The Gift From Rainbow Dash. [...

By DianaAlviz

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𝑻𝑯𝑬 𝑮𝑰𝑭𝑻 𝑭𝑹𝑶𝑴 𝑹𝑨𝑰𝑵𝑩𝑶𝑾 𝑫𝑨𝑺𝑯│después de que a pinkie pie le toque a rainbow dash en el... More

The Gift From Rainbow Dash.

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By DianaAlviz

Oh, navidad.

Mi época favorita del año, y no sólo porque podré ver a familiares que no veo en todo el año... Si no porque podré darle regalos a todas esas personas que quería, y amaba eso.

—Pinkie Pie, ¿estás narrando de nuevo tu mente?—preguntó su amiga tocándole el hombro.

—¿Qué? Ah, sí. Lo siento. —se disculpó—. Estaba pensando en que ya casi es navidad.

—¿Ya sabes qué harás ese día?—cuestionó con una sonrisa.

—Primero estaremos yo y mi familia en casa, después visitaremos a otros familiares en la granja de rocas. Pero antes de todo le daré su regalo a cada uno de mis conocidos... incluyendote, Fluttershy.

—No es necesario que me regales nada, Pinkie Pie.

—¡Claro que sí! ¿te imaginas que le de un regalo a cada uno de mis amigos y a mi mejor amiga no? ¡¿te imaginando eso?!—grito tomándola de los hombros.

—Supongo que... no. —respondió un poco incómoda.

—Exacto. —se alejó de ella con una sonrisa—. No te preocupes, amiga, tu regalo será mejor que el del año... pasado. —la peli-rosa se quedó mirando a una dirección en específico.

—¿Pinkie Pie? ¿estás bien...?—preguntó al ver que se quedó en silencio mirando a la nada. Volteó a donde ella miraba encontrándose con aquella albina.

—¿Trixie? ¿la estás mirando a ella?—frunció el seño. Pinkie negó a su preguntar sin mirarla.

Su vista se fijó en la peli-arcoiris, quien se encontraba con la albina en la barra de la cafetería.

—¿Esa es... Rainbow Dash? Ah, cierto, tenemos una clase juntas. ¿Porqué la estás mirando?—preguntó.

—A-Ah... por nada...—desvío su mirada—. ¿Vamos Al patio? No quiero almorzar en la cafeteria hoy.

Fluttershy la miro no muy convencida, sin embargo, asintió.

Algo extraño pasaba.

[…]

—De acuerdo, sólo faltan Applejack y Rarity. —anotó aquellos nombres en su lista.

Entró a la tienda de regalos que frecuentaba muy seguido. Necesitaba papel de regalo, el que tenía se había acabado muy rápido.

—Hola Pinkie Pie, ¿vienes por material extra?—preguntó la chica del mostrador al ver a la joven entrar.

—Sí, quién diría que envolver una bicicleta gastaría tanto papel. —contestó entrando a la tienda.

Fue por el papel de regalo que elegirá para el regalo de Applejack y Rarity.

—Tal vez pueda darle un regalo extra a blouder, a Maud le gustará. —murmuró.

—Agh, odio esta época del año. —escuchó a alguien decir desde el otro lado.

—¿Porqué?—cuestionó una voz femenina.

—Porque hace mucho frío, porque tengo que ver a familares que evite todo el año, tengo que dar regalos y soy pésima en eso.

—Ay por favor, odias dar regalos pero amas recibirlos.

—Ya te dije que soy pésima dando regalos, como sea. Ayúdame a elegir el papel de regalo para el regalo de Soarin.

Reconoció las voces de quienes hablaban; Rainbow Dash y Trixie Lulamoon.

—Debo salir de aquí... —murmuró.

« Ellas acaban de llegar, así que sólo debo ir a pagar he irme rápido de aquí »

Pinkie tomó con rapidez sus bolsas y se apresuró a ir a la barra, pero en su camino chocó con aquellas personas que quería evitar.

« Si no tuviera que pensar una forma de salir de esto me quejaría de lo cliché que fue esto »

—¿Estás bien... chica?—ofreció ayudarla la albina.

La mencionada asintió aceptando la ayuda de Trixie un poco avergonzada. Se apresuró a tomar sus cosas, con ayuda de la albina.

Mientras tanto Rainbow Dash miraba a otro lado incómoda.

—Oh, también estás comprando papel de regalo. —dijo recogiendo una de las bolsas.

—Sí... gracias. —agradeció tomando la bolsa que Trixie había recogido. Dicho eso fue hasta la barra para pagar, después salió con prisa de la tienda.

Si había algo que quería hacer, era evitar a toda costa a Rainbow Dash... aunque ella al parecer no parecía conocerla.

(...)

Hace 5 años.

—Muy bien niños, este año también haremos amigo secreto para navidad. Recuerden, no importa quien les toque, el regalo que den no tiene que dejar de ser especial por esa persona. —dijo tomando el tazón con papelitos con los nombres de los estudiantes.

—Pon favol, que me toque Maud. —murmuró una pequeña Pinkie Pie cruzando los dedos.

—¿Tu hermana?—preguntó la peli-morada, que estaba sentada a su lado.

—¡Sí!—respondió mirando a la mencionada con una sonrisa.

La profesora pasó por los asientos de los estudiantes dejando aquella nota en su mesa.

—Veamos quien me tocó... —murmuró tomando la nota—. ¿Ah? ¿Laimbow Dach?...

—Pinkie, se supone que no debes decir quién es tu amigo secreto. —la regañó la pequeña Rarity.

—¿Amigo? Pelo si es una chica.

—¡Silencio!—volvió a regañarla con una mirada molesta para después volver su vista a su nota.

La peli-rosa buscó con la mirada a la nombrada "Rainbow Dash"

—Oh, la chica bonita de cabello ancoilis. —dijo con una sonrisa.

Sería divertido que ella sea su amiga secreta...

(...)

Al día siguiente.

Fluttershy miro a su amiga dormirse recargada en su hombro.

—Pinkie Pie... —la movió un poco—. ¿Acaso no dormiste anoche?

—¿Qué? ¿qué pasa?—murmuró aún dormida la peli-rosa.

—Vamos, despierta. La profesora no tardará en llegar. —dijo aún moviendola, logrando está vez con éxito que se incorporará.

—¿Dónde estoy?—cuestionó tallando su ojo con su mano. Buscó a la peli-arcoiris con la mirada, esa era la única clase que tenían juntas pero al parecer había faltado.

—En la escuela, te quedaste dormida. —respondió.

—Es que estaba terminando de envolver los regalos de todos... y el de santa clous. —bostezo antes de recostarse en la mesa para dormir nuevamente.

—Despierta. —dijo moviendola de nuevo.

—Buenos días alumnos, disculpen la tardanza de hoy. —habló la profesora Cheerilee  entrando al salón—. Para nuestra primera actividad del día, haremos lo que muchos han estado pidiendo, el tradicional amigo secreto.

Pinkie abrió los ojos al escuchar esas dos palabras, se levantó poniendo atención, sorprendiendo a Fluttershy un poco.

—Esta es la primera vez que hago esto pero he mirado que otros profesores hacen lo mismo y quise robarles la idea. —rió un poco—. Por favor anoten su nombre en un pequeño pedazo de papel.

—Uh, amigo secreto, se escucha divertido, ¿no?—preguntó anotando su nombre en un pedazo de papel.

—N-No...

—¿Ah?—volteó a ver a su amiga, se miraba nerviosa—. ¿Sucede algo, Pinkie Pie?

—¿Q-Qué? N-No, nada... es sólo que no esperaba que fueramos hacer el amigo secreto, es todo...

—¿Nunca lo hicieron cuando eran niños? En mi antigua escuela lo hacían todos los años. —dijo recordando aquellos momentos con una sonrisa.

—S-Sí lo hicimos... pero después dejamos de hacerlo sin razón aparente. —mintió.

—Pasaré para que me entreguen su papel. —avisó la profesora.

—Pinkie, no has escrito tu nombre en un papel. Ten, me sobró del mío. —le dio un pedazo de papel.

—Oh, gracias Fluttershy. —agradeció con una sonrisa forzada.

Anotó su nombre temblando un poco, apenas se entendía.

—Profesora, ¿puedo poner el nombre de Rainbow Dash también? Es que faltó hoy. —preguntó Trixie levantando la mano.

—Claro que sí, Trixie, no queremos que ella se quede sin amigo secreto. —respondió pasando por los asientos de las peli-rosadas. —Sus papeles, niñas.

Fluttershy se lo entregó con una sonrisa, mientras que Pinkie tardó en dárselo.

Cheerilee terminó de recoger los papeles, los puso en un tazón y los revolvió.

—Es hora de darles a su amigo secreto. —volvió a reír.

Pasó por los asientos entregando los papeles al azar.

Pinkie Pie trago saliva nerviosa.

Genial, Trixie había agregado a Rainbow Dash, significaba que podía ser su amigo secreto... de nuevo.

Respiro hondo cuando Cheerilee  dejó el pedazo de papel volteado en su mesa.

« Por favor, no de nuevo... » pensó al mirar el papel.

Pinkie golpeó su frente en la mesa asustando a Fluttershy.

—¿Qué pasa, Pinkie? ¿no te... gusto quien te toco como amigo secreto?

—No. —respondió sin levantar la mirada.

—¿Quién te toco?—susurró.

—Laimbow Dach...

(...)

La peli-rosa miro a la chica de cabello arcoiris jugar con sus amigos, se veía que se estaba divirtiendo.

—Pinkie, ¿hiciste la tarea de matemáticas?—le preguntó la peli-morada.

—¡Mílala! Se ve tan feliz y llena de vida. Apesal de que la he estado milando dulante días aún no sé que regalanle para navidad. Aunque, podlía saben sus gustos por los juegos que juega, pero, ¿y si los juega sólo por sus amigos y realmente no le gustan? No quiero que leciba algo que no le guste... ¿te imaginas? ¿qué te legalen algo qué no te gusta en navidad?...

—Entonces, ¿no tienes la tarea?

—¿Enserio se lo preguntas a Pinkie Pie? Ella pensó que sólo había clases dos veces a la semana. —dijo con el seño fruncido la rubia.

Debelía ver clases sólo dos veces a la semana. —se quejó la menor cruzándose de brazos—. Como sea, necesito su ayuda.

—¿Porqué no intentas acercarte a ella y preguntarle sus gustos disimuladamente?

—Pinkie Pie no conoce el significado de "disimuladamente".

—No conozco muchas palablas como; fotosíntesis, clonómetro o electlocaldioglama pero si sé el significado de disimulan... rima con mula.

—¿Electro... qué?—preguntó Applejack.

—Es más, lo halé justo ahora. — volteó y comenzó a caminar a la dirección de la peli-arcoiris.

« Recuelda, disimula, mula »

Rió por sus propios pensamientos.

—Esto terminará mal. —dijo Rarity.

—Sip. —respondió Applejack.

—¡Hola, soy Pinkie Pie!—se presentó a la peli-arcoiris, quien estaba sentada junto a Trixie—. Y tú debes ser Laimbow Dach.

Es Rainbow Dash...—la corrigió con una sonrisa incomoda.

—Disculpa, no sé pronuncian la ele...

—¿La r?—preguntó con el seño fruncido la pequeña Trixie.

—Sí, esa. —sonrió—. Vengo con una plegunta para Lainbow ... ¿cuál selía tu legalo penfecto para navidad?—pregunta con una sonrisa.

—Un elefante. —respondió Trixie con una sonrisa.

—No te preguntó a ti, Trixie. —la menor la miro con una mirada molesta—. Ah, no lo sé, no tengo un regalo perfecto descrito en mi cabeza... Y si eso era todo entonces nos tenemos que ir. —tomó la mano de la albina y se la llevó casi arrastrándola.

Rarity y Applejack se le acercaron a Pinkie Pie.

—¿Qué pasó?—preguntó su prima.

—No lo sé... ¿qué es desclito?

(...)

—¿Rainbow Dash?... ¿y eso porqué es algo malo?

—Porque... —se levantó dispuesta a responder pero pareciera que se había arrepentido al último momento—. No sé que regalarle...  Olvídalo, ya encontraré qué regalarle. —volteó su mirada a la clase.

Fluttershy se quedó con la duda, sabía que eso no era lo que realmente Pinkie iba a decir. Ya percibía que algo le sucedía con Rainbow Dash y por eso actuaba extraño cuando estaba cerca de ella.

Necesitaba respuestas y Pinkie no se las iba a dar... por suerte, sabía en dónde buscar.

[…]

Después de que terminará la clase, ambas chicas de despidieron, pues la siguiente clase no les tocaba juntas.

Aprovecharía cada segundo he iría a buscar a quienes le darían la respuesta acerca de lo que pasaba con Pinkie Pie y Rainbow Dash.

—El año pasado cenamos con tu familia, Applejack. Quiero que cenemos este año con la mía. —se cruzó de brazos la peli-morada con una mirada molesta.

—Por favor, ya se lo prometí a mi hermana, Rarity.

—¡¿Porqué hiciste eso?! Ya habíamos quedado que este año ibas a cenar con mi familia hace varios meses.

—L-Lo olvide... —rió nerviosa.

Antes de que Rarity respondiera aún más enojada, Fluttershy llegó a su rescate.

—Chicas, que bueno que las encontré. Necesito resolver una duda antes de que entrar de nuevo a clases.

—Nos encantaría ayudarte querida, pero ahora tenemos un asunto que atender. —dijo mirando molesta a su novia.

—Es rápido, ¿de acuerdo? Como ustedes son amigas de Pinkie Pie desde que son niñas quise venir a ustedes porque seguramente saben qué en lo que sucede con ella.

—¿Qué le pasa a Pinkie Pie?—preguntó Applejack un poco preocupada—. Dijo que no se acercaría a nosotras hasta navidad para que no adivinaramos nuestros regalos de navidad.

—Igual no podría adivinarlo. —comentó Rarity.

—Ella está bien... hasta donde sé. Lo que quiero saber es... qué pasa entre Pinkie y Rainbow Dash, ella siempre se comporta extraño cuando está cerca de Dash... ¿ustedes saben algo?

Ambas chicas se miraron un poco incómodas.

—Nosotras no... sabemos qué pasó entre ellas dos. —contestó Rarity jugando con sus dedos.

—Por favor, no me mientan. Pinkie tampoco quiere contarme,  creo que no confía lo suficiente en mí...

—Por supuesto que no querida, estoy segura de que Pinkie confía en ti.

—¿Entonces porqué no me quiere contar?

—Nosotros pensamos que lo haría cuando estuviera lista... pero ya han pasado cinco años.

—De hecho en navidad se cumplen cinco años. —mencionó Applejack.

—Esperen, ¿a ustedes tampoco les ha contado?...

—Sólo conocemos una parte de la historia pero no el final. —respondió Applejack.

—A Pinkie le tocó a Rainbow en eso del amigo secreto, nos pidió nuestra opinión para pensar en qué regalarle pero no encontramos nada. No conocíamos a Rainbow así que no teníamos idea de que regalarle.

—Hasta que se le ocurrió regalarle algo que fuera especial para ella, pero no nos dijo que era. —siguió contando Applejack.

—¿Y qué pasó después?—preguntó Fluttershy intrigada.

—Llegó navidad y Pinkie le entregó el regalo a Rainbow Dash... no sabemos cómo pasó exactamente pero después de eso Pinkie se veía realmente mal. No quería hablar de eso y no quiso hacer el amigo secreto nunca más. —terminó de contar Rarity.

—Entonces, lo que en verdad pasó solo lo saben ella y Rainbow Dash...

(...)

—¿Y si le legalo una casa inflable?—preguntó con una sonrisa.

—¿No deberías regalarle algo que ella quiera? Una casa inflable es algo que tú quieres, no ella. —dijo con el seño fruncido.

—Ojalá quisiera unas clases para saber pronunciar la r. —comentó con sarcasmo la rubia.

—¡Oigan, ¿van ayudanme o qué?!

—¡¿Cómo?! No sabemos qué le gusta.

—¿Ustedes qué le legalan a sus amigos secletos?

—Un hermoso vestido, Derpy por fin tendrá algo de estilo al ir a la escuela. —respondió con una sonrisa.

—Un sombrero como el mío a Flash Sentry, a todos les gusta. —respondió Applejack.

—Sí, claro... —murmuró Rarity

—¡Estoy peldida!

—¿Peldida?...

—Perdida, eso quizo decir.

—¿Qué le voy a dal? Tiene que sel especial, no algo al azal ponqué Pinkie Pie no legala cosas así.

—¿Entonces qué le darás?

—Pues... como no sé que danle entonces tendlé que legalanle algo especial para mí y así velá cuanto me imponta.

—De acuerdo... ¿y eso especial qué será?

—No lo sé... pero algo se me oculilá. Mientras tanto, ¿alguien tiene hambre?

(...)

Pinkie había mentido acerca de que volvió a participar en otro amigo secreto, lo que debió pasar debió ser serio...

—¿Ustedes... qué creen que pasó? Digo, Rainbow parece no conocer a Pinkie.

—No lo sé, intentamos preguntarle a Pinkie pero no quiso decirnos así que decidimos dejar el tema para no seguirla molestando. Cuando volvimos de vacaciones en febrero ella parecía estar bien.

—¿Y no intentaron preguntarle a Rainbow Dash?

—No queríamos seguir molestando a Pinkie Pie. —repitió—. Así que no.

—Mmm, gracias chicas por habermelo contado.

—No le menciones nada a Pinkie, esta época ya es bastante difícil para ella. —pidió Rarity.

—No lo haré. —respondió antes de irse.

Aunque la curiosidad ya la había picado y quería saber qué había pasado entre ellas dos.

[…]

Las clases habían terminado. Pinkie se extraño de no ver visto a Fluttershy en la salida, siempre se iban juntas a clases pero supuso que tenía algo importante qué hacer.

Al ir a su casa paso por la tienda de mascotas en donde Fluttershy trabajaba, pero ahora estaba de vacaciones. Era genial, como la tienda estaba cerca de su casa siempre la iba a visitar, y también le llevaba el almuerzo.

Fluttershy llegó a la escuela Canterlot hace un año, ella y Pinkie se habían hecho amigas muy rápido... y eso la hacía sentir mal, le había mentido, todo con tal de no decirle la verdad.

A nadie le había contado que había sucedido entre Rainbow Dash y ella, prefirió jamás volver hablar de eso, aunque Rainbow parecía no recordarlo.

Ahora se encontraba en el mismo dilema que en el de hace años... pero ahora no estaba entusiasmada por darle un regalo a Rainbow Dash.

¿Porqué el destino jugaba así con ella? No quería que volviera a pasar lo que ocurrió la primera vez.

Miro de reojo.

—No te preocupes, Gummy... no dejaré que Rainbow Dash nos vuelva a dañar. —fue hasta él para abrazarlo—. Nunca más...

(...)

—Oye, Maud, ¿cúal es la cosa más especial en el mundo para ti?—cuestionó entrando a su habitación.

—Mi familia, las rocas y por supuesto, blouder. —respondió mostrando la roca

—¿Y... estalías dispuesta a regalal alguna de esa cosas a alguien polque no sabes qué es lo que le gusta pelo igual quieles hacenlo?

—¿Tienes problemas con tu amigo secreto?

—... Sí, pensé que legalanle algo que sea especial para mi selía buena idea...

—Es una buena idea, Pinkie Pie.

—¿En selio?—preguntó con una sonrisa.

—Sí, enserio, intentalo.

—¡Clalo que lo hale! ¡le dale el mejor legalo a Lainbow Dach!—dicho eso salió de la habitación.

—Me refería a intentar pronunciar la r pero claro, eso también...

Pinkie Pie buscó entre todas sus cosas algo lo suficiente 'especial' para Rainbow Dash.

—¿Polqué busco aquí? Estos son los juguetes con los que jugué solo una vez, Lainbow Dach melece mucho más.

Examinó su habitación buscando el regalo perfecto pero no encontraba nada... hasta que lo vió.

—No, no puedo hacenlo... pero es la unica fonma de demostlan que Lainbow Dach en verdad me aglada. —suspiró y sonrió—. Muy bien...

(...)

—Oh, ¿y sabes quién es Fluttershy?

—No lo sé pero ella es tu amiga secreta. —respondió.

—¿Tienes idea de qué puedo regalarle?

—Improvisa, yo le regalaré una entrada para mi próximo show de magia a mi amigo secreto. —dijo sonriendo.

Claaro, porque eso es un buen regalo.

—No uses el sarcasmo conmigo, Dash. ¡Espera! Ya recorde, Fluttershy es la amiga de Pinkie Pie.

—¿Pinkie Pie? Mmm...

—... Oh, lo siento, no debí mencionarla.

—No importa. —suspiró—. Como sea, ahora que mencionaste a Pinkie Pie...

—¿Qué sucede?... ¿es porqué nos topamos con ella en esa tienda ayer? Lo siento pero debía ayudarla, ella chocó conmigo.

—Sí, yo aún me siento incómoda cerca de ella, ignorarla ya no me es suficiente.

—Tal vez si no hubieras hecho eso no te sentirías así...

Trixie, por favor no-...

—Dejemos de hablar de esto, ¿de acuerdo?

—Sí, tienes razón... lo siento.

—No te disculpes, mejor descansa y recuperate. Espero que puedas ir a la escuela en navidad.

—No te preocupes, tengo un sistema fuerte, me recuperaré rápido.

—Sí, claro. —rió un poco—. Adiós. —colgó.

(...)

—Oye, Rainbow Dash~ mira quién te está mirando de nuevo.

La mencionada suspiro, miro de reojo a la peli-rosa mirarla con una sonrisa.

—Parece que tienes una enamorada.

—¿Qué? ¡claro que no! Sólo me está mirando porque es rara, es todo Adagio.

Por favor, sé reconocer cuando alguien está enamorado y ella lo está de ti. Esa no es una mirada de una chica rara, es de una chica enamorada.

—¡Deja de molestarme, Adagio!

—Sabes que digo la verdad, Rainbow Dash. —dijo sonriendo.

—¡No, no es cierto!—se levantó molesta dispuesta alejarse lo más posible de la peli-naranja.

Siempre la molestaba diciendo que esa chica estaba enamorada de ella. No le gustaba pensar que alguien así de raro estuviera enamorada de ella.

—¡Rainbow! No te enojes, mi prima sólo te está diciendo eso para que te enojes. —dijo Trixie siguiendo a su amiga.

—Pues está funcionando. —se sentó en la banca más cercana, Trixie hizo lo mismo.

—Sólo no le hagas caso, ella---...

—... ¿ella qué?—preguntó volteando a verla.

—¡Hola, soy Pinkie Pie!—escuchó a alguien hablar detrás suyo.

No ella de nuevo...

Después de esa escuchar esa voz,  Rainbow huyó, literalmente, de ahí arrastrando a Trixie con ella.

—¿Lo ves? Si que está enamorada de ti. —dijo Adagio—. Mire como te hablo, ahora es mucho más evidente.

—Pensé que me había alejado lo suficiente de ti. —murmuró molesta antes de irse nuevamente de ahí.

(...)

Fluttershy tocó el timbre.

—Buenas noches, señora Pie. Lamento llegar de imprevisto a esta hora pero necesito ver a Pinkie Pie... es urgente. —dijo con una sonrisa nerviosa.

—Pasa, está en su habitación. —la dejó entrar con una sonrisa amable.

Fue hasta la habitación de su amigas, toco la puerta tres veces y entró al escuchar a Pinkie decir 'pasen'.

—¿Fluttershy, qué haces aquí? ¿te perdiste al ir a tu casa y terminaste aquí?—preguntó levantándose de su cama.

—No, Pinkie. Quería hablar contigo y no podía esperar hasta mañana.

—Ah, ¿qué pasa?... ¿tiene qué ver con qué no te vi en la salida?

—Lamento eso, pero no, no tiene que ver con eso... es sobre Rainbow Dash.

La sonrisa de Pinkie se borró para formar una mirada serie.

—¿Y qué quieres hablar sobre ella? No hay nada de que hablar que ella tengo que ver, a menos que tenga que ver sobre qué le voy a regalar porque si es así, no tengo idea de qué regalarle, jeje. —rió nerviosa.

—Pinkie, ya sé que algo pasó entre ustedes.

—No sé de que hablas, entre ella y yo no ha pasado nada, sólo somos compañeras de clase... es todo.

—Hable con Rarity y Applejack, y de hecho, ya me olía que algo sucedía entre ustedes.

—Traicioneras, sólo por eso sólo les daré un regalo. —murmuró—. Si llegó a suceder algo entre ella y yo fue hace mucho tiempo, realmente ya no importa. Y tampoco es que me guste hablar de eso, sólo... quiero dejarlo en el olvido, tal como ella lo hizo.

—Yo, ah... tienes razón. Lo siento Pinkie, no te puedo obligar a que me cuentes algo de lo que no quieres hablar, es que... quería saber porque actuabas tan extraño con ella.

—Ya no importa, Fluttershy. Yo también estuve mal por mentirte, es sólo que... lo que pasó---..

—No, si no quieres hablar de eso no tienes que hacerlo. Igual, sabes que siempre estaré para ti.

—Gracias, Fluttershy. —sonrió.

—Oh, y hablando de el regalo para Rainbow Dash... creo que tengo una idea de qué puedes regalarle...

(...)

—¡Pinkie Pie, date prisa o se te hará tarde para la escuela!—gritó su madre desde la puerta esperando a la única pie faltante para la escuela.

—¡Ya voy mamá!—grito bajando saliendo de su habitación cargando bastantes regalos.

—Deja de ayudo, hija. —su padre la ayudo a cargar esos regalos—. ¿Porqué llevas tanto, Pinkamina?

—Son pala mis amigas y pala mi amiga secleta. —respondió con una sonrisa—. El tuyo, el de mamá y de Maud, Manble y Limestone se los dalé esta noche.

—¡Rápido!—escucharon gritar a Limestone.

Ambos se dieron prisa a salir de la casa.

Pinkie y Maud fueron dejadas en la escuela, Maud ayudo a su hermana a llevar los regalos hasta su salón de clases.

—¡Pinkie!—gritaron Applejack y Rarity llegando con ella—. ¡Feliz Navidad!

—¡Feliz Navidad, chicas!—las abrazo—. Aquí están sus legalos.

—Pinkie, nos ibamos a ver después de clases, ahí pudiste vernos dado el regalo. —dijo Rarity.

—Lo sé pero quelía dánselos ahola y ver su leacción. —dijo sonriendo—. Y ahola, el legalo más especial de todos, ¡el de Laimbow Dach!

—¿Encontraste qué regalarle a Rainbow Dash?

—Sí y es muy especial. Lo velan después, segulamente estalá tan feliz con su legalo que no lo soltalá por nada del mundo. —dijo sonriendo. Tomó el regalo con papel de regalo rosa y azul y fue hasta el asiento de Rainbow Dash y lo dejó en el asiento.

—Vamos, la ceremonia está a punto de empezar. —dijo Rarity. Las tres niñas salieron del salón para dirigirse al gimnasio.

Cada navidad había una ceremonia en la escuela Canterlot, sólo que está vez había sido más temprano debido a que los estudiantes se irían antes ya que lloveria más tarde.

—Vaya, si que ésta enamorada de Dash... debo contárselo. —se dijo a si misma Adagio después de ver escuchado a las tres chicas hablar.

(...)

Finalmente era navidad, y Pinkie había conseguido el regalo perfecto gracias a Fluttershy, estaba segura que está vez sí le gustaría su regalo, no como la anterior vez.

—¡Feliz Navidad, Pinkie Pie!—dijo Fluttershy llegando con ella.

—Feliz Navidad, Fluttershy. —la abrazó.

—¿Ya nos vas hablar, Pinkie?—preguntó Applejack llegando junto con Rarity.

—Sí, ya es navidad.

—No lo sé... el regalo se los daré después de clases así que aún tienen tiempo para que adivinen qué es...

—Estás bromeando... ¿cierto?

—¡Claro que sí!—se acercó a ellas para abrazarlas—. Feliz Navidad, chicas

—Oye, ¿y para quién es el regalo?—preguntó Rarity señalando la caja que Pinkie traía.

—¡Cierto! Debo dársela, este regalo no puede esperar, ¡las veré después!—dijo antes de irse corriendo.

—¡Ten cuidado con la caja, Pinkie!—le grito Fluttershy.

—¿Alguien nos podría decir qué está pasando aquí?—preguntó Applejack.

—Ya lo descubrirán... —respondió Fluttershy.

Pinkie llegó hasta el salón, suspiró aliviada al no encontrar a nadie, fue al asiento de Rainbow y dejó el regalo.

—Espero que Rainbow llegué y te encuentre rápido... y no haga lo que hizo la anterior vez. —murmuró.

—¿Pinkie Pie? ¿qué estás haciendo?—escuchó alguien preguntar detrás suyo.

No ella de nuevo.

—Nada. —sonrió nerviosa cubriendo el regalo.

—Espera, ¿ese en un... regalo?—se acercó alejando a Pinkie Pie del asiento—. ¿Otra vez tú eres mi amigo secreto?...

Pinkie Pie suspiró.

—... ¿Porqué?

—¿Ah?

—... ¿Por qué no te gusto mi anterior regalo, Rainbow Dash?

(...)

Pinkie se dirigió al salón de clases con una sonrisa emocionada, quería saber si Rainbow ya había visto su regalo.

Al estar afuera del salón escuchó unas voces adentro, reconoció la voz de Rainbow.

Emocionada abrió un poco la puerta para espiar lo que sucedía adentro.

Miro a Rainbow tomar su regalo y abrirlo de manera brusca, Pinkie en ese momento pensó que había sido porque estaba emocionada, al igual que ella por su regalo.

Sonrió al ver a Gummy en las manos de Rainbow, de verdad esperaba que lo cuidará tan bien como ella lo hizo. De hecho, eso decía la nota que había puesto en el regalo.

—Espero que tu regalo te guste, no sabía que regalarte así que decidí darte algo muy especial para mí. Por favor, cuida mucho a Gummy, tal como te cuidará a ti. Feliz Navidad. —Adagio leyó la nota—. Vaya, si que está enamorada de ti. —rió—. ¿Cómo escribió esto? ¿qué ella no podía pronunciar la r?

¿Quién era esa chica? No entendía nada de lo que decía, pero al parecer eso había hecho enojar a Rainbow Dash.

—Ya déjala, Adagio. —dijo Trixie molesta—. Rainbow, déjalo---...

—¡No! ¡esa tonta no me gusta, okey?! ¡no la quiero cerca de mí y tampoco quiero su estúpido regalo!—grito jalando una parte del regalo, descosiendo uno de los 'brazos' para después lanzar el muñeco al suelo y así, pisarlo.

Pinkie Pie miró todo sin entender qué sucedía, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos al escuchar a Rainbow decir eso,  sobre todo verla hacerle eso a Gummy.

Quería entrar y tomar a Gummy, pero tenía miedo.

—Eso no va ser suficiente, Rainbow. —dijo Adagio—. Deberías decírselo a la cara, porque si no, seguirá enamorada de ti.

—¡Ya es suficiente! Rainbow no hará eso, ya ha hecho bastante con arruinar el regalo de esa niña.

—¡No me importa su estúpido regalo! ¡quiero dejar de gustarle a esa tonta! Y si no puedo decírselo a la cara, se lo escribiré en su tonta nota. —dijo quitándole la nota a Adagio.

—No, ya basta Rainbow Dash, ya probaste tu punto, no sigas con esto.

—Nada de lo que digas me detendrá, Trixie. —dijo escribiendo algo en la nota de Pinkie Pie—. Listo, espero que me deje tranquila después de esto.

—¿Qué fue lo que escribiste?—preguntó Trixie con una mirada preocupada.

—No te importa. —dijo dejando la nota en el asiento de la peli-rosa. Lo siguiente que hizo fue tomar al muñeco.

—¿Qué vas hacer con el?

—Hay que quemarlo. —sugirió Adagio con una sonrisa.

—¿A está cosa horrenda? No vale la pena. —dijo arrojándolo al bote de basura—. Vámonos.

Pinkie se escondió al ver a las tres chicas salir.

Entró rápidamente al salón y recogió a Gummy de la basura con lágrimas en los ojos.

—Lo lamento Gummy... todo es mi culpa. —lo abrazó con todas sus fuerzas. No soportaba ver a su mejor amigo lastimado.

Se levantó y fue hasta su asiento, tomo la nota y la leyó... mala idea, eso sólo la haría llorar más y más.

Abrazó nuevamente a Gummy.

—¿Porqué... Rainbow Dash?—preguntó llorando.

(...)

Pinkie sacó a Gummy y también una nota de su suéter.

Rainbow la miró incrédula, ¿aún tenía esa nota? ¿había sacado al muñeco de la basura?

—Estuve ahí cuando abriste mi regalo, y cuando lo despreciaste... también cuando escribiste esta nota. Por mucho tiempo yo me pregunte; ¿porqué? ¿porqué no te gusto mi regalo? Quise darte algo especial para mi, para demostrar cuanto me agradabas y tú sólo lo... pisaste, literalmente. ¿Tan poco te importó, Rainbow Dash?

—E-Escucha, yo era un niña y pensaba que yo te g-gustaba, y---...

—¿Qué hiciste, Rainbow Dash? Pasaron cinco años desde eso y nunca te disculpaste, lo único que recibí de ti fue que me ignorabas y fingieras que no existía.

—Por favor, eramos niñas y no pensábamos con claridad lo que hacíamos. Sólo olvídalo---...

—¿Así cómo tú lo hiciste? Cuando pensaba que era mi culpa que reaccionaras así sólo leía la nota que me escribiste ese día;  “No quiero que te vuelvas acercar a mi, rara. No quiero tu estúpido regalo ni nada de ti. Desaparece de mi vida.” después entendí que el problema era tuyo.

Rainbow no dijo nada, se quedó en silencio. Sabía que todo lo que decía la peli-rosa era verdad.

¿Ahora qué diría? Se había equivocado y no había tratado de arreglar su error por mucho tiempo.. pero ahora, ¿podría hacerlo?

—Toma. —le entregó el regalo—. Espero que te guste tu regalo está vez Rainbow Dash.

La peli-arcoiris acepto la caja un poco confundida. La abrió y adentró había... una tortuga bebé.

—¿Cómo-.

—Mi amiga trabaja en una tienda de mascotas, ella dijo que siempre te veía quedarte mirando las tortugas desde el otro lado de la vitrina. Por favor, a él si cuidalo. —paso a su lado dirigiéndose a la salida del salón.

—¡Pinkie!—la detuvo—. Lo siento, en serio.. no pensaba con claridad y los comentarios que me hacían me afectaron y me hicieron hacer eso... l-lo lamento de verdad... sé que lo que digo ya no tiene validez por lo que hice y sé que no hay alguna de remedianlo p-pelo...—Rainbow había comenzado a llorar que ya no podía hablar bien.

—No llores, Rainbow Dash, que ya no puedes pronunciar bien la r. —dijo con gracia.

—¿H-Hay alguna forma de que me p-perdones?—preguntó limpiando sus lágrimas.

Pinkie miro a Gummy y sonrió.

—Podrías aceptar mi regalo original... si quieres.—respondió ofreciéndole a Gummy.

Rainbow aceptó a Gummy con una sonrisa, para después abrazar a la peli-rosa.

—Gracias, Pinkie Pie.

—Me alegra que te gusten mis regalos, Rainbow Dash. —dijo respondiendo el abrazo—. Feliz Navidad.

El regalo para Rainbow Dash había funcionado y las había unido, finalmente.

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