Pasión e Ilusión ¡CAMREN!

By DinahJCS

453K 25.9K 4K

Camila Cabello ha conseguido llevar por fin una vida llena de orden y control. Después de la muerte de su mar... More

El comienzo
Capitulo 2 "Stronger" Kelly Clarkson.
Capitulo 3 "New Rules"Dua Lipa.
Capitulo 4 ¡Misión Cumplida!
Capítulo 5 "Borro Cassette" Maluma
Capitulo 6 "Chandelier" SIA
Capitulo 7 "Someone Like You" Adele
Capitulo 8 "Perfect" Ed Sheeran
Capitulo 9 "You & I" John Legend.
Capitulo 10 "Dusk Till Dawn" ZAYN ft. Sia
Capitulo 11 "Shake It Off" Taylor Swift
"Look What You Made Me Do" -Taylor Swift.
"I Got You" - Bebe Rexha
"The Heart Wants What It Wants" -Selena Gomez -
"Human" Christina Perri
Capitulo 16 "You're beatiful" James Blunt
Capitulo 18 "All of me" John Legend
Capitulo 19 "Story of My Life" -One Direction
Capitulo 20 "Love You Like A Love Song" - Selena Gómez
Capitulo 21 "Into You" -Ariana Grande
Capitulo 22 "Let me Love You" -Ne-Yo
Capitulo 23 "I'll Stand by you"
Capitulo 24 "Cold Water" - Major Lazer ft. Justin Bieber & MØ
Capitulo 25 "Stay whit me" -Sam Smith
Capitulo 26 "Can't fight this feeling" - Glee
Capitulo Final "Vuelvo a verte" -Paul Alborán y Malú
Epilogo. "All these Years"- Camila Cabello

Capitulo 17.. "Let It Go" -James Bay

14.3K 891 135
By DinahJCS


Lauren reía mientras caminaba por el parking. Recordaba la noche anterior y el estómago se le contraía. Pensaba en la piel de Camila, en su pasión, su entrega, sus caricias... Estaba frente al ascensor y cerraba los ojos intentando escuchar las respiraciones de ella mientras la poseía. En su manos cuando se aferraban a su espalda y a su pelo. Las puertas del ascensor se abrieron y entró pensando en cómo podría hacer otra cosa que no fuera verla a ella. Ni expedientes, ni reuniones, ni llamadas telefónicas; ahora ella lo era todo.

Cuando entró en el bufete le preguntó a la secretaria si Lucy había llegado, ella le contestó que estaba en su despacho y se dirigió hacia él. Abrió la puerta sin llamar e imitándole como hacía unos días, se sentó en la silla que había frente a su mesa. Su amiga estaba escribiendo en el ordenador mientras escuchaba a James Bay y ni levantó la vista:

−Buenos días, ayer ni te vi. ¿Qué tal todo?

−Las hermanas Cabello acabarán con este despacho. Nos vamos a tener que dedicar a lo que ellas quieran.

Lucy sin quitar las manos del teclado la miró petrificada. Lauren apoyó sus codos sobre las rodillas y puso su cabeza entre sus manos mirando al suelo.

−¡Oh! ¡Dios mío! Camila.

Lucy se levantó y se sentó frente a ella.

−Pero bueno, Lauren. Así que te gusta Camila.

−No Lucy, a mí me gusta el deporte, me gusta la pizza y el vino. Camila no me gusta, me vuelve loca. No puedo pensar en otra cosa.

−Para, para, ¿qué me estás diciendo?

−Que hoy soy la mujer más feliz del mundo gracias a ella.

Y empezó a contarle todo lo que había pasado el fin de semana y sin entrar en detalles, la noche anterior.

Miraba a Lauren caminar por el despacho distraída. Reía, se quedaba callada mirando por la ventana, hablaba con ansia. Su amiga Lauren de toda la vida, ¡¡se había enamorado!!

−Además, ahora que lo pienso. ¡Son hermanas! Tú y yo con unas hermanas −gritó

Lauren mientras se volvía a sentar muerta de la risa.

−Tú con una hermana... −dijo cambiando radicalmente su cara−. Lo mío no está nada claro. Por cierto, ¿sabes algo de Sofía?

−No. La vi el día que Camila se puso enferma. ¿Ha pasado algo?

−El día que llegué a Madrid la llamé, y muy bien. Estuvimos wassapeando y el lunes incluso hablamos por teléfono. Pero después dejó de contestar a mis mensajes, a mis llamadas y esta mañana me ha bloqueado el contacto.

−Pero ¿qué le has hecho?

−Nada −dijo levantándose−. No sé qué puede haber pasado y me está volviendo loca.

−¿Y cuándo hablaste con ella la encontraste diferente?

−No, fue de repente. Y ahora no sé qué hacer. No sé ni dónde vive, ni dónde trabaja... Pensé llamar a Camila pero quería esperar.

−No creo que ella sepa nada −dijo Lauren−. Ayer me comentó que estaba en su casa con los niños mientras estaba conmigo y no noté nada raro.

Lauren se quedó pensativa. Si a ella le pasara con Camila no pararía hasta encontrarla.

Ver a su amiga así le dolía y le preocupaba. Lucy estaba apoyada en el respaldo de la silla cuando de repente Lauren se levantó de un salto.

−¡Hotel JW Marriott!

−¿Perdona?

−Sí. El otro día cuando fui con Camila a bailar ella le dijo al portero que Sofía tenía un congreso el lunes y el martes en el hotel JW Marriott.

Lauren se fue hacia la puerta y la abrió.

−Coge tu chaqueta y vete.

−¡¿Qué?!

Lauren se fue hacia su amiga y le dijo:

−¿A ti te gusta?

−Mucho −dijo Lucy bajando la mirada.

−Pues ve a buscarla, averigua qué ha pasado y arréglalo como sea.

Lucy estaba paralizada, sabía dónde estaba ella pero no intuía qué se encontraría allí.

−¿No me digas que Lara Croft te da miedo? −ironizó Lauren.

Lucy sonriendo, le contestó:

−Me aterroriza. Y se marchó.

Lauren que vio cómo se marchaba, pensaba que ella también se iría. Es más, iba a sorprenderla y presentarse en su trabajo para ir a tomar café.

Sofía había estado todo el lunes encerrada en la cabina y hoy le quedaban dos horas más, antes de volver a casa.

Pensaba en su hermana, en lo feliz que la había visto horas antes cuando llegaba de casa de Lauren.

Había llegado a la habitación cuando Sofi se despertó y se sentó en la cama para verla. Camila cuando la vio despierta, se quitó los zapatos y empezó a correr hasta tirarse en la cama junto a ella.

−Veo que ha ido bien −dijo mientras estiraba los brazos despertándose.

−¡Oooooh! Sofiiiii.

−No empieces con los "oooooh" y las risitas, que me vuelvo a dormir.

Se quitó el abrigo, lo tiró al suelo y se puso de rodillas en la cama mirándola.

−Camila, ¿has ido así por la calle? −Miró el camisón de su hermana.

−Pero solo en la calle, porque luego ¡¡¡Aaaaaah!!! −Y se tiró en la cama y empezó a patalear como una niña pequeña en plena rabieta−. No sé qué contarte, peque. Ni yo me lo creo.

−Por lo que veo, muy bien.

−Lauren es tan atenta, tan cariñosa, tan romántica y taaaaaaan... Tú ya me entiendes.

Bip, bip. El móvil de Camila sonaba con un mensaje.

−Debe ser ella −dijo dando un salto para coger el móvil de su abrigo−. Ahora vengo. Y salió de la habitación.

•Lauren. −¿Has llegado a casa?

•Camila. −No, estoy en comisaría con el camisón.

•Lauren. –Jajaja.

Las dos estaban como al principio de la noche; en el sofá mirando la pantalla del móvil. Y otra vez sonó el de Camila.

•Lauren. −Tengo un problema.

•Camila.− Cuéntame, a lo mejor te puedo ayudar.

•Lauren.− Es otro problema con la colada.

Camila sonrió pensando en su primer mensaje, pidiéndole consejo sobre las manchas de kétchup.

•Camila. −¿Algo se te resiste?

•Lauren. –Verás, esta noche en mis sábanas ha estado una maravillosa mujer.

•Camila. –Chica afortunada, por lo que veo.

•Lauren. −No sabes cuánto. Y resulta que ahora huelen a ella y no me puedo dormir. El problema es que si las lavo, desaparecerá su olor y eso no me gusta.

Camila agradeció no tener más cojines, para no lanzarlo contra nada más.

•Camila. −A mí me pasa lo mismo. Esta noche he ido a casa de una mujer también maravillosa y ahora toda la piel me huele a ella y no quiero que se me vaya.

•Lauren. −Veo que también eres afortunada.

•Camila. −Sí.

•Lauren. −Por cierto, ¿a qué huele tu perfume?

•Camila. −A cerezas.

Sofia seguía escuchando a aquella ginecóloga de Luisiana, que hablaba sobre anticoncepción, mientras pensaba que a ella también le hubiera encantado contarle a Camila que todo estaba bien con Lucy, pero eso se había acabado. Nunca había soportado las traiciones y se sentía muy dolida.

Miraba por el cristal de la cabina y pensaba en aquellas ciento cincuenta mujeres que estaban sentadas escuchando la conferencia. ¿A cuántas habrían traicionado? ¿Y por qué le dolía tanto la traición, viniendo de una mujer a la que solo había besado dos veces? Y eso fue su perdición, recordar aquellos dos besos. Su compañera le hizo una señal para que se preparara, ya que en la siguiente parte empezaba ella con la traducción.

A los cinco minutos ella estaba apoyada en la mesa, concentrada en la voz de aquella mujer y sujetándose los cascos con las manos, cuando de repente la puerta del fondo de la sala se abrió y Sofía gritó:

−¡¡¡Jodeeeer!!! Está en la puerta.

Lucy estaba de pie, mientras 150 mujeres la miraban intentando averiguar quién estaba en la puerta.

Sofía se quedó muda y su compañera, que la miraba con los ojos a punto de salírseles por las órbitas, le arrancó el micro de las manos y continuó.

¿Qué hacía ella allí? ¿Y por qué no se iba?

Lucy la miraba desde la puerta y la veía dentro de la cabina. No se movería de allí hasta saber qué había pasado.

Demi, su compañera, le hizo un gesto para que se fuera. Sofía se levantó y se sujetó al pomo de la puerta. Pero ¿por qué había venido? ¿Para seguir tomándome el pelo? ¿Para seguir con su doble juego? Y su sorpresa empezó a convertirse en rabia.

Abrió con cuidado la puerta para no hacer ruido y cuando estuvo fuera empezó a caminar hacia Lucy con los ojos llenos de ira. La cogió del brazo, abrió la puerta de la sala y la sacó de malas maneras.

Cuando estuvieron fuera, ella la miró recordando la voz de Lauren, mientras hablaba de lo bien que se lo pasaría con la tal Lara.

−¡¿Se puede saber qué haces aquí?! ¡¿Te has vuelto loca?!

−Averiguar qué te pasa.

−A ti no te interesa nada lo que a mí me pase, así que lárgate y no vuelvas a dirigirme la palabra en tu vida.

−Sofía, por favor, explícame qué te he hecho. Pensé...

−¿Pensaste? ¿Qué pensaste? –le dijo, mientras le golpeaba en el pecho con un dedo−. ¿Que sería fácil tomarme el pelo? Pues te equivocaste del todo.

Lucy la cogió del brazo y la acercó hasta mirarla a los ojos muy cerca.

−No he hecho nada para que te comportes así conmigo −dijo con tono serio.

−El otro día te dije que en la vida pasan cosas buenas y otras que no lo son tanto y que yo intento divertirme. Pero las tías como tú, creéis que para divertiros es necesario reíros de los demás porque os creéis muy listas.

−Te prometo que tus locuras hasta ahora me han encantado, pero esta va ya demasiado lejos.

−Eso, eso es lo que quiero, que te vayas lejos. −Y tiró de su brazo hasta que logró soltarse de ella.

Se giró y se fue hacia la puerta. Aquello la estaba sobrepasando, le había vuelto a ver y el dolor del pecho con ella delante, se había vuelto agudo. Se cogió al pomo de la puerta y miró a Lucy que estaba perpleja ante la reacción de Sofía, cuando ella no pudo más y le dijo:

−Y dale mis condolencias a Lara, que seguramente tampoco sabe con quién está.

Lucy no lo podía creer. ¿De qué estaba hablando? Rápidamente fue hacia ella y puso su mano en la puerta para que no la pudiera abrir.

−¿Se puede saber de quién estás hablando?

Ella la miró con ironía y le dijo:

−¡Te pillé! El otro día cuando Lauren hablaba contigo, oí como hablabais de tu querida Lara y de lo que harías con ella.

La cara de Lucy empezó a pasar de la incredulidad a la sonrisa.

−¿Se puede saber de qué te ríes, idiota?

Lucy sin darle tiempo a más la cogió del brazo y se puso a caminar mientras ella se resistía a seguirle.

−¡Suéltame! He dicho que me sueltes. –Mientras, no dejaba de pegarle puñetazos en el brazo.

Lucy vio un rincón que había entre la pared y una columna y la metió allí arrinconándola. Después con una mano le cogió las suyas y con la otra le tapó la boca.

−Ahora me vas a escuchar, señorita. Sí, hay una Lara y para tu información te diré que me vuelve loca, que no puedo dejar de pensar en ella. −Los ojos de Sofía empezaron a llenarse de lágrimas que ella intentaba que no cayeran delante de Lucy. Eso era una locura. ¿Por qué la quería herir tanto?−. Ella ha dado la vuelta a lo que yo pensaba de las personas. Y sí, como me dijo Lauren, solo deseo comérmela de arriba abajo.

En ese momento Sofía le dio una patada en la espinilla a Lucy, que provocó que esta la soltara y ella salió de aquel rincón huyendo a cualquier sitio. Cuando se había separado unos metros escuchó a Lucy que con voz de dolor le gritaba:

−Sofía, ¿no ves que Lara eres tú?

Ella se quedó parada. ¿Pero qué locura era aquella? ¿Tan tonta pensaba que era? Se giró y mirándole con rabia mientras sus lágrimas ya caían sobre sus mejillas le dijo:

−Pero cómo se puede ser tan cínica.

Y se giró mientras la dejaba tocándose la pierna que le dolía horrores.

−¡El día de la barbacoa en casa de tus padres! −gritó Lucy−. Cuando Camila se desmayó tú saltaste sobre un banco, luego sobre la mesa y después te tiraste al suelo.

Sofía se paró sin darse la vuelta.

−Yo le comenté a Lauren que estaba colgada de Lara Croft y desde entonces, ella te llama así. ¡Sofía, por Dios! ¿Cómo puedes pensar que estoy con alguien que no seas tú?

No se podía mover, no podía reaccionar. Ella era Lara. La Lara que había maldecido y odiado todos esos días. Y le decía que estaba loca por ella y que pensaba en ella. La tensión la había bloqueado y no se podía ni girar. Las lágrimas le caían y no podía parar. Lucy se puso tras ella y la abrazó.

−Por favor, créeme, no estoy con nadie. Solo deseo estar contigo.

Y cogiéndola por los hombros le dio la vuelta y fue Sofía la que la abrazó. Lucy le cogió la cara con las manos suavemente.

−No llores más, por favor.

−Es por culpa de mi padre, lo he heredado de él −decía mientras seguía llorando.

Los últimos días, cuando recordaba a Lucy besándola, le dolía y ahora que estaba con ella, todo había cambiado.

Se había vuelto loca pensando en lo que le podía pasar a Sofía, y a ella la rabia de imaginársela con otra, la mataba. Por eso, cuando empezaron a besarse las dos empezaron a convertir aquella incertidumbre y ansiedad, en pasión.

Acabaron otra vez en el rincón donde antes la había llevado Lucy. Ella con su boca, avasallaba la de Lucy, mientras recorría su cuerpo con sus manos.

Sofía recordó dónde estaba, por eso se separó de Lucy y respirando como si hubiera corrido una maratón le dijo:

−Me tengo que ir. En una hora salgo. Espérame. −Y salió corriendo.

Ella se quedó apoyada en la pared mientras la miraba cómo se alejaba.

−Me va a volver loca −murmuró para sí.

Y en su cabeza apareció una idea, que esperaba que la volviera loca a ella.

Una hora y diez minutos después, la conferencia acababa y Sofía salía por la puerta de la sala. Antes de poder buscar a Lucy entre la gente, ella ya la había cogido de la mano y mirándola le dijo:

−¡Corre!

Ella estaba encantada con aquella reacción y cuando Lucy se paró frente a un ascensor, esta le preguntó:

−¿A dónde vamos?

Y Lucy que estaba deseando oír aquella pregunta, la cogió pegándola a su cuerpo y le susurró mientras apoyaba su frente en la de ella:

−En la vida pasan cosas buenas y otras no tanto... −Y sacando del bolsillo la tarjeta de una de las habitaciones del hotel−. Ahora, divirtámonos.

Sofía saltó sobre Lucy y ella la metió en el ascensor, marcó el tercer piso mientras la besaba apasionadamente y cuando llegaron a la habitación, Lara le enseñó lo peligrosa que podía ser.

.

.

.

-Dreams&Hope!  

Continue Reading

You'll Also Like

1M 106K 143
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
26.4K 2.5K 57
Dicen que en la vida tenemos 3 amores, cada uno es diferente y dejará algún mensaje, El 1° que llega en la adolescencia, el que te enseña a querer, t...
357K 20K 34
Dra. Lauren Jauregui necesita una esposa. Como si hacer malabares con la cirugía y ser instructora no fuera suficiente, recientemente asumió un papel...
1.3M 78.4K 64
Camila estaba rota. Lauren estaba igual de rota. Pero, en vez de arreglarse, se amaron a pedazos. «No conocemos las personas por accidente, todas...