De persecuciones y hermanos c...

By MariaRose95

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⌈YoonGi sólo quiere acercarse al lindo omega que acaba de llegar al instituto sin morir en el intento a manos... More

¡Bienvenidos!
¡Intro!
¡Dos!: vergüenzas constantes y clubes escolares.
¡Tres!: chicos no tan emos y castigos injustos.
¡Cuatro!: padres no tan cariñosos y encuentros que revolotean corazones.
¡Cinco!: omegas presionados y alfas encantadores.
¡Seis!: posibles parejas predestinadas y alfas no tan empalagosos.
¡Siete!: pequeñas señales y personas inseguras.
¡Ocho!: omegas escurridizos y pequeños momentos de sonrisas y sonrojos.
¡Nueve!: amigos preocupados y típicos fines de semana.
¡Diez!: pequeños escondites y malhumores repentinos.
¡Once!: vistazo a una vida conflictiva y más preocupaciones a la lista.
¡Doce!: situaciones incómodas y omegas sacados de quicio
¡Trece!: brownies de chocolate y números telefónicos.
¡Catorce!: pensamientos de enamorados y traumas de hermanos.
¡Quince!: padres molestos y malentendidos dolorosos
¡Dieciséis!: alfas lastimados y sentimientos de tristeza.
¡Diecisiete!: celos repentinos y alfas enloquecidos.
¡Dieciocho!: alfas enojados y madres comprensivas
¡Diecinueve!: peleas insensatas y nuevas amistades.
¡Veinte!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.1)
¡Veintiuno!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.2)
¡Veintidós!: citas fallidas y madres salvavidas.
¡Veintitrés!: emociones conflictivas y fiestas de adolescentes.
¡Veinticuatro!: amigos desaparecidos y omegas enfermos.
¡Veinticinco!: peleas entre amigos y sospechas entre alfas.
¡Veintiséis!: omegas incómodos y besos amorosos.
¡Veintisiete!: partidos de basket y problemas familiares.
¡Veintiocho!: aventones a casa y alfas misteriosos.
¡Veintinueve!: cenas familiares y lobos heridos.
¡Treinta!: regalos sorpresivos y alfas consolados.
¡Treinta y uno!: conversaciones vergonzosas y omegas con olor a rosas.
¡Treinta y dos!: visiones diferentes y mariposas en el estómago.
¡Treinta y tres!: hermanos desesperados y amistades casi románticas.
¡Treinta y cuatro!: betas algo egoístas y alfas competitivos.
¡Treinta y cinco!: "alfas" hipócritas y exámenes finales.
¡Treinta y seis!: confesiones a medias y disculpas necesarias.
¡Treinta y siete!: un omega resignado y un omega enamorado.
¡Treinta y ocho!: vidas aparentemente secretas y finales culminados.
¡Treinta y nueve!: hermanos "egoístas" y citas "complicadas".
¡Cuarenta!: más padres insensibles y preparativos para eventos importantes.
¡Cuarenta y uno!: adolescentes celosos y charlas desagradables.
¡Cuarenta y dos!: desahogos emocionales y hermanos enojados.
¡Cuarenta y tres!: reconciliaciones torpes y conflictos amorosos secretos.
¡Cuarenta y cuatro!: competencias de karate y betas rebeldes.
¡Cuarenta y cinco!: eventos de verano y confesiones traumáticas
¡Cuarenta y seis!: concursos de belleza y alfas atrapados en el baño

¡Uno!: distracciones bonitas y entrenamientos fallidos.

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By MariaRose95

YoonGi y sus dos mejores amigos podían considerarse algo así como «el grupo de raros» de su instituto. Y es que no era para menos que fuesen apodados de esa manera, siendo que entre los tres había: un alfa con cuerpo de omega, un beta con personalidad de omega y cuerpo de alfa; y un omega con cuerpo de alfa. Una combinación realmente rara y poco común entre los estudiantes quienes podían ser crueles si querían.

Ninguno poseía una pareja en la actualidad y había rumores de que eran posiblemente un trio extraño con extraños fetiches, pero ellos poco caso le hacían a esas personas con comentarios extraños y con mucha imaginación. No tenían muchos amigos más que ellos mismos y alguno que otro conocido amigable. Sólo uno de ellos tenía un crush reciente, el otro una especie de "acosador" y el ultimo tenía algo así como un amor no correspondido (aunque no lo sabía, era muy cobarde siquiera para acercarse a preguntar).

Pero por ahora nos centraremos en el alfa con cuerpo de omega que tiene el reciente crush.

—Tiene que haber una manera de acercarme sin que me maten —murmuró el pálido mientras miraba la mesa en donde siempre se sentaba JiMin, solito, luciendo como un ángel inalcanzable.

Desde hacía una semana se la pasaba mirándolo de lejos, esperando «el momento perfecto» para acercarse. Sin embargo, teniendo en cuenta la casi nula suerte que tiene Min, ese momento no parecía querer llegar. Incluso sus amigos ya estaban empezando a pensar que se volvería uno de los muchos admiradores que el rubio tenía y que terminaban siendo ignorados olímpicamente. Triste final que YoonGi se negaba a tener.

HoSeok lo miró con lástima y NamJoon suspiró con frustración luego.

—Se te irá tu ridículo e imposible enamoramiento en dos o tres días, máximo —habló completamente seguro de sus palabras, concentrándose nuevamente en su almuerzo—. ¿Te acuerdas de BaekHyun?

—¿Quién? —preguntó sin mirarlo.

—Exacto —se llevó una porción a su boca.

—No lo sé Joon, creo que esta vez va en serio... —murmuró HoSeok, viendo preocupado como el pálido casi babeaba—. Ya pasó una semana. ¿Y si realmente queda idiota de por vida por culpa ese niño?

—¿Más idiota? Lo dudo. No te preocupes por eso, Seok —volvió a decir con convicción y miró al alfa—. YoonGi, espero que no olvides que hoy tenemos entrenamiento.

—Sí, ajá... —murmuró aun concentrado en el omega que ahora rellenaba sus mejillas con su comida, tan lindo, parecía una ardilla.

Jung suspiró y también se concentró en su almuerzo.

—En otras noticias —empezó NamJoon, HoSeok le dedicó una mirada de curiosidad—. ¿Saben que se están regando rumores sobre una posible fiesta en la casa de ChaeYoung?

—La verdad no —negó el beta—, me acabo de enterar.

—¿Y qué dicen? La invitación es libre —miró a YoonGi y le dio un ligero golpe en la parte trasera de la cabeza para que prestara atención, al instante este se giró con el ceño fruncido—. Te hice una pregunta.

—¿Sí?, uh... —se frotó la nuca sin saber qué decir—. Paso, siguiente pregunta.

NamJoon tuvo ganas de tirarlo de su asiento para que se le saliera lo idiota, pero no lo hizo, sentía que sería maltrato animal.

—Se oye divertido —comentó Jung—, sólo no quiero que me abandonen a mitad de la noche —agregó con un puchero.

—Fue una vez —se quejó el omega—. Supéralo.

—¡Tengo traumas! —colocó una mano sobre su pecho y lloriqueó falsamente.

—¿De qué estamos hablando?

—Tú no hables y sigue mirando a JiMin —hizo un ademán con su mano—. Harás que me de migraña.

—Te hago caso porque quiero no porque seas tú —se giró pero tristemente ya no había nadie—. ¡Se fue! ¡NamJoon esto es tú culpa! —lo miró mal.

—Claro, porque con mi magia negra hice que le dieran ganas de ir al baño —asintió con una expresión sarcástica—, seguro.

—Sabía que hacías pactos satánicos —lo acusó con los ojos entrecerrados, el omega ahora lo miró aburridamente—. Pero ya que estamos en eso y porque soy un aprovechado, ¿qué tal si haces que se enamore de mí?

—Serían dos millones de wons —mostró su palma, YoonGi jadeó sorprendido.

—¡¿Te crees que cago dinero?!

—¿Quién es el desesperado aquí?

—Oh Dios —se lamentó HoSeok, ¿por qué no podía tener amigos más normales?

—Claramente seguirás siendo el capitán, Min —habló el hombre cuando la pregunta surgió—. Hasta el momento no me has hecho dudar de tu posición... y tus notas tampoco son lo suficientemente horribles.

—Tendrán que aguantarme un poco más entonces —sonrió con un poco de sorna, uno que otro se quejó.

Algunos de los alfas más altos no podían creer que ese enano siguiera en la posición más importante del equipo. Pero aun así, ellos admitían lo bueno que era el peli-azul en cuanto se trataba de estrategia. Si no fuera por él, no habrían ganado el campeonato estadal el año pasado.

Nam logró divisar por el rabillo del ojo la mueca de fastidio que había formado ChanYeol y le dio un leve empujón a YoonGi para que también lo viera, este no se mantuvo callado.

—No te preocupes, Channie —se burló—. Sólo deberás esforzarte un poco más —alguna risas se escucharon, que el alfa fuera un celoso con respecto a la posición que tenía Min no era un secreto para nadie.

Park gruñó y se fue cuando el entrenador les pidió que se dispersaran. YoonGi empezó a botar el balón que le habían dado mientras escuchaba las indicaciones del hombre para iniciar un juego de práctica, los equipos serian al azar y esperaba que ChanYeol estuviera en el rival, sólo para mostrarle quien era el mejor jugador.

De repente, la pelota se escapó de sus manos cuando se dio cuenta de la persona que había entrado recién a la cancha.

—¿Es en serio? —se quejó NamJoon al darse cuenta igualmente mientras levantaba el balón. HoSeok miró la dirección hacía donde estaban concentrados sus amigos y levantó ambas cejas en sorpresa.

Park JiMin caminaba tranquilamente con su mochila sobre su hombro luciendo adorable como de costumbre, su linda carita sonrojándose cuando varios de los jugadores miraron hacia su dirección y una sonrisa tímida se escapó de sus labios. YoonGi miraba como el omega se sentaba en las gradas más cercanas al suelo, una clara sonrisa de idiota pintada en su pálida cara.

—Park JiMin, no puede estar aquí —le dijo el entrenador en cuanto vio los distraídos que estaban sus muchachos, el omega se encogió en su puesto.

—Es que Yeolie es quien me lleva a casa y... y no me gusta irme solito... —murmuró con una sonrisa nerviosa.

Min se agarró el pecho como si le doliera lo lindo que era el chico y Nam viró los ojos, haciendo una mueca de asco por el comportamiento de su amigo. Sí, el chico era lo suficientemente tierno como para tomarlo de las mejillas y besarle toda la cara, pero YoonGi era un exagerado. HoSeok se rió un poco por la reacción de ambos.

—Pero... —el entrenador también era débil ante los ojitos de cachorro del menor, así que luego de un bufido se alejó de él—. Bien, como sea, sólo no los distraigas.

—Sí señor —sonrió en grande.

—Sonríe tan lindo~ —miró a sus amigos, y se topó con la expresión fastidiada de Kim—. ¿Qué?

—¡Todo el que esté mirando a mi JiMinnie, se está buscando un puñetazo! —gruñó el hermano del omega, todos los alfas desviaron al mirada del rubio, algunos silbado como si nada hubiera pasado.

—Ya oíste a Park, deja de mirar al niño —lo empujó NamJoon, Min hizo lo posible por intentarlo pero realmente no estaba oponiéndose mucho a sus impulsos. Kim se vio obligado a tomarlo de los hombros y girarlo hacia el centro de la cancha.

—Bien, que empiece el juego —silbó el entrador.

Todos se colocaron en posición y YoonGi sin saber bien a donde tenía que ir miró a lados. Se distrajo nuevamente con el menor cuando intentó correr hacia el frente, JiMin miraba a su hermano mayor con una sonrisita y seguramente se hubiera mantenido como un bobo hipnotizado si no fuera porque HoSeok lo jaló del brazo.

—Estás en mi equipo, tonto, presta atención —lo zarandeó.

—¿Ah sí? —frunció el ceño.

—¡YoonGi, muévete! —ese seguramente era alguien de su equipo también.

—¡Sí, ya sé! —no sabía.

Finalmente empezó a correr de un lado para otro para intentar tomar la pelota, no sabía bien a quien estaba marcando pero no se iba a detener a preguntar. Cuando vio a ChanYeol completamente solo, una sonrisa se coló en su rostro y corrió directo hacia la canasta. Park se había metido en medio pero no se le fue difícil esquivarlo, escuchó como este gruñía y no pudo evitar sonreírle con sorna, era obvio quien era el mejor.

Saltó y encestó duramente.

—¡Dos puntos para el equipo de ChanYeol! —frunció el ceño automáticamente, ¿entonces él y Park estaban en el mismo equipo?—. Min, ¿qué demonios?

Vio a HoSeok reírse con fuerza junto con varios de sus compañeros y a NamJoon golpearse la frente mientras murmuraba quien sabe qué. Sintió un golpe en su hombro derecho y levantó la mirada para encontrarse con el alfa orejón, ChanYeol lucía bastante entretenido con lo que ocurría.

—Canasta equivocada —se burló y siguió caminando.

La sangre subió hasta su rostro en cuanto se dio cuenta de lo que sucedía y automáticamente miró al omega sentado en las gradas, este se reía bajito tapando su boca con sus manitos y con sus ojitos convertidos en dos finas y adorables líneas. Rogó que la tierra lo tragara y corrió con la cabeza gacha hasta el otro lado de la cancha para recuperar el balón. Su alfa se sintió tan humillado que, si tuviese cola, la tendría entre las patas en ese momento.

Bien, todo bien, no podía dejarse llevar por la vergüenza de todo el asunto. Sólo era un jodido alfa con una jodida mala suerte. Miró con rabia contenida a ChanYeol y lo bloqueó lo mejor que pudo, saltó cuando vio la oportunidad y golpeó la pelota para arrebatarla de sus manos. HoSeok la tomó y corrió directo hasta la canasta del equipo contrario, YoonGi lo siguió y atrapó el balón en cuanto se lo lanzaron. Esta vez no iba a cometer el mismo error.

Se preparó para lanzar y por segundos se preguntó si sería muy cliché mirar al omega y gritarle que le dedicaba la encestada que estaba a punto de hacer. Aunque no sería bueno si lo espantaba, JiMin lucía como alguien fácil de asustar. Oh, eso era tan tierno... Pero sí, aún no habían intercambiado palabra alguna, seguro el omega lo vería como si estuviera loco y perdería oportunidad alguna con él.

¡Cierto, tiene que encestar!

—¡Vamos, Yeolie!

Y no, Min YoonGi no pudo resistirse a mirar al dueño de la dulce y adorable voz que resonó por la cancha. Tampoco se dio cuenta del chico que venía a toda velocidad hacia su dirección, y lo siguiente que pasó fue que estaba tirado boca arriba en el suelo con la espalda doliéndole por el golpe. 

Como un alfa que se respeta seguro se hubiera levantado para golpear al idiota, pero él no era uno de esos y prefería lloriquear en el suelo porque le había dolido hasta la consciencia.

—¡Oye, idiota, esto es Basketball no Fútbol Americano! —escuchó la voz enojada de NamJoon, también creyó escuchar al entrenador pero su cabeza estaba dando las suficientes vueltas como para concentrarse en eso.

Escuchó pasos rápidos y el rostro de su amigo beta se presentó frente a él.

—Vamos, levántate —HoSeok lo tomó del brazo y lo ayudó a ponerse de pie—. ¿Estás bien?

—Creo que sí —se quejó un poco, el golpe le había sacado el aire.

Logró ver como el entrenador reprendía a Park por el ataque, incluso NamJoon estaba cerca seguramente para defenderlo, pero el hombre no le dejaba hablar. Jung lo ayudó a caminar hacia las bancas y una vez sentado, se permitió mirar al om... ¡oh Dios! ¡JiMin estaba caminando hacía su dirección!

Tomó con fuerza lo más cercano que estaba a él y HoSeok chilló porque YoonGi estaba pellizcando su brazo.

—¿E-Está bien? —casi sintió que se le iba el aire otra vez—. Mi hermano es demasiado tosco, lo siento mucho en su nombre. ¿Le duele mucho alguna parte del cuerpo? ¿Cree que necesita ir a un hospital? —preguntaba genuinamente preocupado y Min sólo ponía pensar en lo bonito que era su rostro de cerca, y de lejos también, desde todos los ángulos posibles JiMin era bonito.

—Eh... y-yo... sí... bonito... —mostró su adorable sonrisa.

—¿Eh? —miró con el ceño fruncido y las mejillas sonrosadas a HoSeok, este retuvo una risa escandalosa.

—No te preocupes, él es así de tonto todo el tiempo —se sobó el brazo por la reciente agresión de su amigo.

JiMin abrió la boca para preguntar alguna otra cosa pero en ese momento ChanYeol lo llamó.

—Uh, me tengo que ir, lo siento mucho, de nuevo —le sonrió ligeramente a YoonGi y se dio media vuelta para irse con su hermano, seguramente el entrenador lo había echado hasta el próximo entrenamiento.

NamJoon caminó hacia ellos y el pálido aun no borraba su sonrisa de idiota, mirando el mismo lugar en donde había el lindo omega. ¡Park JiMin le había hablado! ¿Qué tan afortunado podía considerarse ahora? ¿Acaso el destino estaba cambiando las cosas a su favor?

—No puedo creer que hayas tenido al niño bonito justo al frente, ¿le dijiste algo medianamente entendible?

Y en ese momento, YoonGi pareció darse cuenta.

—¡Actué como un completo estúpido frente a él! —gritó con pánico, HoSeok asintió y se alejó un poco para evitar otro pellizco—. ¡Debe creer que tengo problemas!

—Hey, no insultes a las personas con problemas —reprendió el más alto de los tres.

—Bueno YoonGi, mira el lado positivo —le sonrió HoSeok—. Al menos pudiste tenerlo a menos de dos metros de distancia.

—¡Pero no le dije una palabra con sentido!

—Le dijiste "bonito".

—¡¿En serio?! —su rostro se volvió rojo y Kim se carcajeó.

—Amo ver como pasas pena —comentó el peli-rosa.

—¡Esto no es gracioso NamJoon!

—Oh, vaya que lo es —Jung lo miró mal—. ¿Qué? Tú también te estas riendo.

—Sí, pero al menos disimula un poco —YoonGi gruñó por el comentario.

—Ustedes...

—Min, ¿estás en condiciones de seguir con el entrenamiento? —miró al hombre después de haber sido interrumpido y asintió de inmediato, este llamó la atención de todos con un aplauso y un silbido—. Bien, póngase en equipos otra vez.

—¿Estás seguro de eso? —Nam enarcó una ceja, viendo a su amigo levantarse con algo de dificultad.

—Sí mamá —movió su mano como si no fuera importante.

Aunque YoonGi ciertamente no estaba en condiciones, en su cabeza todavía estaba la brillante imagen de Park JiMin justo frente a él, mirándolo con sus adorables ojitos fruncidos en una mueca de preocupación y con su abultadas mejillas rojizas. De hecho, el entrenador le recomendó irse a descansar ya que un pelotazo le había caído justo en el rostro y él no pareció haberse dado cuenta de que el balón iba hacia él sino hasta que cayó al suelo adolorido.

HoSeok miró a NamJoon mientras Min abandonaba la cancha, y el moreno empezó a pensar que esa no sería cosa de una sola vez.

Dibujo hecho por: Nza_art
Puedes encontrarla con ese mismo nombre en Instagram.  

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