Within Hate (Español)

By champagnexsupernova

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"Jamás hubiera pensado que me enamoraría de una nerd, menos siendo el 'popular'. Pero ella me probó que estab... More

Within Hate
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31

Capítulo 10

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By champagnexsupernova

Ya era "mañana", y todavía no pasaba nada. Obviamente intercambiábamos miradas, pero nada especial. Mi corazón latía rápidamente, ya que me venía venir algo que podía involucrar a toda la clase. Observaba cada detalle de la clase con tal de distraerme: la cortina flotando por el viento, el tic-tac del reloj, el zapateo de Henry, el ruido que hacía Philip con el marcador mientras escribía en el pizarrón, y la duración del timbre de recreo. Bien, esa era la hora en la que de verdad debía pasar algo.

Guardaba mis cosas en el locker cuando se me acercó Jason con una sonrisa.

-¿Estas preparada, Wolff? Hoy empieza la lista, ¿te acordás? -tenía el corazón en mi garganta.

-Más vale que me acuerdo, Trace, deberías empezar ya.

-Estoy en eso... en vez de jugar al fútbol, este recreo te lo dedico todo a vos. ¿Venís? -dijo estrechando su mano, y después yo apoyé la mía sobre la suya.

Me llevó a la máquina de café donde los profesores usualmente compran el suyo, y me compró un chocolate caliente. Le ofrecí pagarle, pero él se negó. Pasamos aquel recreo tomando nuestro chocolate y riendo. En un momento, veo a Nicholas acercarse con sus otros amigos, lo agarran por el hombro a Jason, lo sacan un segundo de mí para decirle algo en privado, y le dicen:

-Eu, crack, ¿por qué estás con ella en el recreo? ¿No dieron ya su oral de biología?

-No es eso, me cae bien posta Diamond.

-¿Diamond? ¿De quién me hablás?

-Wolff, imbécil.

-¡¿Me estás diciendo que te cae bien Wolff?! -estalló Nicholas de la risa -esto sí que es gracioso.

-Mira, idiota, si tenés algún problema, dejame. ¿Sí? Me chupa un huevo lo que pienses sobre mí, menos sobre ella. Haceme el favor y andate. -lo enfrentó Jason, lo tenía a un centímetro de distancia, parecía que lo estaba por boxear. Me acerqué y lo frené.

-Ey, Jason, no vale la pena -dije empujándolo hacia atrás -no me interesa lo que diga -él asintió y se alejó mientras lo miraba de reojo.

-Está bien, así quedamos, Trace -dijo Nicholas levantando las manos en rendimiento. Jason volvió hacia mí colocando sus manos en mi cara.

-Qué bueno que no te importe lo que ese imbécil diga, muchas otras lo hubieran hecho.

-Nah, no es nadie importante, así que... -dije mirando hacia abajo con una sonrisa; él me la devolvió.

Hoy era martes, así que teníamos deportes. Yo iba a volley, y obvio que Jason a fútbol americano. Las chicas podíamos elegir si estar en volley o atletismo, los chicos podían elegir entre fútbol americano o volley. Yo iba con Eugenia únicamente, y junto con otros inadaptados. Éramos las únicas de mi clase, ya que todos eran muy deportistas y en volley no hacíamos nada. Aquel día, uno de los profesores anunció que íbamos a tener un nuevo compañero con nosotros, y la verdad que no tenía idea de quién podía ser, ¿quién quisiera venir a volley? Al parecer, Jason Trace quería; o al menos eso parecía. Lo que él quería era seguir probándome que en verdad me quería. Luego de presentarse, se acercó a mí sonriendo.

-¿Qué haces aquí?

-Dah... ¿posta me preguntás?

-Dios, es impresionante que todavía me convenzas...

-Espera, ya te voy a convencer.

El profesor dijo que nos buscáramos un compañero para hacer pases, entonces la miré a Eugenia como diciéndole que fuera conmigo, ya que siempre los hacíamos juntas. Ella me miró con los ojos abiertos y me dijo:

-Eh... No, yo ya... le había dicho a Melanie. ¡Ey, Melanie! -se fue corriendo.

-Bueno... parece que no tenés opción -dijo Jason invitándome a levantarme para hacer pases.

Comenzamos. Había llovido durante el fin de semana, así que todo el campo estaba embarradísimo. En uno de nuestros pases, Jason la tira a un charco de barro. Yo lo miré con una ceja levantada, invitándolo a que él la busque ya que no pensaba embarrarme. Él me hizo puchero, así que no hice más que ir por la pelota. Mientras yo la buscaba, Jason me empuja y yo caigo al barro de cara. Obviamente, él se empieza a reír.

-Perdoname, tenía que hacerlo. Deberías haber visto tu cara.

-Ah, ¿sí? Yo quiero ver tu cara cuando te caigas vos también.

-¿Eh? -antes de que pudiera entender lo que estaba pasando, le tiré de la remera y lo empujé al barro al lado mío. Empezamos a pelearnos y nos tirábamos barro uno al otro, y nos empujábamos. Fue lo más lindo que había vivido, hasta ahora. En un momento, Jason terminó arriba mío. Antes de que algo más hubiera pasado, el profesor vino y nos retó a ambos.

-Trace, ¿tu primer día y ya estás en problemas? Los dos van a hablar con el director, ahora. Vengan conmigo así como están. -ambos nos miramos y nos reímos, era la primera vez que me metía en quilombos en mis 4 años en Northdale High. Una vez ya en dirección, el director nos miró a los dos de arriba a abajo en asombro.

-Pero... ¿qué estuvieron haciendo ustedes dos? Trace, no me sorprende de vos, pero, Wolff, de vos debo decir que sí. Nunca te habías metido en problemas antes, ¿no?

-No, esta es la primera vez.

-Y espero que sea la última. Me temo que ambos se van a  llevar una sanción hoy a sus casas.

-No, eh, digo, esto fue todo mi culpa -interrumpió Jason.

-En realidad, fui yo quien lo empujó primero, ¿o no, profesor Mendler?

-Eso fue lo que vi yo... -dijo el profesor.

-Bueno, vos te vas llevar la sanción, Diamond. Lamento que tu primera vez haya sido así...

-Lo acepto totalmente, director. -dije mientras me entregaba la sanción disciplinaria y Jason miraba en asombro -está bien, de verdad, ¿qué me pueden decir? Es la primera vez -le dije a Jason, lo que hizo que le sacara una sonrisa.

-Sos boluda, ¿sabías? Si me la daban a mí, no me decían nada, no es la primera vez.

-Claro, pero capaz te expulsaban...

-Ah, claro, tenés razón... Bueno, gracias entonces.

*****

-¡¿Qué es esto?! ¿Tu primera sanción te la sacás con Jason Trace? No quiero que él te traiga más problemas.

-Perdón, mamá. No fue él, yo me la busqué. Además, a él lo iban a expulsar, yo lo único que iba a recibir era tu sermón.

-Ah, linda -dijo sentándose en el sillón con su mano en mi hombro -entiendo que quieras estar ante todo, pero no quiero que este chico se interponga tanto, quiero que empieces alguna actividad fuera de la escuela.

-¿Qué? ¿Te referís a deportes, o algo así?

-Sí, estuve averiguando para mí misma y encontré un profesor de tennis muy bueno acá en el barrio, y estoy considerando que deberías ir ahí para despabilarte un poco.

-¡Mamá! Sabés que odio los deportes, si quieres lavo los platos por el resto del año pero nada de deportes, por favor.

-No, ya lo dije, vas a ir a tennis. El profesor me cayó bastante bien, seguro a vos también.

-Agh, mamá, me van bien en el colegio, ¿no es suficiente?

-No, mi decisión está hecha y no va a cambiar. Empezás mañana -suspiré.

-Copado. Gracias, mamá -me dirigí a mi cuarto después de un portazo.

Me había despertado de una siesta el miércoles a la tarde, a tiempo justo para cambiarme para ir a mi divina clase de tennis. Me puse unas calzas, una remera musculosa y un buzo abrigado. Agarré mi raqueta y me fui en bicicleta a mis clases, ¡qué bien! Voy a hacer muchos amigos, pf.

Una vez ahí, veo una fila de chicas esperando a su turno para hacer pases con el profesor. En esa fila, la encuentro a mi mejor amiga de la vida, Julia. Obviamente que ella estaba con una pollera que le llegaba por la mitad del culo, y un corpiño deportivo. Me miraba de arriba a abajo, y lo mismo hice con ella con cara de disgusto. Al ver la reacción de Julia, el profesor volteó hacia mí exclamando:

-¡Hola! Vos debés ser Diamond, ¿no? Mi nombre es Zack. Ponete en la línea así comenzamos, te quiero ver en acción -asentí y me dirigí atrás de las chicas. No me molesté en decirle algo a Julia, la verdad ya ni me importaba. Habían un par de chicas más, como 4 más, no sabía quiénes eran.

Después de como media hora, veo un auto estacionarse por detrás de las rejas de la cancha. No le presté mucha atención hasta que vi unas zapatillas amarillas flúo bajarse que se podían ver a larga distancia. Ya las había visto antes, creo que Jason tiene las mismas. Ayer en volley las había notado; en realidad, cualquiera las hubiera notado, hasta en China las deben haber visto. Y bueno, al final, era Jason. Qué hacía ahí, no lo sé. Pero a medida que se acercaba, veía la cara de emoción de Julia. Seguramente pensaba que él había venido por ella, cosa que no creo que haya sido así. Una vez que llegó, saludó a Zack. Parecía que se llevaban bastante bien, como si se conocieran hace mucho. Mientras venía para donde estaba yo, ignoró por completo el atuendo de Julia, y se dirigió hacia mí. Cuando se vino detrás nuestro, le pregunté qué hacía allá, interrumpiendo a Julia que parecía querer preguntarle lo mismo.

-Ya sabés, la lista...

-Ah, ¿esto es parte de tu plan? ¿Y cómo conseguiste venir acá?

-Bueno, vos sabés que yo vivía acá antes, entonces conozco a Zack desde que soy prácticamente un bebé. Y, nada, decidí llamarlo para que me diera unas clases, y bueno...

-¿Cómo sabías que vendría acá?

-Te escuché diciéndole a Claire que no podías ir a su casa porque tendrías que venir a las clases de tennis de tu barrio -dijo riendo -y me pareció una buena idea.

-Ah, vos con tal de convencerme hacés lo que sea.

-Fue lo que dijimos, ¿no? -le sonreí.

Una vez terminada la clase, mi mamá vino a buscarme, lo que me pareció raro ya que tenía la bicicleta. Seguro vino para pagarle el mes a Zack. Al bajarse del auto, veo al auto de Jason estacionarse detrás del mío y veo a su mamá bajarse. En el momento que se encuentran, se saludan y empiezan a hablar de lo grandes que estamos, y todo eso. Salteándome del resto de la conversación, la madre de Jason le pregunta a la mía si puede quedarse en casa los miércoles por la tarde antes y luego de las clases porque a ella se le complicaba por su trabajo. Yo me acerqué y asentí, mientras Jason hablaba con Zack y no se enteraba de nada. ¡Qué bien! Iba a tener a Jason en casa todas las semanas de vuelta, volvimos a la rutina. Después de despedirse de Zack, se acercó corriendo con su botella de agua y su raqueta.

-¡Hola, señora Wolff! ¿Cómo está? Perdóneme lo de la sanción.

-No te preocupes, Jason, y estoy bien, gracias. Estábamos hablando con tu mamá de que podrías venirte a casa los miércoles antes y después de la clase de tennis, ¿qué te parece? -parecía contento, su sonrisa lo delató.

-¡Sí obvio! ¿Por qué no?

-Buenísimo, tendré que comprar más comida entonces -dijo mi mamá bromeando.

-Gracias por recibirme, pero espero no ser una molestia -no sé verdaderamente si estaba actuando o qué, pero le salía bien.

-¡Claro que no! Te vamos a recibir con mucho gusto, ¿no, Diamond? -dijo mi madre, codeándome.

-Sí, obvio -dije sonriendo.

-Bueno, es todo por hoy. ¿Nos vamos, Jason?

-Sí, adiós, chicas. Gracias.

-Chau, chau -cantamos mi mamá y yo a la misma vez.

En el auto yendo a casa, mamá notó mi felicidad en mi cara.

-Las cosas que hago por vos, Diamond... -dijo mamá.

-Eu, si no me hubieras mandado a esa clase en primer lugar esto no hubiera pasado.

-Ya sé, al final valió la pena, ¿no?

-Totalmente.

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