-Acércate...
-¿Qui-Quién dijo eso?- Pregunté asustada.
-No lo escuches ven conmigo...
-¿Ah? No... no los veo.- dije tratando de caminar entre la tiniebla, lo cual dificultaba mi visión.
-Yo te puedo dar las respuestas que buscas...
-Esperen... ya me estoy acercando.- De pronto me empecé a marear y veía todo borroso.
-¡Corre!
-Estas en peligro... ¡Vete!-Y casi susurrando me dicen el portal.
-¿El portal? ¿A qué se refieren? ¡Vuelvan, no se vayan!
-Riley...
-¡Vuelvan!
-Riley... ¡Riley!
-¡¿Eh?!- Me incorporé rápidamente. Miré a mi alrededor y me encontré a Hugo mirándome.
-Otra vez estás hablando dormida.
-¿Qué?- dije aún desorientada.
-¿Otra pesadilla?- dijo frotándome la espalda.
-Ah... Si... eso creo. Siempre que estoy a punto de acercarme a las personas que me hablan, me despierto.
-No te preocupes, ¿si? Tal vez es algo que te tiene estresada. Trata de relajarte cuando duermas.
-Lo intentaré. Gracias, Hugo.
-Ya tienes que irte al instituto, al igual que yo al trabajo. Vamos, alístate.
-Está bien. Déjame prepararme y me voy.- Asintió y abandonó la estancia. Me preparé rápidamente luego de asearme, desayuné algo ligero y me fui con Hugo.
***
Pasaron varias clases en las que no pasó nada interesante. Ahora tengo clase con el señor Jones, una de las más interesantes en mi opinión. Me senté con Sarah. La clase estuvo genial, como siempre. Vimos la cultura de los cíclopes. No es mi tema favorito pero tampoco lo odio. Terminó la clase y nos dejaron salir. Antes, teníamos que recoger una tarea que el profesor nos había dejado sobre su escritorio. Sarah y yo fuimos las últimas en salir.
-Disculpe señor Jones. ¿Le puedo hacer una pregunta?- dijo mi amiga mientras tomaba los papeles. ¿Qué va a hacer ahora?
-Eh... Si, por supuesto.- dijo el profesor para luego prestarle atención.
-¿Vamos a analizar a las brujas?-¿A dónde quiere llegar? Esto no pinta nada bien. La miré tratando de buscar alguna respuesta en su rostro pero nada.
-Sí. Lo vamos a hacer.
-¿Usted cree que las brujas existen?- dijo sonriendo.
Ya empezamos.
-Bueno... sería raro no creer en estas cosas pero aún así enseñarlo.- respondió astutamente mi profesor.
-¿Vamos a ver a los dioses y a los vampiros?- ¿En serio Sarah?
-Ah... sí, ya iremos viendo.
-Y, ¿usted cree que- Vi que el profesor Jones ya quería irse, así que interrumpí a Sarah para que dejase de hablar.
-Sarah, ya lo escuchaste. Lo iremos viendo. Ahora deja que se vaya, seguro que tiene otras cosas que hacer. Ya le podrás preguntar todas estas cosas cuando estemos en esa clase.
-Su amiga tiene razón. Ya podrás hacerme todas las preguntas que quieras. Ahora, si me disculpan, tengo que irme.-Sarah iba a seguir hablando pero la tomé del brazo y me la llevé fuera del aula.
-¿Qué acaba de ocurrir allí dentro?- Dije mirándola mal.
-¿Qué?- dijo haciéndose la inocente.
-Nada de qué. ¿Por qué le hiciste todas esas preguntas?
-Por nada... solo estaba haciéndonos un favor...- se encogió de hombros.
-¿Un favor?- Mi amiga comenzó a caminar.-¡Sarah! ¡No te vayas! ¡Ven!- le grité siguiéndola.
-¡Atrápame si puedes!- Me gritó de vuelta comenzando a correr.
-¡Sarah!- grité riendo y, como si fuéramos dos niñas, la empecé a perseguir hasta llegar al patio.
-¡Te tengo!-Pero ella frenó tan de prisa que hizo que chocara con ella y las dos caigamos en el pasto. Nos empezamos a reír como las desquiciadas que éramos.
***
El día siguió bien. Sarah me dijo que pasaría por mi para ir a la fiesta de Loan a eso de las ocho y media. Ya, en mi casa, decidí ponerme mi disfraz. Con Drogo nos vamos a disfrazar como esqueletos. Es simple. Un poco de maquillaje en el rostro en forma de esqueleto, un lindo vestido negro, unas botas y un buen peinado. Y listo, disfraz completo, no voy a esforzarme mucho. No me gusta mucho disfrazarme. Solo voy por la fiesta. Mientras terminaba con algunos detalles escuché el timbre.
-¡Voy!-Bajé a toda prisa. ¿Ya llegó Sarah? Aún no es la hora que acordamos.
-¿Sarah, eres tú?- Pregunté mientras abría la puerta.-Llegaste más tempra- Me quedé helada frente a la persona que tenía en frente.- ¿¡Matt!? ¿Q-qué haces aquí.- Pregunté sin poder creer que lo tenía en frente.
-Hola para ti también.- bromeó y sonrió.
-Ah... lo siento. Hola Matt, ¿qué tal? ¿Quieres pasar?- dije haciéndome a un lado.
-Yo... lamentó haber llegado así sin avisar pero... ¿Te acuerdas que mi padre trabaja aquí? Bueno, vine a visitarlo por unas semanas y pensé en visitarte.- contó mientras entraba en mi casa.
-Yo... no sé qué decir. Me alegro de verte.
-¿Tú también vas a la fiesta de Loan?-Me preguntó mientras miraba mi disfraz.
-Si, yo... Espera, ¿conoces a Loan?- fruncí el ceño.
-Su padre trabaja con el mío. Ya lo conocía desde antes.- se encogió de hombros simplemente.
-Tú... ¿irás a esa fiesta?
-Si tu vas, voy.- Asentí levemente.
-Em... ¿sabes que es una fiesta de Halloween?
-Si...
-Hay que ir disfrazados.- dije mirando su ropa común.
-Bueno...-Se puso su capucha negra y unos lentes oscuros.-Ahora soy el encapuchado misterioso.- Me reí y él siguió mi risa.
-Eres un tonto.- dije dándole un golpecito.
-Te extrañé.- soltó de pronto e hizo que mi risa cesara.
-Yo igual pero...-Me interrumpe el timbre.
-Pero tienes que ir a abrir.- cerré la boca y me dirigí a la puerta.
-¡Sarah! Hola.- sonreí.
-Hola.-Me abraza.-¿Nos vamos? Estoy ansiosa por ir a bailar un poco. Hace tiempo no salgo.
-Si, yo...- la voz de Matt me interrumpió.
-Hola.
-¿Y tu eres...?- preguntó Sarah mirándonos a los dos.
-Matt, el- lo interrumpí.
-Un amigo de mi antigua ciudad.
-Si, justo lo que iba a decir.- dijo mirándome un poco extraño.
-El viene con nosotras, es amigo de Loan y lo invitó.
-Ok, no hay problema. Yo soy Sarah. También amiga de Riley.-Se dan la mano.
-Un placer.- respondió Matt amistosamente.
-Ya que mis amigos se conocen, ¿Por qué no nos vamos a una fiesta? Tengo ganas de bailar.- Reímos.
-Claro.-Nos pusimos en camino.
***
Al llegar la música se escuchaba a todo volumen.
-¡Hey! Llegaron. Pasen, pasen.- dijo Loan con cerveza en mano. Matt se quedó hablando sobre no sé qué con él mientras Sarah y yo entrábamos. Al pasar la puerta vimos a puros adolescentes disfrazados, algunos le ponían más esfuerzo que otros, unos estaban borrachos y otros aún no. Es temprano, recién son las nueve.
-¡Drogo, Peter! Hola.- los saludé amistosamente.
-Bueno... yo me voy por allí... Si...-Dijo mi amiga y se marchó. No voy a obligarla a pasar tiempo con ellos si no quiere.
-Te ves hermosa.- dijo mi novio. Novio, que bien suena.
-Gracias, ustedes también se ven genial.- sonreí y los hermanos me devolvieron la sonrisa. Drogo se me acercó para darme un beso pero...
-¡Riley! ¡Aquí estás! Te estuve buscando por todas partes.- dijo Maty y yo me separé de Drogo.- Ah... hola.- dijo al percatarse que estaba acompañada.
-¡Oh! Chicos, él es Matt, un amigo de mi otra ciudad.- lo presenté un poco incómoda.
Por ahora voy a omitir que es mi ex novio. Conozco a Drogo y si le digo, se va a poner súper celoso, y no queremos eso, ¿no? Por suerte, Matt me sigue el juego.
-Si, somos muy buenos amigos.-Tan buenos, si.
-Hola, yo soy Peter.- le sonríe que, a comparación de Drogo, este le sonríe amistosamente.
-Hola Peter. Y hola...- Maty espera que Drogo le diga su nombre. Antes de contestar, Drogo le mira de arriba a abajo. Ge-nial, ya está celoso.
-Drogo.-Matt les sonríe.
-Oye Riley, te traje algo de tomar. Tu favorito.
-¡Oh, gracias! Que detalle. Es muy amable de tu parte.-Le doy un sorbo. Se genera un silencio algo incómodo. Miro a Peter con cara de ayúdame. Por suerte, entiende mi mensaje al instante.
-Bueno... ¿quieren ir a bailar?
-¡Que buena idea, Peter!- formulé un gracias con mis labios que solo él vio. Me sonrió.
-Sí, Riley es una muy buena bailarina. Recuerdo que una vez nos inscribimos en un concurso de baile en el colegio al que íbamos juntos y ganamos gracias a ella. Yo casi lo arruino, bailo muy mal.- Reí.
-Claro que no. Éramos el mejor dúo.- Me sonrió.
-¿Vamos a bailar o no?- dijo Drogo rodando los ojos.
-Si, vamos.- dijo Matt sin percatarse de la actitud de Drogo. Nos fuimos todos a la pista de baile. Drogo estuvo insoportablemente celoso. Se la pasó en medio de Matt y yo. También estuvo más sarcástico que nunca. Le respondía muy mal a Matt. No tiene por qué hacer eso, yo lo amo a él. Es mi novio, lo sé, pero tengo derecho a tener amigos y él puede tener las amigas que él quiera. Después de un rato me cansé.
-Oye Drogo, ¿Vamos a tomar algo? ¿Si? Ok. Ya volvemos.- dije sin dejarle responder. Lo tomé del brazo y lo llevé fuera.
-¿No íbamos a tomar algo?- dijo Drogo al ver que no nos dirigimos a la barra.
-¿Qué te sucede?- dije una vez llegamos a un lugar en el que pudiéramos hablar.
-No lo sé. Tú dijiste que querías beber algo.
-No hablo de eso, hablo de Matt.- rodé los ojos.
-¿Qué con él?
-No me tomes por tonta. Tenías escrito en la cara celos.- dije impacientándome.
-¿Dices que estoy celoso de... ese?- dijo moviendo las manos y poniendo cara de asco.
-¿Lo ves? Celoso.- dije apuntándolo con un dedo.
-¿Y qué si lo estoy? ¿No puedo estar con mi novia? Yo no soy el único que actúa raro. Tú estuviste más alejada de mi. ¿O me vas a negar que esquivaste cada uno de mis besos? ¿O que tomabas distancia cuando Matt nos veía?
-Yo... no...- Murmuré sin saber que responder.
-¿Sabes qué? Me voy de esta estúpida fiesta. Quédate con Matt si quieres. Al parecer son "el mejor dúo".- dijo haciendo comillas con los dedos. Luego comenzó a irse.
-No... yo... Drogo no te vayas.- Pero se fue antes de que pudiera detenerlo. La cólera se apoderó de mi.-¡Bien! ¡Largo!- grité hacia la dirección en la que se había ido. Estoy segura que lo oyó gracias a su buena audición.
-¿Qué te hizo ese árbol para que le grites?-Con los ojos cristalinos, a punto de llorar, me di la vuelta.
-No... y-yo...- tartamudeé tratando de aguantar el nudo de mi garganta.
-¿Todo en orden?- dijo Maty mirándome preocupado.
No aguante más y solté mis lagrimas.-Oh Riley, ven aquí.-Me agarró entre sus brazos y nos sentamos en un banco que estaba ahí.
-Yo...- dije para luego tragar asquerosamente mis mocos.
-Sh, no hace falta que digas nada. Solo desahógate.- dijo acariciándome el cabello.
Y me quedé un rato llorando, entre sus brazos.-¿Te sientes mejor?- preguntó con dulzura luego de un tiempo.
-Si... y... lamento haber mojado tu disfraz de encapuchado misterioso.- dije bromeando pero sin sonreír. Él rió.
-Esto no tiene importancia. Lo importante ahora es que estés bien. Vamos, sé que te gustan las fiestas. Esta no tiene porque ser una excepción.
-Tienes razón. Él no tiene derecho a arruinarme una fiesta.- dije secándome las lagrimas. Mi maquillaje debe estar hecho un desastre.
-Esa es la preciosa Riley que conozco.-Se levanta y me tiende la mano.-Riley Montes, ¿me haría el honor de disfrutar esta fiesta conmigo?
-Señor Ortega, sería todo un placer.-Nos reímos y entramos en la casa. Sara ayudó a retocar mi maquillaje y para mi suerte no preguntó nada. La pasé muy bien después de todo. Peter no preguntó qué pasó y Matt no habló más del tema. Los quiero tanto. Sarah estuvo hablando con varios chicos y chicas. Bailó algunas canciones conmigo. Así estuvo toda la noche. Cuando ésta finalizó, Sarah nos llevó a Matt y a mí a mi casa. Matt dijo que se iría para dejarme un momento de privacidad pero insistí en que se quedará. No rechazó la invitación porque sabe que odio estar sola en estos momentos. Nos pusimos a ver una película en mi sala y nos quedamos dormidos ahí. Hugo no tuvo problemas. Él ya lo conoce y se llevan muy bien. En cuanto a Drogo... ya no hay tristeza... hay cólera. Y una Riley enojada no es bueno.
Fin del capítulo 20
Continuará...