The Last Virgin Standing / Ti...

By Blakeisavampire

218K 11.6K 1.7K

Charlotte Summers es la última virgen en su escuela; una escuela donde tomar la virginidad es un deporte. El... More

Sobre la autora - The Last Virgin Standing by laughterandjynx
Capítulo 1. Mi manzana es verde, pero su envidia lo es más
Capítulo 2. Sé como Alice y acósame
Capítulo 3. ¡Boxers, Calzoncillos, y Oh-Mi-Biología!
Capítulo 4: Linguine y Luke el Desagradable
Capítulo 5: Un libro, Dos libros, Un chico, Tres chicos.
Capítulo 6: Bolas a la canaleta, Bolas de bolos y Bolas de Newton.
Capítulo 7: ¿Apunta a los desagradables clásicos y no a los pétalos de rosa?
Capítulo 8: Llévame al juego - Eso también funciona.
Capítulo 9: Cualquiera puede tener talento con las chicas
Capítulo 10: En Walmart puedes encontrar cosas exóticas
Capítulo 11: Humpty Dumpty
Capítulo 12: Comida Post-Sexo
Capítulo 13: Club de Fans de Luke: Parte de Uno
Capítulo 14: Cuatro por cuatro: Cuatro al cubo
Capítulo 15: Los condones son las nuevas cincuenta sombras
Capítulo 16: La curiosidad mató al gato y el gato atrapó al ratón
Capítulo 17: Abrazos
Capítulo 18: Los ogros son como las cebollas
Capítulo 19: Juegos de palabras
Capítulo 20. No me dijeron que jugar a Cupido tenía sus consecuencias
Capítulo 21. Una olla de Jambalaya revuelta, por favor.
Capítulo 22. Balanceándose con el enemigo
Capítulo 23. De corazón a bragas con Sr. Chico Malo
Capítulo 24. Choux à La Crème, Escargort, y encantos de príncipe
Capítulo 25. Pavo para el pensamiento; tal vez Benjamín estaba en el camino
Capítulo 26. Más terca que un demócrata y más brillante que un flamingo
Aclaraciones y reclutamiento de staff
Capítulo 28. A las doce en punto

Capítulo 27. Fe, confianza y polvo de hadas.

3.6K 165 32
By Blakeisavampire

Banner hecho por FallenKitsune

---

Capítulo 27. Fe, confianza y polvo de hadas

Uno a uno, tiras de papel de construcción se convirtieron en cadenas hechas en la escuela usadas con el mero propósito de contar los días faltantes para Navidad. La línea de anillos estaba ahora a diez bucles y yo aún no juntaba la fuerza para ir de compras navideñas. Había calculado que si esperaba demasiado, todo lo que valía la pena comprar se habría vendido, y solo quedarían las peores cosas para ser compradas por procastinadores como yo.

Tenía un agudo caso de Bloqueo de Comprador, si es que eso era una cosa. Mientras paseaba por el atestado centro comercial, honestamente, no podía pensar en nada para conseguirle a nadie. La única decisión que tomé fue que iba a darles algo a los chicos, incluyendo a los que ya había "eliminado". Ellos como que habían abierto un camino hacia mi círculo de amistad, lo que estaba bien porque no era demasiado grande, para empezar. La mayoría de la gente que se sentaba en nuestra mesa a la hora del almuerzo eran amigos de Luke, no míos.

Había decidido empezar con papá, porque les podía dar a todos los demás sus regalos después de las vacaciones, o por lo menos después de Navidad. No podía exactamente posponer a papá. Miré una caña de pescar en la ventana de una tienda de recreación al aire libre. Entré, y con la ayuda de un socio de ventas bien informado, salí cien dólares más pobre. Iría a la tienda de cebo y le conseguiría un certificado de regalo. Entonces él podría pescar hasta que su corazón estuviera contento.

Les compré al señor y la señora Chandler tazas que combinaban. Les daba cosas de pareja cada año y ellos nunca se quejaban. Creía que era lindo y no podía esperar hasta casarme para comprar adorable basura sin sentido que desordenaría eventualmente mi casa. Nunca se quejaban conmigo por eso; no en mi cara, de todas formas.

Los chicos con quienes no mantenía una relación romántica —y Tyler— eran más fáciles de regalar. Hice una rana en el Taller de Construye-Un-Oso para Beckett, como un recuerdo enfermo y cómico de nuestra horrible disección, y lo vestí con un par de lentes de hípster. Le conseguí a Alec —err, Maddy, su hija— un suéter de béisbol rosa.

Atormenté mi cerebro para darles algo a Ian y a Tyler, pero encontré la tarea lo que le seguía de imposible. El problema con Ian era que él tenía dinero y podía comprar lo que quisiera y lo único que realmente sabía acerca de Tyler era que le gustaba el sexo y las motocicletas. El pensamiento de enviarles a ambos prostitutas para satisfacer su sequía cruzó por mi cabeza, pero el proceso de encontrar a unas que fueran adecuadas envió escalofríos por mi espalda. No sabría siquiera dónde buscar en primer lugar, sin mencionar el costo de una. Además, una chica de diecisiete años contratando a dos prostitutas era algo extraño y probablemente ilegal.

Me decidí por comprarle algo crudo a Ian. Eso parecía ser su tema. Tendría que ordenar algo en línea usando la tarjeta de crédito de mi papá ya que no había lugares en el centro comercial que vendieran lo que yo estaba buscando. Esperaba que papá no viera las descripciones muy de cerca, de otra manera tendría que dar muchas explicaciones.

Recordaba que Tyler había dicho algo sobre piratas, así que fui a la juguetería y le compré un parche para el ojo, un falso pero aun así realista mapa del tesoro, y un paquete de doblones de oro de plástico. Era estúpido y él probablemente no los usaría, pero lo encontraba significativo y tonto de alguna manera.

Tomó media hora de mi tiempo y la sorpresiva revelación de mis habilidades de negociación, que de hecho existían, pero había cruzado la barrera que eran los padres de Luke. Estaba algo orgullosa de mí misma y no podía esperar a obtener su regalo.

No era la única que estaba en el Refugio de Animales de Addison hoy. Parecía que muchos de los residentes de Addison adoptaban animales en temporada de fiestas.

Miré a los perros chillones que me rodeaban y no pude evitar sentir compasión y simpatía por ellos. Estaban sentados en sus patas traseras, rascando las vallas que los separaban de nosotros.

Muchos de los perros estaban debidamente entrenados por sus anteriores dueños, así que eso era un bonus.

Había solo un puño de cachorros restantes y había decidido que quería darle a los perros más viejos una oportunidad de encontrar un hogar. Estaba buscando un perro que pudiera servirle como compañía. Taché cualquier perro "afeminado" de mi lista porque había una alta probabilidad de que fuera a lastimar su ego... o lo que fuera. Necesitaba algo masculino, pero no un perro que jugara muy rudo, porque afrontémoslo: Luke no era exactamente un chico rudo.

Lo encontré a la izquierda.

Era un hermoso Golden Retriever con el nombre real de Prince.

Tenía una sonrisa que podría calentar incluso al corazón de la persona más fría y se miraba que podría ser más listo que Luke.

Prince dejó salir un fuerte ladrido que puso una sonrisa en mis labios. Me pregunté si aún no había sido adoptado, pero estaba agradecida que haberlo encontrado.

Me arrodillé y le di un saludo pequeño.

—Hola, Prince —canturreé, acariciando su pelaje a través de la valla. Lamió mis manos felizmente.

Una fuerte y chillona risita vino detrás de mí. Me contraje, volteé, y desplacé mi mirada hacia arriba para ver dos caras familiares.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Alec con un tono agradable en su voz.

Hice un gesto hacia Prince y me reí.

—¿No es obvio?

Sonrió tímidamente y se rascó el cuello con su mano libre.

—Me haces sentir estúpido, Charlotte —se rió nerviosamente, rebotando suavemente a Maddy.

Me encogí de hombros mientras me disculpaba como podía.

—Lo siento.

—Está bien.

—Entonces, ¿buscas un perro?

Asintió.

—De hecho, hemos encontrado uno. Aquí Prince ha atrapado el corazón de la pequeña Maddy —miró hacia abajo amorosamente a Maddy, que estaba balbuceando felizmente y apuntando—. Creo que será una gran adición a nuestra familia.

Una ola de decepción se encamino a través de mí. No podía evitar la tristeza que estaba filtrando en mi voz.

—Oh —me di cuenta rápido de que probablemente estaba haciendo a Alec sentir mal y chillé alegremente—. ¡Eso es genial!

Alec asintió lentamente.

—Sí, lo es.

Sonreí vergonzosamente, tirando del bordillo de mi camiseta.

—Entonces...

—¿Quieres ir por chocolate caliente o algo? —preguntó de repente.

—¿Por cacao caliente? —aclaré.

—Nada de cafeína para mí y creí que sería apropiado por el clima. Tú puedes tener café si quieres.

Sacudí mi cabeza. Realmente no era una persona de café.

—¿No tienes un perro que adoptar o algo?

—Solo les diré que tengo que llevar a Maddy a casa primero y volveré después por Prince. Ya he firmado el papeleo.

Tan horrible como sonaba, esperaba que todos los perros para Luke no estuvieran adoptados ya. Era improbable, pero podría pasar.

Alec dejó a Maddy en la casa de Liz, quien estaba mirándome desde el momento en que su puerta se abrió hasta que se cerró de un portazo. Incluso podía ver que estaba echando una mirada de desdén a través de la ventana. No iba a mentirme a mí misma; ella me intimidaba y honestamente me asustaba demasiado.

—¿Cómo la preñaste? —me pregunté en voz alta. Instantáneamente quise retractarme de mis palabras porque quizá lo había ofendido. Ella era la madre de su hija, después de todo.

Me miró por un segundo, se rió silenciosamente para sí mismo, y después dejó salir un suspiró.

—Oh, querida. Lo planeé.

—Estás bromeando. Por favor dime que estás bromeando. ¿Por qué querrías dejar a alguien embarazada? ¿Te drogas o algo? Alec...

—Charlotte, relájate. Estoy bromeando. Olvidé lo crédula que eras. Realmente extrañaba eso.

Hice una cara, salí del carro y me metí al café. Ordené chocolate caliente con crema batida y viruta de chocolate porque creí que era muy sofisticado. Ni siquiera sabía si la gente sofisticada tomaba cacao caliente, pero si lo hacían, tendría que ser con crema batida y cubiertos con tiras de chocolate decadente. De un modo extraño, era algo así como un sándwich de helado.

Alec no tuvo pidió virutas de chocolate.

Cuando la mesera entregó nuestras bebidas, no pude evitar tomar una lamida de la espumosa crema.

—Eres tan tierna Charlotte —comentó Alec—. Eres como un conejito.

No estaba segura si había intentado que eso fuera un cumplido pero lo iba a tomar como uno.

—Err... ¿gracias?

—Oye, no hay problema.

Aparentemente, lo era.

—Entonces, ¿tú y Luke están juntos ahora? —preguntó Alec casualmente. Si él fuera una chica, hubiera sospechado que se moría por saber. Probablemente lo hacía, pero lo dudaba.

—No.

Para ser honesta, ya no sabía qué tipo de relación tenía con Luke. Ni siquiera sabía lo que éramos Tyler y yo, o lo que éramos Ian y yo. De una extraña y retorcida manera, estaba como que saliendo con ellos. Pero no lo estaba. Supongo que todos estábamos en esa fase de "charlar", acerca de la que la gente siempre desvariaba. La mayoría del tiempo charlar llevaba a: a) salir, o b) una incómoda amistad. Si tenía la suerte suficiente, terminaría con ambas.

—Oh —parecía decepcionado en la falta de chisme que le estaba provisionando.

—¿Qué hay de ti? ¿Hay algunas chicas nuevas en tu vida?

Tomó un trago de su cacao caliente ya frío y lo tragó de golpe.

—Hay una chica, pero no es nueva.

Por favor no dejes que sea yo, supliqué en silencio. Supongo que nunca le había dejado saber realmente que había sido "eliminado" o sacado del juego, pero creí que salir huyendo de su casa era una pista bastante obvia. No estaba realmente dispuesta a darle las noticias en este momento.

—¿Ah? ¿Quién es?

Tenía que ser yo. ¿Quién más podría ser?

—Es Liz —admitió, sonriendo estúpidamente—. Supongo que siempre he tenido sentimientos por ella, pero hemos estado pasando más tiempo como familia ahora que Maddy es lo suficientemente grande para saber quiénes son su mamá y su papá. Yo creo que el papá y la mamá deben estar juntos para criar al hijo, pero esa es solo mi filosofía. No busco ofender a los padres solteros porque son fuertes y geniales.

Me reí, pensando en mi papá.

—Alec, lo entiendo.

—Es solo que nosotros tenemos la opción de estar juntos, y Maddy merece eso.

—Todo lo que importa es que eres feliz, Alec.

—Estoy feliz —sonaba contento y en paz—. Supongo que necesitaba sacar de mi sistema todas esas cosas antes de poder disfrutar mi vida realmente, ¿sabes?

­­—Seguro, Alec. Seguro.

A pesar de que el exterior de jugador estaba perdiéndose —básicamente se había ido— aún se sostenía el eterno encanto que esperaba que mi futuro hijo tuviera. Era una gran cualidad que aún me hacía desvanecerme un poco. Quiero decir, vamos. Sé que tuvimos "algo" por un tiempo, pero no había manera de que fuera a desarrollar inmunidad a eso nunca.

—Estoy bendecido, Charlotte.

—Está bien, Alec, ahora sonaste justo como una monja.

—Lo siento. Debe ser por todas esas cursis películas tocadoras de alma que Liz me ha hecho ver últimamente. De todos modos, ¿sabes qué perro quieres tener?

Suspiré, ya no.

Hicimos nuestro camino de vuelta al refugio, donde nos fuimos por diferentes caminos.

—Fue lindo ponerme al corriente contigo —dijo Alec antes de ir a firmar los papeles de adopción.

Asentí y sonreí.

—Lo mismo digo—respondí.

Miré por el refugio una vez más, intentando empaparme de la esperanza que irradiaba de los perros. Después de cerca de veinte minutos de debatir, decidir y medir los pros y contras, me decidí por una perrita Pug de dos años de edad llamada Campanita. Sabía que había tachado cualquier cosa femenina, pero aparte del nombre, ella era perfecta. Él necesitaba a una Campanita en su vida.

Traducido por @AnleeFuentes

Corregido por @Blakeisavampire

Continue Reading

You'll Also Like

16.1K 329 15
⚠️ EN PROCESO DE CORRECCIÓN ⚠️ Sinopsis:: Inteligente, estudiosa, amante de la lectura, asocial y, con lentes. Una nerd, como es de conocerse. Tras...
Hisui By Arishy

Fanfiction

12K 978 19
Hisui siempre supo que era especial. También sabía que su nombre original no era Hisui. Sus padres lo tiraron como basura; lo haría por su cuenta. ¿C...
13.9K 1.3K 46
¿Cómo reaccionarías si luego de una fiesta de disfraces alguien ha desaparecido? Y, aunque pensaste que nada podría estar peor, lo único que recuerda...
204K 13.6K 50
Querido diario: El chico que me gusta me sonrió. Bueno, a mi no... Al darme la vuelta, noté que solo saludaba a su mejor amigo, quien estaba a mis es...