Akutagawa se daba sus opciones, a veces podía simplemente hacer sonrojar al rey, otras lo ponía nerviosa, algunas veces simplemente lo dejaba en paz
- No es lo que acordamos – Decia Scott molesto – tus padres alegaban de tu soltería
- Señor Scott, de verdad no le entiendo – decía Atsushi - ¿acaso me veo como una persona que ira por un reino?
- Eres un rey, es lo que debes hacer, sabes que mi reino es fuerte
- En todo caso el de Dazai-san es mejor
- Pero que insolencia
- Usted inicio la discusión
...
- Si que tienen una gran pelea – decía Chuuya entrando a la sala común
- ¿Están seguros que no quieren que entre?
- No, así será mejor, Scott no soporta verte
Escucharon un fuerte golpe seguido por un gran portazo
- ¡SCOTT! – grito Atsushi y tanto como Akutagawa como Chuuya corrieron a encontrarlos
- No te burlaras de mi Rey Atsushi, esto no se quedará así
- Con tales modales y de verdad cree que podría interesarme en usted, es un rey poca cosa – dijo el albino molesto, Akutagawa le vio sorprendido
- Si tanto respeto quieres ¡casate!
- No me casaré por que tu lo ordenes, es mi reino – dijo el albino – y estas fuera de él
- Atsushi – le llamo Chuuya susurrando
- ¡¿No escuchaste Scott?! – grito el albino sacando sus extremidades de tigre
- Incluso a tal punto – dijo Scott esquivando al albino – esto es la guerra rey caído
- Largate – dijo el albino molesto, Scott simplemente desaparecio
- Atsushi – le llamo Chuuya - ¿Qué fue todo eso?
- Nada – dijo Atsushi regresando al cuarto
- Atsushi – le intento seguir
- No Chuuya, déjame solo – pidió cerrando la puerta
- Atsushi... - Chuuya bajo la puerta – si haces cosas así... te pareces a tu padre...
- ¿Su padre? – pregunto Akutagawa recuperándose de lo que vio
- El rey era un hombre impulsivo, llego a hacer cosas sin sentido... Atsushi prometió no ser así – dijo Chuuya triste – a veces es difícil controlar ser un tigre
- Ya veo... ¿cree que pueda entrar?
- Inténtalo – dijo Chuuya retirándose
Akutagawa entró, allí lo vio, Atsushi lloraba
- Jinko – le llamo y Atsushi limpio sus lagrimas
- Di-dije que me dejaran solo – dijo el albino
- ¿Qué paso Jinko? – pregunto el pelinegro acercándose, Atsushi se desbordo en llanto
- Francis me beso – limpio sus lagrimas – intento tocarme... yo solo... intente defenderme... dijo que si decía algo iba a armar una guerra pero... n-no lo soporte y ahora... por mi culpa habrá guerra... yo solo... n-no quería...
- Jinko... - si, ese era su tigre, el que lloraba por todo, ¿el antiguo rey debió pasar por cosas así? Quizá solo era por que el era menor. Akutagawa se acerco a abrazarlo – lamento no estar para protegerte
- Lo lamento... so-soy un rey inútil...
Akutagawa vio a los ojos al albino, sonrió ligeramente y lo beso, Atsushi esta vez no rechazo el beso, el de Akutagawa era suave y dulce, no como el de Scott que había sido duro, seco y frió; el pelinegro no lo pudo evitar al recordar las palabras del albino arriesgo a posar una de sus manos en los muslos del albino, acariciándole levemente
- A-Akutagawa e-eso
- L-lo siento – dijo el pelinegro quitando sus manos – solo... pensar que alguien más intento tocarte, me molesto...
- T-tu de verdad eres todo un caballero Akutagawa - dijo el albino sonrojado
- No es tanto así
- Ire a buscar libros a la biblioteca – dijo el albino levándose
- ¿libros?
- No sé nada de guerras, no pude evitarla... - dijo el albino decaído – debo hacer algo
- Está bien, limpiaré aquí – respondió el pelinegro
Atsushi se retiro, fue a la biblioteca, mientras el pelinegro limpiaba, había un desastre de papeles, levanto y acomodo todo, suspiro por su trabajo extra pero el agradarle al albino lo llevaría a su meta, en eso se dio cuenta...
- Pero que idiota acabo de ser
Se dijo así mismo el pelinegro, tenía la oportunidad de hacer suyo a albino, incluso de convencerlo de un matrimonio, si quería que su padrastro subiera el trono tenia que ser un viudo y no un simple dejado sirviente, de verdad que se estaba distrayendo mucho
Camino a paso seguro hasta llegar a la enorme biblioteca, allí lo miro con sus lentes, le quedaban tan bien... Se veía excepcional así, Atsushi le miro confundido y le llamo
- Akutagawa ¿pasa algo?
- No, digo... No quería dejarle solo rey – confeso o mas bien mintió
- Estoy bien Akutagawa, no es la primera vez que un rey externo intenta algo así, incluso Dazai-san tuvo su tiempo
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?
- Era el príncipe heredero y ahora soy el rey del continente más grande de todo bungou ¿tu que crees?
- Entiendo
- Todos se acercan a mi por el reinado – suspiro el albino – eres el único además de Chuuya... pero bueno Chuuya y yo nos conocemos de pequeños
- ¿Qué quieres decir?
- Me alegra poder confiar en ti... tu no vas por mi reino – dijo sonriente el albino
- No, solo vengo a ver tan dulce sonrisa – dijo el pelinegro
- Me gustas Akutagawa – dijo el albino sonriendo – gracias por estar a mi lado...
Las horas pasaban, el rey había ido a dormir y Akutagawa no podía más, decidió ir a un cuarto aparte, muy aparte donde podría hablar consigo mismo y descargarse de todo
- No puedo creerlo... Él es bueno, tan bueno y dulce... Su sonrisa es – suspiro – no puedo, no quiero seguir con esto – se decía a si mismo
Akutagawa salió del castillo, se sentía abrumado, se adentró al bosque, sabia a donde ir, llego a una vieja taberna, se sentó y pidió una cerveza allí se encontró con la persona que le ayudaría
- Hermano – le llamaron
- Gin, ¿Cómo te va en el trabajo?
- Bien, lo de siempre – dijo Gin depositando la bebida de su hermano
- Gin... mi misión
- ¿pronto la completarás? – pregunto la ojigris – ya estoy harta de este lugar
- Me tomará más tiempo
- Pero Papá te enseño a ser el mejor conquistador
- Sí, pero... El rey no es lo que pensamos
- No puedo creerlo, realmente quiero dejar de trabajar
- Pronto Gin... Confía en mi
El pelinegro termino de aclarar su mente, si debía hacerlo, si no era por él sería por su hermana, llego de nuevo al castillo casi al amanecer, donde había gran movimiento, Chuuya le hallo y le tomo de los hombros
- ¡¿lo has visto?! – grito Chuuya
- ¿Eh?
- Atsushi desapareció – dijo el pelianaranjado preocupado
- Lo buscaré – dijo el pelinegro corriendo
Recorrió cada lugar del castillo, cada centímetro, cada milímetro, nada... ¡nada! No podía perder al albino, no podía ni imaginar que pasaría ¿Qué le pasaría? Lo... ¿lo necesitaba? Su corazón latía fuerte, no encontrarlo le volvía loco, fue cuando apareció por la puerta principal, llevaba sus prendas de rey y venia junto a Dazai a plena platica
- ¡Atsushi! – gritaron ambos chicos, Chuuya corrió y Akutagawa se acerco rápido
- Chuuya – le hablo serio el albino – necesitaré de tu ayuda
- Si, pero Atsushi ¿Dónde te metiste estaba preocupado y
- Chuuya – le llamo Dazai – escucha a tu rey
- L-lo la-lamento – dijo Chuuya algo sorprendido, pero si, Atsushi se veía muy serio
- Chuuya... prepara el castillo, nos casamos el fin de semana
- ¿Eh? – dijo Chuuya acompañado de Akutagawa
- Eso, Atsushi-kun y yo nos casaremos – dijo Dazai sonriente – evitaremos una guerra y nuestro continente se expandera lo suficiente para tener a todos bajo nuestro mandato ¿no será genial?
- Pero Atsushi... - iba a hablar más Chuuya pero Atsushi solo comenzó a caminar
- Preparalo Chuuya – decía el albino sin dejar de caminar, Dazai por consiguiente siguió al albino
- ¿Se... van a casar...? – dijo el pelinaranja deprimido
- Chuuya... a usted – Akutagawa iba a decirlo pero
- Que bueno, evitarán la guerra, es... es bueno para el reino, al fin me libre de ese bastardo – decía Chuuya – Akutagawa hay que planear una boda en 4 días
- Pero Chuuya-san, yo no quiero que se casen usted sabe que Atsushi y yo...
- Entre reinos... los sentimientos no tienen valides – dijo deprimido el pelinaranja – así se casaron los padres de Atsushi... solo ayúdame, no podre solo
- Entiendo... - bajo la cabeza – pero no quiero hacerlo...
- No nos queda de otra – dijo Chuuya retirándose
No queda de otra... Lo perdería todo, su padrastro, su hermana y... al albino... ¿realmente está era la vida que deseaba? Dazai se quedo aquel día en el castillo, aunque durmieron en habitaciones diferentes, el pelinegro aprovecho para escabullirse tal gato a la habitación del rey
- Jinko – le llamo buscandolo
El albino rápidamente término de ponerse la playera para taparse su pecho, solo llevaba unos boxers y el sonrojar de su cara no se pudo evitar
- ¿qu-que haces en mi hab-habitación? – cuestiono molesto
- No te cases
- Akutagawa
- Por favor, no te cases, no con Dazai-san... Se que me quieres como yo a ti
- No hay tiempo de eso Akutagawa – suspiro el albino – por favor sal de mi habitación
El pelinegro estaba desesperado, se lanzó contra el albino pero ¿eso era por su familia o por imaginarlo con alguien más? Beso al rey como un loco, no planeaba dejarlo simplemente, Atsushi intento separarlo al principio pero momentos después no podía evitar sentirse bien, el mafioso acaricia sus muslos delicadamente, subía por su playera la cual quería quitar, pero cometió un error, traer de vuelta al mundo a Atsushi
- Por favor Jinko, no te cases – le dijo mirándole a los ojos. Atsushi se molesto
- Quítate Akutagawa
- No te cases Jinko
- Lo haré, me casaré con Dazai-san – dijo el albino suspirando – por favor quítate de encima y dejame llevar mis planes
- Yo era tu plan ¿lo olvidas?
- ¿y tu no olvidas tu plan?
- ¿eh?
- Por favor retírate – dijo el albino aprovechando la distracción para levantarse
Akutagawa se quedo de piedra, si mal reaccionaba el albino confirmaría, si cuestionaba también, lo mejor era dejar las cosas enfriar así que salio de la habitación cual orejas y cabeza baja, debía arreglar algo ¿pero que? ¿Qué podría ser? Si no lo hacia... Todo estaría acabado...
Hola a todos~ aquí la cosa se pone de otro tono, Atsushi tenía una "Relación" con Akutagawa, más bien conocían ambos sus sentimientos, entonces... ¿porque se casará con Dazai? ¿porque Chuuya esta deprimido? No se porque pregunto si todos dirán lo mismo sobre lo de Chuuya
¡GRACIAS POR LEER!