Anoche el silencio era abundante.
Los pitidos eran agudos,
Los toques en la puerta eran constante
Y las voces destrozaban mi orgullo.
Anoche la soledad era agobiadora,
La falta de aire estaba presente,
Las lágrimas se hacían notorias
Y los pensamientos habitaban en mi mente.
"Estás sola"
"Estás sola"
"Estás sola"
"Estás sola"
-¡Ya cállate!-grité
-Déjame en paz-musité.
-Por favor, no molestes más-rogué.
-Sácame de esta miseria-susurré.
No cesaba
No se callaba
No paraba
Me abusaba...
~K. N.~