-No creo que sea para tanto- dijo Remus tomando otra chocolatina de mi bolsa.
-Eso mismo digo yo-
No puedo creer que mis amigos no me hablen, ya estoy preocupada.
-La otra vez, traté de hablar con James, pero él simplemente me dijo que tenía cosas más importantes que hacer- dije con la voz quebrada.
Últimamente me he vuelto una máquina de llanto.
-Escucha, sé que yo también reaccioné mal con respecto al chico ese. Es mayor que tú, ya sé que solo es un año, pero debes entender que no lo conocemos. Es diferente con nosotros, somos amigos desde que entraste. Ahora tienes mucha confianza con él-
Asimilé lo que me estaba diciendo.
Era cierto, Frank y yo nos hicimos amigos rápidamente. No sé qué me sucede, usualmente no hago amigos.
-¿Crees que deba alejarme de él?- lo miré.
-No te puedo obligar a dejar de ver a alguien, Kae. No soy tu papá-
-Entonces ¿qué hago, genio?- dije algo molesta.
-Habla con los chicos-
-Eso trato y ellos... no quieren ni verme en pintura-
- Es obvio que ellos no quieran a alguien en el grupo-
-Pero no tienen que ser tan groseros y menos conmigo. Por primera vez en mi vida pude hacer un amigo nuevo sin intentarlo, es decir, no creí que él fuera a notarme-
-Con nosotros no lo intentaste, solo fuiste tú- sonreí al recordar.
-Es cierto pero, vamos, era mi primer día ya estaba planeando qué hacer para conseguir amigos. Y ahora ellos me odian-
Remus pasó su brazo sobre mis hombros atrayéndome a su pecho.
-No lo hacen, solo están en una faceta idiota, los conoces, ya se le pasará-
- Eso espero, ustedes son lo mejor que me ha pasado en la vida- ahora sí, las lágrimas comenzaron a salir.
-Ya casi es luna llena, te necesito conmigo, al igual que los chicos. Tal vez puedan hablar-
Asentí acurrucándome más.
Tal vez tenga razón.
(...)
Siempre pensé que mis amigos actuaban impulsivamente en la mayoría de las veces, en especial James y Sirius. Pero en esta ocasión, es diferente. No entiendo porque odian a Frank, parecer una buena persona, es nuevo en la escuela, solo quiere tener amigos.
Aún recuerdo la primera vez que entré, tenía toda esa esperanza de encontrar amigos, hacer bromas. Tuve suerte de encontrar a los merodeadores.
Creo que lo que siento hacia Frank es pena. Todas las chicas quieren algo con él y eso hace que los demás chicos lo odien.
Además de pertenecer a Slytherin y toda esa reputación que les persiguen.
-Querida- Me llamó Frank mientras yo caminaba por los pasillos.
-Hola, Frank- dije con una pequeña sonrisa. Su hermosa sonrisa fue desapareciendo al estar a mi lado.
-¿Te encuentras bien?- dijo preocupado.
-Sí, solo estoy cansada-
-Oh, ¿te dirigías a tu habitación?- no quiero ser grosera pero no me siento bien a su lado.
¿Quién me entiende? Primero quiero ver su sonrisa las 24 horas del día y ahora solo quiero alejarme de él.
-Sí, creo que no iré a clase, nos vemos-
Frank es un chico muy atractivo, es muy alto, es musculoso sin exagerar, su sonrisa es perfecta, su cabello castaño y brillante y sobre todo sus ojos azules.
Prefiero el gris.
Ahora estando en mi habitación me ha dado tiempo de pensar bien las cosas.
Por más que me duela mi parte humana, tengo que alejarme de Frank, hablaré de mi situación con mis mejores amigos, seguramente entenderá.
Hablaré con ellos y todo será como era antes de este show.
Creí que este año sería un poco más relajado, pero ahora estoy rodeada de dramas.
Me levanté de mi cama en donde estaba desparramada y al estar de pie sentí un terrible mareo que me hizo sentar en la cama.
Todo el cuarto se movía de un lado a otro sin control, cerré mis ojos pero no mejoró nada. Después sentí un dolor punzante en mi pecho como si miles de agujas me apuñalaran y como cereza del pastel, no sé cómo, pero logré entrar al baño antes de vomitar todo lo que había comido en el día.
Jamás me había sentido así en toda mi vida.
Tan débil, tan enferma.
Seguí vomitando por unos minutos, jalé la cadena del escusado y con mucha dificultad me recargue en el lavamanos, alcé la vista para encontrarme con mi reflejo. Sir Nicholas no se compara con la palidez de mi cara justo ahora.
Me lavé los dientes para ya no tener esta sensación asquerosa y comencé a caminar lentamente hasta la enfermería. Apenas salí del cuarto una figura se puso en mi camino.
-¿Kaerah?- escuché a alguien decir mi nombre, sabía que era mi hermana mayor pero su voz se escuchaba lejana.
-Lily, no me siento bien- eso quise decir pero su mirada confundida me da a entender que solo balbuceé.
Mis piernas comenzaron a temblar sin control hasta ya no poder soportar mi propio peso. Caí al suelo de rodillas.
Lo último que recuerdo es a mi hermana chillar por ayuda, para después perder la conciencia.
(...)
Sirius
-No puedo creer que ella no esté aquí- dije totalmente molesto.
-Remus dijo que si vendría- agregó Peter.
-¿Le habrá pasado algo?- no pensé en eso, me tenso.
-O quizá esté con Frank- James y yo gruñimos al escuchar el comentario inocente de Peter.
-Eso debe ser- dije brusco- ahora ella nos cambiará por ese idiota. Debería estar ayudando a Remus en vez de besuquearse con Jack-
-Es Frank- me corrigió Pettigrew. Me encogí de hombros restándole importancia.
-¿Por qué te importa tanto, Sirius?- preguntó James acercándose al árbol en donde yo estaba recargado.
-¿Qué? ¿A ti no?-
-Sí, pero creo que estás exagerando, tal vez no confíe en el chico, ninguno de nosotros lo hace pero. Kaerah y tú no han hablado en semanas. Todo este tiempo te la has pasado en el bosque-
-No le veo lo raro-
-¿Estas celoso?- dijo con una pequeña sonrisa. Bufé.
-¿Te dejaron caer cuando eras bebé?-
-Sí, pero ese no es el punto-
-Chicos, Remus ya está entrando- nos interrumpió Peter.
Los tres nos asomamos por un lado de un árbol para verificar que nuestro amigo licántropo ya comience convertirse.
-Hora del show-
(...)
-¿Te sientes bien, Lunático?- dije sonriendo mientras me sentaba a un lado suyo en la camilla de la enfermería.
Claro que no nos dejan entrar a todos a la vez y menos tan temprano, pero todo es gracias a la capa de invisibilidad de James. Seguramente algunos ya estén levantándose.
-He tenido peores días- tenia algunos rasguños en la cara y varios moretones, pero nada que un par de banditas y un buen tiempo con los amigos no cure.
-Así se habla, campeón- dijo James dándole palmadas en su tobillo.
-¿No es genial?- dije quitándome de la boca una paleta que robé de la oficina de la enfermera. Todos me miraron confundidos.- Solo nosotros cuatro, sin chicas, sin dramas- sonreí.
James y Peter asintieron.
-No debes estar hablando en serio- miré a Remus quien parecía molesto.
-¿Qué?-
-¿Cómo puedes decir eso? ¿Ya tan rápido se quieren deshacer de Kaerah?- ahora miró a los demás.
-No nos queremos "deshacer" de ella, Lunático. Es solo que las chicas siempre hacen estos dramas, a veces es bueno tener nuestro tiempo de chicos- explicó James.
-¿Por qué no fuimos así desde un principio? Solo nosotros cuatro-
-Basta, Sirius- me regañó Lupin.- sé que estas molesto por todo el lio de Frank y Kaerah, pero no por eso ya quieras sacarla del grupo. Ustedes hablan de que por fin ya no hay dramas, pero la verdad es que ustedes son los que causaron esto-
-Yo no-
-No, Peter tú no-
Fruncí el ceño molesto.
¿Yo haciendo dramas?
Claro que no.
¿Quién se cree que es para decirme eso?
Kaerah es el problema, no respeta nuestra amistad y ya quiere traer a cualquier tipejo al grupo.
-Miren, chicos- dijo Peter levantándose para recoger un papel del suelo.
-¿Qué es eso?- preguntó James.
Peter lo alzó un poco para darnos a entender que se trataba del periódico escolar. Me relajé en la camilla, pero la forma en la que la piel de Peter cambio a un tono pálido me alarmó.
-E- esto n- no es bueno-
-¿Qué pasa, Peter?- el chico se fue acercando para luego darme el periódico.
Y lo que vi en primera plana en verdad no es nada bueno.
Las verdades de los "Merodeadores"
Todo lo que quieras saber sobre el grupo más comentado de la escuela.
La información es totalmente verídica y proporcionada por la estudiante
Kaerah Evans.