Las calles de la ciudad están escandalosas, todo el mundo hablando De "El Panfleto de los Reynolds" y como el Señor Hamilton ha engañado a su esposa un año entero con la señorita María Reynolds.
Todos Llamándola: Prostituta, puta, Caza esposos, Sinvergüenza, etc.
Nadie sabía que la pobre señorita de 29 años fue amenazada a seducir al señor Hamilton, si no lo hacía iban a hacerle cosas muy malas a su hija y a ella.
María no tiene donde esconderse. Nadie puede verla si que le diga algo fuera de lugar. Ella esta Indefensa. Cada día se esconde en un callejón a Llorar deseando desaparecer de la Faz de la Tierra...
Por otro lado, el Señor Thomas Jefferson esta celebrando la idiotez De Hamilton al revelarse y arruinar su propia Vida. Caminando por las calles escucha los sollozos de Alguna dama, pensó que era una dama cualquiera que se le ensucio el vestido o algo así. Pero de igual manera decidió asomarse por aquel callejón.
No haría nada más que preguntar a aquella persona que hacía allí y luego se iría.
POV (punto de vista de María)
Lloraba en un callejón sin salida, escondida tras unas cosas que estaba allí. Me sentía humillada, como si fuera la peor cosa que existió en el mundo. Solo deseaba que ya acabase todo y que Dios me abra las puertas del infierno por tal pecado que cometí.
Traía puesto Una Capa que tapaba mi ropa y cara, también traía un vestido de color Turquesa para ser más discreta y que nadie me reconociera. Estaba sentada en el suelo con mi cara escondida en mi rodillas cuando de repente escucho pasos dirigiéndose hacía mi. Traté callar mis Sollozos y hacer el más mínimo silencio para que no descubrieran que había alguien. Tape mi cara lo más que pude con la capucha de la capa.
POV NORMAL
- ¿Hay alguien allí? Escuché Sollozos... -dijo el señor, de cabello rizado con ropa color Magenta, este se acercó más a la pila de cosas y se fue asomando-
La chica solo hacia silencio mientras seguía en el suelo, no se movería por nada en el mundo.
De igual manera el de cabello
Rizado se asomó y vio a una chica sentada, esta tapando su cara con sus rodillas, totalmente cubierta, no se le veía su cara.
- ¿Se encuentra usted bien, señorita? - se agachó para intentar verle a la cara.-
La atrapó, aún así ella no pensaba levantar su cara.
-S-si, estoy bien...-dijo entre sus rodillas, no sabía quien era a que hombre quien estaba con ella.-
- ¿Segura que lo esta? Yo la veo muy mal... levante la cara. -dijo tratando de tocarle el hombro pero esta se apartó-
- ¡Si lo estoy! ¡Y no levantaré mi cara! Váyase, por favor... - se apego más a sus rodillas-
- A ver, ¿Por qué no puede dejarse ver? -preguntó sentándose enfrente de ella-
- De Seguro usted va a Insultarme o algo por el estilo. Como hace toda la Ciudad... -intento levantar un poco su cara para saber quien era, pero fue inútil.-
- ¿Tendría razones para hacerlo? -dijo en tono confuso-
- Si tiene... muchas razones para hacerlo... -dijo soltándose un poco.-
- ¿Y como sabe que yo soy ese tipo de Persona? Dígame una razón. -dijo tratando de acercarse más a ella-
-Soy una Puta rompe familias...Prostituta...Una sin vergüenza...- dijo. Alzó la mirada y logro ver quién era, nada más y nada menos que Thomas Jefferson. La chica se hundió más en sus rodillas al verlo. Se puso Muy nerviosa-
El vio como la chica se escondía de el, como si fuera a hacerle algo, no le importaba que había hecho, era de menos, igual era una persona
- ¿Por que se esconde? ¿Cual es su nombre, señorita? -intento acercarse mas-
Esta tomo con sus manos la capucha para que no la quitara.
-¿Enserio no sabe quién soy? - Esta alzó la cara y quitó la capucha dejándose ver.- Listo, Ya puede insultarme, gritarme, lo que quiera. Ya me da igual. - dijo entre sollozos-
Jefferson solo se quedó observándola unos segundos y se alejó de golpe. La miraba con asombro y tristeza. A las damas no se les debe tratar así aunque hayan hecho algo terrible. Algo irónico por parte de el, pero por alguna razón no la trató como otras damas.
Se levantó del suelo y le extendió la mano a la indefensa señorita en el suelo. lo hizo con una pequeña sonrisita
Esta con inseguridad lo miró -¿No va a hacerme nada? -dijo aun con sollozos, acercando un poco su mano hacia la del señor.-
- No lo haré. Ven, levántese- extendió un poco más su mano acercándola mas a ella-
María tomó su mano y se levantó, desvió la mirada secando sus lagrimas, se colocó denuevo la capucha, pero su cara si se veía
- ¿Por qué esta aquí perdiendo su tiempo en vez de despreciarme como el resto de la ciudad?... - se acomodó el cabello detrás de su oreja dirigiendo la mirada hacia Thomas-
El la miró a los ojos y se acercó mas a ella, tomó sus manos -Se que usted no lo hizo a voluntad propia. créame, que si hubiera sido otra mujer cualquiera, ya le hubiera ignorado.
- ¿Como sabe usted de eso? -Enarcó una ceja esperando alguna respuesta válida-
- Usted se divorció con ayuda del Abogado Burr ¿No es así? -Este soltó las manos de la dama-
Solamente asintió terminado de limpiar sus ultimas lagrimas
-Bien, el me contó todo lo de tu marido, tu hija, etc, etc. Tak vez el no debio dicirme nada de eso. Fui yo quien le sacó información.... No veo motivos para que yo pueda hacerle algo malo a usted después de todo lo que pasó. -le dedicó una pequeña sonrisa-
Ella lo miró y sus ojos se pusieron llorosos de inmediato, esta lo abrazó rápido. -Usted es la primera persona que no ha dicho o hecho nada malo a mi persona...- susurró sollozando.
El le correspondió el abrazo de igual forma y empezó a acariciar su cabello -Shhh... Ya se, Ya se... no se preocupe...cálmese....-
María se aferró mas a Jefferson. Ella estaba llorando en el pecho de este. el simplemente le hacía caricias para calmarla. ¿Cuando fue la ultima vez que alguien la abrazó consoladamente? ni el propio Hamilton lo hizo sabiendo lo que le hacían.
-Usted es tan amable, señor... -Susurró, calmando un poco su llanto.
Tomó de la barbilla a la señorita haciendo que alzara la mirada. Con una sonrisa en la cara le habló. - Ya todo esta bien... tranquila.-
Esta acomodó su cabello haciendo que su cara se viera completa. Lo miró a los ojos, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sintió un "Boom" dentro de ella... Lo mismo con el señor Jefferson, al mirarla a los ojos, estos se iluminaron y se quedó viéndolos un gran rato.
Ambos reaccionaron y se separaron un poco de golpe.
-Ejem...Bueno, ya... ya esta mejor. No llore señorita. Por favor -pasó su dedo pulgar por la mejilla de la dama suavemente limpiando una de sus lágrimas. También saco un pañuelo y se lo dio para que se limpiar a mejor.
-S-si... claro. Gracias por su preocupación... -esta sonrió volviendo a acomodar su cabello atrás de si oreja.
-Una Dama es una Dama. Debe ser tratada como una flor. Con delicadeza. -tomó la mano de María y la besó.-
¿Que te pasa, Jefferson? ¿Por qué actúas así? ¡No te pongas nervioso! ¡No puede controlarte! -pensó mientras volvía a mirar a los ojos a aquella hermosísima señorita indefensa. -¿Quiere que la escolte
A su hogar, señorita María?
-Sería todo un honor, señor... -esta sonrió. Jefferson le extendió su brazo a María para hacer gancho con ella-
María cubrió su cara otra vez con la capucha pensando un millón de cosas. Caminaba por la ciudad con Jefferson tomada el brazo con este. Aveces lo miraba de reojo
Mucha gente en las calles de la Ciudad murmuraban ''¿Quién es la Esa con la que está el señor Jefferson?'' ''
Jefferson la dejó en la puerta de su casa observándola. No se quería ir aún. Quería verificar que todo estuviera bien... sobre todo ella.
- Bueno, señorita...Espero que ya esté todo bien. y... si necesita algo estaré rondando por ahí...- mostró una pequeña sonrisa amable mirándola-
Se recargo en el marco de la puerta - Las cosas no están bien aún, señor... ¿Le molestaría quedarse a Cenar? -Lo dijo quitándose su Capa y colocándola en el perchero dejando ver su cara, cabello y su vestido mejor-
No quería dejarla sola, se veía tan indefensa. Cuando se había despojado de aquella prenda se podían ver diversas marcas en sus brazos y golpes. Reaccionó rápidamente con una cara de seriedad. Evitando su pregunta. - ¿Y esas marcas en sus brazos que son? -entró a la casa con una gran preocupación mirando con atención los brazos de la chica.
Se cruzó de brazos rápidamente evitando que se vieran sus marcas. Los hizo con nerviosismo - ¿D-de que me esta hablando señor?
El se acercó a ella tomó una de sus manos con suavidad jalando esta. Miró las cortadas que tenía en esta. La miró sin decir nada.
Esta solo tragó saliva y desvió su mirada hacía el suelo.
-¿Por qué lo hace? - soltó su mano aún mirándola con seriedad-
- Tengo mis razones, señor. -cruzó sus brazos otra vez-
-¿Cuales son?
- Problemas.
- No creo que haciendo eso sea una opción de resolverlos -el se acercó más a ella -
- Mis problemas se resolverán si estoy muerta. Mientras más rápido mejor... eso es lo que quieren todos. -sus ojos se cristalizaron.
Se quedó callado al comentario de esta chica. Se sintió una punzada en su pecho.
- No es correcto lo que esta diciendo, con toda honestidad.
- Es mejor así.
-Señorita, no lo está. Usted esta haciendo algo realmente peligroso. No creo que por un problema político deba hacer eso. Usted es un mujer fuerte y hermosa. No tiene que hacer caso a las palabras necias de los demás.
- No es tan fácil como usted cree, señor
-¿Por qué no lo es? ¡Esto es grave! ¡No debe lastimarse de esa manera!
- ¡Eso no es problema de nadie!
-¡¿Por qué no quiere escucharme?! ¡esto Me preocupa, señorita! ¡No hay razones para hacerlo! -alzó la voz con tono preocupante-
- ¡Usted no sabe lo que es que lo amenacen e insulten cada vez que sale a la Calle! -Gritó dejando salir sus lágrimas. Se Dio la vuelta tapando su cara con su rostro se estremeció-
Miró a la chica con lastima. Se acercó un poco a esta y la abrazó suavemente. Los sollozos de la chica eran como un balazo en el corazón.
-Y-yo no aguanto más vivir a-así. -dijo entre sollozos-
-Ya, ya.... ya esta bien...-acariciaba su cabello con delicadeza- aquí estoy...-
Esta se dio la vuelta y escondió su cara en el pecho de Jefferson. Lo abrazó algo fuerte. Necesitaba desahogarse con alguien. Ese alguien había caminado a su vida... Una vez más... Pudo sentir que su vida estaba bien otra vez.... Pudo soltar lo que tenía guardado durante un gran rato.
Calmó su llanto después de un gran rato. Limpió sus lágrimas y se separó. De Jefferson. -Gracias otra vez señor...-su respiración estaba agitada de tanto llorar.
- No es nada... solo prometa no volver a. Hacerlo...
Asintió - Lo prometo...-sonrió- iré a lavar mi cara... enseguida vuelvo.-
-La espero. -sonrió viendo como esta se alejaba-
María caminaba directo al baño, tomó un poco de agua en sus manos y mojó su cara frotando sus ojos. Se quedó pensando un gran rato reflexionando sobre lo que había dicho el señor Jefferson. ¿Estaba mal lo que hacía? ¿debía escuchar lo que decía la gente? Sabía que lo que hizo no era contra su voluntad. Ella sintió también cierta atracción por Hamilton en su tiempo. Pero el tampoco era que se preocupaba mucho de ella en el tiempo que estuvo con el a escondidas. En cambio Jefferson en la media hora Que habló con el sintió una protección fuerte.... ¿Que demonios debía hacer?
Después de tanto pensar se fue de nuevo con Jefferson.
- ¿Quiere quedarse a cenar? -lo dijo con un tono suave, tomándose el hombro-
- Me quedaré lo que sea necesario - se acercó a la señorita. Tomó su mano y beso esta-
Sonrió Nerviosa con un leve sonrojo en su cara -Por aquí... - Tomó el brazo del señor y lo guió hasta el comedor- Siéntese mientra preparo algo.-
Se sentó en la silla observado como la chica preparaba todo. No desvió su mirada en ningún momento.
María sirvió en un plato la comida para el y para ella también.
- Aquí tiene. - depósito el platillo sobre la mesa y se sentó del otro lado para poder comenzar a cenar también.
-Muchas Gracias -sonrió levemente para empezar a probar la comida.
El había quedado realmente fascinado con lo que había preparado la señorita, comía lentamente y con mucho gusto disfrutaba
Al terminar de comer se limpió la boca con un pañuelo
-Realmente Exquisito. -sonrió-
-Pues me alegra que le haya gustado, señor -sonrió mirándolo.-
Se levantó de la mesa dirigiéndose hasta ella con una mirada seria -El gusto fue mío...-se acercó más a María tomando su mano con cuidado y con delicadeza acarició su mejilla con su otra mano.
Mirándolo directo a los ojos, tragó saliva y se enrojeció cual tono Carmesí
Jefferson pasó un mechón del cabello de la señorita atrás de su oreja y se acercó hasta sus labios tomando su barbillahaciendo que elevará un poco la cara y le plantó un tierno beso.
María no le importó para nada que se hubiese acercado así y la hubiera besado. Posó sus manos el el pecho de Jefferson.
Se separaron del beso y se miraron por unos segundos. Jefferson reaccionó y se separó rápidamente de ella con un sonrojo fuerte
-Ejem... -aclaró su garganta- perdónenme, N-no debí hacer tal cosa sin su permiso. Estoy realmente avergonzado... aun que lo disfrute... P-pero ese no ese no es el caso! Mis disculpas señorita... Estoy realmente apenado...buscaré mis cosas y me iré.
Se fue alejando de María poco a poco dirigiéndose a la puerta de la casa.
Por su parte María se quedó mirando unos segundos como se iba hasta que reaccionó hasta ir a tomarle el brazo y jalarlo hasta quedar junto a ella
Una vez más.
Jefferson alzó ambas cejas en modo de sorpresa cuando lo acercó más ella. Sus rostros estaban cerca, No resistió y sin pensarlo dos veces juntó sus labios con los de María
¿Qué más iba a esperarse? María solo le siguió el beso, aunque luego de eso no pasó nada más. Se quedó ahí en el beso y ya.
Luego de separarse, María le dio una pequeña sonrisita juguetona.
que encantadora...no caigas en sus trucos Jefferson -pensó mientras veía como la otra le sonreía, eso provocó un sonrojo- MALDITA SEA YA CAÍ
Luego se separó de ella mirando a otra parte. Aclaró su garganta.
-Creo que ya debo irme, q-que pase linda tarde. -dijo con algo de nervios-
-Igualmente, señor. -se despidió con una sonrisita cerrando la puerta de su casa. se fue directamente al baño para darse un baño con agua fría.
Jefferson había hecho olvidar a María todos sus problemas por unos momentos
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POV (Punto de Vista de Thomas Jefferson)
Se acomodó el Saco y salió de la casa de la Ex-Señora Reynolds y empezó a caminar en dirección a su oficina, no podía dejar de tocarse sus labios con su dedo índice. Estaba algo Distraído...
La gente que estaba en la calle vieron como salió este de la casa de aquella mujer. Los rumores se esparcían rápido. ''¿Que hacía el Vicepresidente Jefferson en la casa de esa prostituta?'' ''Solo quiere que aumente más el escándalo" "¿Qué hace?" Vaya que estaban atentos a todo...
No le tomó importancia y siguió su camino hasta encontrarse a su buen Amigo Madison
- Los rumores corren rápido en ciudad querido Thomas. -dijo tapando su boca con un pañuelo por sus alergias-
- Y que lo digas, Amigo... -Dijo dándole leve palmadas en la espalda-
-¿Qué hacías con la...-aclaró su garganta- señorita Lewis...? -Enarcó una ceja caminando a su lado-
- ehh...Vamos a mi oficina antes de que todos lo malinterpreten. -dijo mirando al redor y avanzando hacia aquel lugar-
Al llegar entraron Madison se sentó
-Así que....¿Que hacías con la señorita?
-Nada. La encontré en un callejón llorando en el suelo. Quise darle apoyo y la escolte a su casa. No pensé que fuera algo malo. Me invitó a comer y ya. Eso es todo. -No quiso hablar demás. Y no pensaba hacerlo tampoco, no importaba si era su amigo más cercano-
- ¿Tu? ¿Ayudando a una prostituta en la calle? No me hagas reír, Thomas -dije enarcando una ceja soltando una pequeña risa-
-¿Eso tiene algo de malo? -dije alzando una ceja-
-Por favor, ¿Cuando el gran Jefferson
Se ha preocupado por una sola Prostituta?
Apretó los dientes
- Sólo quise ser gentil.
-Tienes que mantener tu reputación alta si quieres que te tomen enserio. ¿Quieres terminar como Hamilton?
-Por supuesto no. ¿Acaso no puedo portarme así? Eso da mejor impresión a la gente, ser gentil -me estaba empezando a molestar-
-Claro que puedes. Solo digo que, con una figura de un escándalo reciente Y Más si es prostituta no creo que sea bueno para--
El de afro se levantó de su silla y golpeó la mesa interrumpiendo a su amigo con algo de brusquedad
-¿¡Quieres dejar por favor de pensar en los demás por un maldito segundo!? ¿A quién le interesa que quiera ayudar a la Señorita María? ¡Tu sabes muy bien por todo lo que pasó! -A lo ultimo lo señaló con el dedo índice-
La reacción de su amigo lo asombró un poco
- ¿Que te sucede Thomas? ¿Desde cuando te preocupa tanto Lewis?
Se quedó en silencio unos segundos.
-Nada... Yo...Yo...Me altere...No se que me pasa. Tengo mucho trabajo que hacer y seguro es eso....-dijo volviéndose a sentar tocándose la frente- Mira, déjame Hacer mi trabajo y después resolvemos esto ¿Si?... No sé por qué de repente estaba pensando en ella.
-Sabía que no podías estar hablando enserio -Me levanté de la silla- Con permiso, me retiro.
Madison salió de la habitación, solté un suspiro largo.
restregué mis manos con mi rostro
-¿Qué me esta pasando? No lo entiendo...No. Mantente firme Jefferson. Eres un hombre importante. No puedes pensar en ese tipo de estupideces ya. Deja de estar pensando en ella. Ella no es nadie. No significa NADA.
...Pero si no es nada... ¿Por qué no dejas de pensar en ella...?
En mi mente solo pasaban imágenes feas de María siendo Maltratada y no era de mucho agrado que digamos.
Luego recordé los besos
se me erizaba la piel al pensar en eso. Me sentía extraño...
No puedes pensar en ella ni en eso... seguramente te está manipulando... No caigas Como Hamilton...-pensé-
¿Estará haciendo esto a propósito?...Después de todo no es bueno Confiar en alguien tan rápido...Ni con Chantajes...Pero yo fui el primero que la beso...aunque, no se veía tan bien que digamos, Esas cortadas en sus brazos no me agradaban para nada, y verla llorar mucho menos.
Me empezaron a sudar las manos y comencé a ponerme nervioso.
-¿Por qué me siento así de Indefenso cuando Pienso en ella?
Restregue mi cara con mis manos soltando un suspiro. Sintiendo mi cara Caliente.
-Tengo fiebre, es eso seguro, estoy alucinando cosas y por eso hablo solo. Mejor me voy a descansar...
Se fue a su casa denuevo encontrandose con una de sus esclavas.
Se quitó el saco y se lo dio en la manos.
-Sally ¿Puedes guardarlo? Estoy agotado. -ella solo asintió y se fue.-
Tenía tantas cosas que hacer. Pero no tenía ganas. No podía dejar de pensar en esa mujer. Simplemente era imposible, en mi mente pasaban los recuerdos de aquellos besos, me hacían sentir un gran calor recorrer todo mi cuerpo. No paraba de tocarme los labios.
Realmente estaba confundido, dejé de pensar tanto y actúe.
Me senté en la mesa con una hoja y un pulmón y empecé a escribir cosas sin pensar. Cuando terminé de escribir aquella carta le coloqué la firma al final Y la coloqué en un sobre sellandola.
-Sally. ¿Podrías ser tan amable y enviarla? -dije con una pequeña sonrisita y me levanté de aquella mesa-
Tiempo después me fui a dormir. Después de todo mañana sería otro día atareado como Vicepresidente.
POV (Punto de Vista de María)
A la Mañana siguiente se despertó con algo de tranquilidad.
Desayuno con su hija.
Abrió puerta de su hogar encontrándose con una carta en el suelo. Tal vez sería otra de esas insoportables cartas de odio. La he era tan Tonta aveces.
Pero no lo era. Era una carta del Vice presidente Jefferson, la cual decía lo siguiente:
Querida, señorita María.
No puedo entender este sentimiento tan extraño, por alguna razón no puedo dejar de pensar en usted. ¿Que hechizo me lanzó para dejarme así...? Mi mente prohibe pensamientos malos sobre usted, podría decir que es la más delicada Rosa que existe en esta
Usted es una mujer fuerte y de carácter. Solo necesitas dejarse ver sin tener pena o miedo de los demás.
Tengo la sensación, la necesidad de verla otra vez cuanto antes sea posible, ponga fecha y hora. Si usted lo desea, envieme un carta apenas lea esto, por favor.
Atentamente aquel hombre que fue atado a sus encantos.
T. Jeff
Cuando terminó de leerla
Le causó ternura y algo de confusión, ya que las carta era muy corta y no tenía casi sentido. Soltó una pequeña risita dirigiéndose al escritorio tomando una hoja, la tinta y la pluma para empezar a responder a la carta que había recibido. Nunca había recibido una carta tan linda, nisiquiera su familia familia mandaba cartas con almenos un "¿Como estás?
Cuando terminó la selló, le dijo a su hija que iba a salir y que no le abriera a nadie.
Sin más se colocó la capa junto con la capucha saliendo de la casa con la carta en la mano. Le pidió a una de las pocas personas que conocía y no la odiaban que la enviara a tal dirección y luego se regresó a su hogar.
Tenía algo de baja autoautoestima, apenas salió de su casa ya había gente esperandola para rumorear sobre ella cosas fuera de lugar. ¿No podían superarlo ya? Parece que no.
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Jefferson despertó con algo de tranquilidad. Era un nuevo día dispuesto para hacer su trabajo lo mejor posible.
Sally llegó pidiendo permiso a la sala mientras los criados preparaban el desayuno. Llegó con una carta en la mano.
-¿De quién viene esa Carta? -Sally respondió con un "No lo se, señor" y luego se retiro-
Podría ser de cualquier persona. Pero realmente esperaraba que fuese de María...
Y si que lo era
.......
Vario tiempo después, empezaron a conversar más a fondo, empezaron a conocerse...Hablaban de sus vidas, Gustos, Libros...Hasta más afondo lo que María sufría...El señor Jefferson se Fue a su casa haciéndole la promesa
Las visitas se hacían frecuentes... De una vez por semana a diariamente a todos los días... Se mantuvieron así por 4 largos meses hasta Tener algo más que una sincera amistad...Fueron amantes..
Una vez más...
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2020:
Esto es una vaina que hice a inicios del 2018, no se si lo terminé, corregí o algo por el estilo, nunca lo publiqué pero ahora lo haré porque ajá JAJAJA, espero que no les de Mucha Cringe 😔🤟