Medio kilómetro de distancia

By iwillsaveyoutonight

1.4M 109K 52.4K

¿Qué pasa cuando un ángel pierde la memoria, se topa con un demonio y cae? ¿Quién cambia a quién? Una mentir... More

Sinópsis
Relación tóxica
Epígrafe
Para ti
Prefacio
Capítulo 1
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capitulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
9. El comienzo
10. ¡Por un demonio...
11. ... lo que faltaba!
12. Nutella con fresa.
13. Diabólica tentación
14. Las rosas son rojas.
15. El juego de Victorious
16. ¿Por qué lanzas tus misiles?
17. Círculo vicioso | Parte I
18. Círculo vicioso | Parte II
19. Yo fui tuyo y tú mía
20. Sucesos inesperados.
21. Maritza Engel.
22. Perfume barato
23. Se cierra un capítulo
24. El primer día sin Katherine
25. Lluvia de espuma | Parte I
26. Lluvia de espuma | Parte II
27. El baúl de los sueños
28. Tres sobres de azúcar
29. Calle de ensueño
30. Solo quédate con él si...
31. Te sigo amando, Maritza.
32. La nostalgia es un perra
33. Elévame hasta tocar el cielo, Luca
34. ¿Y qué es lo que quieres, Luca?
35. Buena mierda
36. Triángulo amoroso
Cien mentiras
¿Dónde mierda está el sol?
37. Sal en la herida
38. ¿De dónde te conozco?
39. Chanaje
40. Y vuelve el perro arrepentimiento
41. Un cigarillo y dos corazones rotos.

42. Whisky y malas decisiones

3.1K 309 181
By iwillsaveyoutonight

Cuando decidí seguir a Nick mi mente no estaba conectada con nada en sí, no pensaba nada estaba como en el limbo y agradecí que mi acompañante no fuera de esas personas que dicen cualquier cosa para hacerme sentir mejor; me dio mi espacio y el silencio fue agradable.

Ni siquiera se como llegamos aquí, pero reconozco el lugar para mi fortuna. Es un lindo antro donde ponen música muy buena, existe gente que se relaja oyendo música agradable, yo en este momento solo quiero música ruidosa que no me deje oír mis pensamientos.

Nick y yo no hablamos mucho, solo tomamos buena cerveza y bailábamos como si nos conociéramos de siempre y él no fuese un delincuente.

Tampoco se que hora son, supongo que tarde porque varia gente esta dejando el lugar, tampoco se cuando he bebido pero se que mucho pues veo a Nick muy atractivo, de verdad que sí, aunque no como Nate, ni siquiera un poco.

Nate

¿Que estará haciendo? ¿Estará hablando con Maritza? ¿Estará con alguna tipa bebiendo algo? ¿Estará pensando en mi siquiera un segundo en medio de su fiesta nocturna?

Mierda, me pone mal pensarte.

Suspiro.

—Creo que deberíamos irnos —le grito a Nick cerca de su oído por el sonido de la música, él chasquea su lengua y pone cara de molestia. Casi le reviento el tímpano.

—La estamos pasando bien, no hay prisa —explica quitado de la pena.
La verdad es que tampoco tengo ganas de irme, solo lo dije para no sentir culpa cuando llegue tarde.

Veo a mi alrededor y veo pura gente feliz bebiendo y sonriendo como si no hubiera mañana, entonces también lo hago, camino al medio de la pista y me dejo llevar mientras bebo mi botella de cerveza. Me siento libre y en paz, como si no hubiera dolor alguno. Desearía que mamá estuviera aquí y pudiera sentirlo.

Siento un pinchazo en el estomago y respiro hondo para no vomitar, seguramente me moví mucho.

Me inclino en una mesa cercas del lugar y trato de enfocarme solo en un punto; veo a un chavo bailar con una chica junto a él, bailan y se ve que tiene una conexión increíble como si ambos encajaran el uno con el otro. Ella lo abraza y besa, lo ve con tanta admiración. Ambos se ven ridículos y empalagosos.

Y me llego, me llego el sentimiento de lo que Nathan y yo jamás seremos. Dolió y esta vez ni siquiera intente retener mis lagrimas.

Camino a la pequeña barra que estaba al final de la discoteca y me senté, pedí un whisky doble sin importar lo ebria que ya estoy.

Odio el whisky, pero es su bebida favorita.

Maldito hijo de puta, creí que te había superado. Realmente me convencí a mi misma que fuese lo que fuese que haya pasado, no merecía ni siquiera recordarte pero al verlo esta noche solo exploto todas las emociones que tenía comprimidas.

Desbloqueo mi celular como puedo, ingreso a instagram y lo taggeo, veo sus historias y no hay nada, sin señales de vida y como si fuese una loca, entro al perfil de todos sus amigos cercanos a ver si hay alguna señal de él. Y busqué y busqué, hasta que encontré.

Es una foto que subió Tyler hace 45 minutos, salen un grupo de chicos entre ellos Nate tan guapo y con sonrisa de que te va a joder la vida… para desgracia de mi corazón Maritza sale a la otra orilla de la foto lejos de Nate, pero en el mismo lugar que él.

Yo misma me apuñale.

Siento unas nauseas y picazón en las manos que no me dejan pensar con claridad.

Lo dudo una sola vez: desbloque a Nate de WhatsApp y rápido tecleo un mensaje. Se que me voy arrepentir pero no ahora.

“Entonces no fue verdad nada ¿no? Tan fácil y tan sencillo dejarme a un lado"

Enviar.

Pido otro trago igual y ya ni siquiera siento mi garganta quemarse. Volteo para ver si encuentro a Nick para que ya me saca que aquí pero lo veo muy alegre bailando con unas niñas muy bonitas.

Al menos alguien se divierte aquí.

Siento vibrar mi celular por la notificación de mensaje, no se si sea él pero mi corazón se acelero demasiado. En un nanosegundo todos mis alarmas se encendieron.

“¿Katherine?

¿Qué mierda es esa respuesta? Ni siquiera le respondo, solo lo dejo en visto.

Me tomo lo último que queda de mi trago y estoy decidida a largarme de aquí así el taxi me cobre una cantidad inmensa de dinero.

Quería ir a despedirme de Nick sin embargo no lo veo, por más de que volteo a mi alrededor, seguramente también me dejo por otra chica. Idiota.
Suspiro.

Al salir el aire fresco de la noche me caí bien, me hace sentir viva.

Al ver la calle sumamente sola y oscura, uno de mis sentidos dice que no es buena idea el terror se apodera de mí. Si bien no ando muy escotada ni acorde al lugar igual me siento muy vulnerable ante la situación.

Dios, ¿Qué hago?

“¿Dónde estas?”

Nathan. Ahora no, hijo de puta.
Supongo que el aire ya empieza afectarme un poco porque siento como si el piso se hundiera. Me siento a un costado de las escaleras que tiene la salida de la discoteca y me sostengo fuerte del tuvo. Fuera de todo lo malo de hoy, es una muy bonita y solitaria noche.

Miro mi celular y marcan las 3:07 de la madrugada.

Nate Daniels te ha enviado un mensaje.

Por favor, por favor no lo abras Kath, vas a caer; él no te quiere.

Abrir.

Miro con asombro la fotografía que envió, no tiene descripción ni nada pero no la necesita, es una foto de su antebrazo con un tatuaje de un koala pero no se ve nada tierno, se ve salvaje y bastante sexy diría yo.

Al ver que estoy en línea y no contesto manda otro mensaje.

Di algo”
“¿Dónde estas?”
“Estoy tan ebrio”

De verdad que soy una estúpida porque siento emociones dentro de mí, pero no malas sino lindas.
En serio ocupo terapia.

Aún así tomo todo mi autocontrol e intento no responderle. Pago los datos de mi móvil.

—Te estuve buscando —miro a Nick por encima de mi hombro, su voz suena tranquila pero sé que esta algo molesto—, pensé que te habías ido; es peligroso andar sola por ahí.

Se sienta a mi lado y ambos miramos a la nada.

—Lo sé, por eso no me fui.

El silencio se apodera de nosotros, al menos el sonido lejano de la música amena el momento.

—La esta pasando mal, ¿cierto? —siento su mirada puesta en mí, siento que si se la de vuelvo voy a echarme a llorar y ni siquiera se en concreto porqué.

Por favor no llores.

Suspiro y me limito a mover mi cabeza. Sí, la paso mal.

—Estaré bien —me animo a mi misma—, siempre lo estoy.

Al llegar a casa lo hacemos sin hacer mucho ruido no queremos que mamá me vea y me mate aquí mismo. Para mi fortuna haber parado para comer unos hot dog en la calle antes de llegar fue buena idea para que se me bajara un poco lo tomada, ya estaba hecha polvo. Nick no dice mucho al despedirse, más que un clásico “hasta luego” seguido de un choque de puños.
Imbécil, aún recuerdo que me asaltaste.  

Sonrió por lo divertido de la situación.

—Y yo creyendo que me extrañas y tu llegando hasta hora con un grandísimo hijo de puta —esa voz, esa maldita voz—, siempre un paso delante de mí, ¿No, Katherine?

Giro sobre mis pies y lo miro a unos metros de mí. Esta serio con la quijada dura, sus ojos color miel se ve tan bonitos cuando estas así de encendidos.

—Es un amigo —le respondo con desdén. Me cruzo de brazos y solo Dios sabe cuanto me contengo para correr abrazarlo y olvidarme de todo por unos segundos—. ¿Qué haces aquí Nate?

Al parecer él también quiere un momento de paz pues se aspecto se relaja en automático y avanza hacia a mí de manera tranquila.

Me extiende una bolsa negra y al tomarla, un poco dudosa, saco del interior un agua mineral, él toma la otra que había ahí. Ambos nos vemos sin saber que decir, supongo que tenemos miedo la reacción que tenga el otro.

Al pasar unos segundos que parece horas, me hace una seña con su cabeza que lo siga. Llegamos hasta la parte trasera de mi casa y nos sentamos en el suelo del gran árbol que tenemos plantado ahí.

El sonido de los grillos y la tranquila noche se siente bien. Nos quedamos solo bebiendo agua y disfrutando la compañía del otro, aunque se que es irreal.

No sé que decirle o que hacer, me dolió mucho todo lo que paso, las cosas que me dijo y lo idiota que me hacía sentir pero mi corazón aún late por él.

—Lo siento —su voz suena ronca, sentí como un electrochoque dentro de mí—, por todo. Sinceramente no se que decir.

Aún trato de entender que nos paso, no creas que no lo hago. Solo es que siempre he sido un imbécil, Maritza fue la única chica con la que tuve una relación realmente y, por un momento pensé, que tal como ella tu me pasarías por alto todo. Y no me justifico solo que me asusté y no supe actuar de buena manera.

Quisiera decirle algo, pero no sé qué, no voy a decirle que lo perdono porque no es así en mi corazón aún siento todo lo que me hizo, tampoco voy a sentir compasión u olvidar.

—Sé que te rompí el corazón —continúa, miro hacia otro punto más lejos porque ya empezaron a picarme los ojos—, y sentí que también lo hacia con Maritza y ella tampoco se lo merece, entonces yo…

—¿Y yo sí? —Interrumpí, el solo escuchar el nombre de ella hizo que soltara veneno—, te fue más sencillo sacrificarme a mí.

Me paro tan rápido como puedo e intento entrar a casa pero su fuerte mano me toma por la cintura y me jala hacia él. Estoy tan cerca de él que siento su respiración agitada sobre mí, tiene los ojos tan rojos como yo y la desesperación y angustia cruzan por su iris.

—Me he odiado todos los días por eso.

—¿Entonces por qué? —siento mis mejillas empapadas, sus manos caminan hasta mi rostro y lo sujeta con fuerza, me limpia delicadamente con sus pulgares y aunque quiero quitarme de su agarre porque quema, no puedo y ni siquiera lo intento.

—No he vuelto con Maritza —Sus palabras se siente como un alivio pero algo dentro de mi duda—, ¿Cómo podría?

Afloja su agarre y aprovecho para soltarme, doy dos pasos hacia atrás para marcar distancia.
Sus expresión me dice que esta ansioso por que diga algo, hasta puedo decir que puede estallar en cualquier momento.

Sinceramente no tengo idea de que decirle, desde hace rato, ya solo siento desconfianza hacia él. No creo que haya retorno para eso.

—Quisiera decirte que te creo pero no es así, una y otra vez me demostraste que ella estaba por encima de mí y vienes aquí diciéndome que no volviste con ella, ¿y qué? No ocupas volver para tenerla en tu corazón y no me vengas con eso de “pero las amo a las dos” porque entonces no amas a nadie y puedo tolerar que estés con ella porque la amas pero si ella también en un juego para ti, entonces eres un grandísimo hijo de puta.

Mis palabras salieron como un vomito verbal que no pude detener, todas torpes y sin forma alguna.
Su mirada se torna oscura.

—¿Por qué no lo entiendes, te es tan difícil si quiera ponerte un segundo en mi lugar?

—¿Tu lugar, disculpa? —le grito indignada—, eres un maldito narcisista. No quiera hacerte la victima en esto.

—¿Victima yo? —también alza la voz, como si tuviera algún derecho—, estoy tratando de llegar a ti para que comprendas pero te cierras como una cría de dos años por eso te deje.

Lo empujo tan fuerte como puedo, no retrocede ni un paso. Golpeo su pecho con fuerza una y otra vez, no me detiene. Mis muñecas comienzan a dolor y yo sola me detengo, ni siquiera me di cuenta cuando volví a llorar.

Paso mi mano con torpeza por mis ojos para borrar las lagrimas que aun caen, recojo mi celular que por accidente bote al piso.

—Tú no me dejaste, yo te deje, que te quede claro —le recuerdo.

Me giro y entro lo más rápido que puedo por la puerta trasera de la casa. Al entrar descanso mi cuerpo sobre la puerta y esta vez no lloro, solo tiemblo del coraje.

Del coraje por ser tan idiota y tan vulnerable ante él.

Continue Reading

You'll Also Like

337K 28K 19
¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se...
74K 5.4K 19
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
823K 42.3K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
258K 17.1K 33
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...