Desde que vio esa nave sobre ellos supo que no era una buena señal. Había oído hablar de él cuando se perdió en el Bifrost, Thanos infundía miedo entre los habitantes de la galaxia y no era para menos. Ahora estaban atrapados en la mazmorras de esa basta fortaleza, aunque lo peor de todo no era estar encerrado de nuevo, cosa que odiaba después de salir de las mazmorras de Asgard, lo peor era aguantar a ese cabeza hueca de Thor hablando sobre sus estúpidos planes para escapar. No soportaba ni un minuto más así que puso en marcha algo que rondaba por su mente desde hacía unos días, nada perdía por intentarlo.
-¡Guardias! ¡Guardias! ¡Solicito una audiencia con Thanos!- exclamó Loki llamando la atención del guardia más cercano y de todos los asgardianos que había alrededor, incluido el Dios del trueno.
-¿Pero que haces? ¿Para que quieres hablar con él?
-Shts, por una maldita vez confía en mí. Tengo un plan que quizás nos saque de aquí.- dijo intentando que nadie más le oyera.
-Como si eso fuera tan fácil.- dijo el rubio mirando hacía un rincón de la celda para evitar la mirada dolida que su “hermano” le había dirigido.
-Está bien, pero sino no puedes hacerlo no te metas.- hizo una pausa antes de coger aire y volver a gritar.- ¡Guardia! ¡Si, Tu! ¡!Ven aquí!
El guardia se acercó con la mano sobre su espada por mera precaución, a lo que el moreno reaccionó dando unos pasos atrás con las manos en alto.
-¿Qué es lo que quieres asgardiano? ¿Una audiencia con mi señor? A él no le interesáis en absoluto solos sois simple mercancía para vender o carne de entrenamiento personal.
-En eso te equivocas, no estás hablando con un habitante de Asgard.- dijo retirando el hechizo que ocultaba su verdadera naturaleza, sonriendo ampliamente al ver la reacción del carcelero al ver su piel azul cubierta de runas y sus ojos rojos.- Estás hablando con el hijo del Rey Laufey, el heredero del pueblo de los gigantes del hielo. Y ahora, ¿Le dirás que solicito una audiencia?
-Está bien.- dijo el guardia antes de volver a su trabajo.
Loki se retiró de los barrotes y se dejó caer en la pared contraria en la que estaba Thor, evitaba su mirada porque le ha había dolido el hecho de que no pudiera confiar en él. Sabía que era el Dios de las mentiras y el engaño pero pensaba que la única persona que podía ver a través de sus ilusiones era el rubio. Sentía su mirada estudiándole y entonces reparó en que no había usado el hechizo para ocultar su verdadera forma, aunque sospechaba que el motivo no era su apariencia. Quería saber que había tan interesante en su persona para que no dejara de mirarlo, sin embargo su orgullo no le dejaba preguntar.
-Hermano dime que pretendes con todo esto.
-No quiero que me llames así, no somos hermanos.- dijo con evidente molestia en sus palabras para encararlo finalmente.- Ni siquiera somos amigos.
-Loki no digas eso, aunque no seamos hermanos de sangre siempre serás mi hermano.- dijo mientras se levantaba con esa maldita sonrisa que siempre conseguía derretir su helado corazón.- Ahora dime que tienes planeado.
-No, si quieres que funcione deberás confiar en mí.- dijo haciendo una pausa para mirarle a los ojos pero el rubio no se había quedado conforme con la respuesta así que decidió decirle algo más.- Escucha Thor, ese ser es muy poderoso y no se hasta donde llegan sus habilidades. He escuchado historias mientras vagaba por la galaxia, nada bueno así que esto tenemos que hacerlo como aliados en la sombra. Si sospecha de nuestras intenciones de escapar estamos muertos.
-Entiendo lo que dices pero después de todo lo que has hecho no puedo confiar en ti tan fácilmente. ¿cómo se que cuando trates con ese ser no le ofrezcas nuestras vidas a cambio de tu libertad?
El dios menor no respondió con palabras, intentando no mostrar el daño que las palabras del rubio le habían hecho porque en el fondo el pensaba lo mismo. Desvió la mirada para evitar que su compañero de celda viera cuanto le había afectado ese comentario, sin embargo a pesar de ser un experto mintiendo y controlando sus emociones no podía decir lo mismo de sus poderes como gigante de hielo. La pared donde estaba recostado se había congelado en menos de diez segundos y la temperatura de la mazmorra había descendido drásticamente, mostrándole a Thor lo que no quería que viera.
-Loki yo…
-Hazme un favor “hermano”- dijo haciendo un gesto con las manos para recalcar las comillas en esa palabra que tanto le molestaba.- No vuelvas a regalarme ni una sola palabra con tu molesta voz en todo el día. No tengo ánimos para escucharte, estar encerrado no me sienta bien.
El rubio no dijo nada durante un rato pensando en la reacción que había visto en Loki después de lo que le dijo, pero era la verdad. No podía confiar ciegamente en él, podría intentarlo puesto que los últimos actos del menor le decían que todavía había un poco del Loki que creció junto a él. Había hecho cosas terribles y había pagado por ellas. Encerrado en las mazmorras de Asgard, y sin poder hacer nada por salvar a la única persona que le amo incondicionalmente a pesar de saber que no era su hijo. Su padre siempre los trató diferente y eso provocó que se fueran distanciando, antes eran inseparables. Sin embargo ahora apenas se decían unas palabras y estaban haciéndose daño mutuamente.
Suspiró al saber que le había vuelto a dañar, se levantó quitándose su capa y se acercó hasta el moreno, que parecía estar durmiendo sobre la pared helada. Se sentó junto a él y le cubrió con la tela.
-Siento mucho haber dicho eso.- dijo haciendo una pausa para comprobar si realmente estaba escuchando sus palabras, sonriendo ante el gesto de sorpresa que hizo el moreno al abrir los ojos.- Intentaré confiar en ti, pero con una condición.
-¿Cuál?
-Que enciendas una hoguera, me estoy muriendo de frío.
Ambos se miraron antes de empezar a reír como unos críos por ese comentario, olvidando donde se encontraban por un rato antes de que el calor de la hoguera que Loki creó con su magia los envolviera hasta hacerlos dormir.
Thor se despertó al no sentir el calor de su hermano junto al suyo, entrando en pánico durante unos minutos al no encontrarlo en la celda. Entonces recordó que Loki pidió una audiencia con ese ser y algo en su pecho se encogió, no sabía el motivo exactamente pero sentía como si un agujero estuviera agrandándose dentro de el. No podía evitar pensar en todo lo malo que Thanos podría hacerle al menor si no le gustaba lo que tuviera que decirle, o que finalmente su hermano le hubiera vuelto a traicionar. Daba vueltas como un león enjaulado, intentando alejar todos esos nefastos pensamientos de su mente cuando un guardia se acercó acompañando a Loki. Le observó intentando encontrar marcas de golpes o algo que le indicara que ese maldito le había hecho algo, sin embargo se sorprendió al verle sin esposas y sonriendo arrogantemente como solía hacer cuando había caído en alguna de sus travesuras.
Le miró confiando en que no se la hubiera jugado de nuevo y entonces el moreno le guiño un ojo mientras el guardia iba hacía la celda y la abría. Espero cualquier cosa menos ser esposado bajo la atenta mirada de su pueblo para después ser sacado de esa prisión a rastras. El guardia le dejó junto a Loki y después abrió todas y cada una de las celdas, dejando en libertad a todos los asgardianos. Ninguno de ellos se movió hasta que una voz desconocida inundó las mazmorras haciendo que los centinelas se arrodillaran al instante.
-Pueblo de Asgard, soy Thanos y os concedo la libertad. Podéis marcharos, pero vuestro rey se queda.- dijo ese imponente ser señalando a ambos hermanos.-¡Guardias sacadlos a todos de mi nave! Y tu, dile a tu esclavo que nos siga o yo mismo le tirare al espacio.
-Por supuesto mi señor.- dijo Loki haciendo una reverencia, mandando una disimulada mirada al rubio antes de hablarle.- Ya le has oído, no tenemos todo el día así que obedece.
Su mente tardo unos segundos en procesar todo lo que estaba pasando, ¿Thanos dijo que el era el esclavo de Loki? ¿Esclavo?. El menor le había gastado muchas bromas pero hacerlo pasar por su sirviente era demasiado, estaba a punto de desmentirlo cuando su mirada se poso en sus ojos. Entonces recordó lo que le pidió apenas unas horas antes, dijo que debía confiar en el si querían escapar. Suspiró antes de obedecerle evitando levantar la mirada, tal como hacían sus sirvientes en el palacio para no mirarle directamente a los ojos.- Si amo.
Por unos segundos pensó que el idiota de Thor lo estropearía todo cuando le vio junto al guardia, sin embargo le sorprendió cuando se dejó esposar. Había conseguido liberar a su pueblo, tal como esperaba al ofrecerse como aliado del ser que les tenía cautivos aunque cuando Thanos le preguntó por ese cabeza hueca que tenía de compañero no podía decirle que se criaron como hermanos y que era el rey de Asgard. Así que hizo pasar a Thor como su sirviente personal mientras el se hacía pasar por el rey, rezando porque éste le siguiera el juego para no levantar sospechas. Sin embargo cuando le dio la orden de que le siguiera y el rubio le contesto así, algo se despertó dentro de él provocando que un leve sonrojo apareciera en sus mejillas. Gracias a que su “hermano” no lo estaba mirando en ese instante sino hubiera descubierto su secreto mejor guardado.
Ambos siguieron a Thanos y a los guardias que le flanqueaban sin perder de vista ni un segundo a Loki, este parecía estar bastante sereno mientras caminaban por esos oscuros pero amplios pasillos y él lo seguía a una distancia prudente para un sirviente. Pasaron unos minutos hasta que llegaron a lo que parecía ser un gran salón con un trono, donde Thanos se paró y casi todos los guardias se salieron de la formación para colocarse en todas y cada una de las posibles salidas.
-Dos de mis guardias te llevaran hasta la habitación que ocuparas en mi fortaleza, tendrás todo lo imprescindible para que estés cómodo mientras estés aquí.
-Muchas gracias, mi señor.
-Si necesitas algo de mis sirvientes solo tienes que pedirlo y se te dará.- dijo Thanos acercándose lo bastante al menor como para acomodar un mechón de su pelo tras su oreja.- Por cierto, siéntete libre de utilizar tu forma jotum. Eres aún más hermoso.
-Lo consideraré.- dijo haciendo una pausa mientras sonreía con su habitual arrogancia.- Ahora me retiro a descansar si me lo permitís.
-Por supuesto, mis guardias te guiarán.
Se esforzaba por no romper sus esposas en ese momento y atacar a ese maldito por tocar así a su hermano. Respiró hondo mientras contemplaba la escena intentando que los rayos no fulminaran a los guardias más cercanos por la ira que estaba sintiendo en esos momentos. Nunca le había visto actuar de esa manera tan ¿tímido? ¿sumiso? ¡Por todos los dioses estaba a punto de perder los papeles! Era su hermano y no dejaría que nadie le tocara de esa forma frente a él, estaba dispuesto a enfrentarse a ese ser pero entonces recordó que seguramente todo eso formaría parte del plan del menor. Afortunadamente Loki supo desenvolverse y consiguió que dos guardias les guiaran hasta la habitación que usarían mientras conseguían escapar, dándole algo de tiempo para calmar las ansias por moler a golpes a ese Thanos. Los guardias se pararon frente una puerta antes de que uno de ellos la abriera para indicarles que habían llegado.
-Esta será su habitación, alteza.- dijo el que parecía tener más alto rango.- ¿Desea algo más antes de que nos retiremos?
-Si hay una ultima cosa que quería pediros. Como sabéis el es mi sirviente personal, y un sirviente no puede hacer muchas tareas esposado, ¿verdad? ¿ Podrías liberarlo?
-Pero su majestad, nuestro señor no nos ha dado esa orden. No podemos hacerlo.
-¿Quieres que le diga que un simple pedido como este no me ha sido concedido? No creo que le guste mucho oír eso, pero si no es posible…
-Está bien, lo haremos. Aunque si este esclavo comete algún acto sospecho será responsabilidad suya y deberá responder ante nuestro señor.
-De acuerdo.- dijo sonriendo mientras se acercaba al dios del trueno.- No harás nada que comprometa mi seguridad ¿verdad?
-No amo.
Loki se dio la vuelta para evitar la mirada del rubio mientras los guardias retiraban las esposas y ambos entraban en la habitación, esperando hasta que los pasos dejaron de escucharse y estuvieron seguros de que nadie los oía antes de decirse lo que estaban deseando desde hace rato.
-¿En serio? ¿tu rey de Asgard y yo tu sirviente? Admiro la facilidad que tienes para mentir, hermano.
-¿Preferías que le dijera que nos criamos como hermanos y que ambos somos de la realeza? ¿Para que tuviera dos buenas piezas que vender? De esta manera solo tiene una y un sirviente que puede usar para satisfacer mis necesidades mientras me vende.
-No creo que quiera venderte hermano, parece que te estima.
-¿Estás celoso, hermano?- dijo con una sonrisa pícara mientras pronunciaba la ultima palabra con un tono irónico.
-Para nada.- dijo cruzando los brazos mientras intentaba no mirar al menor.- Dime que es lo que le has prometido para que liberara a nuestro pueblo.
-Solo le he dicho que los vengadores me buscan por mis crímenes en Midgard y que quiero ser su aliado siempre y cuando el me proteja de ellos. No soy estúpido, se que no busca aliados porque es lo bastante poderoso para masacrar a tus amigos, pero se que estaba recorriendo la galaxia en busca de las gemas del infinito y uno de los de tu grupo tiene una.
-¿Entonces está usándote como cebo para que ellos vengan y robarle la gema a Visión?
-Exactamente, aunque hay algo que no deja de rondar por mi mente y rezo porque no tenga otros motivos más personales.- dijo el moreno sentándose en la cama antes de dejarse caer en ella bajo la atenta mirada de Thor.
-¿A que te refieres? ¿Qué otro motivo puede tener para dejar que te hospedes junto a él y darte todo lo que pidas?- pregunto el rubio acercándose mientras le observaba.
-A veces me sorprende que sepas respirar y pensar al mismo tiempo.- dijo con evidente fastidio en la voz, levantándose para quedar cara a cara con el rubio.- Un día cuando buscaba un libro en la biblioteca encontré otro más interesante, era sobre los gigantes de hielo y ¿sabes qué? Tanto las mujeres como los hombres de esa raza pueden gestar.
-¿Gestar?- Thor se quedó en silencio después de oír su propia voz repitiendo esa palabra, sintiendo como el significado de la palabra rebotaba en su cerebro. ¿Loki podía albergar un bebé en su interior? ¿Loki podía ser...madre?- ¡Espera! ¡¿Me estás diciendo que tu puedes...?!- exclamó mientras hacía el gesto de un vientre abultado.
-Exactamente.
-¡¿Cómo?!
-No tengo ni idea, ya te he dicho que es cosa de la raza de los gigantes de hielo. Tampoco es para tanto, espero que Thanos no pretenda usar mi capacidad porque no me gusta tanta amabilidad.
-¡¿Cómo que esperas que no?!
-¿Quieres calmarte de una vez? Deja de gritar o nos escucharan los guardias.
-¿Qué me calme? ¡Por todos los dioses Loki! ¡Es evidente que tiene esas intenciones contigo, solo tienes que recordar como te ha apartado el pelo en el salón del trono! ¡No dejaré que se te acerque!- exclamó Thor mientras se acercaba lo bastante como para posar sus manos en los hombros del moreno.- Te prometo que no dejaré que te haga daño, te sacaré de aquí.
-Vaya, no sabía que te importara tanto mi virtud.- dijo sonriendo mientras provocaba un sonrojo en el rubio, que desvió la mirada avergonzado.- Pero se te olvida una cosa no soy una damisela en apuros, se defenderme hermano.
-No seas idiota, no me preocupa algo de lo que seguramente ya careces. Solo que jure protegerte y no romperé mi promesa, sigues siendo mi hermano aunque te esfuerces en negarlo.
Esa maldita palabra volvió a desgarrar su corazón, si el idiota que tenía frente a él supiera los sentimientos que albergaba desde la adolescencia no se empeñaría en llamarle hermano puesto que no veía a un hermano cuando contemplaba su musculoso cuerpo. Sin embargo no pensaba permitir que viera el cambio en su actitud y decidió provocar un poco más al dios del trueno, esta vez sin mentir.
-¿Oye idiota que te hace pensar que la he perdido? ¿Es que acaso piensas que he probado a todas las asgardianas y asgardianos que se ha cruzado en mi camino? Siento decepcionarte “hermano” pero en eso no tengo porque mentir.
-¿Estás diciendo...que tu...que eres...?
-¡Eso no te interesa! ¿pero si lo fuera tienes algún problema con eso?- dijo dándose la vuelta para evitar que viera su cara roja por la vergüenza mientras se quitaba la ropa, dispuesto a irse a dormir.
Se había sorprendido al enterarse de que quizás el menor aún no se hubiera entregado a nadie. Era cierto que nunca le había visto mostrar interés por nadie que no fuera el mismo o su madre, sin embargo hubo un tiempo en el que su amigo Fandral se volvió cercano con su hermano, justo cuando el conoció a Jane. Siempre pensó que tenían una relación pero si la tuvieron no pasó de una buena amistad. Le observó con una sonrisa al verle despojarse de su ropa dándole la espalda, seguramente evitando que le viera avergonzado por lo que acababa de pasar. No tardó en imitarle y cuando estuvo listo se metió en la cama, encontrándose con la mirada divertida y esa típica sonrisa en la cara del moreno.
-¿Crees apropiado que un rey duerma en la misma cama que su sirviente?
-No está bien visto, pero nadie se enterara. Lo prometo.- dijo sonriendo al ver el cambio en su expresión.
-Prefiero dormir en el suelo que compartir cama contigo.
Se levantó, alejándose unos pasos de la cama moviendo sus manos para conjurar una cama, aunque no contaba con que los fuertes brazos del dios del trueno le atraparan haciendo que el hechizo se anulara al perder la concentración. Se quedó quieto intentando normalizar su respiración después de ese acto tan inaudito, hacia muchos años que no tenían ese tipo de contacto y su corazón latía como un loco.
-Tranquilizate Loki, no quiero hacerte daño solo quiero dormir junto a ti como cuando eramos niños.
-Thor, suéltame...por favor.- dijo sintiendo como las lágrimas se agolpaban en sus ojos. Se había resignado hacía mucho tiempo de que lo sentía no era correcto, sin contar con que el rubio ya había encontrado a una persona a la que amar. Estaba temblando y no podía controlarlo, sentirlo tan cerca estaba nublando su razonamiento y descontrolando a su naturaleza helada dejando ver un tono azulado en su piel.
-Te echo de menos, ¿sabes?- dijo haciendo una pausa para después llevar al dios de las mentiras que pareció relajarse hasta la espaciosa cama de la habitación sin soltarle.- Quiero que volvamos a ser como antes de que descubrieras la verdad sobre tu nacimiento.
El moreno no dijo nada, simplemente no podía responder por temor a perder el control de sus emociones. No sabría si podría evitar la tentación de devorar esos deseados labios al darse la vuelta para encarar al rubio y llevar la situación a otro tema menos sentimental, tampoco se sentía capaz de responder sin temer que su voz delatara el nudo que tenía en la garganta en esos momentos. Había deseado escuchar esas palabras cuando estaba en las mazmorras de Asgard en las pocas ocasiones que le visitaba, creyó que ya no quería escucharlas pero su iluso corazón latía como no hacía años.
-¿Loki? ¿Estás bien?- preguntó usando un poco menos de fuerza en su agarre por temor ha haberlo dañado, antes de incorporarse para retirar los mechones con una delicadeza nada propia de él. El tacto de ese suave pelo negro que contrastaba con su ahora azulada piel todavía cosquilleaba en la yema de sus dedos mientras observaba esa inusual imagen de su hermano. Ese idiota de Thanos tenía toda la razón, era aún más bello con esa forma porque su cabello era el cielo nocturno y su piel el océano. Le observaba atentamente esperando que hiciera algún gesto pero el dios de las mentiras seguía sin moverse con los ojos cerrados todavía con la respiración agitada.-¿Hermano?
-¡No lo entiendes ¿verdad?!- exclamó liberándose del abrazo para encarar al rubio mandando al diablo todo el auto control que había estaba teniendo para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos.
-Loki, yo lo sien…
-¡No me digas que lo sientes si ni siquiera sabes porque te estas disculpando!- exclamo interrumpiendo al dios del trueno que por una vez temió la furia del moreno.- Las cosas cambiaron mucho antes de tu exilio, pero tu eras demasiado idiota para verlo. Y por lo que veo todavía lo sigues siendo.
El moreno enfocó su mirada en las sábanas que estaba mojando con sus lágrimas mientras sentía su mirada clavándose en su ser. No le gustaba mostrarse débil ante sus enemigos, ni siquiera ante él. Podía engañar a todo el mundo menos a si mismo, y estaba totalmente seguro de que nunca llegó a considerarlo un enemigo. Se convenció de ello durante años, aunque al parecer no dio ningún resultado. Así que dejó que todo el dolor que llevaba dentro por guardar ese terrible secreto, saliera en forma de silenciosas lágrimas, bajo la atenta mirada del causante de ellas. Suponía que Thor le dejaría en paz pues conocía cuan herido se encontraría su orgullo ante esa situación, lo que no esperaba que volviera a envolverlo entre sus cálidos brazos.
Nunca hubiera pensado que le vería tan vulnerable después de todo lo que había hecho para demostrar que no se sentía parte de la familia. Verle de esa manera le estaba destrozando, suponía que todo se echó a perder cuando Odin le confesó que era adoptado pero el moreno le reprocho que no y que no había sido capaz de percibirlo. Se sentía más impotente de lo que se había sentido alguna vez en su vida, no sabía como podía ayudarle puesto que realmente no conocía el motivo de su malestar. Tenía que darle la razón en que no destacaba por su brillante mente, pero por él estaba dispuesto a esforzarse lo bastante para averiguarlo. Sonrió al observar como intentaba fijar la mirada en las sábanas mojadas por sus lágrimas, así que decidió dejar las palabras de lado para evitar dañarlo más y le rodeó con su brazos. Cuando estuvo seguro de que no se alejaría de él, lo atrajo con cuidado y lo pegó a su pecho antes de besar ese hermoso y sedoso cabello. Notó el respingo que dio por ese acto tan inesperado pero en vez de alejarse se dejó hacer, sorprendiéndolo por unos segundos. ¿El menor se estaba dejando abrazar sin oponer resistencia ni apuñalarlo? Sonrió de oreja a oreja mientras aprovechaba para dejar que sus dedos se enredaran en los oscuros rizos hasta que se dejó vencer por el sueño sin dejar de sonreír.