Cada día que pasaba con Tom, me daba más cuenta de que lo quería como a nadie. No se si así debe ser o si va a durar mucho, pero, como cuando te regalan flores y se marchitan, voy a ponerles agua y cuidarlas como si fuese ese día. Fuimos a ver el hobit, toda la trilogía en un mismo día, a su casa, y si, la pantalla de su sala era tan grande como la pared, podía ver sin problemas cada cabello y cada arruga de los personajes. Y había cocinado los postres más deliciosos de todo el mundo, la mayoría son biscochos ingleses con té. Me contó sobre sus hermanas y su madre, les habló sobre nuestra relación, están felices, no entiendo muy bien por que habló tan pronto de nosotros, que haya hablado de mi con su familia, es un escalón muy alto, los e visto en fotos y parecen ser amables. Me gustaría poder hablar como las parejas normales, sobre eso que tengo con mi familia, contarles por horas lo que lo hace maravilloso, todo eso que lo hace ser irresistible para mi, pero para mi desgracia esa idea es nula conmigo, y no me molesta del todo, cuando pienso la clase de personas que son. Me sentí parte de una familia con Mike, y como con la primera me traicionaron, pero esto, la última vez, fue una inesperada, una que me atacó justo a donde sabía me dolería más que nada, con la primera ya lo veía venir, era predecible. Y cuando Ann llegó al hospital, y dijo eso, lo hizo solo para convencerme, iba a forzar a su pobre hija a llevar un nombre que no pidió solo por que su madre quería pedir disculpas, sería una basura si lo permitía, eso es muy hipócrita, y cómo dolió. Por que si hubiese sido en otro escenario, donde no estábamos enojadas, y donde podía llamarla amiga, me habría sentido halagada, pero no fue así, y ahora que me sentía culpable. Tenía tanto que contarle aún, tantas consejos que pedir, tantas noches de hablar, como habría sido feliz de haber sido su médico, quizá de recibir a su bebé, de ir a su fiesta de cumpleaños, pero, yo no lo pedí así. Y hay tantos sentimientos en mi, revoloteando, haciéndome partícipe de ideas tontas, no voy a pedir perdón por algo que no hice, solo espero que ese pobre bebé inocente, no lleve mi nombre, no es bonito, no es nada lindo, no hay canciones con ese nombre.
Mis días en el hospital han sido algo pesados, entre el piso de pediatría y la sala de traumas, tuve que ir a urgencias con los otros por que muchos del personal tuvieron que ir a brigadas o estaban de vacaciones. Ya estaba cansada, tenía que volver a la sala de descanso un momento por un poco de agua, y en el pasillo hacia mi piso estaba Mike, sosteniendo de manera extraña la mano de su ahora nueva conquista, se conseguía una nueva cada semana, ya no puedo culparlo de todo, también fue mi culpa, debí ver que es lo que estaba pasando. El volteó a verme y su perfecta sonrisa se desvaneció en un instante, lo miré, y aun que fue solo un segundo, sentí como si hubiese pasado tanto tiempo. Di la vuelta y seguí mi camino. Me llamaron de nuevo a la sala de maternal, no tengo mucho que hacer ahí, más que asistir al ginecólogo, y supongo eso iba a hacer, lleve a Finn, quien es una celebridad últimamente entre los niños, mejor dicho las niñas, dicen que tiene cabello de princesa, y a mi me apodaron valiente. Entramos a la sala de maternal y para mi mala fortuna ahí estaba Ann, tal como suele vestirse, acompañada de su esposo, y Mike, por que como el tío preocupado, su deber era estar ahí obstruyendo el trabajo de los demás médicos.
-Doctora al fin llegó, espero y haya recibido el historial de la paciente - si los había recibido pero no los había terminado de leer, me acerqué al pie de la cama y tomé la libreta medica que suele dejarse ahí -
-¿Problemas? - leí detenidamente, y no podía ser, de ninguna forma, miré a ver a Ann que parecía no saber que sucedía, ni Mike, en ese instante pedía que no fuese yo quien hiciera eso -
-Esta en su tercer trimestre y presenta placenta envejecida - solo me preocupaba el primer diagnóstico, Mike sabía de lo que hablaba pero no completamente, no había mayor preocupación pero la cara palidecida de Ann y de su ahora esposo eran las más preocupantes -
-Por favor explíquenme, no se nada sobre el tema y nos preocupa lo que vaya a pasar le a muestra hija - leí una vez más los expedientes, estaba buscando algo más para realizar algún otro diagnóstico, lo que fuese para descartar todo -
-La placenta envejecida no tiene mayor complicación, de hecho harán un procedimiento llamado Doppler que le servirá para evaluar al cordón umbilical no temas por ello. Solo habrá que vigilar un par de días al bebé cuanto antes, para descartar cualquier complicación, cualquier complicaciones el cirujano fetal tendrá que venir pero se descarta su ayuda - puse la carpeta donde la tomé y acomodé mi bata -
-Gracias Doctora, solo necesitaba el punto de vista pediátrico, y ahora que los padres han escuchado, puede retirarse - miré a los dos sujetos - Puede retirarse muy amable - asentí con la cabeza, giré en mis pies y salí del lugar -
-¿Qué fue eso? - preguntó extrañado Finn mientras subíamos al piso de traumas -
-Eso Finn en la jerga paciente se llama soborno, no me llamó por ser necesario, lo hicieron solo para verme, ese no es el diagnóstico de esa mujer, lo se por que su tipo de sangre, se presenta como AB y por los meses de gestación, la conozco, doné sangre con ella hace unos años, y los 0 positivos no se convierten a AB de la noche a la mañana - tomamos el elevador y solo estábamos el y yo -
-¿Y por qué se quedó? - si, esa pregunta me daba vueltas en la cabeza pero, no tenia una clara, tenia muchas pero ninguna en específico -
-No lo se, me quedé y no sucederá más, quizá necesitaba eso, quizá no quería cambiar de nombre para su hija, pero no cambia mi postura, no te preocupes por eso Finn, no va a afectar tu travesía por este hospital, vas a aprender, y por eso, hoy te tocan tus primeras consultas pediátricas - me miró serio, o no es nada del otro mundo de hecho es tedioso - Que lo disfrutes, siente el conocimiento -
Descansamos un momento y luego seguimos con las consultas, fue cansado pero debía hacer eso, es mi trabajo después de todo, vi mi nombre en la pizarra de cirugías para mañana y me dieron ganas de enfermarme. Nos quedamos charlando un momento más en el hospital de todas las tonterías que se nos ocurrian. Tom pasó por mi muy puntual, se quedó dentro del automóvil, lo vi desde lejos y noté que estaba arreglado, no vestía de traje pero había algo diferente en él, estaba muy bien peinado, usaba sus pantalones negros casuales, que siguen luciendo formal, y una playera gris, con los zapatos del mismo color, entré al auto y noté algo más extraño, había tres regalos con envoltorio detrás en los asientos.
-Algo sucede aquí - dije sería y mirándolo con los ojos entre cerrados - Estas casual pero pulcro, si tú siempre, pero esto es diferente, hay regalos envueltos, hueles a perfume más de lo normal -
-Me gusta estar siempre presentable ya sabes así soy yo - lo volví a mirar seria, temía que dijera que debía ir a ver a alguien, me ha presentado con casi todos sus amigos, y yo estaba en las peores fechas de todas, mis manos huelen a látex de los guantes, y mi cabello se enredo más con el cubre bocas, además de que se arrugó mi blusa con la bata, y mi bata olía mucho a jabón de bebé y a yodo de curaciones -
-Dímelo, si es una salida improvisto para presentarme con alguien más, tengo que cambiarme, huelo a hospital - señalé mi ropa y el solo rió -
-Bueno si es alguien con quien pienso presentarte, y es importante, verás a mi madre y hermanas están en la ciudad por unos días solo por que bueno, puede que les haya hablado un poco de ti y quisieron venir a conocerte - arrancó el auto en camino hacia el lugar donde me presentaría -
-
-Estás loco, tengo que ir a mi casa a cambiarme de verdad las manos me huelen a látex, y estoy hecha un asco me niego rotundamente a conocer a tu familia de este modo, también debo estar presentable - me negué a siquiera ir de ese modo y sabía bien que podía hasta salirme del auto para hacerlo -
-Bien, aún hay tiempo iremos a que te cambies aún que, no encuentro nada de malo con tu vestimenta, aun que si hueles a hospital - me llevó a casa para cambiarme y eso hice, lo más presentable que pude-
Me puse un vestido azul, y un par de zapatos no tan altos con mi bolsa cruzada, me sentía mal de no llevar nada como presente, eso es muy descortés. No había tiempo de improvisar, así que acepté ese hecho y fui con Tom rumbo a conocer a su familia, esto era un poco adelantado, todo estaba llendo muy rápido, apenas llevábamos un tiempo juntos, no hacíamos ni cuatro meses de ser pareja, y de conocernos quizá solo cinco o seis meses. Aún que somos adultos, supongo que fue bueno evitar la página de citas por Internet. Nos veríamos en un restaurante pequeño y familiar, con garantía de cero cámaras, eso me confortaba bastante. Desde que entré al lugar supe que sería difícil, no suelo ser alguien de presentaciones, aun temo con la familia de Tom, y temo más que nada por lo que sucedió con la última no familia mía con la que me encariñe, aun es difícil creer que después de tantos años, no supe lo que me hicieron, mejor dicho, que lo hicieron, fue traición, fue lo peor que se le puede hacer a alguien que estimas. Aún temo de que se esfumen mis fuerzas y termine corriendo detrás de Ann, veces necesito una amiga, y no tengo a nadie, Robert sigue en su viaje de luna de miel y no siempre puedo pedirle que abandone todo solo por mi, pero no tengo mucho con quien hablar. Apenas sentía como ya íbamos directo hacia la mesa donde se encontraba su madre y ya moría de miedo, una mujer no tan alta, de cabello corto y blanco por las canas, muy bien vestida, y bien arreglada, aún que quizá fue solo por el momento, sus dos hermanas, que se parecen bastante a mi parecer, cada una usando un muy bello vestido y zapatos que las hacían ver más altas. Creo que estaba temblando de nervios, no sabia que decir o como comenzar, es mas sentía que mi sonrisa se iba a ver muy extraña, aunque agradecía el gesto de Tom, excepto por no decirme con anterioridad y ensayar mi diálogo.
-Madre es un gusto verte otra vez - se acercó gustoso a la mujer y la abrazó con mucha fuerza y alegría, además de a sus dos hermanas, se veían bien juntos, parecen tener una buena relación, siempre me hubiese gustado tener un hermano - Emma tengo tantas cosas que contarte, al igual que a Sarah tengo algo especial para ti - se olvidaron que estaba ahí parada, y pensaba en retroceder poco a poco y ya lejos salir corriendo pero pronto voltearon a verme al mismo tiempo, y aquí venía el dilema de como reírme - Cuanto lo siento, quería presentarles a alguien pero me entretuve lo siento - se acercó a mi sonriente, juro quería hacerlo también pero estaba nerviosa hasta de respirar - Ella es de quien les hablé - las tres mujeres me miraron muy sonrientes pero para mis nervios fue fatal - Es mi novia - ni yo creí que lo diría, no sabia que así se escuchaba nuestra relación en sus labios, lo miré un segundo, me perdí en su sonrisa al presentarme, y lo siguiente fue ser abrazada de improvisto por sus hermanas, además de escuchar una risa muy fuerte - Su nombre es Madelein - me sentí como un perro cuando dijo eso -
-Mucho gusto - Sonreí como pude, pero creo que me vi extraña, su madre se acercó a darme un muy fuerte abrazo que hizo tronar mi espalda -
-Ya habíamos escuchado tanto de ti, todo creo, en realidad lo empezamos a escuchar casi desde que este grandullón te conoció - Tom le dió un codazo a su hermana mayor, lo había delatado, no me era sorpresa que hubiese hablado de mi pero si lo fue que lo hiciera con sus hermanas - Médico ¿Verdad? - asentí con la cabeza - Si Tom nos habló de muchas cosas sobre eso, es un lindo gesto tuyo ayudar a niños más necesitados - se escuchó tan linda y sincera, pero no dejaba de temer ante lo que pudiesen decir, o mejor como a lo que pudiese decir, con todos estos nervios que no me dejaban tranquila - Vamos no tengas miedo no mordemos - me llevaron hasta la mesa, me hicieron sentarme frente de ellas, para después sentarse justo frente de mi y observarme con detenimiento, Tom se sentó justo a mi lado, volteé para darme valor con su mirada, y así fue, vi su hermosa sonrisa y todo estaba bien, me sentía con más calma - Cuéntenos ¿Cómo fue que comenzaron a salir? - Tom río nervioso, creo que si había contado que salíamos pero no contó todo el detalle -
-No queríamos perder el tiempo supongo - reí nerviosa, y si que lo estaba, no sabia que decir para explicar como paso, no quería decir que me lo dijo en la situación más difícil de todas, después de que lo vi con su ex novia que resultó no ser su novia pero si por contrato, que ella se sentó a su lado y lo besó, que me siguió hasta mi casa, y que fue la situación más una incómoda, sin mencionar a mi amigo gay que se quedó con su esposo en mi casa, creo que no es un a buena impresión -
-Si mi pequeño Tom siempre ha sido así, no pierde tiempo si se trata de algo que ama, pero que tal su cuarto, creo que por eso nunca estaba en orden, podías perderte entre la ropa sucia, los libros y los zapatos - Tom se sonrojó después de que su madre lo expuso en cuanto a su adolescencia, o eso espero -
-Madre- dijo entre un tosido discreto, lo cual hizo reír a su madre y hermanas - Me agrada que hayan venido, deseaba mucho ir a visitarlas a Londres, pero recién terminamos de grabar y necesitaba relajarme, no me gusta llevar mi mala vibra a mi hogar - Demonios este sujeto es un caballero, yo habría dicho algo a mis padres como que no regresaba por que son basura, pero los procura tanto - Espero ir en un mes, aun estoy arreglando cosas ya saben de lo que les hablé hace unos días -
-Claro Tom, sabes que no hay problema, y seria grandioso que lleves a Madelein, apuesto que le agradaría Londres, y somos excelentes cocineras -me guiñó el ojo Emma - Eso sería magnífico, deberías venir, apuesto que te encantaría, además hay buen clima en esta época, no está tan caluroso como aquí, te encantará ¿Alguna vez ido a Londres? -
-Si, es fabuloso, fui hace muchos años, así que creo que ya no es lo mismo - si había ido hacia tanto, pero no exactamente de paseo, si no más bien por un concierto, y solo vi el estadio donde nos presentamos y el hotel, no pude relajarme -
-Imagino que siendo médico no tienes mucho tiempo libre - ese es otro mito, aunque estoy más que acostumbra ellos -
-No exactamente, tengo bastante tiempo libre en realidad, por ahora solo doy consultas y hago cirugías, y ninguna es tan larga así que puedo tener mis mañanas y aparte de la tarde libre. No lo hago exactamente por la paga, los niños me necesitan y no todos hacen mis cirugías sin cobrar, no puedo dejarlos solos -
-Se los dije - Tom estaba orgulloso de decir eso, estaba orgulloso de mi, esa era una nueva sensación que experimentaba, no sabia que alguien pudiese sentirse así por mi, y menos mi pareja, me sentí extraña, eso no era normal para mi, pero se sintió tan bien - Lo hace por los niños, en Sudán nadie quería que se fuera, y esos niños se veían tan felices, hace un gran trabajo, quisiera hacer lo mismo que ella - creí que quería llorar, nadie jamás me había puesto de ese modo, y menos frente a su familia, Mike siempre hablaba primero de sus logros y me dejaba al final para hablar de los mios, aun así jamás fui yo quien brillaba, supongo que desde ese momento tuve la primera señal de que el no era el correcto -
-Perdón la tardanza ¿Qué van a ordenar? - me tomó algo de tiempo para salir de mi shok por impresión -
-La especialidad de la casa - Tom guiñó el ojo y parecía que había una especie de complicidad entre ambos - Bien chicas les traje un pequeño obsequio, espero en realidad que les agrade - Tom pasó los regalos a sus hermanas y a su madre, ambas abrieron el regalo rasgando el envoltorio, estaban felices por el regalo que les dio Tom, regalos sencillos pero lindos, ropa y un par de libros a Sarah, para Emma un vestido de Sudán con un par de lentes obscuros y a su madre una linda blusa que compró también en Sudán, además de una bolsa muy linda -
-Gracias cariño, por los regalos no debiste molestarte - su madre se levantó a darle un abrazo al igual que sus hermanas, el mesero se acercó a servir vino, justo el vino que me gusta - Cuéntanos más sobre ti Madelein ¿Tus padres? Deben estar orgulloso por que seas tan buena con los mas necesitados - no hay forma de que esa pregunta no me duela, vi como Tom se puso serio, miró a su madre como diciendo que no dijese más -
-No, no ellos no lo están, creo que no lo estarán nunca - su madre pensó también que ellos estában muertos - No no están muertos, pero bueno, no les agradó mucho la idea de que me dedicara a lo que ellos no querían, ellos hubieran adorado que siguiera con su legado como solían llamarlo, técnicamente huí para ejercer medicina - sus hermanas me miraron impresionados, creo que solo mencionaba lo bueno que hice y la historia de por que huí de casa, parecía algo así como la mujer maravilla, aunque para mi solo era yo, no mis actos, los cuales nunca me quedo -
-Aveces también me siento muy tonto a su lado, aun que le apantalla demasiado saber que estudié con el príncipe, de verdad creo -la forma en que me puso en la cima aún estando en el piso, es la mejor forma que tiene la vida para decirme que hasta el último de los más insoportables minutos había merecido la pena - Fue muy divertido hacer eso, aún que haberles perdido hacer eso, mereció tener las peores burlas por semanas, y que la prensa me coma vivo pero valió la pena - no supe que más dijo en el tiempo que me quedé pasmada viendo su rostro, pudiéndolo, hasta el más mínimo detalle, que son los que más me gustan -
-Vimos la imagen en Internet, todos hablában sobre quien podía ser Madelein y quién había sido el que pidió el favor, aunque lo supe en cuanto te oí como Loki, fue algo como - Emma se aclaro la voz e intento hablar como su hermano - Seas su patética humana - reí al escucharla imitar su voz, al igual que Tom-
-La especialidad de la casa - el mesero llevó una enorme charola con técnicamente la mejor comida que variaba con italiana, e inglesa, se veía y olía delicioso -
Después de la comida, Tom llevó a sus hermanas y su madre a su casa, yo le pedí que me dejara ahí y que tomaría un taxi, no quiso pero lo convenci, el debía pasar tiempo con su familia, el lo necesita, y yo bueno, habían un par de series pendientes para mi. Además de que, no paraba de ver el video de Internet donde Tom pedía que fuese su novia. Aún que debo mencionar, la otra chica molesta, ya había hecho de las suyas.
Creo que este es el mejor punto de vida, me acepté, con todas mis extrañas ideas, con mis trastornos obsesivos, que dejaron de ser molestia, desde que pasé justo en el punto donde comenzó todo lo que me hizo daño una vez, y pude seguir mi camino sin pensar en ello. Y parece que eso era lo que necesitaba, ahora ya no tengo prisas, hacía varios días no iba mi restaurante favorito, y lo hice otra vez, pero cambió algo, pedí la carta, leí todo el menú, y no sabia que existía tanta comida fuera de la que pedía todos los días, a la misma hora, me senté en mi mismo lugar, por que no dejo de amar las terrazas, o lo que sea que conecte con el exterior. Y ordené, otra cosa, ordené una pasta italiana, y una soda, pero no pude resistirme a probar la especialidad de carne, y la soda de raíz, así como el café y un par de Platillos más. No era mi hora habitual, ni mi comida habitual, era diferente, en el pasado estaría lamentándome de haber hecho eso, pero ahora, me sentía tan feliz, como si hubiese estado en otro lugar, no se como explicar lo hermoso que es, que un día cuando te aceptas, esas cadenas enormes que te ataban, se caen, y eres tan ligero que tus pies ya no tocan el piso, y desde lo alto puedes ver la vida que dejaste atrás, y que feliz te hace saber, que aun en aquella parte de la esclavitud que tu mismo te creaste a través de los años, tan bien hubo felicidad, era tu esperanza por siempre buscar la salida, por encontrar la luz, por encontrarte a ti. Y si, que hermoso es ser libre, pero sin olvidar lo que te hizo ser, para mejorar, para crecer, que buenos son los nuevos comienzos.
No le dije a Tom que había salido, por que se que me habría querido acompañar, y necesitaba hacer eso sola. No eran ni las tres, ni las cuatro, ni comí en media hora, fue con calma, y Carrie estaba ahí, y su hijo, el niño que ayudé hacia tanto tiempo, y que sin querer, por esa simple llamada, e hice eso simple favor, era lo que hizo a Tom interesarse en mi, en ese café, donde empezó todo. No me pude resistir en abrazarla, hacia tanto que no dejaba que me abrazaran y me di cuenta de cuan reparadores son los abrazos, y de eso que me perdí negándome a ellos. Sentí paz, por no querer ordenar las cosas, por no querer acomodar los cubiertos, al principio me asustó. Y de nuevo, en ese instante menos pensado, supe lo que quería, y me asustó demasiado, lo vi frente mis ojos, dolió por que me di cuenta de lo que perdí, pero fue una buena enseñanza, por que ahora sabía lo que ya no quería perder. Salí del lugar, brincando, cantando, hasta mi banca, y me senté a esperar el atardecer, es lo único que no puedo dejar, por que ver al sol irse, e como si se llevase también lo malo, y lo quemara detrás de las montañas, por que el sol siempre regresa, con la oportunidad de comenzar de nuevo. Caminé hasta el hospital, hacía tanto que no caminaba, había olvidado lo hermosa que es la soledad, pero es mejor aún cuando, después de pasar tiempo contigo mismo, puedes volver con la persona que te espera, que ya pasó tiempo consigo mismo, y ahora, también quiere compañía, y no es necesario madurar, si no solo saber que es lo que deseas, y para ello no hay edad. Es gratificante saber que alguien te está esperando, que después de tener el peor de los días, sabes que cada pesado, y horrible segundo, hasta el más mínimo de ellos, valió la pena. Al entrar al hospital, y ver el agetreo de siempre, el ruido, la calma, las plegarias, el llanto de los recien nacidos, fue como detener el tiempo. Subí hacia mi piso, y Mike estaba ahí, parado, quizá salía de una cirugía, se como se estresa, y como se masajea la cien, el miraba hacia el piso, estaba distraído. Y verlo ahí, padeciendo lo que yo sufrí, y yo regocijando de mi nueva vida, me hizo saber que estaba haciendo eso que no quería hacer, de lo que renegaba. Y es mi mejor amigo después de todo, por que aún siendo obscuridad, fue mi luz, el no me dijo lo que sufría, ni yo, por que no hacía falta saber del dolor, cuando estábamos juntos, todos esos demonios se quedaban mudos, y al menos por un breve instante, podíamos ser felices, no puedo culparlo, ni culparme, escogimos caminos distintos. Esa es la parte que más me duele, lo vi ahí prado y me fue imposible no imaginarme un futuro diferente.
Flasback
-Cariño, estába pensando que después de la cirugía de esta noche, podríamos ir con el pequeño Sam, al acuario, leí que cuando estas en ese estado, los acuarios y nadar son los mejores tranquilizantes, en especial por esos antojos extraños que sueles tener - Mike y yo nos casamos en el segundo año de residencia, nos quedamos en la ciudad para no estar lejos, y ahora vivimos en una bonita casa con enorme jardín, donde plantamos un árbol, ese año cuando nació nuestro pequeño hijo Sam de seis años, tenemos un perro llamado manchas, que suele destrozar todas las flores del jardín, y es gracioso ver como Mike sufre un infarto al ver sus gardenias mordisquedas -
-Claro amor de hecho, esperaba que me hayas traído mi doble hamburguesa - me senté con dificultad en el sofá color blanco de la sala, era nuestro segundo hijo, de hecho, queremos que sea sorpresa, Mike dice que será niño igual que su madre, yo insisto que será niña -
-De hecho - fue hasta la cocina y me dio una bolsa de papel café, la abrí con curiosidad, saqué un envolvente de metal - Te traje dos de esas - se acercó más a mi para darme un beso-
Teníamos la vida más hermosa de todas, viendo crecer a nuestro hijo, regando las flores por las mañanas antes de dejar a Sam en la escuela e ir al trabajo, donde ahora es jefe, dirige el hospital, y yo la división de pediatría. Y cuando nazca nuestro segundo hijo, no lo se, quizá, no lo se. Dejé el trabajo un tiempo, y me dedique a mis bebés, no serán pequeños por siempre, y el trabajo, no me dará esa satisfacción de verlos crecer. Se que envejeceré, que mis hijos se irán, que van a casarse, que seré abuela, quizá me haga cirugía, pero, se que todo eso, lo haré con mi amado esposo Mike.
Fin del Flasback
No se como decir, como mentirme a mi misma diciendo, que no me hubiese gustado ese futuro. Dejamos todo por arrogantes, por miedo, y ahora ¿Qué teníamos? Solo mentiras, ya no somos jóvenes, ya perdimos todas esas oportunidades, por que amo a Tom, y no voy a dejarlo, y Mike no me ama a mi, porque era cierto, todos estos años, se nos volvió un capricho, luego una incertidumbre, para ser solo una posibilidad. Alzó la mirada, nuestras miradas se encontraron un breve instante, y de nuevo, como los viejos tiempos, no hizo falta decir nada, nos leemos entre líneas, entre lágrimas, que sin querer ya derramabamos, por que fue como haber visto la misma cosa al mismo tiempo, como si ambos hubiésemos visto la misma historia, y como si ambos hubiésemos aceptado lo que dejamos ir, y nada más hizo falta para saber, que ya no nos pertenecemos, pero también vi en su mirada, ese brillo de no darse por vencido, el no lo dijo, y de nuevo no hizo falta, lo supe, había visto lo que perdimos, pero no iba dejar la oportunidad de hacer que sucedíera, y yo no dejaría pasar la oportunidad de que suceda pero con Tom. Por que no soy más una adolescente, ya los perdoné, perdoné a Ann, perdoné a sus padres, lo perdoné a él, aunque sabía bien que, la acción, aun no podía perdonarla del todo. De que Ann no dejará de venir, y esta vez, pediré disculpas por mis actos, no tengo amigos, y no necesito a un séquito como el que tenía antes, tengo a los correctos, y no puedo pedir más. Miré el lugar, y fue como si borrara ese archivo de mi cabeza, y el lugar ya no era un mal recuerdo, ni una molestia para pasar, podía seguir adelante. Me di la media vuela y subí las escaleras, entre a mi consultorio, todo estaba perfectamente ordenado, es hora de hacer algo diferente. Metí toda esa basura en una bolsa y lo regalé, a alguien va servir más que a mi. Fui a mi sala de descanso, mis amigos platicában y reían, hice una buena elección, ellos son los correctos.