Capítulo 5:
Caminaron a casa de Miley gracias a Justin y su pomada se sentía mejor, no le molestaba tanto, para el día siguiente podía andar normal...Justin fue a su casa a darle las hojas del libro que había prometido, llegó el viernes y todo normal, no había noche en que Miley no mirara a Justin, es que Dios... por más que se hacia la fuerte para no mirarlo, simplemente se le hacía algo imposible.
3 semanas después
En una tarde, se encontraba Miley sentada en el pasto que estaba a las afueras de su casa, recargada en uno de los arboles, que le daba sombra, mientras ella leía un libro. Hacía 3 semanas que se sentía más segura de ella misma, Justin le daba mucha confianza para ser quien era realmente, sonreía mas, le daba por arreglarse un poco más, le importaba darle una buena impresión a Justin, pero seguía usando su misma ropa, se miraba mas vieja al usarla, y no podía presumir de su hermoso cuerpo, pero ella así era cómoda.
Justin se la pasaba contándole chistes, haciéndola reír, aún Justin no sabía si era realmente lástima lo que sentía por Miley, pero se sentía seguro al contarle lo que le pasaba, ya que sabía que ella jamás le correría a contar eso a alguien más, Miley sufría cada que Justin le contaba sobre Priscila, moría de celos por ser ella, por ser Priscila.
- Miley - le gritó Justin mientras se acercaba a ella -Miley dejó de leer y volteó hacia aquella voz y sonrió.- ¿tienes algo que hacer está noche? - Justin sabía que su respuesta sería un "no"
-No.
-¿Vamos a una fiesta? será en la piscina de este fraccionamiento, irán muchos chicos y chicas, es para festejar... - pensó - no, nada en especial, solo se hará la fiesta - sonrió.
-Justin... yo... no sé.
-Anda, vamos... será divertido - le dio confianza.
-Está bien... - sonrió por fin.
-¿Te pones traje de baño eh? - bromeó.
-No, eso no... en verdad me da mucha pena que me miren.
-Lo decía bromeando, con que platiquemos, bailemos un rato, comamos botanas, verás que te divertirás, te puedo presentar chicos.
-Como si alguien se fuera a fijar en mi.
Justin no dijo nada, no sabía que responder, Miley era hermosa en verdad lo era, a pesar de esconderse detrás de esa apariencia, pero Justin sabía que no era fea que solo no se arreglaba como una persona de su edad, y no se maquillaba ni peinaba.
Cuando dijo Miley esas palabras, se dió cuenta que ella se sentía triste, de que estaba necesitada de amor, Justin la quería ayudar, en realidad le parecía bonita, a pesar de que sus amigos se burlaban por que le hablaba a ella, pensaban que la estaba utilizando para que le ayudara con su tarea o cosas por el estilo, pero no era eso verdad, Justin estaba con ella por que le nacía estarlo.
Miley sintió como el silencio de Justin habló por si solo, solo se levantó de donde estaba sentada.
-Iré a pedir permiso... ¿a que horas es la fiesta?
-En media hora - sonrió - paso por ti.
-Pues... está bien... iré a cambiarme.
-Claro. - sonrió.
Miley se metió a su casa, azotando la puerta, el querer a un chico le hizo cambiar, quería cambiar en verdad... quería sentirse querida, gustarle a Justin, que en vez que sus pensamientos fueran ocupados por la odiosa de Priscila, fueran ocupados por ella.
Su frustración se hizo notar por su mamá. Le contó que Justin le invitaba a una fiesta, así que su madre la convenció de que hicieran un cambio de look, por más que le dijo ella decía que no, hasta que por último... se rindió... quería probar aunque sea por una vez, si así podía conquistar a Justin, se moría por que la besara, por que le hiciera el amor.
El tiempo llegó... Justin tocó a su puerta Miley salió a abrir.
Justin en ese momento se quedó más que impresionado, no creyó que Miley se hubiese atrevido a vestir así, en verdad lucía sensacional, Justin no dijo nada, solo no dejo de mirar el hermoso cuerpo de Miley, sus ojos se enfocaron en sus pecho... oh santo Dios, que pechos, estaban muy bien dotados, sus piernas, su cintura, ese maquillaje natural y el recogido de su cabello, que oh por Dios.
-¿Te pasa algo? - preguntó Miley intimidada por Justin - ¿Me veo mal? lo sabía, nunca debí haberme puesto esto - se miró y regresó a la sala a sentarse - le dije a mi mamá que era mala idea, que esta estúpida ropa no me queda, pero siempre ella trata de convencerme.
-Luces preciosa - la interrumpió Justin y se acercó a ella.
- ¿Lo dices en verdad?
-Claro - la tomó de la mano eh hizo que se diera una vuelta.
-Gracias - se sonrojó.