You are my universe | EXO | K...

Autorstwa outtstanding

200 9 6

Nuestros recuerdos que se grabaron esta temporada... Los recuerdos siempre traen lagrimas. Buscare el univer... Więcej

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200 9 6
Autorstwa outtstanding



Jongin estaba comenzando a agobiarse, sus asuntos financieros comenzaban a ser cada vez mas preocupantes. Lo habían despedido y no había encontrado un nuevo trabajo para poder mantenerse a él y a sus tres perros.

Monggu, Jjanggu y Jjangah eran sus bebes, no sabe en que momento se le ocurrió adoptar tres perros, pero estaba totalmente feliz y no se arrepentía de nada. Jongin era un amante de los animales, y como no ha tenido el dinero suficiente debido al despido, obviamente se preocupaba primero de la salud de sus perritos que de la propia. Mientras a ellos no les falte nada todo estará bien, se decía a sí mismo.

Pero sus gastos se comenzaban a acumular y ya casi había gastado los pequeños ahorros que tenía. El no solía ahorrar mucho, de hecho, cada vez que lo intentaba terminaba fallando, siempre se gastaba su dinero en juguetes para sus perritos, accesorios y cosas así, le gustaba mantenerlos cuidados y felices. También gastaba mucho dinero en ropa, es un gran fanático de la ropa. Aunque su estilo es simple, es también elegante y tenia la mala suerte de que cada vez que le interesaba una prenda en un montón siempre era la más cara.

Pero por lo menos con el sueldo que ganaba en su anterior trabajo le bastaba para cubrir su caprichos y necesidades, Su último trabajo fue como mesero en un pequeño restaurante un poco alejado de la ciudad, todo marcho bien por varios meses hasta que de la nada su jefe le dijo que no podía volver al día siguiente a trabajar.

"Falta de ingresos" había especificado su jefe, aunque Jongin no le creía mucho la verdad, ya sabía que algo raro estaba sucediendo desde que llego esa chica de apariencia hermosa a pedir trabajo al restaurante. Al principio no le dio importancia porque ¿Él estaba trabajando ahí no?

De forma casi mágica después de la aparición de la linda chica su jefe comenzaba a encontrar múltiples fallos en su trabajo. Fallos absurdos, desde "Las cajas no van ahí" o "Te dije que limpiaras de izquierda a derecha y no de derecha a izquierda". Cosas totalmente absurdas por que el hacia lo mismo hace ya bastante tiempo y el encargado jamás le dijo que estaba mal su trabajo.

Jongin ya estaba harto de los gritos y regaños sin ninguna razón, así que el despido no le venía tan mal pensó, además, se demoraba muchísimo tiempo en llegar al restaurante, lo que lo agotaba mucho y quizás un trabajo mas cercano en la zona céntrica donde estaba arrendando un apartamento le vendría mejor.

Después de que perdiera su trabajo no supo exactamente qué hacer, estaba deprimido, sentía que había hecho algo mal y a Jongin no le gusta fallar, Así que decidió hacer lo que más ama en el mundo para calmarse y encontrar paz consigo mismo, él se tomó unos días para el baile.

Jongin había comenzado a bailar a partir de los 8 años de edad, aprendió distintos tipos de danza, pero uno de sus favoritos era el ballet, cuando bailaba sentía que abría su alma, cada paso, cada vuelta, cada latido acelerado de su corazón, esto era por lo que él vivía.

Dia y noche bailo sin parar hasta que ya no sintiera angustia en su corazón. Luego de unos días se sentía mas tranquilo consigo mismo, comenzó a tener ganas para avanzar de nuevo y ahí fue cuando salió de las salas de ensayo a la calle en busca de trabajo.

Pero esto no había salido tan fácil como el lo esperaba, pasaron días y días en los que no pudo encontrar nada, comenzó desde lugares lejanos a su casa por que en la zona céntrica ya no había mucho trabajo, pero aun así no encontró nada y comenzó a angustiarse de nuevo, solo le quedaba un sector y este se encontraba no muy lejos de su casa por lo menos, pero las posibilidades de encontrar trabajo ahí eran casi nulas y ya no tenía muchas esperanzas.

Pero tuvo un poco de fe y con sus últimas ganas se despertó temprano para buscar trabajo, salió de su casa a las frías calles de la ciudad, esta vez sí encontraría, se decía a si mismo.

Las calles estaban vacías y el frio era muy intenso, Jongin llevaba un abrigo largo simple de color negro, que lo cubría del frio amanecer que pronto se avecinaba.

Mientras caminaba muchas tienditas estaban recién comenzando a abrir, lo que de cierta forma le favorecía porque así podía hablar directamente con el dueño o encargado sin tener que estorban cuando estuvieran atendiendo público y tendrían un poco más de tiempo para hablar con él.

El sol comenzaba a salir lentamente dándole un poco de alivio y calor, pero lamentablemente no suerte. Tienda por tienda, preguntó y preguntó, hablo con cada encargado, preguntándoles si tenían algún puesto disponible, si era así, que el aprendía rápido y era responsable, pero aun así la misma respuesta seguía repitiéndose, "lo siento chico".

No lo podía creer, estaba enojado, arto y cansado. Solo quería volver a trabajar para poder costearse sus cosas nuevamente, y callarle la boca al estúpido de su amigo Sehun que no había parado de molestarlo desde que le conto sobre la chica en su antiguo trabajo, diciéndole que lo habían despedido por su color de piel. Maldito insensible, ya se vengará y le restregará en su joven rostro su nuevo trabajo.

Comenzó a caminar alejándose un poco de la zona en donde buscaría el día de hoy, pero ya llevaba sus buenas horas buscando y nada, estaba harto.

Un pequeño barrio que no conocía apareció frente a él, comenzó a preguntar en algunas tiendas, pero tuvo la misma respuesta, esto era el colmo, ¿por qué tenía tanta mala suerte?

Se aburrió, quería descansar, pensó mientras caminaba por una de las calles del sector. Visualizo un pequeño parque en el fondo, cerro y abrió los ojos con fuerza, por fin.

Comenzó a caminar más rápido en dirección al pequeño parque, estaba cansado y solo quería sentarse un momento, llevaba horas caminando por la ciudad y estaba cansado.

Jongin aparte de pensar en el cómodo asiento que lo esperaba, tenía en mente en sus clases de baile que ya no se podría costear, como si esto fuera una prioridad en este momento, apresuro el paso para llegar ya, solo miraba hacia el frente sin prestarle atención a lo demás hasta que sintió que algo lo golpeo en el pecho y casi lo desestabilizo haciéndolo caer.

Jongin levanto la vista rápidamente encontrándose con que no había chocado con "algo" sino con "alguien", y que por su culpa había botado lo que llevaba en las manos.

—Oh, oh... lo siento lo siento—. balbuceo rápidamente, por instinto Jongin se tapó la boca con la mano avergonzado, pero se arrodillo rápidamente para recoger las pertenencias del desconocido, Jongin ni siquiera quería mirarlo a la cara por la vergüenza que sentía, ¿Por qué demonios era tan torpe?

—Lo siento, de verdad lo siento—. La persona con la que había chocado se arrodillo también a su lado y comenzó a recoger algunas de sus pertenencias sin decir ninguna palabra.

—A veces soy un poco torpe lo siento—. Jongin recogió del suelo una pequeña pizarra y unos lentes de color negro.

Se paro rápidamente, al mismo tiempo que el desconocido y recién en este punto Jongin le puso atención al chico que tenía frente a él.

Tenía el cabello corto y de color negro. Su piel era blanca, contrastaba a la perfección con unos ojos obscuros y labios rosados con una extraña forma, ¿Este chico tiene un corazón en la boca?

Jongin no reacciono al principio, solo se quedó viéndole sin decir nada, no fue hasta que el chico le dio una mirada extraña que se dio cuenta que se había quedado mirándole y no le había devuelto sus cosas.

Las mejillas de Jongin se tornaron de un color rojizo por el incómodo momento, soltó una pequeña risita y avergonzado extendió la pequeña pizarra y los lentes al chico que ahora tenía una mirada divertida.

—Ah... oh. lo siento mucho—. Repitió tapándose la cara con las dos manos aun avergonzado.

El chico solo movió las manos y asintió con la cabeza tomando sus pertenencias de vuelta, primero se colocó los lentes y los limpio un poco con sus delgados dedos luego comenzó a limpiarse el delantal negro que llevaba puesto. Jongin miraba atento al pobre chico con una culpa carcomiéndole la cabeza sin saber que hacer o como compensarlo.

Cuando el chico comenzó a guardar la pequeña pizarra en el bolsillo de su delantal fue cuando Jongin se dio cuenta que en el delantal tenía una serigrafia de una taza de café con la frase "Cafetería Lucky" rodeándola en un círculo.

Giro su cabeza para ver ahora con detención el lugar donde había salido el chico. Era una cafetería pequeña, tenia muchos detalles de madera y unos grandes ventanales de vidrio que reflejaba las distintas tonalidades del amanecer y la calle principal, se veía bastante acogedora. Pero fue un pequeño anuncio en la ventanilla lo que le llamo la atención.

"Se busca personal"

La culpa de Jongin se fue de inmediato. En su lugar se posó un gran alivio y alegría.

Volteo emocionado mirando nuevamente al chico y se sintió el triple de culpable, primero le vota sus pertenencias al piso y después le pide trabajo.

¿Qué demonios estaba pensando?, pero la verdad era que no tenia opción.

— Se que no fue la mejor forma de presentarnos, pero...—dijo con una vergüenza en su voz inminente.

—¿Están buscando personal verdad? —. El chico le dio una mirada tranquila, sin expresión alguna y asintió con la cabeza.

—Oh genial—. Suspiró aliviado. 

El chico le dio una señal con la mano para que lo siguiera, se dio la para entrar a la cafetería. 

Jongin se dio cuenta de que le hizo pasar un mal rato, además lo estaba ayudando y ni siquiera se había tomado la molestia de preguntarle su nombre, aparte de idiota descortés.

—¿Cómo te llamas? —. Preguntó antes de que el chico abriera la puerta.

Vio sus labios en forma de corazón moverse, pero no escucho ningún sonido salir de ellos.

El chico se dio vuelta y miró a Jongin, acto seguido mete las manos en su bolsillo delantero y saca la pequeña pizarra que antes había recogido, con un lápiz de color negro.

Escribe algo en ella y le da vuelta para que Jongin pueda leerla, y en el instante en que lo hace siente un nudo en la garganta.

"Mi nombre es Do Kyungsoo, Lo siento, soy mudo".



























































Jongin sintió una presión en su pecho al leer las palabras que había escrito el pequeño muchacho que ahora tenía nombre.

Sin saber por que iba a empezar a disculparse por su poca cortesía y no haberse dado cuenta antes, pero Kyungsoo levanto la mano congelando todos sus pensamientos. El chico estaba dándole una dulce sonrisa, su cabello brillaba por los rayos del amanecer, a Jongin le pareció hermoso.

Kyungsoo entro a la tienda y Jongin le siguió el paso sin decir ninguna palabra.

Un fuerte pero delicioso olor a café lo recibió al entrar al lugar, ya adentro se podía apreciar mucho más lo acogedor que antes había mirado por encima desde afuera. Sillones de cuero de un color negro, mesas y sillas de un color blanco que junto a la decoración del lugar lo hacía relajante y tranquilo.

—Oh ya abriste Kyungsoo, ¿Por qué demoraste tanto? —. Dijo otro chico saliendo de una barra grande y espaciosa llena de tazas y productos de café. Su cabello era de color rubio y tenía una apariencia juguetona. —ohh...— dijo el chico apoyándose la pared con una cara de burla tatuada en su cara. —No sabia que ibas a traer a un "Amigo" —. Enfatizó levantando las cejas divertido.

Jongin miro a Kyungsoo que seguía teniendo una actitud serena, pero en su cara no había nada parecido a una sonrisa. El chico solo movió las manos de una forma extraña y supo al instante que estaba hablando con lenguaje de señas.

—Jodete tú también­—. gruñó el otro chico poniendo los ojos en blanco.

Kyungsoo movió las manos de nuevo, esta vez fue un poco mas largo. Jongin no entendía nada de lo que estaba intentando comunicar, pero no le sacaba los ojos de encima.

—Oh, entiendo—. Dijo el chico y se acerco a Jongin. —Mi nombre es Byun Baekhyun, amigo de Kyungsoo y también empleado aquí—. Baekhyun le extendió la mano y el la estrecho.

—Un Gusto conocerte, Mi nombre es Jongin—. respondió.

—Acompáñame a la parte de atrás a la oficina del jefe, tienes suerte, justo en un rato tiene que salir—. Baekhyun le hizo señas de que lo siguiera caminando entre la barra y entrando por una puerta que estaba detrás de la barra de café.

Jongin comenzó a seguirlo sin antes darle una mirada a Kyungsoo y darle las gracias, a lo que Kyungsoo solo respondió con un asentimiento de cabeza.

Jongin abrió la puerta y entro a un no muy largo pasillo, había unas cuantas habitaciones y justo al fondo había una especie de oficina que en la puerta tenia una placa de vidrio que decía "Kim Junmyeon".

Baekhyun abrió la puerta y se encontró con otro chico que no parecía mayor que él, pero a la vista inspiraba respeto y además iba vestido de traje.

—Junmyeon este chico guapo salido de una revista de modelo está aquí por el anuncio—. Dijo sin ningún tipo de vergüenza y mas bien con un tono de burla.

Jongin lo miro entre avergonzado y confundido, ¿Qué demonios le pasa? ¿Cómo le habla así a su jefe?

—Ahg Baekhyun—. Lo regaño su feje, aunque sonó mas como el regaño de una mama intentando controlar a su hijo.

—No sé cómo Chanyeol te soporta—. Baekhyun solo puso los ojos en blanco y volvió a la puerta.

—Todo tuyo je-fe—. Dijo Baekhyun y acto seguido salió de la habitación cerrando la puerta.

—Lo siento por eso—. Dijo Junmyeon. —Mi nombre es Kim Junmyeon—. Levantó la mano y Jongin se la estrechó.

—Jongin, Kim Jongin—. Junmyeon le hizo una seña para que se sentara y Jongin lo hizo.

—Bueno un gusto conocerte, Supongo que estas aquí por el trabajo de asistente—. Dijo sentándose también.

—Uhh... si—. A decir verdad, él ni siquiera sabía específicamente cual era el trabajo de "asistente". Junmyeon parece que se dio cuenta de este detalle así que comenzó a explicarle el trabajo.

Luego de un rato Jongin ya sabia a lo que se enfrentaba, primero estaría de aprendiz en donde Baekhyun, Kyungsoo y otro chico llamado Chanyeol le estarían enseñando el sistema de la cafetería, y si todo funcionaba bien quedaría trabajando en este lugar de forma indefinida.

Jongin podía irradiar felicidad, por fin había conseguido trabajo y ya no tendría que alimentarse base a fideos instantáneos y podría comprarle comida de mejor calidad a sus tres perritos, se sentía muy feliz.

Y también ahora se lo podía refregar en la cara a su estúpido amigo Sehun.

—Bueno los horarios son desde las 8:00 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde, esto podría tener cambios por los temas de turnos y eso, pero mis chicos te mantendrán al día, sobre todo—. Jongin solo asentía, estaba muy feliz.

—Ah y también, como ya te habrás dado cuenta aquí somos como una familia, nos ayudamos y cuidamos entre nosotros, eso ahora también te incluye a ti—. A Jongin se le hinchó el corazón de alegría, se sintió con toda la suerte del mundo.

—Bueno, empiezas de inmediato—. Junmyeon se paro y Jongin le siguió, se estrecharon las manos y salieron de la oficina. Volvió a la cafetería en si y vio a Baekhyun preparando algo en unas máquinas y a Kyungsoo limpiando las mesas y ordenando las sillas. Por alguna extraña razón le pareció tierno.



























































Su primer día fue un poco agitado en la cafetería, llego mucha gente por lo que Baekhyun esta como loco atendiendo la caja del local. Kyungsoo y el otro chico llamado Chanyeol, hacían y entregaban los pedidos, Jongin estuvo ayudándolos durante todo el día. Intentando aprender al máximo de cada consejo y enseñanza que le daban sus compañeros.

Al terminar la jornada de trabajo fueron todos a una de las habitaciones que se encontraban en el pasillo donde había ido a la oficina de Junmyeon. Eran unos pequeños vestidores donde cada uno tenia su casillero para guardar sus pertenencias y ropa.

Jongin espero a que los chicos terminaran antes de entrar a cambiarse la camisa blanca, sus pantalones negros y su delantal del mismo color que le había dado Baekhyun al comienzo del día.

Cuando salió a la parte de la cafetería se encontró con sus compañeros hablando cálidamente. Jongin se quedó viéndolos por un momento, parecían realmente cercanos, sobre todo Baekhyun y ese chico Chanyeol ya que el ultimo abrazaba por la cintura al mas pequeño. Ambos hablaban con Kyungsoo, a lo que el respondía con movimientos de manos que los demás parecían entender. Él también quería aprender.

—Oh ya terminaste Jongin, te estábamos esperando—. Jongin miro a Chanyeol extrañado.

—¿Esperándome?, ¿hice algo mal? —. Respondió Jongin un poco afligido.

—Claro que no idiota, ¡vamos a comer! —. Dijo emocionado como un niño pequeño. Jongin se veía extrañado así que Chanyeol habló.

—Es tu primer día con nosotros y lo hiciste bastante bien para nunca haber trabajado en una cafetería, queríamos invitarte a comer algo por aquí cerca para conocernos un poco—. Jongin miro a Kyungsoo al instante, que le solo le sonrió.

—¿Vienes? —. Pregunto Baekhyun.

Jongin realmente sintió que se había ganado la lotería con este trabajo y con estos compañeros, ni siquiera lo conocían y lo trataron durante todo el día muy bien, lo acogieron sin ningún problema y eso realmente le llego al corazón. 

El casi nunca recibía tanto aprecio y preocupación. Su nuevo jefe ahora Junmyeon había confiado en él, lo había aceptado en su cafetería con los ojos cerrados, incluso sabiendo que el no tenía la experiencia necesaria. Además, lo integro como parte de su familia sin dudarlo.

Jongin de verdad estaba muy agradecido, tan agradecido que estaba al borde de las lágrimas.

El solo se ha sentido así por parte de sus amigos, pero pocas veces tenían el tiempo suficiente para verse y hablar, entonces el casi siempre estaba solo con sus tres hermosos bebes, lo único que lo aliviaba de esa soledad era el baile, pero ahora mismo estaba encontrando otra salida a esa angustia que llevaba en su corazón. 

Le agradeció al mundo por este trabajo, y le agradeció al universo por haberse topado con Kyungsoo.

—Si, claro—. Respondió Jongin sin poder ocultar la felicidad que sentía en sus palabras.



























































Fueron a comer a un pequeño restaurante de pollo frito cerca de ahí, Jongin era el mas feliz, hace mucho tiempo que no comía una comida normal, ya estaba tan aburrido del ramen que cuando el plato de pollo llego a la misma sus ojos brillaron como nunca y no dejaba de comer pollo fascinado por su sabor. 

Aunque Baekhyun se la ponía difícil, quitándole trozos de pollo de su plato y a ratos se ponían a pelear por comida. Chanyeol no para de reír y burlarse por las mañetas de Baekhyun y el de gruñir en respuesta del más grande.

 Kyungsoo Solo miraba divertido y tranquilo, pero algo decía dentro de Jongin que esos ojos no estaban totalmente felices.

Durante la cena Jongin se dio cuenta de muchas cosas, como por ejemplo que Baekhyun y Chanyeol llevaban saliendo ya casi un año, lo que mas le sorprendió fue saber que Baekhyun era mayor que él, con esa cara y actitud de niño engañaba a cualquiera. 

A Chanyeol le gustaba muchísimo la música, se notaba la pasión cuando hablaba sobre el tema y los ojos de Baekhyun brillaban de orgullo.

Pero sin duda lo que mas le llamaba la Atención a Jongin era Kyungsoo, por lo que se había dado cuenta era muy reservado y muy pocas veces comenzaba alguna conversación, en algunas ocasiones hablaba en lenguaje de señas y Baekhyun o Chanyeol le traducía o otras veces escribía en su pequeña pizarra.

Es lindo. Seguía repitiendo en su mente Jongin. Le gustaba su sonrisa cada vez que Baekhyun hacia alguna estupidez, pero le exasperaba no poder entenderle cuando hablaba en lenguaje de señas. A pesar de que escribiera o Baekhyun y Chanyeol les tradujera, él quería entender a Kyungsoo por si mismo.

Aprenderé lenguaje de señas. Se prometió.



























































Terminaron su comida y salieron del local, Jongin la había pasado tan bien que no se había detenido a mirar la hora en el celular, eran ya las 9:45 de la noche, y el frío volvía a tomar las calles de la ciudad.

—Yo me voy al apartamento de Chanyeol ahora, te puedo confiar a Kyungsoo por favor—. Dijo Baekhyun con un tono preocupado. —Es como mi hermano pequeño para mí y no quiero que se vaya solo a casa—. Las mejillas de Kyungsoo se tornaron de un color rojo casi inexistente a la vista de Jongin por la obscuridad de la noche.

Jongin asintió. Así podría hablar un poco más con el chico mientras lo acompaña a su hogar.

Kyungsoo movió rápidamente sus manos y Baekhyun respondió al instante diciéndole que le importaba una mierda, que creía que Jongin era de confianza y si le pasaba algo mataría a Jongin o le cortaría las pelotas.

A Jongin no le gustó mucho esa parte de que le cortaran sus pelotas, pero acepto de todas formas, todos se despidieron y comenzamos a caminar a nuestro respectivo destino.

—¿hacia dónde vives? —. Preguntó Jongin un tanto incomodo mientras tocaba su cuello con nerviosismo.

Kyungsoo apunto en una dirección y ambos la siguieron, cinco segundos después Kyungsoo saco su pequeña pizarra y escribió algo en ella.

"No es necesario que me acompañes, enserio está bien"

—No, no te preocupes, quiero hacerlo—. Soltó Jongin sin siquiera pensarlo. Kyungsoo pareció aceptarlo y comenzó a escribir nuevamente.

"Mi apartamento queda cerca del centro ¿Dónde vives tú?"

—Oh el mío también­—. Respondió Jongin. —Cerca de la zona turística —. Especificó.

La zona turística era un sector de la ciudad bastante bonito. Eligió ese lugar para arrendar por el y sus tres bebes ya que se encontraba cerca de grandes parques llenos de vegetación en donde sacaba los sacaba a pasear. Además, se encontraba cenca de su escuela de danza, lo que le venía bastante bien.

Los labios en forma de corazón de Kyungsoo se abrieron en forma de asombro y comenzó a apuntarse a si mismo.

—¿Tú también? —. Pregunto Jongin asombrado. Nunca en sus tres años viviendo ahí se había topado con él en las cercanías del lugar.

Kyungsoo asintió con la cabeza y Jongin le sonrío.

Kyungsoo no se intento comunicar con el en todo el camino, el solo camino cerca de Jongin, quien a veces lo miraba de reojo para apreciar y analizar al chico, encontrándose con su rostro sereno siendo iluminado por las tenues luces de la ciudad. 

Fue en ese instante que Jongin se percató de un pequeño movimiento en los labios de Kyungsoo.

Jongin paró en seco y comenzó a quitarse su largo abrigo negro. Kyungsoo demoró unos tres pasos en darse cuenta de que Jongin ya no estaba a su lado. En el momento en que se dio vuelta Jongin tomo su abrigo y cubrió a Kyungsoo con él, colocándoselo sobre los hombros.

—Tienes frio, si no te cubres te vas a resfriar—. Susurro Jongin ajustándole su abrigo.

Las mejillas de Kyungsoo se tiñeron de un tierno color rosa, lo que hizo a Jongin sonreír. El más bajo comenzó a mover la cabeza y sus manos en forma de negación rápidamente, y intento quitarse el abrigo, pero Jongin fue más rápido y posó sus manos sobre sus hombros.

—No te dejare devolvérmelo—. Kyungsoo arrugó la nariz intentando quitárselo nuevamente. —si lo dejaré tirado en el piso y lo perderé por tu culpa—. Kyungsoo rodo los ojos, pero pareció aceptarlo, después de todo no tenía muchas opciones.

Comenzaron a caminar nuevamente durante un rato hasta que llegaron a un cruce, Kyungsoo tocó su hombro para que parara de caminar y Jongin obedeció al instante, el bajo saco su pequeña pizarra y escribió.

"Mi casa es por esta calle, puedes dejarme aquí, no hay problema"

—Mi departamento queda a unas tres calles de aquí, realmente vivíamos cerca—. Dijo Jongin con una sonrisa. —Por otro lado, si solo te dejara aquí probablemente Baekhyun me mataría así que prefiero acompañarte hasta tu casa—. Kyungsoo movió su cabeza negando y estaba apunto de escribir nuevamente en su pizarra cuando Jongin lo detuvo tomando su mano.

—Soo, está bien, quiero hacerlo. —Al instante Jongin sintió su cara arder de la vergüenza, había tocado sus manos sin permiso y para más encima lo había llamado de una forma inadecuada. Quito sus manos rápidamente, con un Kyungsoo mirándolo perplejo.

—Lo siento lo siento lo siento—. Comenzó a repetir rápidamente mientras se cubría la cara con las manos.

Kyungsoo tardó un momento en reaccionar, pero cuando Jongin descubrió su cara el con un rostro sereno le hizo señas dándole a entender de que estaba bien.

Caminaron en silencio hasta por fin llegar a la entrada de los departamentos vivía Kyungsoo. Era un lugar bonito, se parecía mucho al bloque de apartamentos donde el vivía, pero estos parecían un poco mas lujosos.

 El edificio era de un bonito color café obscuro, y en cada balcón había hileras y hileras de plantas que lo hacían ver aún más bello.

El chico a su lado sacó su pizarra, comenzó a escribir y le dio vuelta para que Jongin pudiera leerla.

"Muchas gracias por traerme"

—Oh no te preocupes—. Expresó Jongin.

Kyungsoo comenzó a sacarse el abrigo de Jongin y se lo extendió haciendo una reverencia de cabeza que el tomo como un "Gracias", a lo que Jongin solo sonrió. El chico comenzó a caminar hacia la entrada despidiendo a Jongin con la mano.

—Nos vemos mañana en el trabajo—. Se despidió Jongin. Kyungsoo con su rostro sereno habitual asintió y entró por las puertas del edificio.

Jongin se quedó ahí un momento, mirando las puertas cerradas y suspiro.

¿Por qué se sentía un poco decepcionado?

Bufó en el mismo lugar, se puso su abrigo de nuevo. La noche se sentía fría, tenia su cara y manos congeladas, pero se sintió un poco mas a gusto con el olor del perfume de Kyungsoo que desprendía de él.

—Es tan dulce—. Se dijo a sí mismo mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar hacia su hogar.

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