—Lo siento Alexis,— me miró arrepentido. —Volveré con Selena, creó que me he vuelto a enamorar de ella.
Estampe mi mano en su mejilla.
—¡¿Solo para eso me trajiste a Canadá?! — grité con las lágrimas corriendo por mis mejillas. —¿A follarme y terminar algo que nunca empezó?
—Lo siento— rompió en llanto cayendo de rodillas. —Cre... creo que ella va a morir, no puedo dejarla.
—¿Sabes? Eso me tiene sin cuidado. Hubieras terminado solo conmigo. ¡Te entregué mi virginidad Justin!
—Alexis.
—Lamento lo de Selena, pero creó que lamento más el haberte conocido. Me voy.
Corrí escaleras arriba, tomé mi maleta y metí rápidamente mis cosas en ella.
Tomé un taxi para llegar al aeropuerto.
Ahora sí, hasta nunca Bieber.