Jin
Ya casi había llegado al ascensor, hasta que sentí que algo, o mas bien alguien se había "chocado" conmigo, y que en ese momento me rodeaba con sus brazos.
- Confía en mi, estoy aquí, acaso no me ves?
Y rompí en llanto otra vez, aun mas fuerte si cabía. Era Namjoon. Ni siquiera nos conocíamos lo mas mínimo, y ahí estaba, en el lugar que debía ocupar Jimin.
Mi ex-mejor amigo.
"Te odio, Kim Seokjin."
Dolía, mucho, pero nunca me arrepentiría de lo que hice, aun llevándome el odio de mi menor durante toda mi vida. Lo volvería hacer una y otra vez, moriría por el.
- Te veo bien.
- ¿En serio? Wow Jin, no sabia de tus ocultas intenciones, no pensé que te parecería tan atractivo.- soltó el sinvergüenza, haciéndome parecer una morsa por reírme mientras lloraba.
- Recuerda que soy tu hyung, niñato irrespetuoso.
- Lo se lo se, solo trataba de hacerte sonreír. Bajemos juntos. - dijo haciendo notar sus hoyuelos al sonreír, por lo que inconscientemente una sonrisilla se asomo en mi seguramente ya hinchada cara.
Asentí y me metí en el ascensor mientras el me seguía.
Jimin me odiaba, no lo volvería a ver nunca mas, ni a escuchar su melodiosa voz, no volvería a subir su autoestima con mis halagos, los cuales le dedicaba totalmente en serio. Ahora estaba solo, y el también. No se que era lo que mas me dolía de las dos cosas. Mi mundo era Jimin y la cafetería, mis días los pasaba en la cafetería, nueve horas ahí, y las demás, hablando con mi pequeño, o con su propia compañía. Solloce una vez mas.
Cual odiosa casualidad, Yugyeom llamo a mi móvil, el cual cogí mientras Namjoon y yo salíamos del ascensor, le hice una seña para que se adelantara a la salía mientras yo atendía dicha llamada, a lo que asintió.
- ¿Si?
- ¿Jin, y esa voz?- la voz tranquila de Yugyeom ataco mis oídos.
- Estoy en el hospital, por... mmmm problemas familiares, tranquilo, mañana volveré al trabajo, solo ha sido algo puntual- dije intentando que mi voz sonara medianamente normal.
- De eso quería hablarte... Veras, Mark ha echado a Jackson y a un par de camareros mas, no se como decírtelo, intente que esto no fuera así, pero no he podido evitarlo, tu también estas fuera, lo siento hyung, y- corte la llamada.
Ya no había nada ahí que me salvara, no había nada ni nadie.
Incluso me maree al dar unos pasos para salir de el lugar, cuando llegue a la entrada, iba a llamar al chico que estaba apoyado en la pared mirando su móvil, pero antes de aquello, me desmaye y todo se volvió oscuro.
;nota;
Me gustaria saber mediante comentarios que os está pareciendo la historia, ya que últimamente no hay muchos votos ni coments, así que lo agradecería montón, se os quiere:)