Lo mire a los ojos, esos ojos de color miel que realmente me encantaban.
-Eso no importa, vayamos a comer, debes de estar hambrienta- Me tomo de la mano y fuimos a la cocina.
-Si, un poco- Me senté enfrente de el- Mm, la comida se ve deliciosa, ¿La hiciste tu?
-Si.
Comimos, hablábamos de cualquier cosa que se nos viniera a la mente, me gustaba estar con Justin, era divertido, gracioso y atento, realmente lo quería mucho, sabía que podía contar con el. 
-Tienes unos ojos hermosos, ¿Lo sabías?- Me dijo Justin, yo me pregunte ¿Me había estado leyendo la mente? Yo pensaba exactamente lo mismo que el.
-¿No has visto los tuyos? Son más que hermosos.
-Gracias- sonrió- Pero los tuyos son más hermosos. 
Discutimos un poco sobre quien tenía los ojos más lindos, pero estaba claro que eran los de el, después llego Chaz y me dio un regalo, subió a dormir un poco, estaba muy cansado por su entrenamiento. 
-Ah ___, te tengo otro regalo, ven- Me tomo de la mano y me dio una caja, la abrí. Era una camiseta blanca que decía «I JUSTIN» me pareció un poco chistoso el mensaje, de todos modos era linda la camiseta. 
-¿Amo a Justin?- Pregunte sonriendo. 
-Que linda, yo también te amo- Dijo Justin sonriendo, yo reí.
-Gracias- Lo abraze. 
Llego Jaxon y Jazzy, lo cual hizo que Justin y yo nos separaramos, tome a Jaxon en mis brazos. 
-Quedemos id al padque- Dijo Jaxon.
-Oh! Yo también! Yo los llevo.- Deje a Jaxon en el suelo. 
-Si!- Dijeron Jazzy y Jaxon al unísono.
-¿Quieres ir Justin?- Pregunte. 
-Si.
-Okey, solo voy por una chaqueta para los tres y vuelvo.- Subí hasta mi habitación, decidí ponerme la camisa que Justin me dio junto con una chaqueta negra de piel y unos tacones rojos que combinaban con el corazón de la camisa y baje. 
-Vamonos- Tome a Jazzy y a Jaxon de las manos. 
-Te la pusiste- Dijo Justin sonriendo. 
-Es que, amo a Justin- Sonreí. 
-Linda.
Después de caminar un rato e ir platicando, llegamos al parque, el parque estaba solo, no había nadie en el, solo Jazzy, Jaxon, Justin y yo, Justin se sentó en el césped mientras los niños subían a los juegos que estaban instalados allí, los deje solos, eran muy inteligentes y estaba segura de que si se caían de ahí no se lastimarian, yo me acoste en el césped y puse mi cabeza en las piernas de Justin, estaba un poco cansada, Justin me acarició el cabello. 
-Tengo otras almohadas, ¿quieres que te las preste?- Rió. Comencé a reír, demasiado, ya sabía a que se refería y me imagine como sería si pusiera mi cabeza en su trasero, por eso reía. 
-Que asco- Le pegué mientras los dos reíamos. 
-¿Por qué? Son cómodas.- Ese comentario hizo que riera aún más y el también.
-Bueno ya- Dije.