Medio kilómetro de distancia

By iwillsaveyoutonight

1.4M 109K 52.4K

¿Qué pasa cuando un ángel pierde la memoria, se topa con un demonio y cae? ¿Quién cambia a quién? Una mentir... More

Sinópsis
Relación tóxica
Epígrafe
Para ti
Prefacio
Capítulo 1
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capitulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
9. El comienzo
10. ¡Por un demonio...
11. ... lo que faltaba!
12. Nutella con fresa.
13. Diabólica tentación
14. Las rosas son rojas.
15. El juego de Victorious
16. ¿Por qué lanzas tus misiles?
17. Círculo vicioso | Parte I
18. Círculo vicioso | Parte II
19. Yo fui tuyo y tú mía
20. Sucesos inesperados.
21. Maritza Engel.
22. Perfume barato
23. Se cierra un capítulo
24. El primer día sin Katherine
25. Lluvia de espuma | Parte I
26. Lluvia de espuma | Parte II
27. El baúl de los sueños
28. Tres sobres de azúcar
29. Calle de ensueño
30. Solo quédate con él si...
31. Te sigo amando, Maritza.
32. La nostalgia es un perra
33. Elévame hasta tocar el cielo, Luca
34. ¿Y qué es lo que quieres, Luca?
35. Buena mierda
36. Triángulo amoroso
Cien mentiras
¿Dónde mierda está el sol?
37. Sal en la herida
38. ¿De dónde te conozco?
39. Chanaje
41. Un cigarillo y dos corazones rotos.
42. Whisky y malas decisiones

40. Y vuelve el perro arrepentimiento

19.9K 1.4K 1.1K
By iwillsaveyoutonight

Tardamos alrededor de 45 minutos en dar con el lugar, el viaje fue un muy incómodo pues tenía que sujetarlo de la cintura para no caer, durante todo el recorrido no volvimos a cruzar palabra y agradecí que se fuera balbuceado la canción de Kanye West, «stronger», para liberar tensión. 

Al principio pensé que llegaríamos a un lote baldío o a un lugar apartado de la gran ciudad pero no, logramos llegar a las orillas donde el ambiente era un poco más tranquilo, y ni tanto, porque a una cuadra antes de llegar al lugar en cuestión una música extremadamente escandalosa retumbara en los vidrios de las ventanas de las casas; hacia que mi corazón latiera más rápido.

Se detuvo frente a una casa con aspecto descuidado en comparación a las otras casas que habían alrededor, habían varias personas fuera del casa así como en la calle marcando territorio, miradas hostiles se posaron en nosotros pero nada que una mirada dura por parte de Nicholas no pudiera controlar.

Con un gesto Nick me pide que lo siga y yo, tontamente, lo hago. Entramos a la casa y sin poder evitarlo exploro el lugar: chicas bailan entre ellas pegando sus cuerpos contra la de su colega de una manera tan sexual que me hace sentir incómoda, he de decir me siento como en un bar de mala muerte, al seguir caminando detrás de Nick puedo ver que en muchos rincones del lugar chicas repiten las mismas acciones, otras beben lo que parece ser tequila de una botella como si fuese agua, chicos besan a las chicas como si se las quisiera comer... o quizás, eso están haciendo. Por otro lado, me quedo embobada cuando veo que un chico le introduce lo que parece ser un encendedor en la boca a una tipa y, en cuestión de segundos, fuego le sale de ahí. Ella parece divertida por lo ocurrido, y sin dar mucho tiempo, salta a la boca de él devorándolo por completo. Me quedo tonta.

Siento como la mano de Nick tira de mi brazo con fuerza, me coloca delante de él y me empuja desde atrás para que siga caminando derecho.

—En estos lugares no te puedes perder así como así... o mirar embobada a otras personas; pueden matarte o algo peor —informa quitándole la cereza a un chaval que pasaba por nuestro lado, como estoy de espaldas a él y sé que no puede verme; ruedo los ojos por su chiste de mal gusto. ¿Por qué lo dijo en broma, cierto?

—Haz lo que vas a hacer y vayamos de aquí —puntualizo. No me gusta estar en lugares como estos, no es como si me asustara, para nada, pero no me siento cómoda sin conocer a nadie; me siento fuera de lugar e indefensa, sin embargo jamás lo haré saber; pueden usarlo en mi contra—, tengo cosas más importantes que hacer que ver idiotas drogarse y a niñas tontas bailar como prostitutas mal pagadas.

Me empuja un poco más hasta llegar al patio, frente a mí hay uno círculo de chicos haciendo escándalo, estiro un poco mi cuello para ver el porqué y resulta que es porque dos de ellos se está agarrando a golpes.

No le doy mucha importancia; peleas callejeras había visto unas cuantas, confieso que la primera vez que ví una si me sacó un aire.

—¿Ahora qué? —digo, girando a verlo. Él busca con la mirada a alguien, ignorandome olímpicamente. Tomo eso a mi favor, y de manera cuatelosa, observo su cicatriz; es larga pero no muy profunda estoy segura que con un buen maquillaje estaría cubierta. Me da ansiedad en mi parte de la mejilla, dónde él tiene su cicatriz; ¿Cuando le pido haber dolido? ¿Mucho, un poco?, y sobre todo, ¿Como se la hizo?

Voltea a verme tan rápido que ni siquiera tengo tiempo de voltear a otro lado y fingir que no lo estaba viendo. ¡Deblyn!

—Me la hizo la drogadicta de mi madre cuando tenía siete años; sentía que por mi culpa mi padre se fué —dijo, pero no había ni un sola gota de dolor o coraje en sus palabras—. Dolió un poco físicamente, la herida no fue profunda.

Bajé la mirada, hubiera sido mejor preguntarle directamente a ver su cicatriz sin descaro alguno. ¿Será que soy tonta?

No supe que decir, no podía decir «lo siento» porque no lo sentía, y decir otra cosa estaba de más ya la había cagado mucho.

—No quise ser imprudente —susurre más para mí que para él.

—Descuida, no es como si esto —señala su cicatriz—, no diera de que hablar. —Sonríe. Mira por detrás de mí y entrecierra los ojos, y sin dudarlo, camina en esa dirección—. Vamos, sígueme.

Supiro por mis adentros mientras hago lo que me pide.

La explicación sobre la raíz de su marca me deja mucho en que pensar: ¿Cómo tu propia madre puede lastimarte así?, las madres cuidan a sus hijos, no los dañan ellas mismas. Una parte de mi siente nostalgia hacia mi mamá; ella jamás haría algo así, al contrario, ella me hubiera cuidado como padre también, se encargaría de darme amor de más hasta que estuviera completa, no me hubiera hecho nunca lo que la madre de Nicholas le hizo a él, y saber eso, me hace pensar que tal vez no fue su intención lastimarme; la relación fallida de mis padres no debería tener relación conmigo. Debería estar agradecida de tener a una madre con ella y no sentir que la odio.

La voz ronca de un tipo hace que salga de mi neblina de pensamientos.

—Por eso, Nico, pero debes de entender que son cosas que se me salen de las manos —explica el muchacho, ambos están tensos y rígidos, se nota de lejos que el uno con el otro están molestos.

Y si pensaba que Nicholas, incluso Nathan eran intimidantes este chico sin duda es más; está de puta madre lleno de tatuajes y es centímetros más alto que Nick, su espalda es más ancha y se nota que su cuerpo está más trabajado. Su mirada es hielo puro pero cada movimiento que haces en fuego.

—Cano, quedaste de dármelo tú sí tu hermano no era lo suficientemente hombrecito como para hacerse responsable, no me calientes las bolas —farfulla, un molesto ladrón. Mis manos comienzan a sudar por la intensidad con la cual se hablan; palabras de más pueden hacer que se terminen llendo a los golpes—. No me hagas tener que ir a buscarlo yo mismo.

¡Que valor el de Nicholas!... o que tampoco valora su vida.

Bien —dijo, levantando sus manos en modo de rendición—. Hablaré con él para que venga y te regrese lo tuyo si es que no piensa pagar —dicho eso de giro e hizo por irse, no obstante, dos segundos después, hablo con voz gélida:—. Pero no vuelvas amenazarme porque entonces sí tendremos serios problemas.

La forma de soltar esas palabras hace que un escalofrío recorra mi cuerpo dejándome de piedra, no sé Nicholas pero en su lugar yo me tragaría cualquier pensamiento.

—Tráelo aquí —ataja Nick, con el mismo tono de voz que el chico que tiene enfrente. Su mandíbula está tensa y su respiración se vuelve agitada, pero mantiene la calma, una vez que el tal Cano desaparece de nuestra vista, Nicholas se permite soltar un suspiro de frustración.

—¿Qué fue eso? —pregunto con un hilo de voz. Le quito la cerveza de ls boca y le doy un gran trago—. ¿De qué hablaban?

Me ignora, gira sobre sus talones y va hacia dentro de la casa, yo sin más que hacer, lo sigo.

—¿Le vendiste cocaína y ahora no quiere pagar? —vuelvo a preguntar una vez que llegamos a un minibar que está en una esquina de la sala.

Me lanza una mirada de reproche pero sigue ignorandome. Estoy segura que el enojo le pegó duro por la manera de agarrar la cerveza; hace mucha fuerza.

Decido dejar de perder me dignidad y mirar alrededor, al parecer es una buena fiesta; todos de ven divertidos y disfrutando de lo que hacen, incluso alguno que otro con golpes en la cara sonríe.

Nick va hacia un refrigerador que está cercas por otra ronda, y está vez, me trae una a mí. Lo agradezco internamente porque aunque no tenga ganas de tomar me hace sentir menos fuera de lugar y al menos, en ese aspecto, ya me siento mejor.

La cerveza tremendamente fría y amarga en mi garganta me hace hacer una mueca de asco; jamás había probado está marca y menos pensé que sabría tan mal.

—Deberías decirle a tu acompañante que la corona no es para todas chicas —un aliento a menta y cerveza pega de lleno en mi oído, y al reconocer la voz me a sonreír y girar tan rápido como puedo.

—¡Connor! —exclamo, eufórica—. ¿Qué haces aquí? ¡Qué bueno verte! —dijo saltando a sus brazos.

Cuando todo se fue a la mierda con Nathan dejé de ver a sus amigos e incluso renuncié a mi trabajo; no se sentía correcto, y aunque esas personas también eran mis amigos, la posibilidad de llegar a verlo era muy alta y no quería hacerlo: la mitad de mí sentía tan avergonzada como para darle la cara y la otra quería darle una patada en el trasero, y justamente al recordar porque me aleje, sentí mariposas vomitando mierda en mi estómago.

Lo cierto es que me alegraba ver a Connor.

—Lo mismo me preguntó yo —dice igual de entusiasmado—, casi un mes sin verte, ¿estás bien?, me enteré lo que pasó con Nathan... Lo siento.

Le regalo una sonrisa con pesar; aún duele recordarlo.

—Debes de creer que soy una perra —declare arqueando la ceja y dándole un gran trago a mi bebida. Agradecí el no haberla regresado. Realmente sabe horrible.

—Lo creo pero no por esa razón —dice, del soltando una cargada. Sonríe—. ¿Y qué hace un chica como tú en un lugar como este?

—Larga historia —solte con un bufido, y al recordar la historia, me di cuenta de que le di la espada e ignore al culpable de mi desdicha—. Por cierto, te presento a Ni... —me voz cayó cuando gire a verlo y ya no estaba.

Literalmente gire sobre mis pies buscándolo con la mirada, me tarde unos segundos hacerlo pero cuando lo dice todo en mi cuerpo se paralizó.

Sabía que la posibilidad de encontrarlo era alta al ver a Connor aquí, pero pensé: 'tal vez vino con solo con Tyler'... que equivocada estaba.

Olvidé por segundo como se respiraba, por inercia retrocedí algunos pasos que hicieron golpeara la espalda contra el borde de la barra. Eso me trajo a la realidad.

¡Debly... no, mierda y recontra mierda!

Nathan está de espaldas a mí por lo que no puedo confirmar que es él, sin embargo, arañe varias veces esa espalda que donde quiera que vaya la reconocería, platicaba con un chaval que en mi vida había visto y, a unos cuantos pasos de ellos, se encontraba Nicholas hablando con el mismo chico de hace un rato y otro, que supongo, es el tipo del que hablaban.

—¿Todo bien? —pregunta Connor apretando mi brazo. Suelto el aire que estaba conteniendo, mis huesos se sienten menos pesos y las mariposas en mi estómago por fin dejaron de vomitar—. Ya lo viste, ¿Cierto?

Asiento con mi cabeza.

—¿Por qué no me dijiste que estaba aquí?

—En el fondo pensé que ya sabías y venías para verlo —responde, restándole importancia—, ahora veo que no.

Hice un gran esfuerzo por levantar los pies del suelo y apartar mi mirada de Nathan, gire hacia la barra y deje caer mi frente en está; me sentía tan estúpida.

—¿Sabe que estoy aquí? —farfulle contra la barra de madera color marrón, hice una mueca de asco cuando me di cuenta de que había líquido de dudosa procedencia en la barra; había mojado mi frente y pelo.

—Sigue aquí... Así que no.

Levanto mi cara y miro a Connor que me mira con algo de pena.

—¿Me detesta, verdad? —digo, paso la parte externa de mi mano retirando el líquido de mi frente—, quisiera que no fuera así, que me diera la oportunidad de explicarle y...

—Te acostaste con su mejor amigo, ¿Qué podrías explicar? —puntualiza, pero no hay reproche en sus palabras. Abro mi boca para de una puñetera vez decir la verdad sobre lo que pasó, pero entonces él continúa:—. Pero no te preocupes, creo que ya pasó de eso; volvió con Maritza.

Continue Reading

You'll Also Like

88.5K 6.5K 21
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
3.7M 162K 134
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...
308K 20K 35
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
352K 24.5K 35
Las mentiras envenenaron los corazones de aquellas dos personas malditas. Lu va en su 4to año en Hogwarts. Parecía que su vida iba normal, claro, su...