Decidimos ir caminando pues no teníamos mucha prisa y por que tal vez sólo tal vez yo tenía un poco de miedo; mientras íbamos caminando Zac iba algo distraído y a pasos torpes, tropezó con una trampa y término colgado de un enorme árbol, empezó a sonar una campanita que me lastimaba los oídos y enseguida aparecieron unas personas alrededor nuestro.
—¿Quiénes son y que hacen en este lugar? los humanos no pueden entrar —me gritó una mujer pelirroja con ojos del mismo color.
—N...no somos humanos somos...—¿que le decia?
No podía decir que éramos o nos matarían a los 2 pero me llegaba un olor familiar proveniente de esas personas, no traían armas pero se me figuraban muy peligrosas por alguna razón.
—Oye niña responde ¿que son? —la mujer se desesperaba.
—¿Qu...que son ustedes y porque tienen trampas? ¡bajen a Zac ahora!—exclamé.
—Nosotros somos los dueños del lugar somos...Vampiros- justo lo que tenía que dijera
Cuando Zac escucho eso sacó sus garras y cortó las cuerdas que lo sujetaban al árbol haciéndolo caer al lado de mi
Ahora entiendo ese olor lo percibí cuando era apenas una bebe en la guerra de lobos contra vampiros, ese detestable olor a sangre humana brotaba de sus cuerpos pero no les podíamos decir que somos lobos o nos matarían de un golpe
-un placer coincidir con ustedes asquerosos vampiros yo soy Zac soy un...- Zac pensó bien antes de decir que era un hombrelobo
-¡¿que dijiste mocoso?!- la mujer sacó sus colmillos
- debe perdonar a mi compañero el esta un poco cansado y será mejor que nos vayamos de aquí- fulmine a Zac con la mirada
Parece ser que ella ya había percibido nuestro olor a lobo así que tome a Zac del brazo y salimos corriendo