Estoy sentada en la silla del comedor. No sé usar una computadora, así que la tía ha sido amable y me ha regalado un diccionario. El cual reviso.
—"Dirección" tiene mucho significados —expreso frustrada.
—¿Para qué quieres saber esa palabra, cariño? ¿Vas a ir a un lado? —Pregunta Ester.
—A... a una fiesta —exclamo avergonzada y levanto la vista—¿Está mal? Me dijeron que es divertido y también que da disgustos pero... —hago una pausa analizando todo —no lo comprendo.
—Mm debe ser una de esas fiestas llenas de drogas y alcohol —expresa disconforme.
—¿Drogas? ¿Qué es eso? Escuche esa palabra en la escuela y...
—Algo que nunca debes probar —me interrumpe —¿entendido?
—¿Se come? —expreso confundida.
—Se toma, se come, se inhala, se fuma, de todo un poco.
—¿Se fuma? —me paralizo.
Yo fume ¿Era droga? Mejor no digo nada, por las dudas que me reprenda.
—Voy a comprarte un celular, así te informas de las cosas y de paso nos mantenemos comunicadas —me cuenta y quedo confundida.
—Creí que para buscar información se usaba la computadora.
—Los celulares también —sonríe.
—Ah entiendo —asiento —¿Y es difícil de usar?
—Te enseñaré, no te preocupes. Me alegra que empecemos a llevarnos mejor, cariño.
Frunzo el ceño.
—Usted no me ha dicho nada de mis padres, así que no nos llevamos bien, sigo enojada.
—Olvídate de tus padres.
—No —me levanto de mi asiento —ya no quiero hablar con usted —me dirijo al cuarto.
—Abril...
No oigo lo que dice porque cierro la puerta rápido. Camino y me siento en la cama, agarro el papel con la invitación que apoye con anterioridad allí.
Al final no averigüe lo de la dirección, que frustrante.