•| є∂ιтα∂σ |•
El pelirrojo veía aquella foto dañada de sus padres y el, en verdad los extrañaba a pesar de no demostrarlo, los amaba como nadie pensaría. Ni si quiera pudo pasar mucho tiempo con ellos, apenas era un niño; a causa de eso tuvo que ser llevado a un orfanato donde conoció a dos de sus grandes amigos.
Pero aún así no puede evitar llorar al recordar lo poco que pudo sentir el amor de una familia.
Una lagrima traicionera resbaló por su mejilla dando a entender que muy pronto se soltaría a llorar un mar de lagrimas claro que esto no tardó mucho en suceder.
Su respiración se volvió agitada, sus ojos rojos y su voz se quebró por completo.
- L-Los... E-Extra... Extraño...
No podía si quiera pronunciar bien una palabra. Su vista se nubló gracias a sus lágrimas, se dirigió a su cuarto y sin darse cuenta se había caído en su cama aún llorando y lamentándose de la muerte de sus padres, después de que pasara un rato llorando se quedó dormido.
Gracias a que lloraba y recordaba la muerte de sus padres, tuvo una pesadilla.
- Maldita sea. . . ¡Me odio!
Lanzó un grito al aire.