We Are Numbers ❧ Taekook

By obyxbi

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¿Cómo puede ser que el error más común de todo el mundo como lo es equivocarse de número desemboque en algo t... More

¿Quién eres?
Día 2.
Día 3.
Día 4.
Semana 1.
Semana 1. Día 2.
Semana 1. Día 4 // Día 5.
Semana 1. Día 7.
Semana 2. Día 2.
Semana 2. Día 3
Semana 2. Día 4.
Semana 2. Día 5
Semana 3. Día 2
Semana 3. Día 3.
Semana 3. Día 5.
Semana 3. Día 6.
Semana 3. Día 7.
Semana 4. Día 1.
Semana 4. Día 1. (Parte 2)
Semana 4. Día 2.
Semana 4. Día 6 // Día 7.
Semana 5. Día 1.
Semana 5. Día 3.
Semana 5. Día 4.
Semana 5. Día 6.
Semana 6. Día 1.
Semana 6. Día 2.
Semana 6. Día 3. (Especial)
Semana 6. Día 4.
Semana 6. Día 5.
Semana 6. Encuentro (Parte 2)
Semana 6. Encuentro (Parte 3)
Semana 6. Encuentro (Capítulo final)
Semana 35. Extra.
Agradecimientos.

Semana 6. Encuentro (Parte 1)

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By obyxbi

Seis menos cuarto. Taehyung no podía esperar más; quería seguir hablando con su más que querido amigo. Simplemente el hecho de que en quince minutos o tal vez más estaría viendo a aquel chico que había conocido totalmente por error hacía que se emocionase de manera excesiva. ¿Por qué? Muchas razones se le venían a la mente, pero tenía claro que no había salido de su zona de comfort para ir a ver a alguien que nunca había visto en persona sin un beneficio, aunque sabía que el otro no se iba a esperar cuál era ese beneficio.

Cada minuto parecía pasar como días, por lo que, harto de esperar, decidió salir con Soonshim bien atado a la correa. Tal vez un paseo le aclarase las ideas, porque sabía perfectamente que aunque fuese bastante mayor y fuera capaz de aparentar una madurez sorprendete, en el momento que avistase a su querido amigo le iba a dar algo.

Este paseo tranquilo se transformó rápidamente en un análisis filosófico de todas las conversaciones que podrían tener en todos los casos posibles. Hasta su pequeña mascota notaba a su dueño un poco más nervioso de lo normal, debido a que casi se choca con una farola por ir pensando demasiado. Tristemente, la caminata hasta el parque no fue demasiado larga, por lo que no tuvo tiempo para tenerlo todo perfectamente calculado.

Seis en punto. Nunca en su vida había sido puntual excepto para eso; se podría considerar un logro.

De repente empezó a preguntarse qué tenía que hacer; el parque era más o menos igual de grande que lo que había tenido en mente. Seguramente él también había llegado ya, pero desde otro punto. ¿Tendría que preguntar a la gente si había visto a un chico como Jungkook? ¿O sería mejor sacar su móvil y mirar una foto suya mientras le intenta encontrar entre toda esa gente?

Mientras sacaba su teléfono, este vibró indicándole que había recibido un mensaje.

Kookie (galleto)

¿Dónde estás?
(enviado a las 6:03 PM) (recibido a las 6:03 PM)

En el parque.
(enviado a las 6:03 PM) (recibido a las 6:03 PM)

Quiero decir, en una parte del parque, pero no sé exactamente dónde.
(enviado a las 6:04 PM) (recibido a las 6:04 PM)


Supuso que Jungkook también había empezado a buscarle, pero sabía que él mimso (Taehyung) tenía que encontrarle antes de que el otro lo hiciera; quizás era un reto personal o quizás no, pero tenía que quedar bien diciendo algo como "¿Perdido en tu propia zona?"; exacto, ridículo pero sorprendente.

La imagen que daba buscando al menor era bastante graciosa; parecía que tenía un detector de metales mientras levantaba la vista cada dos por tres como si fuera un delincuente haciendo algo malo.

–¿Soy tan guapo que no paras de mirarme?

Qué.

Levantó la vista y estaba allí el mismo chico con el que había estado hablando por mensajes. Exactamente el mismo. Bueno, tal vez un poco más guapo. Y masculino. ¿Y qué había de esa voz? No se parecía a la de la llamada pero sabía que era la misma persona porque era igual de dulce. ¿En serio era menor que él?  No lo parecía; de hecho, Taehyung parecía el hermano menor de ese chico.

Se dio cuenta de que había estado demasiado tiempo con la boca abierta mirándole cuando casi se le cae una gota de baba al móvil que todavía tenía en la mano. Defintivamente, eso no es lo que había planeado para ese primer encuentro. Su mente estaba corriendo a mil por hora intentando decir un simple hola pero, vaya, su cabeza no quería hacer que pronunciase esas palabras.

–¿Estás bien? —añadió el menor, riéndose un poco ante la visión que le estaba dando.

–E-eh, claro que sí —se reincorporó rápidamente mientras guardaba su móvil—. Simplemente estaba soñando despierto, ¿sabes? No creo que haya dormido bien.

–Si es por dormir, hoy has sido el rey de eso, chico —en cuanto pronunció esas palabras se dio cuenta de que le había dicho que es mañana quería dormir más de lo normal. No parecía que fuese su día perfecto.

–¡Bueno! La gente, se saluda y eso —añadió rápidamente mientras se sacudía la cabeza, intentando pensar claramente—. Taehyung, Kim Taehyung.

–¿Somos desconocidos acaso? —rió brevemente—. Jungkook, Jeon Jungkook, un placer. Le presento a mi querida mascotita, Gureum. Parece que le ha caído bien su mascota, señor.

En efecto, los dos perritos habían comenzado a jugar entre ellos mientras los chicos hablaban.

–Diciendo señor me haces sentir mayor. Creo que lo de las presentaciones ha sido un poco extra.

–Lo has sugerido tú, eh. Pero tu voz tampoco suena como muy joven —el menor se rió levemente mietras el otro ponía una cara de desacuerdo total—. Es un broma, tranquilo.

–¡Es que estoy nervioso! —dijo sin pensar, y en un intento de arreglarlo siguió hablando rápidamente—. Quiero decir, no es que esté nervioso, para nada, simplemente que me siento fuera de lugar aquí en Busan y no pensaba que esto fuera a ser así. De hecho, tenía hasta preparada una frase para decirte en cuanto te viera, pero me has visto tú primero ¡y no vale! Tenía que ser yo el que te viese antes, ¿sabes?

–¡Venga ya! Escúchate; y qué razón tenía cuando te dije que ser tonto era tu encanto.

El comentario anterior del mayor le había recordado a todas las conversaciones que había tenido con el mayor por mensaje; sin embargo, quería disfrutar del ambiente mientras estaba con Taehyung, pues el tiempo corría y había que hacer muchas cosas.

–Taehyung, ¿quieres dar un paseo? Es mejor que estar quietos. Mientras tanto te explico lo bella que es mi ciudad.

–No he venido para estar parado, así que encantado. Y tampoco te subas por las paredes, que Daegu es más bonita que Busan.

–Ya lo veremos... Pero ni siquiera he visto Daegu así que no puedo opinar.

–Tiempo al tiempo, galleto.

Comenzaron a andar por el poblado parque, que estaba lleno de personas haciendo ejercicio, parejas, y otros llevando de paseo a sus mascotas. Literalmente todo era perfecto; el día, el ambiente, la situación e incluso los ánimos de los dos chicos. Conforme iban sorteando árboles para poder ver a lo lejos montañas, Jungkook le explicaba lo máximo que sabía de ellos. Mientras tanto, sus mascotas parecían no querer otra cosa más que jugar y correr.

–¿Acaso te sabes la historia de todas y cada una de las cosas que hay en tu ciudad?

–No todas, pero casi todas. Hay que ser un hombre abierto, Tae.

–Es TaeTae, recuerda, melón. Y yo ni siquiera sé de qué están hechos los sofás de mi casa.

–Bueno, dicen que la inteligencia se pega —le dijo con una mirada llena de gracia y vividez.

–Ni de lejos quiero contagiarme de un chico que se dedica a salir de fiesta, eh —añadió con un golpe ligero con su codo en las costillas del otro chico—. Ahora en serio, no pensaba que te lo fueras a preparar tanto. Me siento como en una excursión guiada.

–¿No te gusta?

–No, no es eso. Pero siento que me estás superando en esto, y yo tendría que ser el galán. No me quites el puesto, mocoso —dijo entre risas; de hecho, los dos se estaban riendo constantemente a causa de los nervios.

–¡No te lo he quitado! Simplemente no llegas a los mínimos necesarios.

–Este señor sigue siendo mayor que tú, Kookie, querido.

Seguido de esto, le empezó a chinchar y a hacer cosquillas por todo el cuerpo. A vista de los demás, parecían dos quinceañeros haciendo tonterías en mitad de un parque, pero para ellos simplemente eran dos adultos jugando a ser niños, añadiendo lo bien que se lo pasaban.

Pero mientras hacían esa batalla de cosquillas, soltaron las correas de sus perros, los cuales corrieron tan pronto como sus correas fueran liberadas juntos hacia el fin del parque, mientras ibn jugando. Esto pilló desprevenidos a los chicos, que se pararon de golpe en una posición un tanto extraña; Taehyung haciendo cosquillas en el cuello de Jungkook mientras el otro intentaba llegar a las axilas del otro, además de estar bastante pegados los dos. Al darse cuenta, se separaron rápidamente.

–¿Cómo pueden hacer eso? Nunca ha corrido tanto cuando está conmigo -dijo Taehyung arreglándose el pelo e intentando restar importancia a la postura en la que se habían quedado.

–Ni idea, pero será mejor que vayamos detrás de ellos antes de que salgan del parque; además, tampoco te creas que me lo conozco tan bien.

–¡Me dejas más tranquilo, galleto! —empezó a decir con un tono de reproche mientras los dos empezaban a correr como si fuera una maratón.

Dieron varias vueltas al parque gritando los nombres de las mascotas, aunque como seguramente seguían juntas sería una tontería, porque no les iban a hacer caso. De todos modos, corrieron a la par hasta que al girar por una árboles los vieron jugando con sus colas y montándose encima del otro. Cualquiera diría que se habían hecho mejores amigos.

Sin embargo, Taehyung no se sentía igual de vigoroso como su mascota; en su vida había corrido tanto, y se le notaba en el hecho de que justo cuando llegaron a donde se encontraban los perritos se dobló a la mitad por su cadera y empezó a respirar y espirar todo el aire que fuese necesario. El menor se preocupó por él, pero en cuanto entendió por qué estaba así se dedicó a reír.

–¡No te rías! Llevas riéndote todo el rato, deja que me ría de ti —dijo entre jadeos—. Pero ahora no; creo que mientras corría he visto la luz, que lo sepas.

–Eso es porque tienes que hacer más ejercicio.

—No eres mi madre, pero tienes razón. Un día de estos me vas a llevar a hacer deporte contigo.

–¿C-cómo? -se quedó embobado repentinamente. No se esperaba que dijera eso.

–Es broma, Kookie. Pero tendrías que haber visto tu cara, ahora sí que me puedo reír yo de ti —y se rió justo cuando creyó que ya había recuperado su ritmo normal—. Pero, en serio, creo que con esto ya no necesito hacer más ejercicio por un buen tiempo, ¿sabes?

–No es para tanto, grandullón. Por cosas como estas no estas a la altura del título de galán —dijo con un aire de grandeza y burla.

–"Pir quisis quimi istis ni istís i li iltiri dil títili di gilín" —repitió lo que había dicho el menor, haciéndole burla.

–¡Oye!

–Esto se llama venganza, galleto.

Los dos comenzaron a reír fuertemente; habían creado en un momento un ambiente tranquilo y amistoso, como si se llevasen conociendo toda la vida. Ambos se dieron cuenta de esto en el mismo instante el que vieron que el cielo empezaba a teñirse de colores morados. No sabían cuánto tiempo habían pasado allí, pero tenían la certeza de que bastante.

–Oye, se está haciendo tarde. ¿Quieres ir a mi apartamento y dejamos allí a Soonshim y Gureum? Puedes ducharte y luego salimos a comer, si quieres.

–Es una buena idea —respondió rápidamente, pero sin embargo, se paró y no se dio la vuelta inmediatamente.

Esperó un momento antes de volver a hablar, mientras miraba el cielo que cambiaba de color ante sus ojos.

–¿Sabes? Cuando veo cosas como estas me doy cuenta de que todo se acaba, pero pienso si su fin compensa todo lo bueno que se ha vivido antes. No sé si me entiendes...

–Vaya... —tartamudeó un poco; no esperaba aquello. Intentó pensar lo respuesta más acertada entre todo el lío que había en su mente—. No sé por qué piensas eso, pero creo que sí. Tiene que haber cosas buenas y malas en el mundo. Si fueran todas buenas nos acostumbraríamos y no sabríamos qué hacer cuando esas cosas malas llegan. Por eso disfrutamos más de las mejores ocasiones —hablaba lentamente, intentando elegir las palabras correctas que transmitieran perfectamente lo que estaba pensando.

No sabía cómo Taehyung había cambiado tan de repente; de estar llorando de la risa a pensar en algo tan trascendental. Esperaba que no fuera por el hecho de que al lunes siguiente estarían hablándose por mensaje otra vez, pues quería que los dos aprovechasen el máximo tiempo juntos sin pensar demasiado. Por ello, le cogió de la mano para llevarle a su apartamento; quería distraerle lo máximo posible. No sabía hasta dónde podía llegar la mente de su TaeTae.

Este se quedó un poco perplejo al principio, pero en cuanto comprendió por qué lo hacía, afianzó la unión de su mano con la del menor, haciendo que se sobresaltase un poco. Sin duda, era un amigo maravilloso y solo se lo estaba demostrando una vez más.

Gureum iba por delante de ellos seguido de Soonshim, que no se conocía la zona. Sin duda, habían perdido toda la energía en aquella carrera. Mientras tanto, los chicos tenían las manos unidas e iban caminando uno al lado de otro, saliendo del parque en dirección al apartamento de Jungkook.

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