El Ángel y la Princesa del In...

By RosesRozen

7.2K 664 115

Una historia de amor olvidada por el correr de los años. El amor fue considerado un pecado y se le castigo po... More

Prologo
Alexander
El Torneo
Aceptado
Lucifer
La Cena
La Caida
10 años despues
Destino
La niña
Conociéndola
Al descubierto
El ataque
La infancia de Taira no Bara (primera parte)
La infancia de Taira no Bara (segunda parte)
La infancia de Taira no Bara (tercera parte)
Un nuevo hogar
Espejo
Cerezos
Mascotas
Sombras del futuro
Inmortal

La pesadilla

247 29 2
By RosesRozen

Era el fin.

Las verdes praderas y bosques habían desaparecido, en su lugar altas torres de cemento y metal se alzaban hacia el cielo, como si estuvieran deseosos de alcanzarlos. Dispuestos a ensartar en sus puntas a los ángeles caídos.

Las calles de la cuidad estaban desiertas y los callejones de aquellas extrañas metrópolis se veían mas peligrosos que nunca, a sabiendas peligro que acechaba desde las oscuridad. Una luz rojiza ilumino el cielo. Las siete trompetas del Cielo sonaron anunciando el final.

Era el final de todo.

La muerte aguardaba bajo las sombras del Hades, observando paciente. La enfermedad y el caos colmaron el cielo con pútridas nubes. Junto con la sangrienta señal, varios gritos abrumadores inundan la oscuridad. El aire se ennegreció por el azufre y la sangre. Sus ojos apenas pudieron procesar el horripilante paisaje que se encontraba a sus pies.

Las almas impuras y las bestias surgían del averno, arrasando la tierra, cubriéndola de sangre, dolor y destrucción, dejando tan solo a su paso desesperanza y los restos de civilizaciones ya extintas. Se escucha el llanto de la tierra yerma y el crujir de los vacuos estragos de las ruinas que le daban eco a los lamentos de los mutilados. Los ángeles caían del cielo como estrellas fugases, incapaces de contrarrestar las tinieblas que lo devoraban todo.

La muerte caminaba ahora sobre los campos desolados. Las ciudades se hallaban en ruinas. Un infernal fuego se movía a través de ellas, agitando sus flamas, destruyendo todo lo que pudo haber tenido vida. Los cielos, una vez azules, ahora eran negros y los volcanes, una vez dormidos, partían con brutalidad la tierra. Angeles volvían a chocar contra demonios, quebrando la tierra desde fuera hasta las entrañas. El planeta no continuaría más con vida. Los árboles no existían más. Nada volvería a crecer allí. Cadáveres se movían siendo devorados por alimañas que se arrastraban sobre sus vientres.

Miles de demonios volaban en círculos sobre los escombros de lo una vez el mundo de los humanos, igual que aves de rapiña. Otros miles mas de ellos se devoraban entre ellos. Porque ya no había humano o ángel en ese lugar a quien matar y comer.

Y sobre toda la destrucción, un trono de huesos y cenizas se alzo. No era un ángel ni un demonio el que estaba sentado en el.

En el trono se irguió un ser oscuro, perverso, cuyos ojos violetas miraban fijamente al ángel de ojos azules.

***

Abrió los ojos con un sonido de sobresalto manando de sus labios. Por un momento no supo ubicarse ni espacial ni temporalmente, a medio camino entre la realidad y el sueño. Respiro profundo, llevándose una mano a la cara para tratar de tranquilizarse y descubrir donde demonios estaba. Sus ojos se acostumbraron a la penumbra y le facilitaron la visión del cuarto, las paredes de cristal y mármol eran una visión de la cual ya se había acostumbrado en los últimos mil años.

Se incorporó rápidamente; el aire que se colaba por la ventana entreabierta indico sobre su piel desnuda perlada por el sudor helado. Un escalofrío lo recorrió al evocar las imágenes de su sueño. O al menos se repetía a si mismo que solo había sido eso. Un sueño, o mas bien una pesadilla. La primera en siglos que le resultaba escalofriante.

Apoyo ambos pies en el suelo, sintiendo el frío de la piedra antigua, e intentó despejar su cabeza. Era la primera vez que soñaba con una guerra distinta a la que libraban ya en la tierra con las creaciones del infierno. Por lo general solo sus hermanos o su padre quedaban en su memoria tras despertar... y sin embargo la mirada de aquel ser era clara y vibrante en su mente, como si hubiera estado ahí realmente. Tenía los ojos del caído, pero Alec sabia que no se trataba de Lucifer.

Se puso de pie con cuidado de no tropezar y anduvo hacia la ventana; se notaba extraño y destemplado, sintiendo frío y calor a la vez como cuando alguien tiene fiebre, más era su cabeza lo que estaba realmente fuera de lugar. No sabia que pensar de la incursión de aquella presencia en sus sueños... si eso si solo había sido había sido un sueño. Su cabeza estaba apunto de estallar.

Un fogonazo de entendimiento, cayo en la cuenta de que notaba algo distinto.

Algo había cambiado.

Plegó sus alas negras, y concentró su gracia en percibir su alrededor, el Cielo y la Tierra juntos. Fue entonces que lo sintió. Una pequeña palpitación, una perturbación en el cosmos. Algo nuevo había surgido en la tierra, y era poderoso.

Tomo una camisa de su armario y se la puso al vuelo, lanzándose de su balcón. Abrió sus alas negras mientras caía y las agito con fuerza, volando hacia la torre de Michael. Al llegar guardo sus alas, un ángel raso en la entrada le hizo una reverencia y le abrió la puerta. Camino por los pasillos viendo a ángeles menores correr de un lado a otro nerviosos; murmurando y gritándose órdenes unos a otros. Al menos no era el único con los nervios a flor de piel, aunque la agitación se convertía en algo normal en el Cielo. Con la caída de los ángeles traidores décadas atrás las cosas se habían tornado más complicadas en el Cielo. Más aun con el averno que se creo en las entrañas del mundo, de donde surgieron millones de retorcidas criaturas, creadas por el caído para corromper y destruir la obra más querida de Padre. Fue entonces que los ángeles se desempeñaron por completo como guerreros y guardianes de los humanos.

Llego a la puerta de cristal opaco y entro sin llamar. En la sala estaban reunidos ya sus demás hermanos, tan enfrascados en su acalorada discusión que no notaron su llegada.

-Las guarniciones no han encontrado ninguna anomalía durante sus guardias en la Tierra- dijo Samuel revisando varios papeles que se encontraban esparcidos sobre la mesa.

-Tampoco ha habido mucha actividad por parte de los demonios- informo Gabriel- Todo ha estado dulcemente tranquilo.

-Eso es inusual- Rafael hizo una mueca- Considerando que las aberraciones de Lucifer caminan por la tierra a su gusto.

Michael se tenso, apretando sus puños en una rabia helada. Sus ojos verdes no auguraban nada bueno.

-¿Entonces de donde viene la perturbación?- cuestiono Raziel, intentado apartar cualquier pensamiento doloroso de su hermano mayor- Todos lo sentimos.

-Ese es el problema- musito Gabriel- ¿Por qué todos lo sintieron? Incluso los ángeles rasos saben que algo ocurrió. Una manifestación de tal magnitud es lo que debería preocuparnos antes.

-Un milagro que nos brindes tu presencia, Alexander- interrumpió Rafael. Los ángeles se giraron al recién llegado. Alec saludo con una leve inclinación y tomo su lugar en la mesa.

-¿Qué ha pasado?- pregunto Alec ignorado a Rafael.

-Hace una hora en la Tierra un temblor asoló varios pueblos humanos. Hubo muchas bajas, las parcas fueron informadas y están haciendo la recolecta de almas. Los ángeles que estaban vigilando señalaron que no fue obra de la naturaleza...- dijo Samuel pasándole los reportes.

-Desde entonces se ha sentido una presencia- completo Raziel- Nadie sabe que es que es con exactitud. O de donde viene.

-Es como tener un mosquito en el oído que no podemos ver-opinó Gabriel.

-¿Han bajado a investigar?

-Se mandaron tres guarniciones hace poco- murmuro Samuel- Aun no ha regresado ni una.

-Podría ser alguna artimaña de los caídos- opinó Rafael.

-¿Una trampa?

-No son tan listos para eso- gruño Uriel.

Alec suspiro y se recargo contra el respaldo de su silla. Por más que lo detestara admitir, Uriel tenia razón. Los demonios no solían ser tan minuciosos en su planes. Solo sabían causaban caos y destrucción. Debía ser algo mas. Las imágenes de ciudades destruidas volvieron a asaltar su mente. ¿Podía ser una horrible coincidencia solamente?

-No creo que tengamos tanta suerte, Alexander- dijo una voz.

Los arcángeles se sobresaltaron, observando al recién llegado. Joshua, el ángel encargado de cuidar el jardín; y a su lado estaba Metatron. Los arcángeles intercambiaron miradas aprensivas entre ellos. La presencia del escriba nunca auguraba nada bueno.

-¿Qué haces aquí, Joshua?- pregunto Michael.

-Nuestro Padre me ha dado un mensaje para ustedes.

Padre se había ido del Cielo unos años atrás. Como siempre nadie sabia a donde, pero el único con quien mantenía una conexión era con el guardián.

-"El destino esta sellado"- sentencio Joshua, repitiendo las palabras que su padre le había dicho horas antes- "El Juicio final ha sido escrito"

-¿De que hablas?- inquirió Rafael.

-Que te lo diga, Alexander. El sabe de lo que hablo.

¿Lo sabia? El ángel sintió las miradas de sus hermanos sobre el. Las imágenes de su sueño pasaron tras sus ojos. Un escalofrío recorrió su cuerpo.

-No fue un sueño ¿verdad?- murmuro Alexander con pesadez.

-Me temo que no hermano- dijo Joshua apenado- ¿Qué fue lo que viste?

-Una pesadilla...- musito- Una verdadera pesadilla.

Les narro a sus hermanos la oscuridad y destrucción que había presenciado. Cada horrible detalle de aquella visión, hasta llegar al ser que se había coronado sobre esa tierra de sangre y cenizas.

-Tenia sus ojos- dijo Alexander- Los ojos de de Lucifer.

-Imposible- gruño Michael.

-Se lo que vi.

-No puede existir algo de ambos linajes. Es una blasfemia- escupió Uriel.

-Ahora existe- Joshua entrelazo sus manos- Lucifer lo creo en la clandestinidad.

Los arcángeles voltearon a ver a Joshua estupefactos. No podía ser cierto.

-Lo que todo el Cielo sintió fue la concepción del ser. El primer latido de su corazón. Ahora es real, y su alma se ha creado ha partir de sus linajes. Lo que Alexander presencio en sueños fue una muestra de lo que puede llegar a ocurrir si ese ser crece en la oscuridad...

-Un momento- le corto Gabriel serio- Habla claro ¿si? Quien es este ser para empezar.

-El hijo de Lucifer con una mujer mortal. Se encuentra en plena gestación, y en unos cuantos meses más nacerá.

Michael se tenso.

-La visión de Alexander sello el destino de la criatura y del mundo. Si el bebé crecer en la oscuridad será el responsable del fin de toda la vida en la Tierra.

-¿Cómo dejó Padre que esto ocurriera?- dijo Rafael.

-Hay ciertas cosas que el no controla, Rafael. Es parte del libre albedrío y del destino mismo.

-¿Cuál es la orden?- pregunto Michael.

-Padre no especificó- respondió Joshua- Pueden proceder como lo crean mejor.

-De acuerdo- Michael empujo la silla y se levanto, imponente, aterrador- Entonces desde este momento ordeno la búsqueda y destrucción de dicha criatura. Será la misión primordial de todo el Cielo. Quiero patrullas por toda la Tierra y los mejores guerreros en ellas. Todos descenderán con sus respectivas guarniciones y cubrirán un área determinada. Nadie descansará hasta que el monstruo sea destruido.

-¿Y la madre?- pregunto Samuel.

El silencio se hizo presente en la sala.

-Elimínenla también-gruño el arcángel - No merece el perdón al colaborar con la creación de esa aberración. Nuestro padre la juzgara cuando llegue su hora.

Los arcángeles asintieron sin protestar, se levantaron de sus sillas y salieron de la sala.

***

El azabache observo las primeras guarniciones de ángeles desplegar sus alas para descender a la Tierra. Su cuerpo vibraba expectante, listo para probarse frente a sus hermanos y cumplir su deber. Solo aguardaba a que su propia guarnición estuviera lista para salir.

-Alexander- llamo Joshua tras el- Unas palabras.

-¿Si, hermano?

Joshua se acerco a el. Alec lo observo extrañado; el Cielo estaba en estado de alerta y aun así era el único ángel que no vestía las ropas de combate.

-Escúchame con atención- musito el ángel en voz baja- No es una coincidencia que tu hayas tenido la premonición del ser. El destino de la criatura y el tuyo están entrelazados. Tu jugaras un papel muy importante en lo que viene. Debes ser cuidadoso.

Alec dio un respingón.

-¿De que hablas? ¿Padre te ha dicho esto?

-No, no ha sido el- murmuro Joshua- No es el único que me habla, Alexander. Hay más voces. Muchas más. Y hablan demasiado. Saben demasiado.

Alec parpadeo. Sonrió intentando lucir comprensivo, ignoro el nudo que se había formado en su pecho. Quizás los rumores que había escuchado sobre lo excéntrico que era el guardián eran más acertados de lo esperado.

-No tienes de que preocuparte hermano. Yo mismo destruiré a la criatura. No dejare que los días oscuros destruyan la obra de nuestro padre.

Giro sobre sus talones para irse. Joshua lo tomo del brazo, deteniéndolo.

-Alexander no...

-¡Señor!-le llamo una voz a sus espaldas.

El aludido retiro el agarre del guardián sobre su brazo y miro atrás: Vera, una ángel mayor de su guarnición se acerco a pasos anchos hacia el, vestida con las ropas oscuras para las cacerías.

-¿Qué ocurre?- pregunto Alec con un carraspeo, sintiéndose extrañamente aliviado con la intrusión.

- Estamos listos para salir- anuncio el ángel.

-¿Y Dorian?

-Esta discutiendo con Nathaniel.

Puso sus ojos en blanco. Las peleas entre esos dos no eran algo extraño. Nathaniel era un cretino, del cual no lograba fiarse del todo. Pero era un gran guerrero, única razón por la que estaba en su guarnición.

-Iré en un momento. Puedes retirarte.

Vera hizo una reverencia y se retiro. Alec intento ocultar su alivio cuando se giro a Joshua. El castaño tenia el ceño fruncido, claramente preocupado.

-Debo retirarme- anuncio. Coloco una mano en su hombro y apretó ligeramente- Ve en paz hermano. Me encargare de la amenaza.

Aparto su mano y se fue, sin escuchar las ultimas palabras que Joshua tenia que decirle. El ángel solo pudo apretar sus manos y rezar para que Alexander no hiciera algo de lo que pudiera arrepentirse.

Aun no era tarde.

***
Hola!! Se que no he actualizado hace mucho, pero la universidad me consume. Aprovecharé las vacaciones para escribir más, lo prometo. Dejen sus comentarios y opiniones, me alegra mucho leerlos. Gracias por seguir la historia y por votar.

Continue Reading

You'll Also Like

438K 11.4K 62
❝spencer, all this week you've been holding my hands. what about your germ thing?❞ ❝you were more important.❞ hazel finley is a liar. but she's a da...
767K 28.4K 103
The story is about the little girl who has 7 older brothers, honestly, 7 overprotective brothers!! It's a series by the way!!! 😂💜 my first fanfic...
1.9M 86.2K 194
"Oppa", she called. "Yes, princess", seven voices replied back. It's a book about pure sibling bond. I don't own anything except the storyline.
150K 5.3K 42
❝ if I knew that i'd end up with you then I would've been pretended we were together. ❞ She stares at me, all the air in my lungs stuck in my throat...