Ahora que me había deshecho de todo el drama de Ava, tenía algo más en mente: arreglar las cosas con Jessica e invitarla a salir de nuevo. Ha pasado una semana desde que tuvimos esa desastrosa cita, ya no contesta a mis mensajes de texto e incluso me ha eliminado de su lista de amigos de Facebook. Creo que es hora de reparar el mal rato que le hice pasar, quería hacerlo.
—Hey...
Me acerqué a ella, guardaba un par de cosas en el locker azul, el cual cerró una vez que escuchó mi voz, mirándome con fastidio.
—Oye, realmente lamento lo que pasó en nuestra cita, te dije que era la primera vez que salía con alguien más y no supe qué hacer, lo siento.
—No dejaste de hablar de lo extraordinaria y fantástica que es la tal Amanda, la cagaste por completo. Como consejo para la próxima cita que tengas, que por obvias razones conmigo ya no la vas a tener, por favor no hables de tu ex novia, a nadie le interesa.
—Por favor Jess, vamos a salir de nuevo, te juro que esta vez será diferente.
—Ahmm... No. —Jessica se soltó de mi agarre, arreglándose la manga de su sudadera después—. Continuemos siendo sólo compañeros que comparten la misma clase de trigonometría, ¿vale?
Jessica continuó con su camino en el corredor dejándome completamente solo. Golpeé el locker con mi puño, molesto por haber arruinado todo con una chica que realmente comenzaba a gustarme.
—¡No puedo creerlo! —La voz de Jeremy llama mi atención—. ¿Es cierto que la cagaste magistralmente con Jessica Hoffman?
—¿La conoces?
—Sí, estuve detrás de ella todo el séptimo grado, jamás quiso salir conmigo. Y tú que lo lograste, arruinaste todo con tu obsesión por Amanda.
—¿Qué sabes de Jess?
—Nada realmente, es muy misteriosa... —Me dice, casi mofándose—. Así como las que te gustan.
Dejé escapar un suspiro de molestia y gire sobre mis talones dispuesto a marcharme, sin embargo Jeremy vino detrás de mí, disculpándose por ese último comentario.
—No ayudas en nada.
—Hay algo en lo que puedo ayudar, a distraerte. —Me ofrece—. Esta noche haré una fiesta en mi casa, la primera del año. Así que... Te espero a las siete.
—Bien.
—Suerte con Jessica.
Jeremy me da dos palmadas en la espalda y comienza a caminar en otra dirección, así como lo hice yo, caminé hasta el salón de clases y una vez adentro, busqué un lugar cerca de Mike.
—¿Qué harás esta noche?
—Es cumpleaños de James, así que iremos a cenar en familia. —Responde, bloqueando su celular.
—¡No! No puedes dejarme solo con Jeremy otra vez.
—¿Por qué no? —Cuestiona—. Es mi hermano mayor, mi mamá no me va a dejar ir contigo a una fiesta con Jeremy.
—La última vez que estuve con Jeremy en una fiesta volví a ver a Amanda.
Mike movió la cabeza en señal de negación, intentando no reírse.
—Bueno, si la vuelves a ver espero que esta vez sí se despida de ti y que no te deje abandonado en un motel.
Regresé mi mirada hacia en frente cuando escuché a la profesora llegar, era momento de comenzar el verdadero desafío de permanecer una hora aquí sin querer darme un tiro. Su voz me resultaba irritable y su constante afición por hablarnos de su vida me resultaba la cosa más aburrida sobre la faz de la tierra, no me importaba cómo ha conocido a su esposo y de los logros de sus hijos. Yo sólo quería salir de aquí lo más antes posible, pero como siempre, el reloj conspiraba en mi contra.
—Entonces no te perdonó.
—No, me mandó a la mierda... Y creo que tiene razón en estar enojada.
Elisse y yo buscamos una mesa en la cafetería para sentarnos, dejando nuestra comida sobre la mesa, dispuestos a tener una conversación en el almuerzo sobre mi último fracaso sentimental.
—¿Tan mal estuvo la cita? —Cuestiona.
—Sí, ¡aghh! Jessica ha sido la única chica en la que me he interesado después de ella y lo he arruinado todo hablando de Amanda como siempre.
—Hey, no todo está perdido. Quizás consigas salir con alguien más después... Y así ya no vas a cometer todos esos errores.
Elisse destapa su yogurt y comienza a comer en silencio.
—¿Por qué no vienes conmigo hoy a la casa de Jeremy?
Llamo su atención de inmediato, ella se limpia con una servilleta de papel antes de responder a mi propuesta.
—¿Para?
—Una fiesta, ¿no quieres venir?
—No gracias. —Confirma—. No lo sé pero, Jeremy no me agrada mucho.
—Te besaste con él.
—Era un juego... —Ella bebe de su jugo, un largo sorbo—. Además siento que a veces Jeremy es una mala influencia para ti.
—Tu mamá piensa que yo soy una mala influencia para ti y aun así soy tu mejor amigo.
Mi labor para convencerla de ir conmigo falló completamente. Así que seríamos sólo Jeremy y yo en su casa, con un par de extraños a nuestro alrededor divirtiéndose una noche de miércoles.
A pesar de que según Jeremy esto iba a ser algo relativamente tranquilo, su casa se convirtió en el albergue de una verdadera fiesta, realmente había aprovechado que sus padres decidieron tomarse unos días fuera de la ciudad. La música era buena, los amigos que tenía en la universidad se encargaron del alcohol y básicamente de ambientar esto.
—El sábado vamos a ir a un club.
—Sí claro... Como si nos dejaran pasar.
—El viernes te doy tu identificación falsa, ya tengo cubierto todo. —Dice Jeremy, guiñándome el ojo izquierdo—. Por ahora, dame fuego.
Saqué mi encendedor para encenderle su cigarrillo, él se sienta a un lado de mí en el sofá y comenzamos a mirar la escena que teníamos en frente, una pareja que daba rienda suelta a sus deseos de estar juntos.
—¡Hey! Si quieren les presto mi habitación. —Les grita Jeremy—. No queremos un espectáculo porno aquí.
Me recargué en el respaldo una vez que vi que siguieron a Jeremy aceptando la propuesta del préstamo de su habitación. Tomé la lata de cerveza que previamente dejé en el piso y le di un sorbo, recordando cuando Amanda me tuvo prisionero de ella por una noche... ¡Y lo que daría por vivirla de nuevo! Ahora son sólo recuerdos que parecen tan lejanos.
—¿Por qué no vino Mike? ¿Acaso ahora sólo va a fiestas del equipo? —Cuestiona Jeremy una vez que regresa.
—No, su hermano James cumple años hoy. Sabes cómo son los Dabill.
—¿Y mi Elisse?
—No es tu Elisse. —Le recuerdo—. Ella casi no sale por las noches, es niña de casa.
Chocamos las latas de cerveza antes de darle otro trago. Realmente me estaba aburriendo, no había mucho que hacer y Jeremy parecía más entretenido mirando a esa chica que mostraba sus mejores pasos de twerk. Seguramente que si me voy no va a extrañarme tanto, al contrario, seguramente iniciaría su cacería para conseguir estar con esa pelirroja.
—Hey, ¿sigues despierta?
Llamé a Elisse por teléfono. Tenía muchas ganas de platicar con ella, de escuchar su voz, ese sonaba como un buen plan para pasar mi noche, mucho mejor que el que me ofreció Jeremy.