—No te quedes callada—susurra junto con una sonrisa que me transmite repugnancia absoluta.
No sé como—aunque por dentro estoy tiritando—saco valor de donde sea y le doy un puntapié tan fuerte que, oigo como suelta un grito desgarrador.
Me hago a un lado lo más rápido que puedo y entro a la habitación de Jake sin aviso, no dudo en cerrar la puerta.
—¿Rose?
La voz de Jake hace que despierte de ese pequeño transe de adrenalina que recorrió mi cuerpo hace unos segundos.
—¿Qué no sabes tocar?—pregunta con una sonrisa traviesa, mientras se levanta de su silla de escritorio y apaga la música.
—Mierda, mierda, mierda...
Suelto un suspiro para poder tranquilizarme.
Desde que entre no he visto a Jake a la cara, al no ver que le respondo su pregunta, advierte que algo nada mal.
—¿Pasó algo?—su semblante cambió a preocupación. Se acerco lentamente a mi y me ayudo a sentarme en su silla de escritorio.
Mi mirada estaba concentrada en el suelo y mis pensamientos trataban de buscar alguna respuesta o explicación a lo que acaba de suceder.
—Jake, ¿Qué relación tiene mi madre con ese hombre?
—¿Cuál hombre?—se sienta al borde de su cama. Siento la mirada de Jake en mí—¿Rose, qué te pasa? Estas algo extraña...
—Mierda, Jake. ¡Casi me toca!—esta vez lo miro a los ojos intensamente y siento como ese nudo en mi garganta se incrementa—Rober... ese hombre—con solo mencionar su nombre y que mi mente visualice lo de antes, me estremezco.
Espero que diga algo pero tan sólo me mira extrañado.
No me cree...
—¿Dices que Rober, se paso de listo?
—Me ha preguntado cuanto cuesto, ¿puedes creerlo?—froto mi cien frustrada.
"¿Cuánto cuestas? ¿Más que ella?"
Esas palabras rondaban por mi cabeza una y otra vez. Sabia que significan sus palabras, pero no quería creerlo del todo.
—Dios, ¿mi madre es una prostituta?
Pregunto más para mi misma en voz alta.
—Hey, Rose. No te pases. Tu madre puede ser una bruja...—hace una pausa—pero no una postrituta.
Jake se levanta de su puesto y abre la puerta para comprobar si alguien escuchaba nuestra conversación. Al ver que no hay nadie, la cierra y se vuelve a mirarme nuevamente.
—Necesito hablar con mi madre—me levanto esta vez yo de mi puesto y me encamino hacia la puerta. Pero soy interrumpida cuando Jake me toma del brazo.
—Espera, Rose. No saques conclusiones tú misma. He vivido unos dos años aquí y sé que tu madre no haría tal cosa.
Quiero creer en Jake totalmente, pero hay algo que me lo impide.
—Vale, te creo—miento.
—Tú tranquila, si vemos algo fuera de lo normal lo averiguáremos. Tienes mi apoyo aquí. Somos amigos, ¿verdad?
Aquella confianza que transmite Jake es sorprendente. Te habla de una manera tan amable pero segura a la vez que, hace que puedas confiar en sus palabras.
Aun así, no bajare la guardia de aquel hombre. Debo ser precavida siempre, como me enseño mi abuelo.
Esta vez el clima estaba a nuestro favor: cielo despejado, con un sol que estaba tan solo de adorno, sus increíbles rayos no caían con fuerza al suelo y así, no causaban tanta calor como antes.
Jake quería que me despejara y dejare mi mente en blanco unos momentos. Así que invito a Nathan y bueno, Zara por su parte se invito sola.
Nos encontrábamos en el pequeño parque japonés que había en la ciudad. Un enorme techo en forma de templo junto con puente y un lago cristalino.
—Este parque es tan aburrido—comenta Zara con un bostezo, mostrando su aburrimiento total.
—Puedes irte sí quieres—le espeta Jake y yo rio para mi misma en silencio al ver la reacción de Zara.
—Deberías cerrar el pico, Jake—se cruza de brazos y se refugia en Nathan.
Miro a los dos de reojo y no logro evitar pensar que sean novios. Al parecer el tipo de chicas que le gustan a Nathan es horrible.
—Oye, Rose.
—¿Si?
—¿Te encuentras bien aún?—me murmura mi amigo. Me sorprendo sonriendo al pensar en la palabra "amigo"
Me imagino a mi abuelo diciéndome: "Te lo dije, sabría que pudieras hacer amigos allá"
—Si, gracias Jake.
Mi teléfono vibra, llamando mi atención y lo saco de mi pantalón, advierto que es un mensaje de mi abuelo.
Justo a tiempo abuelo.
"Hola, mi niña linda. Espero que estes bien. Te extraño un montón... Te llamaré en la noche. Besos"
—Basta, Zara.
—Nathan, vamos a otro lugar—la voz chillona de Zara hace que despegue mi mirada del teléfono y la observe—Dejémoslos, vámonos nosotros dos.
—Joder, ya deja de estar siempre molestándome—el tono de voz de Nathan es serio y se le ve bastante molesto.
—¡No te estoy molestando! ¿Acaso no ves mi cariño hacia a ti?
Ok, esto se volvió incomodo... siempre será incomodo ver como una pareja discute.
Jake y yo nos lanzamos miradas complices y con un gesto de manos me indica que nos alejemos un poco.
—¡Espera, Rose!
Solo he dado unos pasos y me detengo enseguida al escuchar a Nathan.
—Ayer no me dejaste aclararte algo—se suelta del agarre de Zara y se acerca a mí rápidamente, tomándome de la mano—Ven, necesito hablar contigo a solas.
No logro articular ninguna palabra y solo me dejo llevar por Nathan que me lleva unas cuadras más allá del parqué japonés.
Logro intuir que Jake nos mira de manera picara al vernos.
—¡Dios, no pongas esa sonrisa Jake!—Zara le da un codazo tan fuerte que logro escuchar su quejido.
Pobre Jake.
...
—Ok, aquí esta bien.
Nathan detiene el paso y se vuelve para mirarme a los ojos. Se le ve nervioso, lo sé por ver como se rasca la nuca y desvía la mirada de vez en cuando.
No sé que espero que me diga, y no sé que hablar para romper el silencio incomodo que nos abunda ahora.
¿Acaso ayer y hoy son los días de estar incomodos?
—Te dire esto porqué no quiero que malinterpretes las cosas—se acomoda con una de sus manos sus lentes y con la libre, se frota su cabello castaño.
Su presencia cerca de mí me altera, mis mejillas se van colorando lentamente y trato de controlarlo de alguna manera.
Dios, este chico quiere verme como un tómate sin duda.
—Zara y yo no somos novios.
Ya sabía que lo eran, porqué me dice esto...
—Espera, ¿Qué?—sus palabras han captado toda mi atención.
—Ella y yo, no somos novios—afirma y me regala una sonrisa.
¿Zara mintió?... No sé porque me sorprendo ahora mismo, debí imaginármelo.
Tonta, Rose.
—Zara me había dicho que eran novios—me atrevo decir. Me rio un poco y me siento feliz de escuchar todo esto.
—Ella siempre ha estado colada a mí—ríe conmigo—digamos, que a mis padres la quieren mucho y bueno, al parecer no tengo opción de alejarla de mi vida.
¿Los padres de Nathan quieren a ese diablillo? ¿Qué clase de embrujo hizo para hechizarlos?
—Debe ser difícil—digo en tono suave. Tener a una loca persiguiéndote, si debe ser horrible.
Mi teléfono vibra nuevamente, y lo maldigo por interrumpir este momento lindo entre los dos.
Me disculpo con Nathan y me hago a un lado para contestar.
—¿Aló?
—Mi Rose, mi niña.
sonrió con solo mencionarlo.
—¡Abuelo!—le grite un poco para que me escuchara bien—¿No ibas a llamarme a la noche?
No responde inmediatamente y me pregunto si lo habré lastimado con solo decirle eso. Él es tan sensible, aunque no quiera admitirlo.
—¿Abuelo?
Nada, ni una palabra... hasta logro escuchar como tose fuertemente del otro lado de la línea.
—¿Abuelo, estas bien?
Su tos es más fuerte que las otra veces que lo he escuchado.
—¡Abuelo! ¡¿Alguien esta contigo?! ¡¿Estas en casa?!
No hay respuesta de su parte, tose sin parar.
...
OPERADORA: "Lo siento, no se ha podido continuar con tu llamada".
Nota de la Autora: ¡Gracias por leer! Espero que les haya gustado y comenten si es así ヾ(＾∇＾) 💕
Si quieren información sobre lo que estoy escribiendo, puedes seguirme en Instagram como: "christi_littlegirl2" 👀
¡Nos vemos!