No sabe cuanto tiempo ha pasado desde que esta en la sala de espera, esperando noticias, sintiendo que su mundo literalmente se vuelve pedazos, la angustia es como un puñal clavado en su pecho que le impide respirar.
Tiene atorada las ganas de llorar, pero no puede permitirse ser débil, debe estar fuerte para ella.
Sus amigos han llegado, Vincent y Cristal son los primero, seguidos de Lucas y Vanesa.
Vanesa lo abraza pero en ese momento aunque agradece su apoyo quisiera estar solo en una habitación y poder llorar, poder gritar, desahogarse, pero no lo hará porque Melisa lo necesita.
El Dr. Lenox se acerca y por su semblante el sabe que ha pasado.
- ¿Como esta ella?- pregunta Daniels con voz ansiosa.
- No voy a mentirte, estuvo a punto de morir, no podíamos controlar la hemorragia, ahora esta estable, se le hizo una transfusión y solo queda esperar que se recupere.
"Ella estuvo a punto de morir" esas palabras taladraron su mente, y cuando el Dr. Lenox se fue se dejo caer en una de las sillas, oculto su rostro entre sus manos y lloro.
Mas tarde cuando se lo indican entra en la habitación donde esta Melisa dormida conectada a una maquina que monitorea su frecuencia cardiaca, y nuevamente esas palabras se repiten una y otra vez "estuvo a punto de morir", y decidió que jamás volvería a hacerla pasar por esto.
Estaba decidido a hablar con el Dr. Lennox y plantearle su deseo de realizarse la vasectomía.
Podían juzgarlo de tener falta de fe, pero no arriesgaría lo que mas amaba, a Melisa
Han pasado pasado horas en que el se niega a apartarse de ella, y aunque Cristal y Vincent le han querido convencer el no la dejara, lo prometió, nunca la dejaría.
Es de madrugada y Melisa ha empezado a reaccionar, y el momento tan temido ha llegado.
Ella abre sus ojos que lo miran al principio confundida, le toma unos segundos darse cuenta que esta en un cuarto de hospital, lleva su mano a su vientre y lágrimas corren por sus mejillas.
- Dime que no es cierto- le pide a Daniels, se niega a aceptar esa cruel realidad, no lo hara.
Siempre le enseñaron que a veces Dios permite las pruebas y pasar por los procesos porque tiene un propósito especifico para cada uno.
Pero en este caso no lo entendía, era demasiado el dolor que sentía.
- Es tu culpa, no tuviste la fe suficiente-lo acuso- es tu culpa Daniels, pero se termino, no buscare mas tener una familia que jamas tendré.
Su llanto le desgarra, y aunque desea derrumbarse y llorar con ella se dice "resiste" debes ser fuerte para ella.
- La tenemos-puntualiza el tomando su rostro y limpiando sus lágrimas- tenemos a Mateo y Belen son nuestros hijos, y me tienes a mi.
Eso de algún modo la hace sentir peor porque siente que esta siendo egoísta con Daniels, con Mateo y Belen, ellos deberían ser suficiente, no debería sentir este vació, este dolor.
- Vete Daniels no quiero verte, quiero que te alejes de mi y para siempre, que te vayas te digo- le pide porque es la manera que ha conseguido de canalizar su dolor, no se siente digna de ser su esposa ni una madre para Mateo y Belen.
Una enfermera ha entrado y le clava la mirada a Daniels y el entiende que debe dejarla sola, por ahora los sentimientos y es dolor que es una herida abierta esta a flor de piel.
Daniels ha hecho caso a Vincent y decide regresar a casa, mientras que Cristal y Vanesa estarán al pendiente de Melisa.
Entiende que ahora es mejor dejarla con sus amigas, porque su presencia le recuerda mas crudamente al hijo que perdió.
Ni siquiera vivió lo suficiente para saber si era niño o niña.
Vincent maneja el auto que lo lleva a casa, y cuando intenta decirle algo, el solo niega con la cabeza diciéndole con ese gesto que no desea habla.
Acaso hay algo que cambie lo que sucedió, que evite que Melisa sufra, nada.
Al llegar a casa, decide pasar por la habitación donde esta Mateo profundamente dormido.
Su hiperactivo hijo tiene la costumbre de volver la cama un desastre, terminando siempre con la colcha en el suelo. Va y lo arropa, luego deposita un beso en su frente. De allí va a la habitación de Belen decorada en tonos pasteles, ella a diferencia de Mateo no revuelve la cama, y nunca se cambia de posición, le gusta dormir boca arriba y en estos momentos tiene un linda sonrisa en sus labios, así que imagina que debe tener un sueño bonito. También le da un beso en la frente y sale para dirigirse a su habitación.
Como puede hacerle entender a Melisa que para el ellos son suficiente, que los ama como si fuera de su propia sangre, que los milagros no siempre son como lo imaginamos.
Tener a Mateo y Belen para el es su milagro, son sus hijos a lo que ama con todo su corazón.
Al entrar en la habitación ya la sabana ensangrentada ha sido cambiada por la mujer de servicio, sin embargo se queda mirando esa cama donde sintió que literalmente perdía a Melisa.
Nunca antes en al vida había experimentado un temor tan grande "estuvo a punto de morir", esas palabras taladraban en su cabeza y se rompe.
Se deja caer en el piso, sus manos sostienen su cabeza, y deja de ser fuerte.
A los dos días Melisa ha sido dada alta, esta muy pálida y débil por toda la sangre que perdió ya aunque le hicieron una transfusión tardaría en recuperarse.
Además como dijo el Dr. Lenox el estado anímico influía mucho en su recuperación.
Su mirada es vacía pero ya no llora, y se niega a recibir su ayuda cuando sale de la cama, insiste en rechazarlo. EL sabe que debe tener paciencia, esperando solo convertirse en ese héroe, ese apoyo, que ella necesita en este momento.
Cristal se mete con Melisa en el asiento trasero mientras el conduce y el camino lo hacen en silencio.
La madre de Daniels y la de Melisa les recibe en casa, estos días han sido un gran apoyo.
Melisa recibe el abrazo de su madre quien sube con ella a su habitación mientras Doña Luciana abraza a su hijo para darle apoyo moral.
- Todo estará bien, solo debes darle el tiempo necesario- le aconseja.
- Tu la entiendes mejor que nadie, nos adoptaste a Vincent y a mi, sin embargo nunca te conformaste porque querías un hijo de tu sangre.
- No es porque ustedes no fueran suficiente-aclara- es un deseo natural, no se puede criticar a una mujer por desearlo, pero eso no significa en mi caso que los ame menos a ustedes dos.
- Lo se madre- concede convencido que es así- entonces eso quiere decir que Melisa jamás se resignara a no tener un hijo. Que puedo hacer, no dejare que lo intente de nuevo, no quiero perderla.
- No pienses ahora en lo que esta por venir, hijo, concéntrate en estar para ella.
- No me quiere a su lado.
- Luciana abraza a su hijo para darle apoyo moral y que sienta que en todo este momento no esta solo.
- Dale su espacio.
- Tienes razón, solo se que aunque me eche de su lado, jamás la dejare- puntualiza con conviccion.
Las semanas transcurren y Melisa se sumió en la depresión, se negaba a salir de su cuarto, comía porque la obligaban y cuando el quería hablar con ella le gritaba que se fuera, que no quería verlo.
El para darle espacio y no alterarla se había mudado a otra habitación sintiéndose impotente por no saber que hacer, decir para devolverle la paz y solo se limita a desear, pedir y esperar que un día este bien.
Esa noche antes de entrar a la habitación Daniels escucha los desgarradores sollozos de Melisa y su corazón se parte en diminutos fragmentos y al mismo tiempo experimenta impotencia de sentirse tan inútil.
Nuevamente la esta perdiendo, no le gusta verla rota y sin esperanza, no soporta que Melisa llore porque eso lo rompe a el también.
Aspira una fuerte bocanada de aire para darse valor y abre la puerta detallando que la habitacion esta a oscuras y la silueta de Melisa se encuentra echa un ovillo en la cama.
Se ve tan pequeña, tan fragil y nuevamente ese temor ante las palabras dichas "estuvo a punto de morir" se instaura en su pecho y siente que empieza a hiperventilar.
Ella ha dejado de llorar para confrontarlo una vez mas.
- Que haces aquí- le grita- cuantas veces debo decirte que quiero que te vayas, no voy a casarme contigo, solo quiero que desaparezcas de mi vida. Mañana empacare mis maletas y me iré.
- Teminaste- pregunta el cortante y ella se sorprende. Siente que debe ser firme para hacerla reaccionar.
- Hablo enserio Daniels me ire- le advierte saliendo de la cama y buscando entre sus cosas una maleta que abre y empieza a meter ropa.
- Me ire ya- le sostiene mirándolo con odio pues el sigue impavido mirándola.
Finalmente el camina unos pasos y para sorpresa de ella la hace a un lado, toma su maleta y la deposita en el piso y antes que ella diga algo la interrumpe.
- Tu no te vas Melisa, no me dejas, como yo no te dejare a ti-le reitera con tono dictatorial- no me obligaras a pasar otros tres años sin ti, tu sola no perdiste un hijo-le recuerda y entonces ella cae en cuenta que es cierto, el también ha perdido un hijo, el también esta roto
Enmarca su rostro entre sus manos y puntualiza
- No tienes ni idea de lo que sentí cuando el medico me dijo que estuviste a punto de morir, no solo perdí a mi hijo cuando ni siquiera me dio tiempo de acostumbrarme a la idea de ser padre, pude perderte a ti también- la obliga a mirarlo, a no huir- No has aprendido nada Melisa, en el amor no se renuncia, se aprende a sortear los espinos, en el amor nadie deja al otro en esta historia.
Pasan segundos que para el son eternidad, ha jugado su ultima carta y espera que Melisa pueda reaccionar. Finalmente suelta aquellas palabras que le devuelven la vida, la esperanza, que traen luz.
- No quiero dejarte ni que me dejes, te amo Daniels y debería ser suficiente pero...-Lagrimas amargas vuelven a salir de sus ojos.
Daniels no necesita oir mas la abraza fuerte, adhiere su cuerpo que ha perdido peso en las ultimas semana, su piel que esta fría, y le da gracias a Dios porque sabe que ahora en adelante todo cambiara y mentalmente repite esa frase que le dijo antes de su perdida "estaremos bien". Lo estarán esta convencido.
Esa noche durmieron abrazados, ella escuchando los latidos del corazón de el, y tener la certeza que latía por ella.
Al dia siguiente Daniels recibe la llamada del Dr. Lenox y aprovecha que Melisa esta en el baño para responder. Se sienta a un lado de la cama.
- Estare alli en una hora para la operacion-acuerda
Cuando cuelga la llamada ve a Melisa que lo mira con los ojos sorprendidos y enseguida lo increpa.
- ¿De que operación estas hablando Daniels?
Daniels se pone de pie e ignora a Melisa para ir al baño a cambiarse, no tiene tiempo que perder.
- Te hice una pregunta Daniels- le exige obstruyendo su camino.
Aspira hondo y se ama de paciencia pero manteniendo la firmeza al responder.
- Me hare la vasectomia- los ojos de ella se abren como platos y el continua-y nada de lo que digas me hara cambiar de opinión.
- Me ibas a ocultar eso.
- Así como tu me ocultaste que decidiste embarazarte, aun conociendo los riesgos. Pusiste en riesgo tu vida, no lo permitiré jamas- sostuvo con determinación- no estoy dispuesto a arriesgar de nuevo tu vida, no puedo perderte a ti también.
Ella ha sentido su dolor, sabe de sus miedos, de ese amor que siente y por eso se niega a ponerla de nuevo en peligro. Por un instante cierra los ojos ralentizando su respiración y buscando la respuesta, el camino, que debe hacer.
- No-niega categórica- no vas a hacer eso. No Daniels no renuncies a tu posibilidad de ser padre por mí.
- Que dices Melisa, crees que te dejare para tener hijos con otra mujer. No quiero hijos con otra mujer, no quiero hijos si eso pone en riesgo tu vida, te quiero a ti.
Ella se aferra a el, con desesperación, con amor desmesurado, con miedo, con dolor pero sobre todo con la firme convicción que jamás permitirá que el salga de su vida. El tenia razón en el amor nadie abandona al otro, haya que quedarse, luchar, reconstruir los pedazos y seguir adelante.
- Prometeme que no lo harás, al menos hoy, prometemelo Daniels.-insiste, porque es una decisión que deben tomar los dos y lo harán en otro momento.
- Te lo prometo, pero sabes que lo haré.- mantuvo firme.
Después volverían a tocar ese tema, por ahora solo quería permanecer para siempre en sus brazos y saborear, disfrutar y perderse en ese amor que era entrega absoluta.
Mientras Daniels tomaba un baño Melisa bajo a la cocina y encuentra a Mateo y Belen ya listo con sus uniformes puestos para irse al colegio.
La pequeña Belen se acerca a ella y se permite recibir ese abrazo de esta hermosa niña que desde el primer día que la vio en el orfanato se gano su corazón, al igual que Mateo que se acerco y también se unió a ese abrazo.
Belen limpia las lagrimas que han rodado por su mejilla y cuestiona:
- Estas triste ¿porque?no te somos suficiente.
A veces solo una frase dicha por un angel cambia todo.
Melisa los abraza y responde con toda sinceridad.
- Claro que lo son, son mis hijos y los amo, somos una familia.
Daniels ha visto la escena y ahora si esta convencido de que todo estará bien.
A veces una verdad esta delante de ti, la solución, la esperanza, el milagro pero no lo ves por estar enfocado en algo que se aferro tu corazón.
Esa mañana desayunaron como familia y la tristeza se fue y vino la alegría y el agradecer a Dios porque sus misericordias se renuevan cada dia.
Era necesario pasar por el dolor para entender que Dios nunca la había dejado, que no tener algo a lo que te habías aferrado no es sinónimo de que el se ha olvidado de ella, estaba preparando su corazón, para que lo bueno y lo malo mantuviera un corazón agradecido y cuando ya su corazón estuviera preparado, vendría la bendición pero viéndola ya desde una perspectiva diferente, ahora como el regalo a quien pago el precio de la obediencia, la fe y el amor.
Una semana después Melisa, Daniels y los niños ven una película infantil, comiendo cotufas y riendo porque son felices, porque no dejaran que nada logre disfrazar la bendición que Dios les ha dado al entregarles su bella familia.
Tocan a la puerta y Daniels va a abrir y reciben aquella visita que cambiara sus vidas.
A veces estas tan sumido en la oscuridad y en lo que crees no ves que el milagro que tanto has pedido esta delante de ti, pero llega alguien enviado por Dios para aclarar el panorama y traer luz.
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¿Creen que los milagros existen?
Creo que experimentamos milagros cada día, pero pasan desapercibidos por estar enfocados en algo especifico. Pídele a Dios que abra tus ojos espirituales y mantenga en ti un corazón agradecido dispuesto a agradar siempre al Creador.
Próximo capitulo FINAL DE GIROS, ¡No lo puedo creer