Finalmente el día de partida llegó, y junto con miles de emociones que causaron un shock en mi cerebro, no hay lágrimas, no hay sollozos, no se que le pasa a mi cerebro pero estoy en estado neutro.
-¿Terminaste de arreglar todo? Si vas a ver a tus amigos no te tardes, acuérdate que en dos horas tenemos que irnos.
-Si, ajá - dije restándole importancia mientras seguía acomodando cosas en la maleta.
-Hija, yo sé que esto para ti no es fácil, pero entiéndeme, aquí es imposible de que podamos salir adelante, no tengo un buen trabajo, no tenemos dinero, no es justo de que yo no te brinde un futuro digno, no es justo de que yo no te dé la oportunidad de estudiar y ser alguien en la vida, la única razón por la que yo hago todo esto es por ti, porque te amo y quiero lo mejor para ti - dijo mamá con lágrimas en los ojos, lo que hizo que mi corazón se partiera en mil pedazos.
-Tranquila mamá - dije abrazándola - yo sé en la situación que nos encontramos pero también es un gran paso para mí y no estoy preparada para esto, por lo tanto tú también tendrás que entender, que nada de esto me gusta y que estoy muy asustada por todo lo que enfrentaremos, te amo y ninguna situación va a cambiar eso pero estoy dolida y enojada, enojada con la vida y necesito espacio y tiempo.
-está bien hija, te comprendo -dijo secando sus lágrimas - voy a terminar unos últimos asuntos- dijo saliendo de la habitación.
Con frustración golpee mi cama como loca sacando las últimas lágrimas que me quedan.
EMILY: chicos, gracias por todo, gracias por estos años de amistad y por los buenos momentos, ha llegado el día y la hora. Espero verlos algún día. Adiós.
Emily ha abandonado el grupo