BUENO, COMO YA SABEN TENGO POQUITO TIEMPO POR MOTIVOS DE MI TESIS PERO DE TODAS FORMAS ME HICE UN ESPACIO PARA ESCRIBIRLES ESTE CAPÍTULO...ESPERO QUE LES GUSTE Y GRACIAS POR SU ESPERA ABRAZOS Y ESPERO SUS COMENTARIOS QUE SIEMPRE LEO
-Ya es la hora –Preguntaba Evan por enésima vez en el día
-No Evan, aun no, en media hora tenemos que salir por favor cálmate –Le respondió Violeta exasperada
-Yo quiero ir con ustedes –Jenna hizo un puchero a la vez que se agarraba de la manga de Violeta
-No es justo si es por eso yo también quiero ir –Reprochó Criss como un niño pequeño.
-Basta, ya me tienen al borde de la histeria, todos vamos, vámonos ahora antes de que me arrepienta –Sentenció para salir por la puerta esperando al resto y subiéndose al primer auto que encontró en la parte de atrás.
Unos segundos después Evan se colaba por el asiento del piloto y Criss por el del copiloto, donde por último Jenna entró con una sonrisa afable a sentarse al lado de Violeta en el asiento de atrás, sabía que debían hablar sobre Ross ya que estaba bastante preocupada por su hermano pero no quería alarmarse más de la cuenta ni hacer que su marido se peleara con su hermano.
-Ha vuelto a casa –Le preguntó a Jenna en voz baja
-Vuelve cada noche y se va por la mañana a penas te siente despertar, estoy realmente preocupada Violeta ni si quiera ha querido hablar conmigo y ya van dos semanas así, te juro que me va a volver loca su comportamiento, sabes que no soy la persona más callada del planeta así que su silencio me está matando, tienes que hacer algo.
-Crees que no lo sé, cada día intento encontrarlo pero me esquiva y no logro encontrarlo, por ultimo si no me quiere hablar que se siente junto a nosotros en la mesa, pero no sabes cuánto me duele no verlo, no se da cuenta que ya pasaron demasiados años sin que estuviéramos juntos como para que ahora venga a esconderse, él es un vampiro tiene toda la eternidad para hacer lo que quiera, yo no, soy humana y algún día voy a morir y creo que ese detalle no lo está entendiendo.
-No digas eso Violeta por favor, no quiero ni pensar en que les puede pasar algo…
-No importa Jenna, solo déjalo pasar, quiero ver a mi bebé ahora, es lo más importante.
-Quieres que hable con él –Preguntó Criss volteándose hacia las chicas
-No Criss, ni tu ni Jenna ni Evan por si se te ocurre, no quiero que nadie haga algo, es un tema entre mi hermano y yo y nosotros lo vamos a solucionar, apreciaría que me lo dejaran a mí –Respondió fastidiada.
-Tranquila amor, ya llegamos, por qué no te alegras en vez de enojarte, mira, vamos a tener tu primer control el día de hoy, piensa en eso –Evan estaba ansioso, aún no le había dicho a Violeta que eran 2 bebés y no solo uno y estaba esperando por ver su cara llena de alegría cuando se lo comunicaran-.
-Tienes Razón –Le respondió Ella tomando la mano que le ofrecía para salir del auto y caminar con los dedos entrelazados hasta la zona de recepción del hospital, Henna y Criss iban hablando tras ellos, apostando por cuál iba a ser la reacción de Violeta cuando se enterara que iban a ser dos bebés, además estaban impacientes por saber cuál sería el sexo.
-Yo quiero que sean niños, así podré jugar todos los deportes que quiera con ellos y podremos ir a los partidos ya que Evan ni Ross me quieren acompañar a ninguno y también podríamos no sé hacer tantas cosas de chicos. –Comentaba Criss en susurros para que no les fueran a oír-.
-Niños? Olvídalo, son muchos hombres ya en casa, van a ser unas preciosas niñas con las que saldré a comprar preciosos vestidos y les enseñaré como maquillarse, serán hermosas y perfectas –Le respondió Jenna con ilusión palpable en sus ojos.
-Ya nos van a llamar –Les interrumpió Evan todo emocionado.
-Amor me harías el favor de quedarte quieto, me estás poniendo nerviosa –Le dijo Violeta agarrando fuerte la mano de Evan y empujándolo hacia abajo en la silla para que se quedara tranquilo.
-Creo que todos nosotros somos más frustrantes que la misma embarazada –Comentó Criss divertido.
-Hey como que frustrante –Refunfuñó Violeta haciendo un mohín.
-No lo escuches amor, has sido perfecta estos dos meses, ni siquiera has tenido un solo antojo, no has vomitado ni te has puesto de mal humor, de verdad no ha habido ni siquiera aun cambio, ni un kilo de peso, nada, de verdad que necesito comprobar que tienes un bebé allí adentro –Le dijo Evan de forma cariñosa acariciándole la mejilla.
-Claro y en qué momento voy a poder perder la cabeza si ustedes se comportan como niños tontos casi todo el día y mi hermano anda con una pataleta de los mil demonios –Contestó ella frustrada.
-Violeta tiene un punto bastante válido a mi parecer –Dijo Jenna dándole todo su apoyo a Violeta.
-La señora Marshall por favor –Dijo una enfermera haciéndole una seña para que la siguiera a lo que todos se pusieron de pie y se fueron tras violeta.
-No creo que nos dejen pasar a todos –Señaló Criss un tanto nervioso.
-Aquí es señora Marshall el Dr. La está esperando, sus amigos pueden esperar en el recibidor –Dio una mirada acusatoria a los chicos como pidiéndole que se largaran con los ojos.
El doctor abrió la puerta y vio a un montón de gente parada fuera de su oficina que estaban arman un mini alboroto y los miró como pidiéndoles una explicación que no tardó en llegar por parte de Jenna.
-Nosotros somos su familia y nos gustaría acompañarla porque es su primer control –Anunció ella mirando directamente al doctor para que los hiciera pasar, este les hizo un gesto con la mano y todos entraron, era una de las ventajas de ser un vampiro, podías manipular a la gente a tu antojo si te concentrabas lo suficiente-.
-Por favor señora Marshall recuéstese en la camilla y súbase la blusa hasta la línea por debajo de sus senos, le aplicaré un gel que va a estar un poco frío pero no se preocupe es para poder ver mejor al feto.
Ella hizo todo lo que le pidió el doctor y una vez en la camilla sintió el gel que efectivamente estaba frío pero eso no le importó, lo interesante vino después cuando el Dr. Puso una pequeña maquinita en su estómago y comenzó a mover de un lado para otro en su estómago y comenzaron a aparecer las primeras imágenes algo difusas hasta que se detuvo en un punto específico.
-Allí están sus bebes, felicitaciones, son dos –Le comunicó el Doctor a lo que Violeta dio un salto para quedar sentada en la camilla.
-¿Qué?, dos bebés, está seguro –Preguntó ella mientras el doctor la volvía a acomodar en la camilla ya buscar el lugar donde estaban los bebés.
-Sí señora, ahora hágame el favor de no moverse, quiero comprobar el estado de los fetos.
-Sí –Asintió ella removiéndose un poco en la camilla- Evan escuchaste son dos bebitos, dos pequeñines –Le dijo mientras se le escapaba una solitaria lágrima de felicidad.
-Lo sé amor, espero que estés tan feliz como lo estoy yo –Evan le besó la frente a Violeta y le devolvió la sonrisa limpiándose las propias lágrimas de por fin ver a sus hijos aunque sea en el interior de la barriga de su mami.
-¿Y qué son?, niños, niñas –Interrogó Criss un poco sobre-excitado
-Aun es muy pronto para saber eso, a partir del cuarto mes los órganos estarán más desarrollados y podremos ver el sexo, por ahora les puedo decir que no comparten bolsa, es decir cada uno fue concebido por un ovulo diferente y se desarrollan dentro de bolsas diferentes por lo tanto no son gemelos, sino que son mellizos.
-¿Pero eso no les afecta en nada? –Preguntó Jenna un poco preocupada.
-No, todo depende de la buena alimentación de la madre más el cuidado que tenga y todo estará bien, le recomendaré ácido fólico para el buen desarrollo de los bebes, que no realice grandes esfuerzos porque al ser madre primeriza y de dos hay más posibilidades de sufrir un aborto espontáneo, pero si se cuida lo reduciremos al mínimo.
A pesar de las palabras tranquilizadoras y el tono reconfortante del médico, las palabras aborto espontáneo quedaron retumbando en la cabeza de Evan y estaba seguro como el diablo que no dejaría a Violeta hacer ninguna clase de esfuerzo y si era necesario la amarraría a la cama por el bien de sus mellizos y el de ella.
De vuelta en la casa la discusión entre Jenna y Criss sobre si serían niños o niñas ya estaba tomando proporciones épica y estaban en la parte de las apuestas, Criss estaba tan seguro como para beber sangre de rata si es que eran niñas, pero en cambio si eran niños haría que Jenna se vistiera con un saco durante una semana completa y sin ningún accesorio.
-Podrían parar, ya me está doliendo la cabeza –Anunció Violeta lanzándose al sillón a lo que los tres corrieron en su dirección tomándola de las manos y la cabeza preguntándole si estaba bien o si necesitaba algo –Por favor, estoy embarazada no enferma, solo me duele la cabeza porque no han parado de discutir en todo el maldito camino-.
-Amor si quieres te acompaño y te recuestas un rato en la cama –Evan no perdía la oportunidad de llamarla de forma cariñosa como “amor” y “mi esposa” la verdad amaba hacerlo porque sentía que se había reprimido tanto tiempo en poder hacerlo que ahora lo hacía cada vez que podía y mientras más lo hacía más se acostumbraba a ese dulce sabor que le quedaba en la boca cada vez que la llama así.
-Si, gracias Evan es lo que más necesito en estos momentos –Respondió con una dulce sonrisa y entrelazaron las manos para dirigirse al cuarto y dejaron abajo a Criss y Jenna discutiendo alguna que otra estupidez con respecto a la apuesta.
-Ahora que se fueron, ¿qué piensas hacer con el idiota de tu marido?
-No lo sé Criss ok, no lo sé ni siquiera puedo hablar con él por las noches porque me ignora hasta que nos dormido y si es que tengo suerte cruzamos alguna que otra palabra por la mañana.
-Pero te das cuenta que hoy ni siquiera se apareció para el primer control de su propia hermana –Refunfuñó Criss.
-Crees que no me he dado cuenta, mierda Criss, soy su maldta esposa y me tiene al borde de perder los nervios y no quiero estallar con mi mierda aquí pero te juro que lo voy a hacer si esto sigue así, ya han pasado muchas cosas y justo cuando pienso que las cosas pueden ir bien y comenzamos a recuperarnos, sucede algo que no hecha todo a perder y justo ese algo es mi esposo y yo no puedo ayudarlo… cómo crees que me siento he? -Jenna estaba llorando silenciosamente y Criss se acercó en un tímido abrazo y le acarició la espalda para que se dejara llevar y se relajara.
-Lo entiendo cariño, y no es tu culpa, es algo que Ross tiene que arreglar y está bien si te sientes frustrada estas en todo tu derecho, todos aquí tenemos nuestro derecho a tener pequeñas dosis de locura, no dejes que eso te arrastre como lo está haciendo con Ross.
-¿Yo qué? –Interrumpió Ross entrando en la sala visiblemente enojado al ver a Criss y su esposa en una actitud tan cariñosa pero ni aun así podía expresarse del todo y se sentó junto a ellos mirándolos intensamente hasta que tensamente se soltaron del abrazo y se sentaron frente a él.
-Ross yo…-Dijo Jenna en un susurro.
-Estoy abierto a explicaciones aquí “esposa” –Dijo lo último en tono sarcástico.
-Eres un idiota –Respondió ella y corrió con lágrimas escaleras arriba para encerrarse en su habitación.
-¿Es en serio Ross…de veras? _Preguntó Criss molesto
-A que te refieres
-A que estas siendo un completo cabrón, Jenna y Violeta están prácticamente destruidas por tu culpa y no haces nada al respecto, es más tu eres el puto idiota que mantiene esta situación así, Jenna está a punto de explotar, es más yo creo que lo hizo e incluso está dudando en que la quieras lo suficiente como para comunicarte con ella.
-Pero si yo la amo –Contestó un poco tembloroso-.
-Entonces demuéstraselo, habla con ella, dile lo que te pasa, si no quieres hablar conmigo está bien, nadie te va a obligar, pero habla con ella lo necesitan ambos, tú y ella, no lo eches a perder por una pataleta.
-No es una pataleta, es algo que tu no podrías entender Criss.
-Explícame y lo intentaré… Pruébame Ross
-¿Sabes cuál es el último recuerdo que tengo de mi madre?
-No… no lo sé -Tartamudeó Criss y presentía que no era algo muy bueno.
-Recuerdo solo su voz que me gritaba “perdóname”, pero hasta ahora nunca he entendido qué es lo que le tenía que perdonar porque yo fui el que no pude protegerla, no era lo suficientemente fuerte y después de eso solo recuerdo el sonido de su piel rasgándose por culpa de un cuchillo, el último recuerdo que tengo de mi padre es escucharlo llorar y gritar el nombre de mi mamá y decirnos a Violeta y a mí que nos escondiéramos y corriéramos juntos, que cuidara a mi hermana y no miráramos nunca atrás y mi hermana lo último fue sus manitos, como se sostenía fuerte a las mías y me rogaba que no la soltara mientras unos hombres la apartaban de mí y gritaba que no la dejara que tenía que ser parte de su vida como mamá le había dicho “ustedes nacieron para ser parte de la vida del otro” eso nos repetía siempre, ella iba a ser la cazadora, la Ama y yo sería el cazador Elite… y no le cumplí Criss, me la arrebataron de las manos, la dejé y no fui parte de su vida… no conozco a mi propia hermana y justo cuando pensé que podía recuperar el tiempo y que podía ser parte de su vida ese maldito vampiro psicópata me la arrebata nuevamente –En ese momento Ross no pudo más y soltó el llanto que venía acumulando desde hace tanto tiempo-.
-Cielos Ross yo…yo lo siento tanto.
-Amor eso es lo que sientes… por qué no me lo dijiste –Preguntó Jenna desde la escalera sollozando silenciosamente.