Kibum se acercó lentamente a nosotras, al parecer también estaba entrando al mismo estado que Hani.
-¿Que le pasa? -se rió apuntando a Hani.
-Las llaves de tu auto -tendí mi mano, el después de buscarlas, me las dió. -No te muevas de aquí, Kibum.
El asintió. Salí rápidamente de esa casa, busque el auto, afortunadamente no estaba tan lejos.
Con mucho cuidado subí a Hani al carro y la acosté en los asientos traseros. Fuí por Kibum e hice lo mismo, solo que a él lo senté en el asiento del copiloto.
Me subí al auto y puse los seguros. Me recargue en el volante.
¿Que demonios era todo eso? Efectivamente alguien planeó todo esto. Solo se me ocurría una persona, solamente una.
Con razón había estado tan tranquila, mientras me hacía cada vez más cercana a Kibum. Maldita JooAh.
Prendí el auto. Sabía manejar muy poco, casi nada. Pero haría el intento con tal de salir de ese lugar.
Puse en marcha el auto. Los llevaría a mi casa, no puedo dejarlos en este estado en sus respectivas casas.
🌸
Llevaba manejando por la misma calle totalmente sola por veinte minutos. Tenía demasiado miedo para aumentar la velocidad.
El sueño repentinamente me invadió por completo, no podía seguir manejando, mis ojos se cerraban lentamente.
Me estacioné en el aparcamiento de una estación de gas, y finalmente me recosté para quedarme totalmente dormida.