Unas locas vacaciones.

By omgisbizzle

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Unas locas vacaciones.
Prólogo.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.

Capítulo uno.

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By omgisbizzle

(Punto de vista de _______)

-¿En serio, 6 horas de viaje? –pregunté alzando una ceja.

Mi mamá se cruzó de brazos y frunció el ceño.

-Siempre andas quejándote por todo –dijo sin aflojar su ceño fruncido.

-Vamos, una sonrisa a papi –dijo mi papá haciendo muecas.

-Me desagradas, papá –dije cruzando mis brazos.

Mi papá alzó sus cejas en tono de sorpresa. Estaba segura que él no se había esperado eso nunca, era por eso que ahora fruncía su ceño y de seguro, ya iba a comenzar a regañarme.

-No me interesa que tengas para decir, solo voy a avisarte que si no tienes tus maletas hechas para mañana, iras sin maletas, pero que vas, vas seguramente, señorita malcriada.

Mi mamá se quedó en completo silencio, mientras mi papá seguía hablando. No pregunten que es lo que decía, yo simplemente veía como las agujas del reloj avanzaban, dando vueltas una y otra, y otra vez.

-… porque aún eres menor de edad.

-Bueno.

-¿Siquiera escuchaste algo de lo que dije?

-Si, todo, papá. ¿Ya puedo subir a mi habitación?

No dijo nada, solo bufó y salió de la sala. Mi mamá me reprobó con la mirada y lo siguió. Tome eso como un “Si, hija hermosa, puedes ir a tu habitación”.

-Estúpidos –dije entre dientes mientras subía las escaleras.

Al entrar a mi habitación, me tendí en la cama y tomé mi teléfono. Tres llamadas perdidas de Caitlin y otra del enano, su hermano. Marqué su número y la llamé.

-¿Para qué llamas, mocosa? 

-Solo quería saber si estás tan emocionada como yo –dijo felizmente.

-Si, no sabes –sarcasmo encendido.

-¿Por qué eres así? Va a ser genial, lo prometo. Mamá me dijo que allí iban de vacaciones cuando tu mamá la invitaba de pequeña.

-Lo sé.

-¿_______? Dime que no volviste a pelear con tus padres.

-¿Cómo es que sabes todo?

-Soy tu mejor amiga, perra. Siempre voy a saber todo.

-Bruja.

-Cállate.

Nos quedamos en silencio por un buen rato, hasta que Cait rompió en una carcajada que me quitó una leve sonrisa.

-Hace mucho no nos divertimos en extremo.

-Si, ¿dónde quedaron esos tiempos?

-Yo digo que estas vacaciones, sean lo máximo.

-No podrá ser, Cait.

-¿Por qué? –preguntó amargada.

-El inútil más inútil de la historia también irá.

-Oh, vamos, _____. ¿Es qué todavía no te acostumbras? Sabes que lo vas a ver siempre, o por lo menos, hasta que te cases y ya no vayas a las juntadas de “amigos de la infancia” de tus padres.

(…)

(Punto de vista de Justin)

-¿Cuándo van a entender que no la soporto? Me da alergia estar cerca de ella, no puedo ir.

-Justin… -dijo mi madre enojada.

-Mamá, por favor, no me obliguen.

-Son las últimas vacaciones en las que vendrás con nosotros, ya desde el año que viene, puedes hacer lo que quieras.

-Oh, vamos –alcé la vista hacia el techo-. Tengo dieciocho.

-¿Y eso qué?

-Soy legal, ya no dependo de ustedes.

-Bien –ahora mi papá entraba en la conversación-. Has lo que quieras, no vayas, pero te quedas sin auto.

-No, no, no –chasqueé la lengua-. ¡Papá, lo prometiste!

-Entonces te vas con nosotros y no se discute.

-¿Pueden pedirle al tío Josh que deje a _______ en casa de alguna amiga?

-Justin –me regañó mi mamá.

-Entendí, doña insoportable va si o si.

-Es su casa vacacional, puede ir cuando quiera.

-Bueno.

-Justin –volvió a regañarme.

Fruncí el ceño y me crucé de brazos.

-Compórtate, es lo único que te pido.

(…)

Josh y Mary, Jeremy y Pattie, se habían puesto de acuerdo para no decir nada sobre las vacaciones a sus hijos, hasta el día anterior a irse, para evitar berrinches, peleas entre ellos, discusiones y demás, cosas que ya sabían que ocurrían. 

Ahora Justin y ______, hacían sus maletas. ______ con música de su banda favorita y Justin, bueno, Justin tomaba una camisa, la arrugaba hasta hacerla una bola y la metía dentro de la maleta.

(…)

(Punto de vista de ______)

Luego de seis malditas horas dentro del automóvil, estaba exhausta y necesitaba una ducha, más cargar mi teléfono, más ir al baño, más estirar mis piernas. Tenía el trasero plano de tanto estar sentada. Estaba harta de estar arriba del automóvil estúpido ese.

Bajé del auto y alcé los brazos al cielo mientras me estiraba un poco. Todos los demás comenzaron a bajar de sus autos y observaban el paisaje y la enorme casa.

-Es una vista hermosa, Mary –dijo la mamá de Ryan más feliz que un niño.

-¿Viste? Montaña y lago, lo más hermoso.

-Si como no –murmuré por lo bajo.

Un estornudo en mi oído, me hizo sobresaltar y pegar un grito al mismo tiempo. Todos voltearon a verme, mientras que yo volteaba a ver al responsable de mi susto.

-Perdona, es que algo me dio alergia –y volvió a estornudar. En mi cara-. Creo que eres tú y tu perfume barato.

Entrecerré los ojos y puse los brazos en jarra. Justin rió.

-Mira, Justino… –comencé.

-¡______!

-¡Justin!

Mi mamá y Pattie llegaron antes de que pudiéramos hacer algo demasiado agresivo.

-Es ella mamá –dijo como muy inmaduro que es.

-Claro, yo le doy alergia –presioné mis labios y luego largué una sarcástica risotada -. Eres patético, Justino.

-No me digas Justino.

-Es tu nombre, ¿Cómo quieres que te diga?

-No es mi nombre, enana.

-¿Enana? Pff… ese eres tú, Justino.

-¡Listo! –dijo mi mamá y me tomó por el brazo para alejarme de ahí-. ¿Es qué ya vas a comenzar?

-Fue él, mamá.

-______, escúchate, pareces una niñita.

Fruncí el ceño y me zafé de su agarre. Abrí el maletero del auto y saqué mis dos maletas. Necesitaba entrar a esa maldita casa, ir a mi habitación y dormir, por lo menos, veinticinco horas y media.

-______, muéstrale la casa a Cait, Chris, Justin, Payton y Ryan –dijo mi papá cuando yo iba entrando.

Volteé a verlo y rodé los ojos, me miró severamente entonces fingí una leve sonrisa.

-Vamos, Ry, Chris, Pay y Cait.

-Y Justin –dijo él mientras se paraba a mi lado.

Vi como mis padres me observaban atentamente, así que no dije nada y abrí la puerta de la maldita casa de verano.

-¿Te ayudo con tu maleta, ______? –preguntó Chris.

-Ow, gracias, tierno –le sonreí.

Y claro, el Justino tenía que hacer un comentario.

-Nunca te había visto sonreír.

-Ja, ja, ja, eres la diversión en persona, Justino.

Entrecerró sus ojos y me sacó la lengua.

-Justin, no Justino.

-Justino, Justina, como sea.

-¡No es divertido!

-¡Justin, basta! –gritó Jeremy.

-Si, Justin, ya basta –le dije por lo bajo y entré a la casa.

Encendí las luces de la sala mientras todos los demás entraban. Dejamos las maletas al costado de la puerta y decidimos que íbamos a subirlas, cuando ya hubiéramos arreglado las habitaciones.

-Empecemos por la planta baja –les dije y comencé a caminar-. Esta es la sala.

Les mostré el comedor, la sala, cuatro habitaciones de abajo y la cocina. Luego salimos al jardín, donde estaba la hamaca, los árboles que yo solía trepar cuando pequeña y mi hermosa casa del árbol. Blanca y rosa, como a mí me gustaba. Llena de mis muñecas favoritas, mis juguetes más cuidados. Aunque ya no la usaba, siempre se mantenía como había estado para cuando yo era chica.

-¿Es tu habitación?

Christian y Ryan rieron. Me di la vuelta para fulminarlo con la mirada y luego, al pasar por su lado, lo golpeé con mi hombro. Volvió a reír, solo para molestarme.

-Solo bromeaba, vamos, puedes reír de vez en cuando.

-¿Contigo? Pero por favor, no seas estúpido, Bieber.

Se mordió el labio inferior mientras me hacía burla y viraba los ojos. No se veía divertido, en serio.

Entramos a la casa y subimos a la segunda planta. Ahí había tres habitaciones más. Mi habitación seguía como siempre, la chica de limpieza la mantenía siempre en orden, eso me gustaba.

-Tú no puedes entrar aquí –me coloqué en el hueco de la puerta-. Está limpio, tú eres mugre.

-Ja, ja, si, claro –me empujó y entró-. La mugre eres tú.

-No lo creo.

-Pues créelo.

Nos organizamos para dividir las habitaciones. Nosotros cinco íbamos arriba y los padres abajo. Aunque Jazmyn y Luke, también iban abajo. Jazzy con sus padres y Luke con los suyos.

Me encontraba doblando la ropa y metiéndola dentro de mi armario, cuando sentí a Caitlin hablar con Ryan en el pasillo.

-No, no, basta –rió-. Ry, en público no –susurró.

-No estamos en público –rió.

-Bueno, pero no me beses.

¿Se estaban besando? Mi mejor amiga, no me había contado nada.

-Ya, ya, suelta.

-¿Dormirás conmigo?

-Si logras sacar a Justin de la habitación, si.

-Duerme mucho, no se dará cuenta.

-A que si.

-A que no. Está muy ocupado soñando con las maldades que va a hacerle a ____.

-Ya, en serio. Sácalo de la habitación y dormiré contigo.

Bien, iban a tener sexo en mi casa de verano. Definitivamente, no iba a poder dormir en mi habitación, sabiendo que Ryan y Caitlin iban a estar intimidando en la habitación de al lado.

-¿Qué pasa aquí? –gritó Payton.

Reí. Seguro los había atrapado besándose. 

Bueno, todos sabíamos que Caitlin y Ryan, desde siempre se habían gustado. Pero cuando por fin decidían comenzar una relación, no se lo contaban a nadie. A diferencia de Christian y Payton, que al primer día de haber comenzado a salir, ya lo sabían hasta los asiáticos. Y como siempre que formaban parejas, porque hasta Luke y Jazzy parecían novios, Justin y yo, quedábamos solos. Pero claro, la gente ya tenía que comentar que hacíamos linda pareja, que nos veíamos lindos juntos, aunque por dentro Justin y yo, nos odiábamos más que nadie. Yo si estaba sola, él no. Siempre tenía alguna chica con la que jugar, una de las razones por la cual lo odiaba. 

-… lo dijo así –rió.

Volteé a ver hacia mi puerta y Payton estaba allí.

-¿Qué?

-¿No me estabas escuchando, bastarda?

-No –guardé una falda en el armario-. Disculpa, estaba pensando en otra cosa.

-Bueno, ¿quieres que te cuente o que?

-O que.

-¡Hey, no es gracioso! –rió.

Le sonreí y seguí doblando y guardando mis prendas.

-¿Me cuentas o no?

-O no.

-Ja, ja, ja –le mostré la lengua-. Vamos, te escucho.

Comenzó a decir pavada tras pavada, luego habló de Chris y luego comenzó a contarme sobre Caitlin y Ryan.

-Para mí que están saliendo o algo. Eres la mejor amiga de Cait, cuenta –se acomodó en mi cama.

-No lo sé, Pay. Escuché una conversación, pero no lo sé.

-Cuéntame, perra.

(Punto de vista de Justin)

-No, Ryan, estoy cansado.

-Por favor, solo te pido que duermas con las chicas.

-Estás loco.

-No, enamorado.

Reí y le tiré un par de medias por la cabeza.

-Vamos, solo te pido que te vayas a dormir con Chris y Pay.

-No, no y no. ¿Crees que voy a poder estar en la misma habitación que ellos dos? En serio, no quiero presenciar una escena porno.

Rió y me devolvió el par de medias. Lo guardé en uno de mis cajones mientras negaba con la cabeza.

-Por favor.

-No.

-Justin, es con ellos o con ______.

-¿Con la enana revoltosa? Menos que menos. Aparte, ni siquiera quiere que entre a su habitación.

-Bueno, en la casa del árbol.

-Voy a morir de frío.

-Exagerado.

-No me voy a ir, Butler.

Ryan frunció el ceño y salió de la habitación, azotando la puerta con toda su fuerza.

-Imbécil.

La puerta volvió a abrirse y vi a la mocosa frente a mí.

-¡No vuelvas a golpear la puerta de ese modo!

Reí y seguí desempacando.

-En serio, Justino.

-Bla, bla, bla.

-Bieber, mi mamá se enoja conmigo cuando se rompe algo. Más te vale que dejes de azotar las puertas, imbécil.

Salió de la habitación y dejó la puerta abierta. Por diversión y porque amo molestarla, azoté la puerta y volví a lo que hacía antes.

-Yo te mato, Bieber.

-Tú no matas ni una mosca.

-Ahora verás.

Quise darme la vuelta, pero ya la tenía sobre mí y ambos estábamos sobre la cama.

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Bueno, este es el capítulo uno:) Quería decirles, que la novela no es mía, es de Martina Buteler, así que todos los créditos van a ella.

Pongan votos y comentarios, pls♥.

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