Multimedia: Bonnie
Desperté al sentir los rayos del sol en mi rostro. Parpadee un par de veces antes de sentarme en la cama y notar que Cameron no estaba a mi lado. Los recuerdos de la noche anterior vinieron a mi mente y una sensación de miedo se instaló en mi pecho, mientras aun debatía sobre si realmente anoche ocurrió lo que creo que ocurrió. Mi lógica me dice que fue solamente un sueño - más bien pesadilla - pero estoy segura que lo viví.
- Me levanté y fui hacia la cocina, viendo como Cameron preparaba el desayuno
- Huele bien -- Cameron se volteó al sentir mi voz y me dedicó una sonrisa.
- Veo que ya estas despierta, quería que fuera una sorpresa.
- ¿Desayuno en la cama? -- Cameron asintió con una sonrisa mientras bebía un poco de jugo -- ¿Te puedo intercambiar por David? Que Ariel se lo lleve y tu te quedas conmigo
- No creo que Ariel acepte, David también la saca de quicio a veces.
-Es su especialidad -- lo miré con una sonrisa mientras rodaba los ojos, pronto recordé la noche anterior ¿Cameron habría escuchado algo? -- mmmm, ¿Cameron?
- ¿Si?
- ¿Ayer no sentiste ninguna ruido? ¿En la noche?
- ¿Por qué? -- Cameron me miró extrañado, esperando que continuara hablando.
- Es que ayer sentí que la televisión estaba prendida, después apagada, después prendida, la puerta se cerró y después estaba abierta -- conté la historia sin detenerme a respirar, medio sorprendida medio asustada. Creo que soné como loca. Mala estrategia.
- Mmmm creo que solo fue un sueño -- me dio una mirada que no pude entender para luego caminar hacia mi y rodearme con sus brazos. No sabía que necesitara un abrazo hasta ahora.
- Pero estoy segura de que pasó. Se que suena tonto y poco real, pero estoy segurísima -- busqué su mirada para que viera cuan preocupada me encontraba.
- ¿Puertas que se cierran y abren solas? -- alzó una ceja y formo una sonrisa de burla -- creo que alguien se asustó mucho con la película de anoche. Estoy seguro que lo soñaste. La verdad en toda la noche ni siquiera sentí que te movieras.
- Pero yo....
- Déjalo. Fue un sueño, no tienes porque asustarte.
- Tal vez tengas razón
- ¿Solo "tal vez"? -- Cameron se volteo para seguir sirviendo el desayuno mientras yo posé mi mirada en la televisión. No luce como una televisión embrujada.
En el desayuno estuve distante y Cameron pareció notarlo, pero no dijo nada al respecto. Minutos después David y Ariel atravesaron la puerta de entrada riendo por una historia a la que no puse demasiada atención. Esta vez fue David quien notó que estaba en otro mundo, pero el no me dejaría tranquila tan fácilmente, de manera que cuando quise ir a mi habitación me siguió.
- ¿Y que ocurre contigo? ¿Problemas en el paraíso? -- movió las cejas sugestivamente mientras apuntaba disimuladamente en dirección a la sala.
- ¿Qué? ¡No! solo estoy distraída.
- Distraída poooor ¿Problemas en el paraíso? -- volvió a mover las cejas, ganándose un suspiro de mi parte. Me quede en silencio unos momento, meditando sobre si era conveniente contarle a David mi pequeña experiencia. Él me observaba, esperando que comenzara a hablar en algún momento, y al ver que no decía nada dio un aplauso frente a mi nariz que me hizo saltar. Idiota.
- No tiene nada que ver con Cameron. Es solo que, creo que la película de ayer me afectó --La risa de David explotó en mi cara. ¿En qué momento pensé que tendría una reacción seria? -- No es gracioso. Cameron dice que fue solo un sueño, pero se sintió tan real.
- ¿Que soñaste?
- Pues, me desperté en la noche por un ruido.
Lo soñaste -- David me miró con decisión y seriedad, lo que me dejó confundida.
- ¿Cómo sabes? -- rodé los ojos y me senté en la cama mientras David hacía muecas, como si fuera obvia la razón de porque todo había sido un sueño.
- "Me desperté en la noche por un ruido", quiero decir ¿tu despertando por un ruido? Cuando quiero despertarte tengo que hacerlo con bombos y platillos -- un tic se hizo presente en mi ojo. Nunca más le cuento algo. -- Esta decidido, fue un sueño. Ahora deja de preocuparte y de preocupar a los demás.
Vi como David salía de la habitación y mi vista se quedo fija en la puerta. ¿Esa era toda la atención que iba a darme?. Mi visión se vio obstaculizada por la figura de Cameron entrado, llevaba una expresión preocupada y culpable, como si se sintiera mal por algo. Le hice señas para que se sentara a mi lado.
- Bonnie, si estas molesta porque te dije que tu historia fue un sueño, no quería hacerte sentir como...
- ¿Una loca? -- lo corté --No te preocupes, no lo hiciste -- le sonreí -- solo me quede confundida, pero ya estoy bien. David me dio una... -- apreté los dientes al sentirme irritada-- "convincente" razón para creer que todo fue un sueño -- Estúpido David.
- Entonces ¿estamos bien? -- se levantó de la cama y extendió su mano hacia mi para que lo siguiera. Tome su mano y me levanté, pegándome a su pecho.
Nunca hemos estado mal, tonto. Solo estaba distraída. -- sentí como Cameron besaba mi cabeza y daba un suspiro . Ahora me siento mal por hacerle pensar que me hizo sentir mal.
- Esta bien -- me volvió a dar un beso, esta vez en la frente -- yo tengo que ir a trabajar ahora -- bajo su mirada para conectarla con la mía, y noté una expresión de desagrado.
- ¿Ahora? ¡Pero si es sábado! -- ¿En que mundo cruel las personas trabajan los sábados? En mis planes estaba pasar todo el día juntos.
- Me llamaron del trabajo, tengo que revisar un cuerpo que encontraron hace unas horas --hice una mueca de asco. Cameron trabajaba como médico forense y nunca me cansaba de repetirle lo terrible que me parecía su trabajo. Ew.
- ¿No lo puedes dejar para otro día?
- Claramente no -- rió -- volveré en la noche. Ariel me acompañará, así que puedes aprovechar de pasar tiempo de calidad con David.
- ¿Y a que va Ariel?
- La policía tiene que investigar el perímetro. El cuerpo fue encontrado en el bosque -- puso una cara de estar pensando algo -- hay que averiguar si hay terceros involucrados, y ahí es donde entro yo.
- ¡Cameron! ¡Apura tu despedida! -- el grito de Ariel se escuchó desde la sala y Cameron negó con la cabeza mientras me soltaba y depositaba un corto beso en mis labios.
-- La bruja me llama. No le digas que la llame así -- Me guiñó el ojo para luego salir de la habitación. Lo seguí y en la sala estaban David y Ariel despidiéndose...muy románticamente para mi gusto.
- Busquen un hotel -- David me sacó la lengua y soltó a Ariel para despedirse de Cameron.
La tarde con David se paso entre bromas y comida rápida. La verdad, aunque me costará admitirlo, me encantaba pasar tiempo con David. Por algo era mi mejor amigo. Comenzamos a recodar viejos tiempos y a reír por las tontas anécdotas que venían a nuestra mente de vez en cuando. Cuando nuestro viaje hacia el pasado terminó empezamos a hablar sobre el hallazgo de esta tarde.
- ¿Crees que encuentren algo interesante en el caso de Ariel? --David me miró mientras movía sus cejas de arriba hacia abajo y mordía su hamburguesa.
- ¿Algo interesante? -- pregunté extrañada. ¿Interesante como qué?
- No lo se. Un homicidio -- se cubrió la boca como si algo lo hubiese sorprendido-- y luego vendrán por mi, porque acabo de resolver el crimen -- se llevó las manos al corazón fingiendo terror.
- Eres un tonto -- me reí -- El mayor crimen que he escuchado fue cuando rompieron el vidrio de la gasolinera, y ni siquiera se llevaron el dinero, solo una bolsa grande de papas fritas -- lo miré con burla -- lo siento Sherlock, pero tu teoría es improbable.
David siguió hablando, creando todo un escenario sobre que había ocurrido y apuntando como obvia culpable a la novia del pobre Rodrigo - porque el mismo "descubrió" que la víctima era hombre, se llamaba Rodrigo y tenía novia.
- Un crimen pasional. Todo esta claro mi querido Watson.
- Eres...el peor detective de la historia.
- Cuando Ariel llegué le preguntaremos, y si estaba en lo correcto besaras mis pies.
- ¿Y cómo sabes que se llama Rodrigo? ¿Estoy acaso frente al autor del crimen, quien montó una historia para fingir inocencia? -- lo miré con falsa desconfianza.
- Inocente -- levantó sus manos -- Tal vez en el nombre me equivoque, pero ya verás que todo lo demás esta bien.
Cuando Cameron y Ariel llegaron David se abalanzó para preguntarles que había ocurrido, mientras me miraba con superioridad.
Resultado: No había novia ni Rodrigo, solo un pobre ancianito que sufrió un paro cardiaco mientras daba su habitual paseo en el bosque.
Mis burlas hacia David no se hicieron esperar mientras le repetía lo inútil que era como detective. ¿Un asesino en ClaireTown? Eso era algo que nunca vería, no en esta vida.