Necesito más caricias.
Necesito más besos.
Necesito más de él.
Me llena, me completa.
Lysandro es el único con el que puedo expresarme tal y como soy.
Esta es mi forma de hacerlo.
Me pongo sobre él y le como la boca.
Acaricio su tatuaje allí donde la piel es más suave y me dejo llevar por sus dulces labios.
Recorre mis piernas con las manos para llegar a mi cadera y sujetarme.
Sus dedos forman un camino de fuego sobre mi piel desnuda y me siento desfallecer.
Estoy perdida.
Caí en sus riendas como una boba.
Como una niña enamorada.
Así es el amor, y mientras se trate de él siempre acabaré igual.
Sonríe en cuanto me separo un poco y puedo ver en sus maravillosos ojos el reflejo de la luna.
Es perfecto, y no me resisto a darle otro beso.
Frente con frente, ambos nos damos cuenta de que estamos perdídamente enamorados.