Cuando salgo del salón Jhonny está esperándome. Sabe perfectamente que puede hacerlo en la zona verde como casi siempre, me saluda con una sonrisa.
—¿Qué sucede?
— Claire me dijo lo que le dijiste, ¿En serio piensas eso?
Asiento.
— Pues si, ya sabes son iguales. Tal para cual, es adorable y provoca diebete igual que tu, ¿Porque quedarte con una "amargada" como yo?
Llegamos al área verde, nos tiramos en el piso.
Pone una mano sobra la mía, vaya. Eso realmente me sorprende, ya que es más tímido de lo que parece.
Como dije, adorable.
Ugh.
— Me gustas tú, te lo dije cuando me declare hace casi ya un año. No sueles demostrar tus sentimientos, eres sería y poco demostrativa pero se que cuando haces algo, lo haces de corazón y no por obligación. Es por eso que me gustas y te elegí a ti — sonrió — Es lo mismo conmigo, soy todo lo opuesto de lo que te gusta. Soy torpe, tímido, adorable como algunos dicen y derramó dulzura pero se que me amas y por eso me elegiste.
— Calma el ego, vaquero.
Se ríe.
— Dejame, es mi momento debo aprovecharlo.
— Bien, sigue.
— No ya no, me cortaste el rollo. Así que chiste.
Me río.
Como lo amo, no pienso decirlo en voz alta.
Pero realmente estoy enamorada de este chico torpe.
— ¿Después de clases vamos por un café?
Sonrie, ama el café.
—¡Si! — se sonroja — Bien, debo irme. Adiós, cariñito.
— No me digas así.
— Dejame.
— No.
— Adiós.
Ruedo los ojos.
***
—¿Tu dices?
Asiente.
— Claro que si nena, no está demás decirle lo que sientes debes en cuando. Existen veces que uno aunque no lo sepa, desea oírlo, se mamona por un segundo.
— Sabes que odio eso.
— Con otros, con Jhonny no. Admitelo.
Me quedo callada.
No soy muy demostrativa pero tiene razón, tal vez deba ser más cariñosa. Solo un poco, no debo exagerar.
No quiero terminar vomitando arcoiris.
Qué asco.
— ¡Esa es mi chica!
— Claire.
—¿Qué?
— Cállate.
— Enfadosa.
Me río.
— Vete.
— Ach, ya me voy.
— Adiós.
—¡Estoy caminando!
— Si, lo ví. Adiós.
—¡Argh!
Suelto una risa.
La veo alejarse con paso enojado, se ve tan adorable. Es un amor, tan pequeña y dulce, nadie sabe que por dentro es un demonio.
Sono el timbre de salida, me levanté de la banca. Tuve la hora libre pero no quise irme, Jhonny se emociona con cada salida que tenemos.
Lo veo frente a su auto, a veces nos turnamos. El me va a buscar y luego yo, así sucesivamente.
—¿Vamos?
— Si.
Subimos, nos vamos escuchando música. Me habla de sus clases, lo torpe que son algunos compañeros y a veces los compara con los de su antiguo liceo.
Me gusta que se haya cambiado.
Lo tengo más cerca, no pienso admitirlo.
— Llegamos.
Nos bajamos y nos sentamos en la misma mesa de siempre.
Al fin solos, hace más de dos meses que no lo estábamos.
Seré cursi.
— Café para dos — veo entrar a Claire rápidamente y se sienta con nosotros — Digo, tres.
— ¡Lo odio!
Rayos.
Se acabó nuestro tiempo juntos.
Holas, drama.