Apenas puedo procesar todo lo que sucede a mi alrededor:
_________ me besa en los labios, sus manos van hacia la parte trasera de mi cabeza y tiran de mi cabello. Yo tengo las manos a cada lado de mis caderas, sin ser capaz de tocarla porque todo esto no parece real.
Está besándome.
¿No es esto todo lo que quise?
¿Acaso no soñaba con que ella me tomara de la manera en la que lo está haciendo?
Entonces, ¿Por qué mi cuerpo está inmóvil mientras ella me devora la boca?
¿No me siento atraído? No, no es eso, definitivamente no y, como si ella se estuviera preguntando lo mismo, baja su mano hasta la altura de mis jeans y toca la piel desnuda de mi abdomen, muy cerca de mi miembro. Mi respiración se acelera y trato de calmarme para que no escuche mis jadeos.
La deseo, claro que si, eso no ha cambiado
¿Entonces que es lo que me detiene?
Sus dedos juegan a querer meterse en mis pantalones.
-_______.- le digo en casi un susurro. Ella se detiene, mi tono de voz la pone alerta y rompe la cercanía que había entre nosotros. ¿Soy un idiota o qué?-_______, yo no creo que esto...
-No lo quieres.- me interrumpe ella, y distingo que se pone nerviosa.
La miro con todo el amor que tengo dentro. Me acerco a ella y tomo sus manos en las mías.
-Mi amor, claro que lo quiero. Es solo que...- no encuentro las palabras correctas para decirle lo que siento.- Tengo miedo.
Ella frunce las cejas ligeramente y ladea la cabeza hacia la izquierda en un intento de entender lo que yo he dicho.
-¿Miedo?- me pregunta.- ¿De mi?
-Tengo derecho a desconfiar cuando siento que empiezo a ser feliz.- respondo y noto que tengo la garganta seca, ahora ambos estamos paralizados, sin saber muy bien a donde va esto y ni como va a acabar.- Tengo miedo a sentir que te pertenezco otra vez y que en un par de horas eso desaparezca... tú desaparezcas.
Ella sueta mis manos y cruza los brazos, parece confundida al igual que ligeramente avergonzada. Ella se lanzó sobre mi, ella inició a besarme y yo solo me dejé tomar pero no le correspondí. Recién está cayendo en cuenta.
-¿Estás seguro que es solo eso?- dice y distingo algo distinto en su voz, tal vez inseguridad.- Lo lamento, no debí asumir que... Lo siento, Ross. No era mi intención ofenderte o sobrepasarme...
-Shhh.- le digo sujetando su labio inferior con mi pulgar. Sus deliciosos labios se separan al sentir mi tacto. Sus ojos se tornan más oscuros cuando me acerco a ella.- No me has ofendido, solo quiero saber que es esto, que es lo querías, para tenerlo todo claro y no confundirme como lo hice antes.
-¿A qué te refieres?- ________ no entiende lo que trato de decirle.
-¿Por qué me besaste?- le pregunto, ella con cierta timidez me responde que lleva mucho tiempo deseando hacerlo.- ¿Y tus manos?
-¿Qué hay con mis manos?- pregunta.
Trato de no sonreír.
-Estabas tocándome.- debo decirselo y ser claro por que si este es otro juego en el que me hace caer yo ya no podría soportarlo.- ¿Querías follar?
Ella muerde ligeramenre su labio cuando me oye decir esa palabra, como si tuviera un efecto en ella, y siendo honesto, tiene un efecto en mi también.
Veo que duda un poco antes de responder que si con la cabeza.
De pronto empiezo a sentir calor con la idea de que ________ me desea y que si no la hubiera detenido estaría tal vez sobre mi, follándome de la manera en la que solo ella sabe hacerlo.
Empiezo a imaginarla sobre mi, moviéndose con su hermoso cuerpo...
Ross, concéntrate.
Soy consciente de que me he quedado en silencio y ella está muy atenta a la espera de que yo diga algo.
Espero que ________ no haya podido ver en mi rostro las cosas que empecé a imaginar.
Me aclaro la garganta para tratar de no sonar muy afectado.
-¿Y solo eso?- insisto.- ¿Eso iba a ser? ¿Solo quieres un polvo y luego hacemos como si esto no hubiera pasado otra vez?
-Ross, estás siendo muy injusto.
-No, tú lo eres.- respondo casi de manera inmediata.- Y se que no te merezco, se que te hice daño, más del que puedo imaginar y poner en palabras. Te herí, te decepcioné y me arrepentí de eso cada maldito día. E intenté vivir con eso, intenté olvidarte, entendí que tú no me querías en tu vida y eso fue lo más difícil que tuve que hacer... pero luego apareces y estás llevándome a la cama, luego me dejas otra vez, y vuelves luego a suplicarme que te folle para irte horas después, otra vez. ________, yo respeto que quieras hacer con tu cuerpo lo que desees, eres preciosa, y es muy halagador que quieras acostarte conmigo, pero yo no quiero hacerlo si solo va a significar eso.
Lo dije.
Tenía que hacerlo. Hay cosas que el tiempo ya no puede borrar. Lo último que necesito es creer que vamos a estar juntos cuando lo que ella tiene en mente es solo sexo. Y solo quiere sexo, necesito saberlo, por que no cuenta conmigo para eso.
Wow, Ross.
Estás rechazando tener sexo con _________. ¿Qué me ha pasado? Casi que no me reconozco y una parte de mi me grita: "Idiota, solo acepta que ella quiere acostarse contigo". Esto no pasa seguido.
Salgo de mis pensamientos cuando ________ inicia a hablarme:
-No quiero solo sexo contigo, Ross.- ella parece preocupada por elegir bien las palabras que quiere usar.- No puedo negar que...- parece que _______ siente timidez de hablar conmigo por que se detiene y aparta mirada.
-¿Qué sucede, nena?- la acerco a mi cuerpo y ella pone las palmas de sus manos sobre mi pecho.
-Realmente tengo muchas ganas de acostarme contigo.- confiesa.- Pero lo que quiero sobre todo es que podamos solucionar las cosas, quiero que hablemos de los problemas que tuvimos, quiero poder entender lo que quieres y que me permitas ser lo que necesitas.- se detiene a tomar aire. Yo siento que me voy a desmayar. Mi corazón late con fuerza y trato de decirme "No empieces a hacerte ideas, espera a que termine de hablar". _______ se aclara la garganta.- Quiero estar contigo, quiero que vuelvas a ser mi esposo, quiero contarte todo, quiero confiar en ti, quiero ser feliz y se que hay muchas cosas que tenemos que trabajar, pero quiero que sepas que estoy dispuesta a quedarme a tu lado para poder estar contigo.
Eso es.
Ross, esto es todo lo que has querido.
Ella y yo de nuevo juntos, habiendo pasado por lo peor y mucho más maduros, con muchas cosas nuevas que aprendimos en los últimos meses. Yo, ciertamente, aprendí bastante.
__________ sigue mirándome atenta a cada movimiento que hago tratando de saber que estoy pensando. Está tan preciosa con el vestido blanco que lleva puesto, con el cabello todavía ligeramente húmedo por la ducha que se dio temprano, y sus pies descalzos junto a los míos. Ella es perfecta. Todo de ella.
Y me quiere.
Me quiere de vuelta en su vida.
Jamás la voy a merecer.
-Ven acá.- le digo antes de sentarme en la cama y subirla a horcadas sobre mis piernas.
Beso sus labios y ahora yo tomo el control de los besos, la beso lento y, sin embargo, con desperación, con necesidad de pertenecer a ella, de perderme en ella.
Ella me pasa sus brazos por encima de los hombros y se frota contra mi cuerpo. Mis manos bajan de su rostro a su espalda y la aprisiono contra mi cuerpo, me quita la camiseta con un movimiento rápido que no estaba esperando y se impacienta cuando mis manos no empiezan a descender y se quedan fijas en su cintura.
Besa mi cuello y mueve sus caderas encima de mi. Solo usa un vestido corto, por lo que me permite sentir lo caliente que está.
Wow.
Yo estoy bastante excitado también. Pero siento que mi esposa, esta vez, me está dejando atrás.
-Ross...- me suplica mientras deja besos en mi cuello.- Tócame.
Se me pone dura al oirla suplicarme por que la toque. Me muero el labio y trato de ocultar mi sonrisa al ver lo impaciente que está.
-Nena, no hay prisa.- le respondo y ella suelta un quejido. Sonrío contra la piel de su cuello al recordar todas las veces que ella me ha hecho esperar, todas las veces que he tenido que suplicarle por que me dejara follarla... Esto podría ser divertido.- Hermosa, ¿Por qué mejor no me cuentas como has estado todo este tiempo?
La alejo de mi cuerpo para poder mirar su hermoso rostro.
-¿Qué?- dice ella. Tiene las mejillas acaloradas, su pecho está casi descubierto pues la tiras que sujetan su vestido se han movido y me dejan ver que no trae sujetador debajo. Me permito mirarla un segundo más.
-Cuéntane.- insisto
-¿Estás bromeando?- a ella esto no le parece nada divertido. Diría que está casi molesta por la repentina pausa. Niego con la cabeza y ella me pone los ojos en blanco.- Por favor, no ahora...
-No, preciosa.- trato de poner mi tono de voz más serio posible para que ella no note que solo estoy haciendo esto para molestarla.- Precisamente debemos hablar ahora y comunicarnos, ¿recuerdas? El sexo puede esperar.
-Bien, te comunico que estoy muy excitada.-mi esposa se lanza otra vez sobre mis labios y yo la aparto.
-Cariño, eso no fue lo que te pregunté.- le dejo un beso en los labios antes de acomodarle el cabello detrás de las orejas. Lo tiene desordenado, todo su cuerpo me está pidiendo que la folle ahora mismo. Pero esto está siendo divertido.- Empiezo yo, yo he estado tranquilo estos días, luego de que tu me dejaste aquella mañana luego de que me suplicaste que me acostara contigo, decidí que debía cambiar algunas cosas en mi vida. Compré una casa, ligeramente alejada de la ciudad y en un vecindario bastante privado...
-Ross...
-Aún no termino, preciosa.- me apresuro a decir. ________ está fulminándome con la mirada.- La casa es enorme, tiene 8 habitaciones, para cuando mi familia venga a verme, y la habitación principal es la más bonita, tiene la vista hacia hacia el bosque, pero no te preocupes por que las ventanas se pueden oscurecer y así nadie podrá ver lo que estaremos haciendo...
-¿Y qué estaremos haciendo?- ________ intenta cambiarme el tema y se frota contra mi miembro otra vez.
Sonrío.
-De hecho nada, ya que todavía necesito elegir un modelo de cama para esa habitación. ¿Estarías interesada en ayudarme a elegirla? Después de todo, esa también será tu cama...
-Yo quiero cualquiera en la que estes tú.- me responde mi impaciente esposa. No se rinde y pienso que no lo hará hasta que tenga lo que quiere.- ¿Podemos seguir?
-Ahora te toca contarme a mi.- le digo, disfrutando de cada segundo de tortura.
Ella me empuja hacia atrás antes de levantarse y salir de la habitación diciendo lo cruel que estoy siendo.
La sigo mientras ella continúa llamándome todo tipo de cosas, se dirige hacia la puerta de salida y ambos nos quedamos sorprendidos cuando esta se abre y vemos la salida por primera vez en muchos días.
¿Qué?
¿Desde cuando se puede abrir?
¿Fue acaso desde que el Dr. Patrick se fue?
_________ voltea a mirarme.
-Vamos a casa.- le digo y sin perder tiempo voy por mi cosas, uso la laptop para buscar el primer vuelo de avión de regreso a California y encuentro solo uno disponible para las 5 pm.
Quedan todavía 2 horas y sin pensarlo dos veces, lo compro.
-¿Qué estás haciendo?- me dice mi esposa desde el umbral de la puerta.
-El vuelo es a las 5 pm, iremos a casa.- respondo llenándome de una felicidad repentina. Regresaré a casa y regresaré con ella.
-Quiero estar más tiempo solo contigo antes de volver.- me dice acercándose a mi.-¿No podríamos quedarnos solo unos días más?
-¿Quieres quedarte en esta cama tan pequeña?- entonces tengo una idea. Aparto la laptop y tiro de _______ hasta tenerla sentada en mis piernas.-Vamos a mi casa, nos podemos quedar ahí, mis hermanos no tendrán idea de que hemos regresado y no saben cual es la dirección, no irán a molestarnos.
Mi esposa me pasa sus brazos por el cuello pero puedo ver en su rostro que le ha gustado mi idea.
-No tengo ropa.- responde al cabo de unos segundos.
-No vas a necesitarla.- le dejo un beso en los labios. Y luego veo como sus ojos vuelven a oscurecerse.- Puedes comprar por intenet todo lo que necesites y llegará a casa antes que nosotros.
Ella sonríe y yo me derrito con solo verla. Ella es todo lo que quiero. Todo lo que necesito.
Y estoy listo para pasar toda mi vida recordándole lo afortunado que soy de tenerla.
-Solo una cosa más.- me dice. Yo la miro sabiendo que estoy dispuesto a hacer todo lo que me pida.- Fóllame aquí ahora mismo.
Mi miembro vuelve a ponerse duro.
Bueno, no tal vez todo lo que me pida.
-Me encantaría hacerlo, nena. Pero nos tomará una hora en llegar al aeropuerto, no tenemos mucho tiempo... Además esta cama es muy pequeña
-Por favor.- me insiste. Y empieza a bajar la cremallera de mis jeans. Pronto siento a su mano tocándome por encima de mis boxers.
Mierda.
Que duro me puede poner en segundos.
-Si empiezo a follarte, no voy a parar hasta mañana.- advierto. Ella se muerde el labio y toma mi mano para guiarla debajo de su vestido, yo muevo su ropa interior hacia un costado y siento su coño húmedo, hambriento por mi.
-Mierda.- digo sin poder controlarlo. Ella me desea. Me desea mucho. Calmo mis impulsos de lanzarme sobre ella para hundirme en su ajustado coño.- Recuéstate.
Antes de que ella pueda hacerlo yo ya la recosté en la cama y me arrodillo frente a ella, le quito lentamente las bragas blancas con encaje, abro sus piernas y la acerco a mi hasta tener mi boca sobre su sexo.
Ella huele tan bien.
No la he probado en tanto tiempo.
Mi esposa jadea y mueve las caderas invitándome a que la coma ahora, está impaciente, desesperada por que la haga venirse en mi boca. Y yo decido que esta vez no la haré esperar más.
Miro sus rostro y como forma una "O" con sus labios cuando yo paso mi lengua por su muy húmedo coño.
-Si...- me dice en un jadeo.- Más, por favor.
Sigo sus órdenes y trato de no volverme loco al sentirla nuevamente en mi boca. Tan deliciosa como siempre.
Paso mi lengua por su clítoris y empiezo a estimularla primero lento y luego más rápido para que mi esposa se humedezca más. Pero no tengo intención de que llegue al orgasmo pronto.
Mientras mi boca está ahí abajo, mis manos van a sus tetas y las acaricio por encima de su delgado vestido. Sus pezones están duros y empiezo a jugar con ellos.
__________ lleva sus manos a mi cabello y me invita a ir más adentro.
-Date la vuelta.- le pido apartándome de su sexo unos segundos. Ella gira y la ayudo a ponerse de rodillas en cama.
De esa manera puedo comerla mejor.
Toco su trasero con mis manos mientras paso la lengua por su sexo. Le doy un azote que la hace gemir.
-Mia.- le digo. Ella se impaciente y acerca su coño a mi boca. Vuelvo a azotarla, ella se sacude.- ¿Preciosa, no puedes esperas un momento?
-No...- me responde entre jadeos.
No puedo ver su rostro pero imagino que se muerde los labios en un intento de contener las ganas que tiene de que la folle.
-¿Qué es lo que quieres, nena?- pregunto disfrutando de verla así. Con las piernas abiertas, el culo firme y el coño húmedo solo para mi.
Mi polla palpita, pidiéndome que la deje entrar
-A tu lengua.- me responde aún entre jadeos.
Le dejo un beso y entonces empiezo a penetrarla con mi lengua, ella arquea la espalda.
-Por favor, ven dentro de mi.- me pide con la voz llena de excitación.- Necesito más.
-Preciosa, estás cambiando de lo que dices cada segundo. ¿Puedes por favor decidir?
Sigo pasando mi lengua por tu mojado coño. Ella deja escapar un gemido.
-Fóllame, por favor.
-Preciosa, ya te dije que no voy a hacer eso.- la escucho quejarse. Tal vez estoy siendo muy duro con ella.- Pero dejame ver que puedo hacer.
La doy la vuelta otra vez hasta que vuelve a estar recostada en la cama y acomodo mi boca entre sus piernas.
Rodeo su clitoris con mis labios y empiezo a succionarlo lentamente.
La oigo gemir.
Con la una mano abro más sus piernas para que me de un mejor acceso y con la otra empiezo a hacer círculos cerca de su entrada.
Está tan mojada que con facilidad mi dedo se desliza dentro de ella.
Empiezo a penetrarla con mi dedo y ella mueve las caderas pidiendo más.
-¿Está mejor así, preciosa?- pregunto con mis labios todavía estimulado su clítoris.
-Quiero más.
-¿Más?- la miro mientras la devoro con mi boca. Ella encuentra mi mirada, está con las mejillas sonrojadas y haciendo un enorme esfuerzo por todavía tener los ojos abiertos.- ¿Estaría bien otro dedo?
Ella gime y luego me dice que si.
Yo humedezco mis dedos en ella antes de introducir otro dentro. Su coño se ajusta en mis dedos. Y yo me descubro deseando que sea mi polla la que está siendo apretada por las paredes de su delicioso coño.
La follo con mis dedos mientras sigo estimulado su clitoris, sin quitar los ojos de ella, que se ve deliciosamente follable desde este ángulo.
Sus piernas empiezan a sacudirse.
Ya conozco esa reacción.
-Aún no, preciosa.- le digo entre pequeños toques que le doy a su clitoris.- No puedes correrte todavía.
La escucho gemir y eso solo me alienta a hacérselo más rápido. La quiero así, disfrutándolo, dejándome que ella haga lo que quiere conmigo, que me use para complacerse.
Su mano toca la parte superior de mi cabeza.
-Nena, todavía no.- insisto.
Ella se arquea.
-No se por cuanto más pueda seguir.- responde entre gemidos.
-¿Te parece bien 20 segundos?
Ella niega con la cabeza.
-Vamos, preciosa.- le digo.- Córrete en mi boca. Veinte...- mis labios succionan su clitoris con más fuerza.- Diecinueve...
Mis dedos siguen entrando y saliendo de ella, está tan mojada que todos mis dedos están empapados de sus fluidos. La veo tan excitada y disfrutándolo que decido darle algo más.
Lentamente y con cuidado inserto un tercer dedo dentro de ella.
-Ohhh...
Su sexo se expande mientras entro y luego se ajusta cuando he llegado al final.
Lo mucho que me gustaría que mi polla estuviera dentro...
Pero tendremos tiempo suficiente para eso, y para muchas cosas más.
-Once...- digo presionado contra su clitoris y la vibración que produzco la hace gemir.
Mi esposa gime por lo que mi lengua y dedos le están haciendo sentir.
La voy a follar muy rico cuando lleguemos a casa.
Tengo ganas de hundirme en ella, hasta el fondo, y de no parar en toda la noche.
Siento como empieza a ajustarse en mis dedos.
-Solo 7 segundos más, nena.- le digo. Ella se queja. Es claro que ya no puede más y muere por correrse en mi boca.-Si lo haces ahora, me voy a detener.
Su coño empieza a contraerse con cada segundo que cuento hasta que no puede más y se arquea de una manera tan deliciosa, y gime mientras su cuerpo se sacude al llegar al orgasmo.
La sigo penetrando con mis dedos y no aparto la vista de ella, de su rostro. De como cierra los ojos, de como su boca deja escapar sus gemidos, y de como lanza la cabeza hacia atrás completamente destruida por el orgasmo que acaba de tener.
Yo paso mi lengua por todo su coño y piernas, buscando secarla un poco. Y le doy toques ocasionales a su sensible clitoris que la hacen sacudirse.
-¿Estás mejor ahora?- le pregunto.
Ella se incorpora con la respiración acelerada. Su pecho sube y baja, sus tetas están perfectas bajo ese vestido....
Me va a gustar mucho jugar con ellas más tarde.
-Quiero más.
Había olvidado lo insaciable que puede ser mi esposa.
-Eso debe ser suficiente por un par de horas.- me acerco a dejarle un beso en los labios.- Podemos seguir al llegar a casa.-________me sostiene el rostro entre su manos y me come la boca.
Espero con ansias llegar a casa.-Ve a darte una ducha y luego ordenas las cosas que vas a comprar, aunque yo estaré feliz de tenerte andando desnuda en casa.
_________ me sonríe.
Y luego tira de mi mano dirigiéndose al baño.
-¿Me acompañas?
Dejo que ella me guíe hacia la bañera.
-Yo ya me duché, preciosa.- respondo.
Ella pone la bañera a llenar y empieza a quitarse el vestido.
Ufff.
Mi miembro se pone duro cuando la veo desnuda.
La quiero follar.
-Prometo que no te voy a mojar. Quítate los pantalones.
Inseguro sobre lo que planea hacer, decido hacer lo que me pide. Me quito el pantalón y luego también los boxers cuando ella me lo indica.
Mi erección queda liberada y mi esposa se lame los labios.
Ella entra a la bañera y me pide que me siente en la orilla. La miro con suspicacia.
¿Quiere un polvo aca en la bañera?
-Preciosa, no tenemos mucho tiempo.- empiezo a decirle.
Ella tira de mi hasta que me he sentado en la orilla, introduzco mis pies en la bañera, y mi miembro está erecto, expectante ante lo que sea que mi esposa trama.
-Entonces seré rápida.- me responde segundos antes de introducir mi miembro en su boca sin aviso previo.
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Los siguientes capítulos los seguiré subiendo en las siguientes horas. Todavía tengo varios
Un abrazo enorme a todas las que se quedaron todo este tiempo.
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