Ya no le faltaba nada por empacar, recorrió la casa de extremo a extremo, viendo cada habitación vacía, tantos recuerdos, todo lo que había pasado a su lado, el no la amó al principio de su relación, el solo quería conocer chicas, pero un evento inesperado los hizo casarse, pero ahora que ella se había ido de su lado sabía que en fondo si la había amado.
Cuando subió la última caja al camión sintió una extrema melancolía, sabía que al nuevo lugar a donde iba no iba ser de su agrado, pero se resigno a la idea de ponerse una meta, solo viviría al día, siendo más o menos feliz, porque en la empresa ese era el cargo más deseado, y el con poco esfuerzo lo había logrado.
El viaje duro poco mas de cuatro horas, veía la carretera pensando en ella, todo esos recuerdos, todo lo que habían pasado, el había sido muy feliz a su lado, nunca supo porque lo abandonó, era la duda existencial de su vida, y su hermano siempre le recalcaba que la olvidara. Simplemente no podía...
Rento una casita en el centro de la ciudad, no era mucho de su agrado pero era cien por ciento habitable, así que para el era más que suficiente, se instaló y salió a conocer la ciudad