Me encanta dar paseos nocturnos sola, escuchando mi música y mirando las hermosas estrellas.
Joder, como me gustan las estrellas.
Esta noche es diferente, me siento tan afortunada, me acaban de regalar una cámara genial y he decidido salir a fotografiar las estrellas.
Mis dos aficiones favoritas juntas, nada puede salir mal esta noche...
Eso es lo que pensaba hasta que escucho venir una furgoneta detrás de mi, reduciendo cada vez más la velocidad.
Acelero el paso, mi respiración se agita y la furgoneta está cada vez más cerca.
Miro la calle, joder, esta vacía.
Decido acelerar un poco más el paso y empiezo a sudar.
No es sudor por el esfuefzo, sino por el mero síntoma del miedo.
Veo una calle que es dirección prohibida y decido ir por ella ya que la furgoneta no podrá pasar por ahí.
¿Sera una paranoia mía?
No, no lo es. Un hombre se ha apeado de la furgoneta y me sigue.
Joder, empiezo a correr. Mi cámara cámara se cae al suelo y se rompe, empiezo a llorar, el hombre está cada vez más cerca y....
Menos mal, una pareja me ha visto y han venido a ver que pasaba.
El hombre sicue caminando como si nada y yo me derrumbo ante dos desconocidos que me acompañan a casa.
Podría haber desaparecido esta noche....
Es vergonzoso que mujeres tengan que pasar por esta situación y todavía se las culpe a ellas por andar solas a altas horas de la madrugada. ¿De qué vais?