Seamos amigos (KawoShin)

By CharlotMAD

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Evangelion AU preescolar. Shinji Ikari de 5 años y Kaworu Nagisa de 6 años, son un par de niños con historias... More

La vida de Shinji Ikari
La vida de Kaworu Nagisa
Una nueva etapa
Encuentro indeseable
Llamadas
Galletas, cuentos y desconfianza
Cambio de planes
Ganando terreno
¿Aprobación?
¡Todos al zoológico!
Hoy es tu turno
La reunión más especial
¿Qué es lo que siento? Parte I
¿Qué es lo que siento? Parte II
Trabajo en equipo
El gran golpe
Cuestiones paternales
Sorpresas

La travesura

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By CharlotMAD

Los días pasaron, y la rutina para los pequeños Shinji y Kaworu se fue normalizado en la escuela. Y entre ellos, las cosas habían evolucionado: ya se habían intercambiado sus números de teléfono y conversaban ocasionalmente los días libres. Se seguían sentando juntos y así también aprendiendo más del otro, hasta que un día, la tranquila rutina en la escuela, se vio fuertemente alterada por un suceso casi ridículo.

Ya habían pasado dos semanas exactamente desde que Kaworu llegó; y ese día, dos de los compañeros que solían molestar a Shinji fueron los primeros en llegar al salón. Tenían preparada una broma para su profesora. Una no muy original, pero sí bastante molesta: poner una tachuela en su silla. Aprovechando el horario se pusieron a preparar todo, tenían el implemento y la víctima, pero aún les faltaba un chivo expiatorio.

—Tengo una idea —dijo uno de los chicos—. ¿Por qué no finjimos que fue Shinji?

—¿Qué? Pero... ¿Cómo se supone que le echaríamos la culpa? —preguntó el otro.

—Fácil... podemos hacer que entre a la escena del crimen en el momento que llegue la maestra... tú sígueme el juego, será sencillo.

Rato después con la tachuela ya colocada y con varios alumnos en el salón, incluido Shinji, los chicos pusieron en marcha su "complejo" plan.

No había manera de que alguien supiera que la tachuela la habían colocado ellos, así que esperaron a que la maestra estuviera llegando al salón de clases, y de la nada, muy rápidamente, lanzaron una goma de borrar al suelo en dirección a su mesa.

—Hey, Shinji, ¿me alcanzas esa goma? —pidió el chico apuntando hacia donde estaba.

—¿Ah...? Sí, claro... —respondió Shinji, amable como siempre, a pesar de que tenía en cuenta que en algunas ocasiones esos chicos no le habían tratado muy bien.

Shinji se dirigió a recoger el objeto, acercándose más a la mesa y silla de la maestra. En ese momento estaba entrando ella y Shinji al levantar la vista vio la tachuela en la silla e ingenuamente, la tomó para observarla con curiosidad.

—Shinji, ¿no hay nada más en el suelo? ¿un lápiz o un sacapuntas? —le preguntó el otro chico únicamente para distraerlo y hacer más confuso todo.

Shinji al oírlo, volteó rápidamente y sin querer dejó la tachuela donde estaba sin percatarse de nada. Todo esto a ojos de la maestra y evidentemente, ésta al ver la situación de manera superficial, creyó lo peor.

—¡Shinji! ¿Qué estás haciendo? —preguntó Misato muy molesta.

Los chicos, aunque no hicieron finalmente una broma directamente a la maestra, se consideraron satisfechos con responsabilizar al otro niño y reirse a sus expensas.

—Ehh... nada, maestra Misato, sólo estaba... recogiendo una goma... —dijo Shinji sin saber muy bien cómo actuar ni qué decir.

En eso, los últimos chicos fueron llegando al aula, pues casi era hora de empezar las clases. Entre ellos estaba Kaworu, quien como todos los demás se percató de la incómoda situación.

—¿Nada? ¡Pero Shinji, si te he visto con mis propios ojos colocar esa tachuela en mi silla! —dijo enojada apuntando a su asiento— ¿sabes que está muy mal lo que acabas de hacer? ¡Por suerte no me senté yo ahí!

—¡Pero maestra, yo no hice nada, de veras! ¡sólo estaba aquí y encontré por casualidad la tachuela en su asiento! —se excusó Shinji, desesperado.

Todos presenciaron en ese momento cómo Shinji recibía una reprimenda de lo más escandalosa por parte de la maestra. Y Kaworu escuchó detrás de él unas leves risas de unos compañeros. Cuando se dio la vuelta se percató de que eran los mismos que siempre eran desagradables con Shinji. Los mismos que juzgaron mal tan gratuitamente la escultura de su comañero unas semanas atrás.

—Shinji, en verdad esto es indignante, y no entiendo tu afán por querer ocultarlo... —dijo Misato— y si ni siquiera eres capaz de admitirlo me temo que tendré que castigarte...

Todos los niños y niñas se miraban incómodos. Realmente no sabían qué hacer, pero se sentían un poco mal por Shinji, en especial Touji y Kensuke, quienes no entendían nada de lo ocurrido y se sentían muy confundidos, casi al igual que el mismo Shinji.

Kaworu no tenía claro lo que estaba pasando, pero creía incapaz a su buen compañero de hacer semejante cosa. No sólo por una absurda idea de respeto a la autoridad, sino por un simple respeto a otra persona. No, Shinji no era así y le sorprendía que su profesora no sólo desconfiara de él de esa forma sino tambien que lo acusara directamente y peor aún, no lo dejara explicarle nada. Kaworu estaba seguro de que esos dos tontos compañeros de atrás estaban directa o indirectamente relacionados con una broma que evidentemente, les estaba saliendo muy bien.

—Hoy te quedarás sin recreo, no sólo por tus intenciones, sino también por mentirme —resolvió Misato finalmente, mientras Shinji con la cabeza gacha y con ganas de llorar, decidió no abrir más la boca para no empeorar las cosas.

Pero ya era suficiente para Kaworu.

—¡Esto es tremendamente injusto! —dijo el pequeño albino.

Todos, incluidos la maestra y Shinji, lo miraron con desconcierto por un segundo.

—Maestra —prosiguió el chico— usted no puede culpar y mucho menos castigar a un alumno así nada más, sin pruebas y sin escucharlo. Todo este rato usted se ha negado a ver el asunto desde el punto de vista de Shinji, quien además, es obviamente inocente.

—Kaworu, pero... ¿Qué estás diciendo? —dijo Misato— Eres un alumno recién llegado y no quisiera tener que verme en la situación de reprenderte ni mucho menos imponerte un castigo, pero, ¿estás conciente de que me faltas el respeto?

—Claro que no le falto el respeto, maestra. En ningún momento he recurrido a insultos o formas incorrectas de expresarme. Y la razón de mi abrupta intromisión fue básicamente el hecho de que en primer luegar, usted llegó a conclusiones apresuradas y equivocadas —dijo Kaworu.

—Mmm... y bien, en el caso de que yo estuviera rotundamente equivocada respecto a culpar a Shinji, contra quien por cierto sí tengo pruebas porque lo vi con mis propios ojos... ¿quién podría haber sido, Kaworu? —preguntó Misato.

—Fueron ellos, maestra —dijo tajante Kaworu apuntando hacia sus compañeros de atrás.

—¿Tú los viste Kaworu? eso me parecería muy difícil de creer, puesto que llegaste hace muy poco, cuando Shinji ya había sido descubierto —dijo Misato.

—Tal vez... pero los escuché reirse de forma burlona. No sería raro, considerando que suelen ser groseros y maleducados con Shinji. No sé cómo lo hicieron, pero ellos quisieron culparlo a él, y usted, cayó en su juego —dijo Kaworu.

Los chicos culpables de la broma sólo se hicieron los desentendidos ante a acusación directa y empezaron a defenderse de ésta dando lástima, diciendo que ellos serían incapaces.

—Kaworu me temo que las acusaciones se hacen con pruebas. En mi caso, visuales —dijo Misato y seguidamente se volteó hacia Shinji— Shinji, como dije, te quedas castigado hoy sin recreo. Ahora vete a tu asiento.

Shinji obedeció a su maestra cabizbajo y deprimido, sin mirar a nadie. Cuando se sentó finalmente en su puesto sintió unas leves y tímidas palmaditas en su espalda. Miró a su compañero de al lado y le sonrió como pudo. El otro sólo le miraba con tristeza.

——

Ya en el recreo Kaworu estaba sólo en la banca, únicamente pudiendo pensar en lo solo que estaba Shinji dentro de la sala.

—Cielos... ¿creen que Shinji de verdad haya hecho eso? —dijo Kensuke mientras conversaba con algunos de sus amigos.

—Yo no lo creo —dijo Touji— ¡Pero tampoco pude ver nada, maldita sea! Me siento como un idiota. Shinji está castigado y nosotros no podemos hacer nada.

—Ni modo, creo que sólo nos queda tomar venganza por parte de Shinji... —sugirió Asuka— ¿Quién me apoya contra esos dos tontos?

—¿A qué te refieres, Asuka? ¿le crees a Kaworu? —preguntó Kensuke.

—La verdad no me imagino a ese chico engreído diciendo mentiras. Es decir, él no los vio, pero todos sabemos que esos idiotas molestaban a Shinji desde antes... Sólo que esta vez se han pasado. Así que sí, también estoy segura de que fueron ellos.

—¿Y qué podemos hacer? —preguntó Touji.

—Ustedes déjenmelo a mí, para esto se necesita genialidad... —decretó Asuka orgullosa.

——

El resto del día continuó normalmente, salvo por Shinji quien se quedó solo ambos recreos, y Asuka, quien convenció a Rei para que la ayudara a derramar jugo en las mochilas de los abusones en forma extremadamente discreta. Después de todo, Rei también era amiga de Shinji, y además sabía lo que era ser excluida por lo que fue una jugada perfecta entre ambas.

A la salida Kaworu y Shinji empezaron a ordenar sus cosas como los demás, después de un día largo y agitado emocionalmente. A decir verdad, todo el asunto los había dejado con la moral baja a ambos. Tanto así, que durante el día no hablaron tanto como solían hacerlo.

—Kaworu... ¿tienes un momento? —le preguntó el pequeño mientras le agarraba la manga de su chaleco.

—Claro... ¿quieres decirme algo?

—Sí, yo... —tomó aire y esperó a que terminaran de salir los últimos  en el salón—. No estoy muy seguro de qué fue lo que pasó en la mañana, pero gracias...

—No hay porqué, Shinji... eres con quien mejor me llevo en la escuela y--

—Déjame terminar, por favor —lo interrumpió Shinji—. De verdad aprecio mucho lo que hiciste por mí. Eres un muy buen amigo.

—Amigo... —susurró Kaworu quedando totalmente congelado mientras el otro sostenía una mirada de infinita ternura y gratitud.

—Sí... —dijo Shinji y lo abrazó cariñosamente provocándole un desconcierto aun más grande.

Se quedaron así unos segundos aunque Kaworu debido a la conmoción no se atrevió a devolverle el abrazo. Pero a Shinji poco le importó, y después de unos segundos, lo soltó.

Kaworu no dijo nada y mantuvo su mirada fija en la de Shinji, quien le sonreía muy tímidamente.

—Bueno, sólo eso quería decirte, Kaworu —dijo Shinji mientras se dispuso a marcharse— Nos vemos mañana...

—Espera... —lo tomó del brazo y lo atrajo hacia sí envolviéndolo en sus brazos— lo siento, antes no supe como reaccionar. Me parece que esto es más correcto.

Shinji se dejó abrigar por los pequeños pero cálidos brazos de su amigo.

—Desde que llegaste siento más paz dentro de mi —susurró Shinji, sin soltarlo.

—Mh... yo siento algo similar... a decir verdad eres el primer amigo que tengo, Shinji —dijo mientras pasaba cariñosamente su mano por la espalda del otro.

—¿De verdad?

—Claro... nadie se había aventurado hasta ahora a conocerme tanto...

Cuando por fin se soltaron, salieron juntos de la sala. Se despidieron y se fueron cada uno con sus madres, sintiéndose más felices que nunca.

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El capítulo estuvo más corto de lo normal, pero es en el que he puesto más corazón hasta ahora.

Espero les haya gustado, gracias por leer.

Nos vemos en el siguiente capítulo ;)

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