La D no es por Dexter (BG.5 l...

By darlis_steff

18.6M 2.1M 1.9M

Dexter Jefferson tiene la palabra desastre adherida a su nombre y últimamente eso parece estar más que cientí... More

La D no es por Dexter
Dexter Jefferson
Prólogo
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Once
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Capítulo Quince
Capítulo Diecisés
Capítulo Diecisiete
Capítulo Dieciocho
Capítulo Diecinueve (Parte I)
Capítulo Diecinueve (Parte II)
Capítulo Veinte
Capítulo Veintiuno (Parte I)
Capítulo Veintiuno (Parte II)
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro
Capítulo Veinticinco
Capítulo Veintisiete
Capítulo Veintiocho
Capítulo Veintinueve
Capítulo Treinta
Capítulo treinta y uno
Capítulo treinta y dos
Capítulo treinta y tres
Capítulo Treinta y Cuatro
Capítulo Treinta y Cinco
Capítulo Treinta y Seis
Capítulo Treinta y Siete
Capítulo Treinta y Ocho
Capítulo Treinta y Nueve
Capítulo Cuarenta
Capítulo Cuarenta Y Uno
Capítulo Cuarenta y Dos (Parte I)
Capítulo Cuarenta y Dos (Parte II)
Extra: Reencuentro
Capítulo Cuarenta y tres (Parre I)
Capítulo cuarenta y tres (Parte II)
Extra: Max, el señor de las preguntas
Capítulo Cuarenta y cuatro
Extra: Segundo Intento
Capítulo Cuarenta y Cinco (Penúltimo)
Capítulo cuarenta y seis (Final)
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo Veintiséis

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By darlis_steff


Capítulo veintiséis.


Siento que voy a enloquecer hasta que suena la reja avisándome que Henry la ha abierto. Respiro hondo y entro cerrando la reja detrás de mí. Prácticamente subo corriendo las escaleras ignorando totalmente el ascensor.

Llego al cuarto piso jadeando, Henry me observa desde la el marco de la puerta de su apartamento y prácticamente corro hasta él. Lo abrazo porque siento que es lo que necesito para sentir que el mundo no está sacudiéndose bajo mis pies.

Me devuelve el abrazo y aunque el miedo baja, no me siento, de igual forma, del todo segura. Estoy tan asustada.

¿Cómo...? ¿Qué...? ¿Por qué? Es como adentrarme a una nueva pesadilla.

— ¿Qué sucede, Elanese? —Nos hace entrar a su apartamento. Me guía hacia un sofá y se aleja, cuando vuelve tiene un vaso de agua.

Mi mano tiembla mientras bebo, mi rostro se siente pegajoso por las lágrimas secas.

—Estaban...Me estaban siguiendo. No eran buenas personas, yo lo sé...

— ¿Cómo?

—Salí de una entrevista de trabajo y un auto comenzó a seguirme. Es peligro, yo lo sé.

Yo sé quién era. Lo sé muy bien.

— ¿Así que guiaste a hombres peligrosos a mi hogar?

Abro mi boca mientras lo observo. Tiene el ceño fruncido y me observa como si yo estuviese loca.

—Estaba asustada y tú vivías cerca y...

—Vale y, entonces, traes a malos tipos a mi hogar.

—Que te den por el culo —Y le arrojo el agua al rostro dejando el vaso luego en el suelo.

Ha sido un impulso, quizá se deba a toda la adrenalina, miedo y molestia que en este momento hierve bajo mi piel.

—Pero ¿Qué te sucede?

Me pongo de pie, estoy aterrada de salir, pero no tengo que aguantar esto.

—Salimos por años, te conté de mí, te amé y todo lo que piensas es en tu hogar, vale, lo siento. Fue imprudente venir y tienes razón sobre el peligro, pero ni siquiera te importa el que buscaba de salvarme para que no me atraparan o qué sé yo.

—Tú me dejaste y...

—Y si hubiese sido a la inversa, yo sin dudar te recibiría en mi casa, porque nunca quisiera que alguien te lastimara, porque fuiste importante para mí. Lamento haber venido, perdóname. Que te den a ti y tu apartamento.

— ¿Sabes qué? En el mundo hay mejores mujeres que tú, mujeres que no hicieron algo tan vil y sucio como tú. No tengo por qué aguantar tus desplantes cuando podría tener a alguien mejor.

—Es tan bajo que recurras a un argumento tan sucio y vil.

—No encontrarás a alguien mejor que yo.

No puedo evitar reír y sacudir la cabeza. Todo lo que me dice me duele, porque fue importante en mi vida y pensé que al menos conservamos un respeto mutuo. Me lastiman sus palabras.

—Demasiado tarde. Ya he encontrado a alguien que me comprende y no juzga. Y solo para que te duela, alguien que da muchos mejores orgasmos que tú.

Me doy la vuelta dispuesta a irme y no caer más bajo. Tengo la sensación de que este es un final definitivo para cualquier tipo de amistad que pudiéramos haber establecido.

—Te fui infiel, Elanese. Varias veces —Da la impresión de que siente orgullo de clavarme el puñal amargo de la traición.

Me detengo y siento mis ojos humedecerse. Volteo a verlo y tengo tantos sentimientos en tan pocos segundos. Siento tantas cosas negativas por quien creí me amaba y respetaba.

—Espero y hayan sido buenos tus orgasmos, maldito infiel.

Abro la puerta de su apartamento y salgo. Bajo las escaleras con lentitud y me detengo frente a la reja. Estoy aterrada de salir. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué justo ahora?

Saco mi celular y marco el número de Eva, no responde, intento con Fabricia.

—Hola, puta.

—Fabia...

— ¿Qué quieres? Estoy viendo una película.

— ¿Puedes venir por mí?

—No me mata de la alegría, pero me deberías un favor.

Cierro mis ojos aliviada, pero entonces recuerdo la reacción de Henry.

—Unos tipos me estaban siguiendo, entiendo si no quieres exponerte.

— ¿Eran calientes?

— ¿Qué?

— ¿Qué si eran calientes? Así sé si luego si nos atrapan puedo darle una mamada a cambio de nuestra libertad.

Contra todo pronóstico consigo reír luego de mi desconcierto, y ella también lo hace. Eso me recuerda por qué aun con su actitud cuestionable, el descontento de mi familia y a veces mi desconfianza, mantengo contacto con Fabricia. Tiene sus defectos como claramente los tengo yo, pero no es una mala persona, al menos yo no lo creo.

—Solo dime en dónde paso por ti, puta.

—Estoy en el edificio donde vive Henry.

— ¿Te follaste de nuevo a ese imbécil? Ya te digo, con esas tetas y culo puedes hacerlo mucho mejor.

—No, no. Solo por favor ven por mí.

—Bueno, siéntate a esperar un poco porque no iré con prisa y pasaré por café.

Quisiera gritarle que se dé prisa porque estoy asustada, pero está haciéndome un favor y el estilo de Fabricia es hacerlo a su manera, y yo solo agradezco de qué esté dispuesta a venir por mí. A ayudarme.

—Aquí te esperaré. Estaré adentro, avísame cuando llegues y yo salgo.

—De acuerdo, te veo dentro de unos minutos. Primero el café.

Cuelga la llamada y respiro hondo. Todo esto pasará, fue solo un mal momento. Quizá casualidad, esas personas no estaban buscándome. No venían por mí.

No tengo nada que ver con ellos.

Es el pasado.

Ya no tengo veinte años. Y no tengo nada que ver con ellos.

No me relaciono siquiera con Kora.

Todo estará bien.

Me repito esas palabras una y otra vez mientras espero a Fabricia y brevemente pienso que Henry ni siquiera me aprecia como a una amiga, él ni siquiera verifica que me fui o que esos hombres aún no estuvieran esperándome. Me duele, porque muy a mi pesar, no mentí cuando dije que si fuera al contrario yo lo ayudaría porque no quisiera que alguien le lastimara.

Casi una hora después, Fabricia me avisa que está afuera y salgo corriendo. Subo a su auto y mientras ella conduce respiro con alivio al ver que nadie nos sigue. Fue un mal momento que no se volverá a repetir.

—Entonces, ¿Follabas con Henry?

—No. No tengo nada con Henry, estaba en una entrevista de trabajo y luego me seguían.

—Ya. ¿Tienes problemas con una pandilla, carteles de drogas o qué?

—No, soy legal en todo. Solo...

—Bueno, entonces, tranquila. Dudo que vuelvan por ti, quizá, solo era un chulo buscando nuevas putas y cómo estás buena vieron potencial en ti —Ríe—. Relájate, la vida sigue.

La vida sigue, sí, pero estoy asustada y en este momento quisiera ir a casa. A Preston y acurrucarme en los brazos de papá. Pero soy adulta, he tomado las riendas de mi vida y estoy aprendiendo a ser una adulta responsable. Fue un mal momento, estaré atenta de si vuelve a suceder y de ser así, entonces, avisaré a las autoridades. No estoy dispuesta a volver a someterme a ese tipo de acosos, a ese tipo de errores y dolor. No de nuevo.

***

22 de mayo, 2015.

Toco una vez más el timbre del apartamento y cuando se abre le sonrío a la bonita rubia que ya puedo reconocer con facilidad y para dar fe de ello, me encargo de decir su nombre al momento de saludarla.

—Hola, Grace, es bueno verte.

—Hola —Sonríe—, es increíblemente genial ver a la mujer que tiene la cabeza de Dexter dando vueltas. Creo que Ethan está celoso de que ocupes los suspiros de su hombre. Ya sabes, ellos tienen un bromance —Rueda sus ojos—. En realidad creo que mi novio solo cree que todos babean por él y no tendrán tiempo para nadie más.

—Me sorprende tu capacidad de hablar tanto en un saludo —bromeo, ella ríe y se hace a un lado dejándome entrar al apartamento de April.

—Ethan me llama habladora.

—Y no me imagino cuál será la razón.

—Tetas nuevas —canturrea una voz infantil. Bajo la vista para ver a un precioso niño, de cabello castaño y ojos claros, dando vueltas a mi alrededor en pequeños brincos mientras ríe—. Tetas nuevas.

— ¿Es qué no sabes nada más que ver tetas? —pregunta Grace—Al menos ahora las tuyas serán de su atención y no las mías; y teniendo en cuenta que las tuyas están mucho más desarrolladas que las mías...

Bajo la vista mis pechos nada pequeños y río antes de agacharme y estar a la altura de la preciosura de niño que deja de dar vueltas para observarme con mejillas sonrojadas y una sonrisa.

—Hola, Nate. Es un gusto finalmente conocerte. Soy Ela.

—Ela tene tetas —Es su declaración señalando mis pechos.

—Bastante observador de tu parte. ¿Me das un beso?

Él frunce su boquita de bebé y me da un beso baboso en la mejilla, aunque, él muy astuto luego parece querer besarme en la boca, pero riendo giro mi rostro.

»No sé quién te entrena, Nate, pero pareces todo un pequeño galán.

El pequeño niño de dos años, si mal no recuerdo, hace un gesto tierno antes de correr hacia algún lugar llamando a April. Cuando la nombrada aparece, tiene a una niña abrazada a su pierna que ríe mientras Nathan ahora da vueltas a su alrededor. April me sonríe.

—Estos son los niños que regalo, ahora espero y entiendas por qué.

—Ya Nate tuvo su flechazo por sus tetas —Le informa Grace yendo hacia el sofá y dejándose caer.

—A mi hijo parece que le gusta todo tipos de tetas, no discrimina —Sacude su pierna en donde se encuentra aferrada la niña—. Ella es Zoey, le decimos Zozo porque así la llama Nathan. Zozo saluda a mi amiga.

La niña se asoma detrás de la pierna de su mamá y me sonríe. April hizo un buen trabajo creando a unos bebés agradables a la vista. La niña me saluda con su mano antes de arrojarme un beso.

—Vi eso, Zozo y no es justo. Ella viene llegando y ya eres amable con ella cuando a mí me toca negociar contigo —Se queja Grace.

—Ya, pero Ela no está con su Ethan —La defiende April cargando a la niña y sentándose junto a Grace en el sofá. Decido que voy a imitarla aunque no me hayan invitado. Tomo asiento en el sofá de una sola plaza.

—Pero ya le dije que podemos compartir a Ethan.

—Ethan pa mí sola—dice la niña alzando la barbilla.

— ¿Cómo has estado, Ela? Ya mismo corro y me arreglo para que vayamos a nuestra clase, solo que me descontrolé un poco porque la guardería cerró hoy.

»Por suerte la belleza de mi lado se ofreció como sacrificio para lidiar con ellos.

—Tengo día libre y me encantan los niños, Ethan dijo que vendría luego de una entrevista.

—No vayan a tener sexo, por favor. Esperen que yo vuelva y se van a follar a algún lugar lejos.

—April, no había necesidad de decirlo —Se ríe y luego me observa—. Disculpa mi indiscreción, Elanese, pero ¿Tienes algo con Dexter? Es mi amigo y mi lado Fiver ansía alimentarse de esa información.

—Estamos saliendo —Tiro de los hilos de la abertura de mi jean, repentinamente me siento tímida sobre hablar de ello—, lo estamos intentando.

—Ya luego me dices si Dexter está tan delicioso como se ve, sin nada de ropa —pide April.

—Está mucho más que delicioso —Se me escapa y ella abre su boca con sorpresa al igual que Grace.

— ¡Pero qué rápidos! Si los niños ya andan en el mete y saca —April deja a Zoey en el suelo, quien, corre hacia su hermano—. No es que los culpe. Tú tienes un cuerpo de infarto y Dexter ¡Jesús! Cualquiera quisiera amarrarlo a una cama y no dejarlo ir nunca.

—No te intimides, he aprendido que no está mal tener sexo si se quiere —Se encoge de hombros Grace—. No se trata de si es mucho o muy poco tiempo. Se trata de desearlo y sentirse cómoda.

—Me sentí muy cómoda —Dejo en claro y ellas ríen—. No me importa si lo ven como muy rápido —Me encojo de hombros—, lo disfruté mucho y no me arrepiento.

—Espero y les vaya muy bien —desea April—. Ahora que eres de las mías estoy totalmente a bordo de cuál sea el shipp de su relación.

—Le diremos a Doug que cree uno o a Jeremy, ellos viven para eso.

April se pone de pie y se estira como si tuviera mucha fatiga en su cuerpo.

—Yo espero tener sexo pronto, cita o lo que sea. La verdad es que no quiero oxidarme —Luego su sonrisa es pícara—. Debería solo vivir mi sueño universal de fan y obligar a Ethan a que consiga que Kurt se cite en un hotel conmigo.

—Pensé que luego de conocerlo estarías conforme.

—Ah, mira tú, Grace, yo no te vi conforme con solo conocer a Ethan. Si te lo pasas en grande con o sin ropa con él. Perdóname por querer arrancarle la ropa a Kurt incluso después de conocerlo —Rueda sus ojos—, pero ya ni debe recordarme, soy otra cara en el mar de fanáticas. Triste, pero cierto.

—No es imposible —intervengo—. Digo, tienes contactos, estoy segura de que en cualquier momento tu mundo podría cruzarse de nuevo con el suyo.

—Y de ser así, me encargaré de arrancarle la ropa.

—Así se habla. Ahora date prisa o llegaremos tarde a la clase.

—Voy, voy, diosa de la danza árabe.

***

Termino de colocar rímel a mis pestañas mientras tarareo una canción. Tomo mi pintura labial color tinto y me la aplico. Sonrío cuando veo el resultado. No es un maquillaje pronunciado, pero se encarga de resaltar mis ojos y labios. Camino de vuelta a mi habitación y tomo la larga falda de seda que llega hasta mis tobillos, color azul rey, y me la pongo asegurándote de que la camisa ajustada blanca quede por dentro. Me calzo en mis zapatillas y listo.

Ahora solo me queda esperar a que Dexter llegue.

Tomo mi celular y reviso todas mis notificaciones. Desde mi cumpleaños la verdad es que me siguen hablando muchos de los desconocidos que acudieron a ella y para ser honesta no está tan mal. Veo un par de mensajes y me congelo cuando se abre un nuevo chat.




Kora: Necesitamos hablar.

Kora: creo que podríamos retomar nuestra amistad.

Kora: escríbeme cuando veas esto.

Kora: no todo fue tan malo. ¿Verdad?




¿Qué si no todo fue tan malo? Depende de cómo se mire verse acorralada a vender una virginidad, sufrir de un horrible acoso de su parte y un tipo poderoso que creía que volvería.

No fue malo, fue espantoso y humillante.

La borro de mi lista de amigos y luego la bloqueo, lo que debí hacer hace unos años.

Me quedo pensativa con el celular en mis manos, lo peor que me ha pasado en años, ha sido reencontrarme con Kora en mi fiesta de cumpleaños. Es una sanguijuela que se alimenta de los demás a la fuerza. No fue ella quien lloró debajo de algún desconocido que manejaba su cuerpo a su antojo, pero sí que fue quien se llevó una gran parte del dinero. Solo pensarlo me revuelve el estómago, no quiero tener nada que ver con ella. Para mí es como si estuviese muerta.

Alguien llama a mi puerta y me sobresalto, luego sonrío cayendo en cuenta de que tiene que tratarse de Dexter. Camino hasta la puerta y me encuentro con un arreglo de flores de chocolate y gomitas tapando su rostro.

—Entrega para mi Copo de Azúcar. Nada puede ser tan dulce como ella, pero el chocolate y las gomitas hacen el jodido intento de estar a su altura.

—Debo decir que con este arreglo te ganaste el cielo.

— ¿Qué tal ganarme un montón de posturas del kamasutra? —Asoma su rostro y me sonríe—. Ese sí que sería un gran regalo.

Sonrío sintiendo mis mejillas sonrojarse un poco y me hago a un lado para que entré y él mismo se encargue de dejar el arreglo sobre el mesón de mi cocina. Estoy fascinada por este detalle, creo que nunca alguien ha sido tan acertado en darme un regalo.

—Me encanta —Me inclino viéndolas mejor. Y siento cuando se ubica detrás de mí llevando sus manos a mis caderas. Deja un beso detrás de mi oreja y cierro mis ojos.

—A mí me encantas tú —susurra, me hace girar y me encierra entre sus brazos, sonríe antes de rozar levemente sus labios contra los míos—. ¿Lista para nuestra cita?

—Tan lista cómo puedo estar.

—Quiero decir una maldita cosa —Se mantiene susurrando—. Bueno, son varias.

—Te escucho —Deslizo mis manos por su pecho hasta llegar a su cuello.

—Te ves jodidamente preciosa, nada raro en ti —Besa una de las comisura de mi boca—, Sky está con mamá —Besa mi otra comisura— y...

— ¿Y?

—Y tengo intenciones de que esta cita pase más allá del amanecer —Presiona su boca de la mía de manera breve antes de tomar mis manos y liberar su cuello. Me sonríe—.Dicho eso, que comience lo que será una cita jodidamente genial.





Buenooo, ninguna explicación que dar. Solo, que disfruten el capítulo. Sé que a veces enloquece esperar, pero a veces es necesario preguntarnos "¿Cuánto toma escribir un capítulo?" "¿Cuánto lleva la corrección?" "¿Será que está teniendo parciales?" "¿Será que algo pasó?" Digo, después de todo no soy de desaparecer ni desatender mis historias, babys y si actualizo una más que otra, es algo en lo que nadie debería quejarse o reclamar, porque es mi mente, son mis ideas, es mi tiempo, mi inspiración y mis ganas; y en eso solo yo tengo poder y voto.

Fuera de eso, maldito Henry. Eso no se hace :(

El hada señala a @AnglicaEstvez  tengo miedo de haber escrito tu usuario mal, espero y no sea el caso. Gracias por todo el apoyo y amor que nos das a mis historias y a mí, un mega beso.

Espero les guste :*

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