Tierra De Nieve Y Cenizas© [L...

By lectorac24

98.8K 10.7K 3.1K

Tercera parte de Infierno Helado... Nada es como al principio. Ella no es la misma, su corazón ha cambiado y... More

Aviso
Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15 (I)
Capítulo 15 (II)
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Epílogo
Agradecimientos
Datos Curiosos De La Trilogía
Especial Día Del Padre

Capítulo 2

2.5K 232 46
By lectorac24

Es de noche y hace frío

Para nosotros que caminamos bajo el frío manto oscuro se nos hace difícil observar el camino frente a nosotros.
Pero podemos escuchar, oh sí, lo escuchamos todo.
Es como en esos lugares en los que todo ruido produce eco, así es la noche ahora.

A lo lejos se puede escuchar algo siendo arrastrado, por los choques metálicos y chirridos bajos puedo imaginarme que es alguien llevando un carrito de compras con algo que se encontró por ahí. Como nosotros, lo que esa persona quiere es no ser vista.

Siento a Natalia a mi lado.- Los gemelos dijeron que a unas cuantas cuadras vieron unos camiones militares.

-Son ellos, deben estar llevándose a los que encuentran en la calle.- Le contesto yo en el mismo tono bajo.
Los gemelos avanzaban en lo alto de los edificios, así si había algún peligro unas cuadras después podrían avisarnos con tiempo.
Y a peligro, uno de ellos al menos, me refiero a esos camiones militares llenos de soldados de los Primeros que se llevan a cualquiera que vean en las calles. 
Aún no sabemos lo que traman, seguro no es nada bueno pero lo averiguaremos cuando estemos establecidos, con armas disponibles y un ejército.
Por ahora estábamos acabados y meternos en líos o infiltrarnos sería algo estúpido, un acto vacío y poco heroico.
-¿Será que los asesinen?- Me pregunta mi amiga.

-No le veo la lógica a menos que sean Orígenes so Medio Orígenes.

-Tengo una teoría¿Quieres oírla?
-Claro, ya nada me sorprende.

-Pues...- Empieza a hablar más bajo todavía.- Creo que se están preparando para algo más, un último ataque.

Me giro a verla y entre la oscuridad distingo sus facciones preocupadas. Debía admitirlo, su teoría era muy parecida a la mía, sin embargo, yo aún no lograba atar todos los cabos, ni siquiera la mitad para empezar a planear algo.

-¿De qué crees que se trata?- Le pregunto interesada y realmente ansiosa por aclarar varias de mis ideas ya que es insoportable no poder estar al tanto de los peligros a los que todos nos exponemos.
-Piensa Abby, además de querernos muertos porque les quitamos poder y vida ¿No crees que ellos quieran recuperarlo?¿Y cómo harán eso?
-Tomando el poder.- Dice alguien a mi otro costado. Y se trata de nada más y nada menos que Julian, uno de los Primeros.
Me quedo entre Natalia y Julian conectando esa información con la mía propia.
-Por eso están formando un ejército, por eso tanta gente, tantas armas. Ellos quieren controlar todo.

-El mundo.- Termina de plantear Natalia.

-No me sorprende de ellos.- Escucho decir a Julian.- Mis hermanos siempre han sido ambiciosos.

Ya ese habitual enojo hacia ellos era natural en mi, pero en vez de tratar de alejarlo dejo que se acumule dentro de mi, me servirá para cuando acabe con ellos. Porque lo haré. Uno por uno.

-No lo entiendo, ya han arruinado todo, han asesinado a muchos de nosotros y también a humanos, han creado guerra, enfermedad¿Todavía quieren más?- Pregunto irritada sin molestarme en vociferar por lo bajo. Todo esto es una mierda, ellos no pararán, no hasta que me tengan de frente y con una daga en la mano lista para ellos.

-El poder es un regalo que no todos tienen pero aquellos que sí lo poseen se vuelven enfermos, adictos a él.- Dice Natalia mirando hacia el cielo.- Sólo las personas puras de corazón podrían dominar ese regalo, e incluso ellas corren peligro de volverse oscuras.
-Tienes toda la razón.- Concuerda Julian.- Y mis hermanos están lejos de tener un alma pura.
-Dijo el santo.- Contesto yo con sarcasmo y él blanquea sus ojos.

-Oh por favor, me han vigilado todas estas semanas, las veinticuatro siete, ya les dije que pueden confiar en mi, si los quisiera muertos estarían ya mismo en manos de Mauro.

La piel se me pone de gallina ante su comentario. Mi Sam estaba con Mauro y me niego a pensar en que él está muerto, él es demasiado terco como para morir sin despedirse de mi de forma justa y nosotros no nos hemos despedido, justamente porque sabemos que nos volveremos a encontrar y el destino puede irse a la mierda si piensa denegarlo. 
-Todavía no eres de fiar, eres su sangre, difícilmente traicionas a tu sangre.

-Pero no es imposible.- Me contradice él.

Y me le quedo viendo, el reflejo de la luna me da suficiente claridad como para ver su tensión.
-Supongo que tendrás que ganarte mi confianza.- Me encojo de hombros.

-¿Y si empezamos con un voto de confianza? ya sabes, a ciegas.

- Ya hablé Julian, tienes que ganarte la confianza de todos, no sólo de la mía.

Lo escucho resoplar.- Como sea, luego no van a poder vivir sin mi compañía.- No sé si es broma o no pero luego de decirlo él avanza hacia Devon y Cam que caminaban delante de nosotras. Sólo sé si Julian buscaba entablar conversación, ese par eran los menos indicados.

Hemos caminado por horas, desde la mañana hasta ahora en la noche.
Abandonamos el edificio en el que nos encontrábamos y salimos cuando el sol estaba a penas empezando a salir. Hemos tomado alrededor de diez descansos en todo el día y avanzado varios kilómetros, yo opino que en un día estaremos en el propio Londres. Puede sentirse en el clima, el frío, las nubes grises durante el día, así recuerdo el ambiente desde la última vez que estuvimos en la capital para el tiempo que luchamos contra los cazadores.

Mis botines se estrellaron contra un charco de agua sucia y fue tarde cuando lo retiré porque mi pie ya estaba sintiendo la humedad que se intercaló por los agujeros en la suela. Hice una mueca de asco.

-Puaj.- Solté sin pensar y Natalia se rió de mi sin siquiera tratar de ocultar su diversión.- Quiero verte reír cuando no puedas estar cerca de mi para conservar mi calorcito.- Me burlo yo, gracias a esos shorts cortos no podía estar mucho en calor, pero yo, con mi don de fuego no necesitaba estar tan arropada para contenerlo dentro de mi. Eso la hizo parar de reír y fue mi turno.

Vi la figura de Zack reducir el paso hasta llegar hacia nosotros desde en frente. Sus ojos verdes brillantes por la adrenalina y reflejando la luz de la luna me recordó a ciertos ojos de un matiz más oscuro que he extrañado últimamente. Cuando él llegó hasta Nat y la abrazó con fuerza aparté la mirada, no por incomodidad sino por dolor.

-Hey Abby.- Me saludó él y forcé una sonrisa débil y un asentimiento.- Caín dice que pronto nos detendremos, estamos buscando un lugar para pasar la noche pero a los gemelos les pareció ver movimiento cerca de la zona, están revisando.
-Oh qué bueno, mis piernas ya no dan para más.- Se queja Nat y hace una mueca y entonces Zacl con una sonrisa ladeada le indica que se suba a su espalda.

Los miro de frente aún caminando, los veo reír y juguetear mientras ella se sube a su espalda y enreda sus piernas a su alrededor y justo ahí, al lado de ellos lo siento, ese amor, ese lazo fuerte que los mantiene brillantes en todo momento, incluso en esta oscuridad. Y lo sé, lo siento porque yo tengo algo así con Sam.
Y sonrío, porque ellos no se merecen menos.

Natalia le planta un beso en la mejillas mientras él sigue caminando con ella.
Suspirando miro al frente sólo para encontrarme con la mirada de Jesse, él camina delante de mi pero aún caminando me lanza una mirada que capturo. Me mantengo seria a pesar de sus blandos ojos.

Jesse Thompson cometió errores en el pasado, errores que me perjudicaron y a otras personas a mi alrededor. Yo aún no lo he perdonado, no puedo, mi corazón lo desprecia pero no a tal punto de arrebatarle la vida sino  hasta el punto de quererlo lejos de mi.
Y eso es algo que no entiende.
Porque no ha parado de acercarse, en cada momento que puede está ahí, tratando de empezar una conversación conmigo, de tener un leve contacto y yo siempre me alejo pero él no parece querer entenderlo, aceptarlo.
Y se me hace injusto, porque por querer perseguir algo que nunca más va a tener, no es capaz de ver lo que tiene frente a él, a una chica que le brillan los ojos cuando lo ve. Maggie.
Y ella lo ve verme justo en este momento y veo justo el momento en que baja la mirada para evitar que eso le rompa el corazón. Y eso me hace odiarlo más, porque está ciego y es porque quiere.

Aparto la mirada enojada y la fijo en los edificios que nos rodean. 
Y logro captar un movimiento, uno que me hace parar de andar y ponerme alerta al instante.

-Zack.- Lo llamo y tanto él como Nat miran hacia donde apunto.

Escucho a Nat soltar aire.- Son los gemelos Abby.

Mi mano, que ya estaba tomando la daga de mi cinturón se relaja cuando veo a la otra figura. Son los gemelos, los distingo cuando Caín y el resto se detienen. 

Nos reunimos al rededor de ellos cuando bajan, parecen agitados y nerviosos.
-Hay una horda.- Elías habla primero.- Una horda de caníbales, están atacando un edificio de bomberos, al parecer habían varios de nuestra gente ahí, los están...- Hace una mueca.
-Los están abriendo, decapitando para comerlos.- Termina de decir su hermano Jordy y no puedo contener las nauseas de tan sólo imaginarlo.
-Gracias por la explicación.- Dice Lukas, Caín a su lado sonríe con gracia.
Jordy en su lugar le da un guiño.

-¿A cuántas calles?- Interrumpe Julian.
-Seis, la gente de los edificios cercanos están intentando huir pero los Caníbales parecen agresivos esta noche así que no dejan escapar a ninguno hasta asegurarse de que son humanos.- Contesta Elías.

-Debemos darnos prisa.- Comenta Maggie nerviosa.- Esas cosas no tienen piedad.
-Tiene razón.- Concuerdo.- Tomemos un edificio cercano y usemos el galón de cloro que encontramos para ocultar nuestro olor.
-Buena idea.-Dice Natalia ahora de pie pero al lado de Zack.
-Vimos una oficina de correos cerca y al lado opuesto de donde están los caníbales, llegaremos ahí rápido pero es mejor irnos entre calles que en línea recta, ya saben que esos malditos son listos cuando se trata de asechar a la presa y hoy jodidamente no quiero ser una presa.- Dice Jordy con disgusto, incluso su cara lo refleja.

-¿Y por qué no nos quedamos en cualquiera de estos edificios?- Pregunta Jesse ceñudo.
-Porque ¿Siquiera los has viso bien? Están a  medio caer, no quiero que en un momento esté felizmente dormido y al siguiente bajo un montón de concreto.- Suelta Jordy obviando la situación, aunque debo admitir que por la falta de luz no los he visto bien así hago justo eso, miro a mi alrededor entornando mis ojos y veo que algunos están completamente abiertos por falta de paredes y que otros están completamente derrumbado. No quiero ni pensar en la gente que estuvo ahí cuando todo eso pasó.
No es seguro dormir en uno de esos, cualquiera podría vernos, podríamos incuso quedar bajo el mismo edificio, así como Jordy dijo.
-¿Del uno al diez qué tan bien está el edificio?- Le pregunto a él directamente.

Calla unos minutos, recapitulando todo en su cabeza.- El problema es la puerta, es de vidrio, pero podríamos ir hasta el fondo del local, meternos en una de las oficinas, el resto está intacto.

Frunzo el ceño. Una puerta de vidrio no es segura.- Nat¿Crees que puedas reforzarla con metal?

Ella me mira.- Uh sí, pero tendríamos que buscar el material.

-Es una oficina, supongo que tienes escritorios y archiveros metálicos.- Me encojo de hombros.- Eso debe servir.

Caí asiente.- Correcto, vamos entonces.

Los gemelos nos guiaron hacia el lugar y esta vez nos mantuvimos en completo silencio, hasta nuestras pisadas se volvieron pesadas y mientras nos acercábamos cada vez más se podía escuchar gruñidos asquerosos y salivales, gritos ahogados, el sonido de cosas rompiéndose y yo sólo podía imaginar lo que los Caníbales le hacían a toda esa gente acorralada. Mi gente sin duda.
El ambiente se llenó de un olor metálico y putrefactorio, era asqueroso, repugnante y en cierto momento tuvimos que taparnos la boca y la nariz. Sabía lo que ese olor era. El olor de la muerte.

Llegamos al edificio, la calle estaba desierta. Caín le hizo señas a Zack, James y Drew y estos avanzaron hacia el local con armas levantadas. No creas que eran escopetas cargadas, no, cada uno cargaba  una Beretta 92 con cartuchos incompletos.
Diez armas de fuego en total, cinco cartuchos extra y seis dagas. Eso es lo que tenemos, es todo.

Sin contar el traje, mi traje. El que Sam me dio con armas extras incrustadas en el diseño, pero o no lo uso, al menos no por ahora porque sé en qué momento lo usaré, no puedo gastarlo ahora, no puedo ser egoísta y protegerme con eso yo sola mientras que el resto viste con lo primero que encontramos que pueda salvarse y se defiende con lo que le queda. Así que el traje está guardado en la mochila de Sam, que cargo para cuando regrese. Con el marco de mi foto, el separador de pastelito, su propio traje y otras de sus cosas personales.

Veo a los chicos desaparecer y rezo porque no tengan que usar las armas, rezo porque el lugar esté despejado. El resto nos quedamos entre las sombras, siempre alertas. 
Hasta que Jesse sale y nos hace señas de que nos acerquemos.
Me posiciono junto a Sabrina y Natalia que tintinean por el frío y en cuanto notan mi presencia se acercan más a mi en busca de calor.
-Despejado.- Confirma Jesse.- Pero encontramos un cuerpo en recepción.
-Oh cielos, eso debe apestar.- Se queja Jordy.
-Sí y mucho, era un guarda de seguridad, sus... intestinos están de fuera.

Hago una mueca de asco pensando en qué maldito pervertido le hizo por diversión o por pasar el rato. Hasta que me doy cuenta, quizá no fue por diversión, sino como una trampa.
-El olor, él debió ser humano, seguramente algún Origen quiso buscar un lugar donde quedarse y ese hombre estaba ahí, y para evitar que los Caníbales siguieran su olor lo asesinó, así el hedor de putrefacción humana los distrae.

Se me quedan viendo y yo me encojo de hombros.- Sí, pero qué asco.- Se queja Jordy y su hermano lo golpea en el hombro, no tan suave como debería.
-Si fue así...- Dice Caín.- Entonces la persona no debió pasar mucho tiempo en el edificio porque estrategia o no, no creo que aguantara mucho tiempo con ese hedor con él.
-Es mejor que lo saquemos, de todas formas ya apesta.- Dice Drew haciendo una mueca y escupiendo en el suelo.
-Voy yo.- Dice James y mamá rueda los ojos. A medio camino James se detiene y mira hacia ella e intercambian miradas, sin duda se comunican a través del vínculo, lo que me hace sentir celosa por unos segundos hasta que los veo sonreír.
Voy detrás de James negándome a dejarlo cargar al muerto solo, literalmente.
-No te ensucies.- Me advierte al entrar por la puerta que milagrosamente está entera.
-Al menos déjame darte luz.- Digo alzando mi mano, segundos después de mis dedos salen chispas naranjas que iluminan tenuemente el lugar. James asiente y nos guía hacia la recepción. 
Hay papeles desplegados por doquier, por todo el piso, además de sillas volcadas y archiveros abiertos, hay un gran escritorio de madera centrado en la habitación que sin duda tuvo sus mejores días y en medio de todo, hay una silla giratoria y en ella, un hombre muerto. 
Sus manos están amaradas con una soga detrás de su espalda, ajustada con el asiento. El uniforme de guarda aún sobre él pero manchado con sangre seca. El rostro es lo que me hace bajar la mirada pero no lo suficientemente como para evitar grabarme su expresión.

Sus ojos abiertos de un color grisaseo miran hacia arriba como con miedo y su boca está abierta con un hilo de sangre que baja por su barbilla y su torso, su torso está abierto, exponiendo sus órganos al aire, sus tripas desparramadas a su alrededor y sus costillas rotas que acunan un lugar vacío. La sangre mancha las hojas de papel cerca de él. Me entra una arcada y ajusto mi camiseta para que tape mi boca y nariz.
-Bueno, aquí vamos.- Murmura James poco entusiasmado con la voz apagada por su camisa puesta sobre su boca.

Empieza a empujar la silla hacia afuera y trato de no ver cómo las entrañas del tipo se arrastran con él, ilumino el camino de James hasta la puerta y escucho las maldiciones de todos cuando James lo saca del todo.

-Oh mierda.- Dice Julian con asco.
-Lukas, por favor no lo veas.- Le indica Caín al adolescente.

Y cuando dejamos al hombre cerca de la puerta y en el suelo para evitar sospechas de que fue colocado ahí y no muerto durante la noche entramos.

James ilumina con su luz tenuemente nuestro recorrido, cerramos la puerta tras nosotros y avanzamos al final del pasillo donde encontramos una sala de espera con asientos volcados y lo que una vez fue una mesa de vidrio ahora sólo vidrio roto que pisamos y terminamos de triturar. Al fondo hay otro pasillo y varias puertas a los lados.

-Esas deben ser las oficinas.- Dice mi madre que camina al lado de Lilith, la madre de Jesse y Zack y junto a James.
Somos veinte personas agrupadas en este espacio, hay ocho oficinas y ningún colchón cómodo, sólo sillas y escritorios, en cada oficina es igual.
-Otra vez en el suelo.- Se burla mi hermano al revisar la última.
-Al menos hay un baño.- Prosigue Karum.

-Sí, pero sin una ducha ¿Sabes lo que significa? Otro día sin ducharnos, mi siento asqueroso, tengo polvo por todos lados, incluso en lugares en los que no debería...

Mi madre le da una mala mirada y Jared se calla pero Jordy lanza una risita.

-Ya somos dos, hermano.

Tres, pero no iba a admitirlo.

Tras haber sacado los escritorios y sillas y haberlos tirado en la sala de espera nos dividimos para compartir dichas oficinas y luego arreglamos quiénes se quedarían en la primera ronda de vigilancia. Les tocaría a Natalia y Sabrina.
Y mientras algunos ya se empezaban a acostar en los duros suelos yo acompañé a las chicas un rato más mientras mi amiga utilizaba el metal de los archiveros para crear láminas metálicas que incrustamos en forma de X sobre la puerta. Luego de eso, ya con los ojos a medio cerrar me despedí de ellas y me fui a acostar al lado de mamá, Jared, James y Karum.
Y en medio de la oscuridad me acerqué a mi hermano y murmuré:
-Lo siento hermanito, hoy no tendrás acción.- Karum soltó una risita que acompañé mientras que jared me golpeó con su codo en mi costado haciéndome jadear y ahogarme con mi risa.
Le devolví el acto pero con cosquillas y él no pudo evitar retorcerse e hipar que parara y la oficina se llenó de risas bajas, bueno, no tan bajas por un instante antes de que mamá con un gruñido nos callara a todos y así, rodeada de parte de mi familia, dormí.

O al menos lo hice por unas horas hasta que, en medio de los profundos remolinos oscuros de mi inconsciencia escuché algo, una voz masculina, grave y vacilante que mi cuerpo reconoció de inmediato. Mis ojos se abrieron al escucharlo.

Pastelito.

Parpadeando varias veces me siento con la espalda rígida y me encuentro con la oscuridad a mi alrededor, mi pecho está acelerado y alegre al mismo tiempo que nervioso. 

  ¿Sam?
Lo llamo en mi cabeza, a través de nuestra conexión. Pero no hay nada de regreso porque como antes, como todas estas semanas, él me mantiene bloqueada.
Repito su nombre otra vez, negándome a que fuese solamente mi subconsciente buscando cómo sobrevivir a la soledad de su partida. 
Pero al parecer así es, porque luego de varios intentos nada cambia y caigo de nuevo al suelo derrotada y con los ojos llorosos.

Me abrazo a mí misma mirando hacia la nada oscura y tratando de que nadie escuche el pequeño sollozo que sale de mi garganta.

Lo extraño, lo extraño tanto que duele.
Extraño su tacto, su voz, su mirada, a él, todo él.

Mi pecho duele una vez más y aprieto mi abrazo a mi alrededor mientras que mentalmente empiezo a contar del uno al diez muy despacio para tranquilizarme, pero eso no pasa y yo no vuelvo a cerrar mis ojos por el sueño por lo que decido ir a hacer guardia con Devon y Cam que reemplazaron a Natalia y Sabrina.

Y me quedo con ellos, charlando justo de quien necesito y ellos escuchan y asienten entendiendo mi pesar.
-Sam volverá.- Me asegura Cam.- Lo conozco muy bien, volverá a ti incluso si todo está en contra de eso.
Y yo me tranquilizo un poco al saber que es verdad.

Hola, hola, aquí otro capítulo ;)
Prometo acción en el siguiente capítulo e incluso algunas lágrimas.

Quiero invitarlos a nuestro grupo de Whatsapp, ya varios lectoras están dentro y me gustaría que las que faltan se unan.
Saludos.

Continue Reading

You'll Also Like

97.8K 12.5K 72
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...
2.9M 366K 55
[SEGUNDO LIBRO] «Convertirme en un monstruo no me ha liberado del dolor de ser humano». Después de los crímenes cometidos por Victoria Massey, la jo...
1.6M 229K 37
***También puedes escuchar el audiolibro de esta historia en Beek.io*** Flor no sabe absolutamente nada de la vida, solo que es complicada. No le gus...
36K 5.2K 41
toda mi clase y yo fuimos transportados a todo un mundo de fantasía lleno de magia y poderes, todo para vencer al Rey demonio. ¿¡Porqué debo pelear p...