¡PUM!
Despierto al oír ese azote que le dieron a la puerta de la entrada, con el ceño fruncido veo a todos lados confundida, y es cuándo lo entiendo y lo primero que viene a mi cabeza es Jason, pero lo descarto al instante. Ese azoton fue más de mujer indignada, así que Cristal se fue de la casa.
Me levanto y me adentro al baño para lavarme el rostro y despertar, suelto un quejido cuando el agua toca mi piel.
—Mierda...—me acerco al espejo y logro ver finas líneas rojizas en mis mejillas.—estúpida Cristal...
Salgo del baño buscando a Perrie con la mirada, pero no está, seguro pasó la noche con Chris. Al menos alguien lo pasó bien.
Me quito la ropa del día de ayer, para ponerme mi pijama azul de seda, un short corto y una blusa de tirantes delgados. Busco como loca entre mis cosas algo que haga mucho ruido.
—¡Eureka!—exclamo cuando doy con la trompetilla roja.
Salgo de la habitación y me dirijo a uno de los pasillos donde se encuentran mis hermanos para presionar el botón, haciendo ruido a todo lo largo del pasillo.
—¡VETE A LA MIERDA!—se oye un grito de los gemelos y suelto una carcajada.
Una de las puertas se abre y de la habitación salen un par de gemelos rubios con un bat de plástico cada uno. Al parecer no soy la única loca que trae cosas raras en su maleta. Otra puerta se abre y sale el otro par.
—Oh oh...
Comienzo a correr escaleras abajo.
—¡VEN AQUÍ MALDITA!
—¡FUCK YOU!—exclamo seguido de una carcajada y salgo al patio delantero donde se encuentra una manguera, lista para atacar. No es mucho, pero no llegarán a mí.
Afuera me encuentro con Connor Y Dylan, llenando globos con agua, me detengo para verlos con el ceño fruncido y ellos voltean a verme también.
—Agh, ya se despertó—dice Connor con fastidio.
—¿Qué hacen?
—Creo que llenando globos—contesta Dylan con sarcasmo, le saco la lengua.
—¿Para qué?
—Eran para despertarte—se encoge de hombros.
—¿Y por qué sólo a mí?
—Porque Perrie está con Chris—Connor hace una mueca de asco.—además, no te hemos hecho una broma oficial
Me cruzo de brazos y estoy a punto de decir algo más cuando la puerta es abierta de golpe, salto del susto y rápidamente voy con los chicos rubios.
Tomo los globos que puedo y comienzo a lanzarselos a los cuatro, Dylan y Connor Me ayudan tomando la canasta enorme, casi llena de globos.
—¡No se vale, no tenemos armas!
—¡Mueran!—exclamo con diversión mientras les lanzo globos.
—¡MILLER CAÍDO!—exclama Kelvin mientras sostiene a Bruce en el suelo fingiendo estar herido a punto de morir. Drama Queen.
—¡Cierra la boca!
Sale el resto de los habitantes de la casa, menos Jason, lo que significa que él es quien se fue de la casa, ¿Por qué me preocupo? Qué se jodan todos, eso ya no importa. Solo se quedan viendo la escena divertidos, hasta que uno de los salvajes gemelos rubios me lanza con un bat dandome en la cabeza.
—¡HIJOS DE SU...
—¡LEWIS!—exclama mi mellizo, al mismo tiempo que James, interrumpiendome.
—Eso estuvo para grabarse
—Cierra la boca Conno—me mira mal y me saca la lengua, para luego lanzarme un globo, pero no revienta.—¡Ja! Loser
—¡PERO YO NO FUI, ÉL HUYÓ HACIA LA PLAYA, SUELTENME!—grita uno de los gemelos rubios mientras intenta liberarse de James y Paul.
—¡Cierra la boca maricón!
—¡Ajá, eso!—le sigue mi hermano.
—¡AL AGUA NO, AL AGUA N-
—¡Oye!—exclama el otro gemelo, se acerca a dónde estoy y toma un globo para lanzarselo a James dándole en la cabeza, suelto una carcajada.
James camina hacia nosotros y Lewis sale corriendo dentro de la casa, James toma algunos globos para después dirijirse a la casa, pero Dylan, Connor y yo le lanzamos globos.
—Hijos de..—le lanzo otro cerrándole la boca.
Y así, es como comienza una guerra de globos entre todos. Incluyendo a las chicas.
Extrañaba las mañanas llenas de alboroto. Vida dulce vida.
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—¿Cómo que se van antes?—digo con el ceño fruncido.
—Tenemos que hacer algunas cosas para la universidad.
—Ay... Es cierto, nos van a abandonar—hago puchero, él sonríe y me da un beso corto.—pero, nos veremos en casa, ¿O planeas irte?—alzo una ceja, él me mira unos segundos.—¿Planeas irte?—asiente levemente.—¿Y en tus planes está visitarme?
—Eso creo que será difícil—frunzo el ceño.—tal vez me vaya de la ciudad.
—¿Qué?
Siento algo extraño en mi pecho, como un pequeño dolor. ¿Qué será de nosotros? ¿No pensó en eso? Es como si no le importara, ¿Todo es en vano?.
—¿Y nosotros?
—Seguiremos juntos, lejos, pero juntos
—Eso no va a funcionar James, a distancia las relaciones no son buenas
—¿No confías en mí?—alza una ceja.
—¿Sinceramente? No—me mira indignado.—no es mi culpa, es toda tuya.
—Bueno... Pero prometo llamarte, enviar mensajes y pensar en ti siempre—resoplo y aparto la mirada de él posandola en mis manos.—¿No me crees?
—Vas a conocer a más chicas...
—¿Y...?
—De tu edad, más bonitas y en la misma ciudad...
—Alissa...—lo miro.—yo te quiero a ti—ruedo los ojos.
—Y a Cristal
—¡Creí que ya estaba olvídado y perdonado!
—¿De qué hablan?—ambos miramos a William.
—De universidades y zorras—contesto y James pasa un brazo sobre mis hombros, y depósita un beso en mi cabeza.
—Oh, es cierto...
—¿Tú también piensas largarte?
—¿Quién se piensa largar?—llega Daniela y toma asiento junto a Will.
—James y Will...
—¿Me piensas dejar?—dice dándole un codazo, mi hermano hace una mueca y la abraza igual.
—No—ella sonríe.—pero sí.
—¿Qué?
—O sea, seguiremos juntos, pero separados
Quisiera estamparme contra la pared. ¿Por qué tengo hermanos tan estúpidos?.
—William, explicate—le digo rodando los ojos.
—Iré a una universidad fuera de la ciudad
—¿Qué?
James y yo nos miramos con una sonrisa. Nos levantamos para irnos y dejarlos solos un momento, además, nosotros también tenemos que hablar.
Salimos al patio trasero, que es la playa, y nos sentamos uno frente al otro en la mesa que hay afuera, me cruzo de brazos mientras lo veo.
—¿Qué?—sonríe.
—No quiero que te vayas—sonríe aún más y una gran parte de mi lo odia por eso.—es que, agh...—humedezco mis labios y dejo caer mis brazos.—acabamos que arreglar las cosas, ¿Y te vas a ir así como si nada? Yo, la verdad, no creo que funcione James...
—Debes confiar en mí.
—¡Es difícil! Tú lo hiciste difícil.
—Lo sé, lo siento, una vez más ¿Cuántas veces debo decírtelo para que en verdad me perdones?—aparto la mirada posandola en la mesa.—yo te quiero, más de lo que demuestro, Alissa.
—Yo también, James...—suspiro.—pero es difícil volver a confiar en ti
Golpea la mesa tan fuerte que logra sobresaltarme, lo miro asombrada y él se levanta murmurando cosas mientras entra a casa de nuevo, azotando la puerta de cristal. Ruedo los ojos. No entiendo porque se molesta, él tiene la culpa, yo no desconfiaría si él no hubiera hecho lo que hizo con la zorra, y sí, tal vez yo intenté o hice lo mismo ¡Pero no llegué a tanto como él! Él lo hizo más de una vez y frente a mis ojos, y quién sabe cuando estaban solos en la habitación.
Resoplo y me levanto también para ir a la playa a paso lento, disfrutando como la arena entierra mis pies y el aire me golpea con ligereza.
Lo voy a extrañar, pero sé que mis pensamientos van a ganarme, el podrá estar allá diciéndome que todo está bien y no tengo de que preocuparme, pero podría estar haciendo todo lo contrario o quizá sí se esté viendo con alguien más no lo sé, todo puede pasar con ese chico. Por dios, es guapo, cualquier chica podría acercarse a él y... es James. Si pasó con Cristal, lo puede hacer con cualquiera, ¿No?.
Por esta razón terminé con Derek, ¿Por qué volví con James? Soy una idiota, seguramente el va a irse y conocer a alguien más, mientras que yo estaré aquí como una estúpida con la esperanza a flor de piel esperando por él. Niego mientras cierro los ojos. Debo dejar de pensar en ello.
Siento unos brazos rodear mi cintura y después besa mi cabeza.
—Prometo pensar en ti todo el tiempo, llamarte cada tiempo libre que tenga, pero me comunicare contigo de cualquier manera. Prometo que me alejare de todas las chicas que intenten hablarme o acercarse, les diré de ti y lo mucho que te quiero.
Sonrío y volteo sin romper su abrazo.
—Eso suena bien...—sonríe y me da un beso corto.—te quiero
—Te quiero
Nos fundimos en un largo y tierno beso frente a la playa.