Regresé después de 5 siglos v:
Las clases eran más largas de lo común, ahí me encontraba yo, jugando con el lápiz para matar el tiempo que cada vez comenzaba a pasar más lento.
Mire al chico apuesto que me hacía señas desde la puerta, Rin me pedía con una sonrisa se saliera discretamente de clases ¿Acaso era idiota?
Solté una pequeña risita antes de tomar mis cosas y caminar con cuidado hasta la salida, Rin tomo mi mano para después llevarme hasta el patio de la escuela donde comenzó a reír al verme sonrojada.
—No creí que realmente irías por mi.
—La última vez que estuvimos juntos dije que te sacaría de este lugar.
—Pense que estabas bromeando.
Tomo mi cintura para besarme y acariciar mi mejilla con cuidado. Amaba cuando se comportaba de esa manera, tan amable y cariñoso aunque en realidad me enamoré de sus caprichos e idioteces.
—¿Cuanto tiempo a pasado? - Susurro besando mi cuello y abrazándome.
—Solo una semana... No seas exagerado.
—¡Te he extrañado! Cada vez que andaba por ahí te recordaba.
—ahora que lo dices ¿Y los chicos?
—Están bien, fueron a descansar.
—¿Tú no estás cansado?
—Para nada... Quiero hacer el amor.
Me sonroje, ¿tenía que ser tan directo siempre?
—¿Q-qué? ¿Ahora?
Tomo mi mano para después comenzar a caminar.
—Si, ahora. Vamos a mi casa.
Reí y lo abrace.
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Besaba mi cuello, nuestras pieles rozaban. No podía parar de gemir ante sus caricias y el lo sabía pues cada vez que me besaba o tocaba temblaba. El amaba que fuera tan delicada siempre me lo decía mientras mordía mi oído y hoy también lo mencionó.
Besaba mi abdomen y deslizaba uno de sus dedos por mi interior. Acariciaba su cabello mientras le respondía y exigía más con gemidos.
—Rin~ Ah! Si-gue~
Tomo mis piernas, acomodándose entre ellas para entrar en mí.
Solté un pequeño grito ante su acción, mis manos se realizaron por su espalda y observé su rostro, lleno de placer.
—Rin...
Musite antes de que comenzara a moverse dentro mío, acarició mi mejilla y beso mi cuello.
—¿Si? —Su voz ronca me excitaba, me encantaba escucharlo hablar en estas situaciones.
—T-Te amo... — logré decir con dificultad pues el ritmo que llevaba había aumentado.
Sentía mi interior arder, me encantaba que solo el pudiera tocarme de esa manera. Mis mejillas rojas, nuestros cuerpos sudados y el ambiente era agradable.
Besaba y mordía mis labios, acariciaba mis glúteos, en un momento desesperado buscando más cercanía coloco mi pierna en su hombro, pude sentir como chocaba con mi interior, el lugar más sensible que logró tener.
Mordí las sábanas y me aferré a ellas, mis gemidos comenzaban a ser más ruidosos, Rin suspiraba y gruñía.
—Te vez tan linda...
Sentí una oleada caliente chocar contra la parte baja de mi abdomen, suspiré sastifecha cuando alcance mi orgasmo.
—¿Me detengo? — Susurro Rin, acercándose para besarme.
Negué para que continuará moviéndose en mi interior. Sabía que el aún no había terminado y quería que lo hiciera.
Comencé a mover mis caderas con un poco de cansancio contra el, gimió ante mi acto haciendo que una situación satisfactoria me recorriera.
—Vamos cariño, vente una vez más.
Unas cuantas estocadas más bastaron para que los dos terminaramos, se dejó caer en mi pecho y lo abracé, acariciando su cabello.
—Te amo...
—Yo más...
Ya se que está bien feo v: me salte la mayor parte del lemon pero últimamente no tengo ganas de escribir. Lo siento.