Abro lentamente los ojos y una sonrisa se perfila en mis labios cuando siento a alguien removiéndose a mi lado en la cama, giro mi cabeza para encontrarme al amor de mi vida desnuda.
Tengo cinco años con ella desde aquella noche en el departamento, dos años después de aquel suceso y decidirnos vivir en Paris luego de ella haber pedido un cambio de ubicación nos casamos, ahora en tiempo completo han pasado cinco años en donde esos cinco años nunca fui lastimada ni golpeada, fui llena de amor y de caricias pero sobre todo de besos.
Me quedo mirando su espalda desnuda, me acerque lentamente y aparte parte de su cabello dejando más visible su espalda en donde comencé a dejar sutiles besos, la sentí removerse cuando mis labios habían llegado hasta su nunca en donde se encontraba un precioso tatuaje que por cierto siempre que tenía la oportunidad besaba como este día.
-Camz- la escucho decir de forma ronca, la veo girarse aun con los ojos cerrados pero la carpa que formaba su miembro me incentivaba hacer otro tipo de movimiento.
-Buenos días mi amor- le susurre cerca de su oído mientras mi mano bajaba por su torso que había quedado desnudo cuando se giró en la cama. La escuche suspirar y me motivo para seguir mi camino.
-Sí que son buenos- jadeo levemente mientras sentía mi mano caliente llegar a la altura de su miembro más que erecto.
Sutilmente pase mi dedo índice desde la punta hasta la base y devolviendo el recorrido para sentir el leve líquido que brotaba de la cabeza de su polla, aun debajo de la sabana lo tome suavemente y esparcí con mi dedo pulgar el líquido pre seminal que se presentaba orgulloso en ella.
De un movimiento quite la sabana dejándola desnuda y bueno no solo a ella sino que yo también quede en igualdad de condiciones, me acomode en sus piernas mientras veía sus parpados revolotear cuando tome su miembro en mis manos, baje mi cabeza hasta estar a solo centímetros de ella y sople en su glande.
-Mierda amor has algo- la escuche gruñir y una sonrisa de superioridad se formó en mis labios, actuando de la forma que ella no se esperaba, baje mi cabeza y pase la lengua por el glande probando ligeramente su esencia que volvía a salir de ella, un suspiro largo salió de sus labios para luego meter completamente su pene en mi boca, era grande y había tomado tiempo acostumbrarme al hecho de tenerla en mi boca, la primera vez fue algo incómodo pero no dejo de ser placentero tanto como cuando ella me hace sexo oral, no sé dónde aprendió todo pero estoy feliz que ahora todo lo practique conmigo casi de forma diaria.
Vi sus manos empuñarse ligeramente en las sábanas blancas de la cama y subí mientras su miembro apretaba mi lengua por todo el lateral por donde pasaba, volví a bajar y subir de forma rápida y alentadora cuando vi sus manos soltar y apretar las sabanas tan rápido como mi cabeza subía y bajaba de su gran miembro hasta que logre sentir sus manos a cada lado de mi sien, sabía que quería llevar sus ritmo eso lo note desde que sus caderas comenzaron a moverse tratando de encontrarlo, deje que hiciera lo que quisiera al fin y al cabo esto debía disfrutarse en parte iguales.
-Amor, no creo que pueda aguantar mucho- jadeo y saco su polla de mi cara para sentarse dejándome encima de sus piernas.
Cambiamos de posiciones tan rápido que no me sorprendió sabía que quería liberarse y no precisamente en mi boca, lo que causo que se calentara mi vientre yo también ansiaba un poco de ella, de la forma en que podía dármelo.
La sentí colocar besos por mi cuello mientras sus manos vagamente libremente por mi cuerpo para tocar todo lo que podía, sentí que mordía ligeramente mi cuello mientras apretaba mi pecho levantando como un pico mi montículo que quedo prisionero entre sus dedos para apartarlo al mismo tiempo que todo mi pecho, un gemido salió desde lo más profundo de mis labios o mejor dicho garganta para hacerle saber cuan excitada me encontraba en dicho momento, sentí sus besos bajar por en medio de mis pechos para llegar casi a la altura de mi pubis, la vi arrodillarse y abrirme las piernas, sin lugar a duda el sexo mañanero era el mejor que había experimentado.
Sus manos masajearon la piel interna de mis muslos mientras subía al mismo ritmo hacia casi dar con mi centro, sentí su pulgar presionar levemente en mi clítoris moviéndolo en forma circular logrando que fuera un mar de jadeos y gemidos en aquella cama, sus movimientos fueron más rápidos e introdujo dos dedos rápidamente en mí.
-Joder preciosa estas muy mojada para mí- susurro mientras sus dedos entraban y salían de mí, asentí como pude a lo que había dicho, baje como pude la mirada para verla y se encontraba allí entre mis piernas con su polla orgullosamente levantada para entrar en mí, y de solo imaginármela allí, hico que un gemido saliera de mi garganta, logrando que una sonrisa pícara adornara su rostro –Te excitaste mas preciosa- hablo cuando había sacado completo sus dedos y los metió a su boca.
La vi chuparlos dejándolos completamente limpios para acomodarse encima de mí, dejo a cada lado sus codos en la cama para sentir el calor de todo su cuerpo encima de mí, bajo como pudo una mano para posicionar su miembro en mi entrada entrando en mi tan lento que pareciera que era nuestra primera vez.
Su mano volvió a subir acariciando cada espacio de mi piel hasta dejar en mi mejilla, sus ojos verdes tornados casi a negros mientras la sentía entrar y Salir de mí, sus embestidas eran largas y prolongadas, logrando que la sintiera por todo mi sexo húmedo, entraba y salía sin ningún problema de lo lubricada que me encontraba, sin lugar a dudas nunca imagine encontrarme cinco años después haciendo el amor con una mujer tan hermosa.
-Te amo Camila- dije en bajo cuando su boca estaba cerca de mi oído mientras aceleraba sus embestidas, alce mis piernas para enrollarlas a su cintura dándole más acceso a la penetración profunda dentro de mi, era la sensación más placentera que podía sentir, ella encima de mí y además dentro mientras me dice que me ama es mejor que es paraíso en donde me encuentro.
-Te amo aún más Lauren- le susurre mientras pasaba mis manos desde sus hombros hasta el inicio de sus glúteos dejando una marca de mis uñas en su espalda, las clave algo fuertes por lo que ella gruño –Lo lamento no quiero hacerte AHHH- deje la frase a medias cuando la sentí embestirme algo más rápido y duro.
-No te lamentes y muy excitante- murmuro dejando un beso cerca de mi oído, subí mis brazos y los enrolle en su cuello, sentía un leve rastro de sudor cubriendo nuestros cuerpos realmente era bastante excitante tenerla solo para mí. –Me voy a correr- jadeo de nuevo cerca de mi oído, ya sentía e calor intenso formarse en mi vientre por lo que unas embestidas más con la misma velocidad que usaba hicieron sacar su nombre tan alto como a ella le encantaba, seguida de ella al oírme gritar.
Se dejó caer a mi lado respirando con algo de dificultad, se acomodó un poco de lado luego de pasar unos minutos para acariciarme mi mejilla, me atrajo hacia ella logrando que mi cabeza quedara cerca de su pecho por debajo de la barbilla, podía sentir su aroma y me encantaba, enrollo sus brazos por mis hombros y me deje ir de nuevo en el sueño que ella me proporcionaba.
Abrí mis ojos lentamente y me encontré sola en la cama, estaba a medio arropar dejando que el aire tocara aquellas partes que quedaban a su disposición, me levante como pude para dirigirme al baño, una ducha rápida luego de sexo para dormir y sexo mañanero nunca hace mal, Salí con el paño y me encontré a Lauren acostada en mi espacio, llevaba una camiseta azul con uno short deportivos algo cortos, me acerque para dejarle un beso en sus labios.
-Buenos días- dije al separarme para ir al closet, deje caer el paño pero podía sentir la mirada de Lauren sobre mi cuerpo y era algo que tampoco me cansaba de sentir.
-Cada que pasan los años estos más buena- dijo para hacerme girar con una sonrisa en la cara.
-Si no fuera por ti ni cinco años hubiera vivido- comente mientras deslizaba mis bragas por mis piernas, tome una de sus camisetas y me la coloque para luego optar por un short parecido al de ella, era de algodón y me encantaba.
Cuando gire a verla podía ver la expresión seria en su rostro que se suavizo al verme los míos –Haría cualquier cosa por ti mi amor- dijo para hacerme sentar en sus piernas u hacerme ligeras cosquillas, inundamos el cuarto de risas y besos, algo que nunca espere que pasara.
-Me haces feliz Lauren Jáuregui- dije entre risas cuando había tomado sus mejillas.
-No tanto como tú a mí, Camila Cabello- respondió para fundirnos en un beso donde se demostraba el amor que cada una poseíamos.
Sin lugar a dudas subir a la azotea si fue la mejor decisión que tome en mi vida.
****Espero les guste y disculpen si existe algún error****
*Hoy será el final*