El día tan esperado por Louis por fin había llegado. Eran las 6:20 a.m. y él estaba mirándose en el espejo para asegurarse que toda su vestimenta estuviera en orden y lo más importante: Se viera bien. Quería impresionar a Maura una vez que lo viera y sabía que era demasiado temprano aun, la entrada era a las ocho pero los nervios le jugaron una mala pasada y estuvo despierto desde las 4:30 a.m. contemplando a Harry dormir.
Louis podía escuchar perfectamente a Bobby caminar de arriba para abajo y supo, que Maura ya estaría despierta preparando el desayuno y a unos cuantos minutos de tener que despertar a Niall.
El castaño le dio una rápida mirada a Harry quien dormía plácidamente y no daba señales de quererse levantar. Y sonrió ante aquella imagen tan única para él. Louis escucho a alguien subir las escaleras y supo que de Maura no se trataba, unos leves golpecitos en la puerta de la habitación fue lo que escucho. Se acerco y la abrió dejando ver a un Bobby perfectamente listo para salir a trabajar, con una sonrisa y un “buenos días” se adentro a la habitación.
Miro a Harry quien dormía e hizo una leve mueca que fue vista ante los ojos de Louis, quien lo miraba aun confundido.
—Quería saber si Harry quería ir a la escuela hoy. No sería a clases, claramente, solo sería a conocer la escuela y a familiarizarse con el lugar en donde pasara la mitad del día. —Hablo Bobby en casi un susurro para no perturbar el sueño del menor.
—Podría levantarlo y preguntárselo.
— ¿No hay problema? Parece un ángel dormido.
—Lo sé. —Dijo Louis volteando a ver a Harry e inconscientemente, sonrió.
Bobby asintió sin notar la cara de enamorado que tenía Louis al mirar a Harry y con eso, salió de la habitación avisando que el desayuno se serviría a las 7:10 a.m. y si Harry lo acompañaría sería mejor despertarlo ya.
Louis se acerco al lado derecho de la cama en donde dormía Harry y se hinco para poder estar más o menos a su altura, dándole leves golpecitos en el hombro, susurrando leves “Hazza” y moviéndolo suavemente, Harry no daba señales de querer despertar o al menos de siquiera sentir los zangoloteos de Louis.
Louis frunció el ceño y miro el reloj, 6:38 a.m. y se alarmó. Y dudó por un momento si eso funcionaria, pero valía la pena intentarlo; le acaricio la mejilla al rizado y se acerco para besarle el lóbulo de la oreja, sintió como el rizado tembló y sonrió satisfecho; besó su mejilla y una leve sonrisa comenzaba a aparecer en los labios del mejor. Le besó la frente, la nariz y volvió a su oreja para morderle el lóbulo de estar y esta vez escucho perfectamente como el menor soltaba un leve gemido.
—Despierta, Harold.
—No me llames Harold. —Respondió el menor con la vez adormilada y aun sin abrir un solo ojo.
—Debo decirte algo, pero si no te despiertas no te lo diré.
— ¿Qué hora es? —Pregunto el menor haciendo caso omiso al comentario anterior del mayor.
—6:45 a.m. Bobby ha venido a preguntar si quieres acompañarlo a él y a Niall a la escuela, para que vayas conociéndola y todo eso. —El rizado abrió los ojos rápidamente y saltó de la cama, completamente despierto como si le hubieses echado un balde de agua fría salió corriendo directo al baño.
Louis se sintió ofendido al ver que no recibió por lo menos un “buenos días” y como si Harry leyera mentes salió avergonzado del baño en dirección a Louis quien se había sentado en la cama para acomodarse los zapatos.
Harry se sentó a su lado y tocó suavemente el hombro del castaño para atraer su atención, atención que fue dada casi al instante. El rizado le sonrió con las mejillas sonrojadas y le susurro un “Buenas días, Lou”, el mayor no pudo evitar sonreír al ver a Harry de esa manera, tan inocente.
—Buenos días para ti también, Hazza. Ahora ve a bañarte, porque la verdad ya apestar extraño —El mayor soltó una carcajada cosa que no le agrado mucho al menor, quien frunció el ceño y gruño.
—No apesto, cállate. —Harry se bajo de la cama listo para irse, pero volvió a olvidar algo. Se paro frente a Louis y se acerco para depositar un beso en sus labios, tomando por sorpresa al mayor quien lo recibió más que gustoso.
Harry corrió al baño con las mejillas completamente sonrojadas dejando a Louis con una sonrisa que no pudo contener. El castaño temió que Harry no estuviese listo para la hora del desayuno y en menos de 10 minutos Harry ya estaba afuera con una toalla blanca envuelta en la parte inferior de su cuerpo dejando su abdomen al descubierto.
Louis lo miro embobado por un minuto, queriendo averiguar qué pasaba si accidentalmente la toalla se caía. Borró todo pensamiento sucio que tenía con Harry o por lo menos lo intento, porque la duda seguía ahí.
“Quítale la toalla.”
“No, no lo hagas”
El bien y el mal, ese era el asunto y como en las películas Louis también tenía dos vocecitas en su cabeza y cada una para un trabajo distinto. Una le decía que hiciera cosas buenas y la otra le aconsejaba hacer todo lo contrario, así como ahora.
Louis llevo sus manos a su cara para evitar mirar a Harry, aunque era imposible teniendo a un niño condenadamente hermoso frente a él, agachado y buscando ropa.
— ¿Qué voy a ponerme, Louis? —Pregunto el menor sacando a Louis de sus pensamientos.
—Esto. —Louis tomó un cambio de ropa que podría jurar que era de Niall y se lo tendió al rizado quien lo recibió con una sonrisa.
Louis se sentó en la cama para evitar mirar a Harry, intentando corregir algún desperfecto de sus zapatos pero no había ninguno. Su vista se dirigió a Harry quien ya tenía la pequeña playera puesta y aunque Louis lo dudó varias veces, le quedó perfecta; decidió volverse a voltear para darle privacidad al muchacho para quitarse la toalla con total libertad e intentar que su mirada libidinosa lo viera.
Pero no resulto.
La toalla cayó y Louis lo miró. Maldiciendo por lo bajo el hecho de haber volteado en el momento menos apropiado, intento apartar su mirada del bello cuerpo del menor pero no lo lograba. Admirando cada parte del rizado, Louis inconscientemente se levantó y se acercó al menor, jalándolo del brazo para quedar frente a él y así, besarlo con total libertad.
El ojiverde ni siquiera intento separarse, al contrario, disfrutaba todo lo que Louis le hacía. Pero no, Louis no lo tocó.
Louis lamía, mordía y saboreaba los labios del pequeño con total libertad y el menor, solo soltaba pequeños gemidos que eran música para los oídos de Louis. Sí, se sentía como un jodido pedófilo, un pervertido, un maldito enfermo con intenciones de abusar de un pequeño de diez años, pero no lo hizo.
Se separo del menor, dándose cuenta de que tenía los labios rojos e hinchados y sonrió sintiéndose satisfecho por haber sido él, el que dejara esos labios de esa manera. Sintiéndose orgulloso y enfermo.
Pero bien.
Harry ni siquiera le importaba estar desnudo de la cintura para abajo, solo le importaba la forma en la que Louis lo miraba, con la pupila completamente dilatada y los labios entre abiertos, deseando más y él, también quería más. Quería sentirse como esos chicos de la película pornográfica que habían visto la noche anterior, quería que Louis no lo besara sino, que lo devorara, quería que lo mordiera y lamiera de manera salvaje.
Quería que Louis Tomlinson, la persona a la que consideraba su hermano, su mejor amigo, lo tocara.
Y no, no se sintió mal por tener esos pensamientos porque muy en el fondo sabía que Louis también lo quería, era más que evidente que el mayor estaba haciendo su mayor esfuerzo por no violarlo.
Y Harry, quería ser violado, tocado, tomado, o de las millones de maneras posibles de decirle pero él quería a Louis.
—Tócame. —Susurro Harry mientras se acercaba para volver a besar a Louis.
●
Maura estaba desesperada ya que nadie bajaba a desayunar. Subió las escaleras casi corriendo dirigiéndose al cuarto de su hijo para encontrarse con un Niall a medio vestido. Pantalón puesto, zapatos también pero sin camisa.
Su madre rodo los ojos y entró a la habitación sin permiso. Niall estaba de espaldas buscando –Seguramente- su camisa del uniforme, Maura lo movió y mintiendo la mano saco la camisa rápidamente dándosela en las manos a su hijo. Con el ceño fruncido y amablemente le pidió que se apurara porque si no llegarían tarde y con un “Harry los acompañara” salió de la habitación.
Dejando a Niall, sonriendo como idiota.
Maura se encontró con su esposo a medio camino, preguntándole por Louis y Harry y él solo se encogió de hombros en señal de no saber nada. Maura se acerco a la habitación de ambos muchachos tocando la puerta delicadamente.
—Muchachos, ¿puedo pasar? —Pregunto Maura del otro lado de la puerta.
— ¡NO! —Louis gritó alarmado, recogiendo la toalla del suelo y entregándose a Harry mientras lo empujaba con todo y pantalones y bóxer de vuelta al baño para que terminara de vestirse.
Se acomodó la ropa y el cabello y se dirigió a abrir la puerta con una sonrisa nerviosa, se encontró con Maura quien apuradamente le pidió que bajara a desayunar y el asintió avisándole a Harry que estaría abajo.
Louis bajo encontrándose con Niall sirviéndose un vaso de jugo de naranja, tomó asiento y espero a que el rizado bajara; Maura le sirvió con una sonrisa un poco más relajada y se sentaron a desayunar cómodamente intentando ignorar el tiempo que estaba yéndose bastante rápido.
Harry bajo tropezándose con todo causándole gracia Bobby, quien dándole una mano lo ayudo a entrar y tomar asiento. Saludando a todo el mundo Maura le sirvió su plato y desayunaron tranquilamente.
Niall subió por su mochila mientras los demás se preparaban para la salida. El reloj marcaba 7:50 a.m. el rubio bajo y se despidió de su madre y de Louis, corriendo al auto para tomar su respectivo asiento, Bobby hizo lo mismo, dándole un beso a su esposa y un abrazo al castaño en señal de despedida. Maura abrazó a Harry y besó su mejilla haciéndolo sonrojar; Louis se acerco a él para darle un abrazo y desearle suerte, al igual que un beso en la mejilla terminando de incendia las mejillas de Harry.
El rizado corrió al auto sentándose en el asiento trasero al igual que Niall y con un último ademán con la mano en señal de despedida, desaparecieron.