Capítulo 4: ¿Chara?
Narra _____:
Luego de el "incidente" todos volvimos a ser cómo antes a excepción de que yo estaba incluida. Luego de un rato, me di cuenta con quién hablé... Quien me ayudó.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro y mis ojos se iluminaron.
—¡¡¡METATTOOOOOOOOONNNNN!!! -Grité al fin. Todos me miraron extrañados, y yo me acerqué al mencionado. - Mettaton... -Me puse nerviosa. Sabía que estaba con mi ídolo.- Y-Yo... Ehm... -Todas las miradas se posaban en mi, quien se sentía más incomoda a medida pasaban los segundos-
—¡Solo confíesate y listo, se acabó! -Dijo Undyne, me encogí tratando de hacerme más pequeña, Alphys la reprendió-
—Ya volvemos, sigan sin nosotros. -Avisó el androide y me sacó de ahí, llevándome afuera donde estaba algo oscuro, debido a la noche- ¿Que pasa, Cariño? -me preguntó finalmente.-
Narra la calcula- Digo, Mettaton:
Por alguna extraña razón, sentía que _____ se me confesaría. Es obvio, nadie puede resistirse a mis encantos, no la culpo. El punto es que... Ella no me gustaba, y no quería rechazarla tan bruscamente.
—Mira, ____, no es por hacerte daño pero...-
—Gracias... -Dijo bajando la mirada- Me costó tiempo reconocerte. Con tantos problemas y pensamientos, se me había olvidado... -Sonrío levemente- Pero... Gracias. Gracias a ti, yo me sentía bien. En las ruinas, cada vez que veía tu programa, me sentía feliz. Era lo único que me animaba, no importaba cual fuera el programa, siempre amaba ver cada uno de ellos... Me sentía feliz. -Culminó sonriéndome ampliamente- Muchas gracias, Mettaton.
Esa sonrisa... Vaya, esta chica... Me ha caído bien. Le devolví la sonrisa, y la abracé.
—No hay de qué, dulzura. -sonreí- Aunque, en realidad pensaba que te ibas a confesar. -Reí un poco. Ella se apartó del abrazo e hizo un berrinche.
—¡Claro que no, idiota! -trató de pegarme, pero al final fue ella quién salió lastimada. Me reí ante sus actos.- ¡No es gracioso! -Me dijo, y reí más fuerte. Luego de unos segundos, ella comenzó a reír conmigo.
(...)
Narra _____:
Todos se habían ido, y yo estaba durmiendo en el sillón de la casa de los esqueletos. Sin embargo, con las luces apagadas y todo oscuro no sé podía ver nada y un sentimiento inquietante se apoderó de mí. Me sentía observada.
Traté de dormir, y en cuanto logré hacerlo... Algo me habló.
«Anda, deja de mentirte a ti misma. Ambos sabemos que ellos no te quieren. ¿Por qué no acabas con esta mentira de una vez? ¡Mátalos! ¡Mátalos a todos! Así no te mentirán otra vez, diciéndote que eres importante, cuando es mentira.»
No. No haré eso. Ellos... Me quieren. Yo lo siento así. ¿Quién eres tú?
«Yo soy...»
¡______!
Su voz me llamaba. Nunca antes la había escuchado.
¡______! ¡Despierta!
Desperté agitada y me sobresalté a ver a un Papyrus preocupado al lado de donde me encontraba. Toqué mi mejilla, estaba mojada. Sabía que estaba mojada, porque había llorado.
—¿¡ESTÁS BIEN?! -Me preguntó el menor, yo solo asentí.-
«Piensa mi oferta. Cuando quieras, solo llámame. Mi nombre es Chara.»
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Cabe aclarar que Chara aquí es un chico.
Continuará.
—HaruF.