Tú tienes una sola regla.
Esa regla es; "si no estás ahí en el momento que te necesite, no voy a querer hablar contigo."
Tal vez explica todas las veces en las cuales respondí tarde, no por que quise, sino por que no pude responder en el momento, y tú sólo me decías; "olvídalo, ¿ya qué?" Así, cortante como el hielo.
~K. N.~