— Jiminie... —Llamaron al pequeño niño que se encontraba en el patio, jugando con los alrededores mientras el viento movía su rubio pelaje, al escuchar que era llamado, volteó a ver con una sonrisa a la señorita—. Hoy vendrán nuevos niños y te pedimos por favor que no los espantes.
Frunció su entrecejo, pero luego comenzó a sentirse desanimado y triste, haciendo que sus orejas bajaran, como si tal lo hubiesen ofendido, pero él ahora se sentía muy triste porque no lo dejaban hacer más amiguitos. ¡Le estaban prohibiendo acercarse a ellos~ ! Eso es maldad pura, ademas, él no tenía la culpa, simplemente quería muchos amigos. Y ellos querían ser sus amigos, todos quieren ser sus amigos ¿verdad? Jiminie es muy bueno con todos, por eso todos lo aman.
— ¡Pero yo quiero hacer muchos amigos! —Sollozó falsamente mientras llevaba sus manitas a sus ojos, haciéndole creer que estaba llorando. ¡La verdad es que los leoncitos como él, nunca lloran! Son fuertes y están hechos para defender a su linda manada, pero ella le está prohibiendo hacer amiguitos, eso es malo—, ellos son los que desean tener a alguien como yo cerca de ellos... todos quieren a un leoncito como yo.
— Oh, Jiminie, claro que todos quieren un leoncito tan lindo como tú, cariño, pero esta vez tienes que calmar tus garritas y tus colmillos porque no queremos asustar a los nuevos niños ¿sí? son muy pequeños aún—Los ojos del menor brillaron al escuchar que sus nuevos amiguitos eran unos niños más pequeños que él, chilló con emoción y asintió.
Hizo una rápida reverencia y levantando su mano derecha juró que no iba a molestar a sus nuevos amigos—: ¡Los trataré bien, cuidaré de ellos y nunca de los nunca los asustaré! Lo juro en el nombre de mi manada.
Seul Gi sonrió ante las ocurrencias del menor y dejándole una leve caricia en su pelaje de color rubio, entró, dejando el patio tras ella, al pequeño orfanato. Suspiró mientras pasaba una mano por su rostro, delatando sus ojos cansados y su poca resistencia para el trabajo; quería ir a casa ya, pero tenía que atender y supervisar la llegada del nuevo miembro de su gran familia.
— Jeon Jeongguk, espero que puedas llevarte bien con todos, conejito—Murmuró mientras observaba la imagen de este, que tenía en la mano, y en el escritorio tenía una carpeta repleta de la información del nuevo miembro. Aunque iban a venir más niños, él era distinto a los demás por ser un conejito...
Sí, Park Jimin vivía en un orfanato desde que había nacido, o tenía conciencia o memoria de lo que alguna vez fueron sus padres, pero con sus diez añitos de vida sabía que ellos ya no estaban más con él... y que en algún momento lo quisieron y lo amaron mucho, sus padres habían muerto en un accidente automovilístico, lamentablemente no pudieron vivir mucho con su hijo de apenas ocho meses, pero aún así a Jimin le enseñaron desde pequeño que todos esos días que estuvo con ellos, sus padres siempre le demostraron cuánto lo amaban. ¡Y Jiminie los amaba de vuelta!
La primera vez que había ingresado al orfanato, tenía alrededor de cuatro años, recuerda que la primera persona que se le acercó fue un niño moreno con una linda colita de color negro ¡era sorprendente porque Jimin nunca había visto un híbrido de lobo hasta ese día! Nunca más quiso separarse de ese niño, que tiempo después se dio cuenta de que su nombre era Namjoon. ¡Namjoon y Jiminie ahora son mejores amigos! Siempre juegan a perseguirse el uno al otro, y a morderse por todas las partes del cuerpo.
Ahora Jimin amaba a Namjoon más que a nadie.
— ¡Jiminie, van a venir más niños! —Gritó Namjoon mientras entraba a la habitación que compartían los dos juntos. El menor asintió emocionado al recordar que esta tarde vendrían más amiguitos—: tú no... tú no me abandonarás por alguno de ellos ¿verdad?
El pequeño leoncito sabía que su mejor amigo sufría cada vez que alguien lo rechazaba... Monnie no tenía muchos amigos en los alrededores del orfanato, usualmente era el rechazado. Jiminie manejaba aquello, por eso, siempre quiso ser el mejor amigo de Namjoon y nunca abandonarlo o cambiarlo por alguien; porque los dos se amaban y se necesitaban con la misma intensidad. ¡Su deber era proteger a su manada y su manada era Namjoon! Monnie era su lobo alfa...
— ¡Claro que no, bobo! —Puchereó mientras se acercaba con resentimiento al moreno, abrazándolo fuertemente—, sabes que jamás te cambiaría por otra persona, soy un lindo leoncito fiel.
El mayor sonrió, de verdad admiraba mucho a su mejor amigo, desde que lo vio entrar aquella vez por el orfanato decidió hacerse su amigo; porque no había nadie que pudiese resistirse al pequeño Jiminie. Incluso las señoras que hacían limpieza en el orfanato y luego se iban, traían galletas a escondidas para poder dárselas a Jimin y luego este se las obsequiaba a Namjoon, porque siempre decía "eres mi manada y mejor amigo, debo cuidar de ti"
— ¿Me lo prometes? —El pequeño lobo alzó su dedo meñique, haciendo un ademán de que debían entrelazarlos para mantener la promesa siempre entre sus manos—. ¡Tienes que prometerlo, Jiminie!
El leoncito hizo un lindo puchero—: ¡Prometo siempre ser tu amigo, Monnie, nunca te abandonaré por nadie!
Los dos niños se fundieron en un dulce y cálido abrazo, haciendo que unas sonrisas aparecieran en sus rostros, se amaban tanto que no podían explicar la docena de sentimientos que habitaban en ellos. Solían hacer cada actividad juntos, desde bañarse hasta corretear por todo el patio hasta enlodarse juntos; fue un día, en la mañana, que Namjoon descubrió mientras se bañaban que su leoncito cantaba de maravilla, incluso, le pidió que le diera un concierto, agregando que iba a pagar su ticket. Jiminie asintió emocionado pero luego dijo que el Lobito no tenía nada que pagar, todos los conciertos eran gratis solo para él.
El olor gatuno entró en sus fosas nasales, haciendo que la cola de Namjoon se alzara y se moviera de un lado hacia otro, era Min Yoongi, uno de los cuántos gatitos que habitaban en el orfanato; él de verdad era un gatito muy gruñón, usualmente se lamía sus patitas enfrente de ellos y los miraba con mucho recelo.
Decían por ahí que Yoongi gustaba de Namjoon...
— ¡Gatito! —Exclamó con emoción Jiminie al ver aquel albino gatito que mantenía sus orejitas alzadas con orgullo, si bien, Jimin sentía una especie de debilidad ante aquel orgulloso gatito... era como tener una mala madre en casa.
— ¡Ya han venido los nuevos niños! —El gatito había sonreído emocionado, dejando a la vista sus lindas encías rojas... los dos niños se extrañaron al verlo sonreír con cierta emoción que nunca habían visto—: ¿ya se han bañado? —Rápidamente intentó cambiar de tema, haciendo que los dos niños se asustaran ante aquella pregunta.
¡Yoongi era mayor que ellos y a veces los protegía mucho! Más de lo necesario, incluso.
— ¡Yo sí, hyung, el que no lo ha hecho es Jiminie! —Exclamó con rapidez Namjoon, empujando al leoncito hacia las garras del gato, la traición que le había dado su mejor amigo hizo que sus orejitas se bajaran con temor y se acercara lentamente hacia su mayor—: ¿le dará un baño, hyung?
— ¡Claro, no dejaré que un bebé como él se presente ante los nuevos niños con un feo olor! —La piel de Jimin se erizó al escuchar aquella afirmación y comenzó a llorar falsamente con fuerza, exigiendo ser soltado, pero ya había sido atrapado por las garras de Yoongi.
Sintió como la lengua rasposa de su hyung pasaba por sus mejillas, limpiándolo, gruñó al sentir como aquella lenguita le estaba haciendo daño, pero luego empezó a relajarse. La lengua de Yoongi comenzó a pasar por los cabellos rubios del leoncito, haciéndolo sonreír ampliamente, aunque a veces se hiciese el que no le gustaba... en el fondo tenía que admitir que amaba como su hyung le daba aquel baño tan peculiar. Eso ya era normal entre ellos.
— ¡Ya, hyung, ya estoy limpio, déjame bajar a ver a mi nueva manada! —Sollozó con fuerza mientras trataba de separarse de su mayor.
— ¡Aún no estás limpio, Jiminie, eres un leoncito pequeño aún, tienes que dar buenas impresiones! —El gatito comenzó a pasar su lenguita por toda la carita de Jimin, haciendo que Namjoon comenzara a reír ante el rostro contraído con en sufrimiento de su mejor amigo—: Monnie, mañana te toca ser bañado por mi.
— Pero, hyung, para eso existen las duchas—El pelaje de Yoongi se erizó al escuchar aquella palabra, todos sabían que los gatos odiaban el agu, en especial uno gruñón y muy perezoso.
— ¡No, no dejaré que mis bebés sufran estando en ese infierno! —Atrajo el delgado cuerpecito de Jimin hasta su pecho y dejó de lamerlo—, ah... pero mírate ahora, estás todo lindo y tan limpio.
— Asco, hyung, me has llenado de toda tu baba... gatuna, ahora tengo baba gatuna sobre mi—Lloriqueó—, no seré un leoncito que se respete si estoy lleno de baba gatuna.
— Pero ahora estás más lindo... ahora te encuentras más limpio y mejor peinadito—El gatito hizo un puchero al sentirse ofendido porque a nadie le gustaba cuando solía bañar a los más pequeños... incluso Seul Gi solía regañarlo por bañar a los menores y no dejarlos ducharse, pero es que él solo quería protegerlos del agua. Además de que estaba acostumbrado a bañar a los gatitos híbridos del orfanato, le gustaba hacerlo... le gustaba sentirse como una mamá.
El moreno al sentir el cambio de ánimo del gatito, agregó—: a mi me gusta cuando Yoongi hyung nos da sus peculiares baños, es solo que... ¡su lenguita es muy rasposa!
— ¿Lo es? —Preguntó apenado mientras apartaba al leoncito de él, y haciendo un puchero asintió—: lo entiendo, aún así no dejaré de hacerlo. ¡Ahora vamos a ver a los nuevos niños, estoy seguro de que conseguiré a alguien que le gusten mis baños!
Jimin estaba emocionado por poder conocer a sus nuevos amiguitos, agarrando con confianza la mano de Namjoon, corrieron escalera abajo, siendo acompañados por Yoongi; quien los regañó al ver que corrieran con mucha velocidad y podían hacerse daño. Los dos niñas rieron con emoción cuando pudieron ver unos seis niños en filas, todos parecían ser de distintas especies.
— ¡Hay muchos gatitos! —Exclamó con emoción Yoongi al ver como unos lindos gatitos de apenas cuatro años tenían el rostro adormilado—: serán mis nuevos bebés.
— ¡Woah~ ! —Exclamó con sorpresa Namjoon mientras sus ojos recorrían a los nuevos niños que ahora serán los nuevos miembros de su familia—, esto es tan emocionante... me recuerda a la primera vez que te vi, Jiminie.
— ¡En verdad es emocionante! —Sonrió con alegría mientras sus ojos recorrían cada uno de los nuevos niños—. Todos son tan bonitos, me dan ganas de comérmelos.
— ¿Comértelos? —Preguntó el moreno con algo de confusión—, eso es aún más raro que los baños de Yoongi hyung.
— ¡Me refiero a comérmelos a besos, tonto!
— Es que no te explicas, leoncito.
El par de ojitos de los dos amiguitos se movían de un lado hacia otro, observando con curiosidad a los niños que tenían en frente. Hasta que los ojitos brillosos de Jiminie observaron a alguien con curiosidad, podía observar las lindas orejitas redondas y blancas que tenía su cabellera de color negro, y sonrió, porque la piel de ese niño era verdaderamente pálida. Pudo observar una linda colita en la parte trasera de este, era una... una cola de conejito.
— ¡Hay un conejito! —Sonrió con emoción mientras seguía observando el cuerpecito de ese niño, sus ojos no podían dejar de mirarlo con tanta atención, ansiaba que este se diese la vuelta y le sonriera; así, podría tomar la valentía necesaria para ir a hablarle.
— Yo solo puedo ver gatitos, Yoongi hyung tiene mucha suerte, él siempre encuentra amiguitos de su misma especie... realmente es difícil encontrar un leoncito o un Lobito—Habló desanimado, Jiminie se dio cuenta del tono que usó su amigo, le hizo saber que estaba triste así que sin perder el tiempo lo envolvió entre sus brazos.
— ¡No estés triste, para eso nos tenemos mutuamente! —Le sonrió ampliamente, mientras se separaba. Los dos observaron hacia atrás, dándose cuenta de que Yoongi ya era rodeado por muchos niños pequeños de especie gatuna, él de verdad amaba darle baño a los más pequeños puesto que ya se encontraba haciéndolo—. Supongo que está bien si no encontramos a alguien que se una a nuestra manada ¡estamos bien sólo los dos... y Yoongi hyung!
— Así es...
Los dos iban a seguir conversando hasta que escucharon el estruendo de un fuerte sollozo, Jimin sintió como su pecho se contraía al escuchar aquel fuerte llanto, así que sin dudarlo un poco corrió hasta donde había escuchado el sollozo, siendo seguido por su mejor amigo. Cuando llegó hasta el patio, se dio cuenta de que era el lindo conejito que había estado observando.
Se acercó un poco, sin ánimos de asustarlo, el conejito se encontraba sentado y su espalda apoyada a un árbol mientras escondía su rostro en sus rodillas. Se sintió triste por observarle de aquella manera. Se acercó hasta él y bajó un poco, llevando una de sus manitas hasta el hombro del conejito, para llamar su atención.
— ¿Estás bien? —Le preguntó con la voz temblorosa, sintiéndose cohibido al hablarle a alguien que nunca había visto antes o nunca había hablado—, te he escuchado llorar, no intentes esconderlo de mi—Exclamó con voz llena de mando, observando cómo el conejito con las mejillas y la nariz rojita lo veía con temor.
— ¡E-estoy bien, hyung! —Dijo con rapidez, mientras se levantaba del sucio suelo y limpiaba su carita llena de lagrimas, hizo una reverencia rápida—: lamento haberlo preocupado, hyung.
— No tienes que preocuparte por eso—Murmuró mientras se tomaba el tiempo de observarlo de pies a cabeza, el conejito de cerca era aún más lindo—: eres el conejito más lindo de todo aquí.
— E-eso es porque soy el único, hyung.
— ¡Entonces eres el conejito más lindo de todo el mundo! —Le sonrió con alegría—, yo soy un leoncito, puedes ver mis colmillos.
Abrió su boquita con orgullo, anteriormente las señoras que usualmente limpiaban el lugar le habían dicho que sus dientitos cada vez crecían más, eso lo hacía sentir muy orgulloso. Lo hacía sentir como un verdadero león.
— Yo no veo nada, hyung—Exclamó con vergüenza el conejito, mientras su mirada no se apartaba de la dentadura de su mayor—: sus dientitos son verdaderamente pequeños, y los otros aún no le han crecido.
El leoncito bajó su cabecita, avergonzándose y sintiendo el color rojizo en sus mejillas—: esto es vergonzoso.
Jimin pudo escuchar la linda risa del conejito, levantó con rapidez su cabecita y se encontró con una pequeña sonrisa del conejito, le sonrió devuelta y decidió envolverlo en sus brazos.
— ¡Eres muy lindo, conejito! —Lo apretó entre sus brazos, haciendo que el conejito ubicara su rostro en su hombro y envolviera sus brazos en la cintura del leoncito—: ¿Por que llorabas?
— Yo tenía miedo... no tengo amiguitos aquí, y todos parecían acoplarse con los demás ¡pero yo soy el único conejito de este lugar, no encontraba personas de mi misma especie! —Pudo observar cómo los ojitos del menor comenzaban a llenarse de lágrimas, el leoncito asustado comenzó a arrullarlo atrayéndolo más a su cuerpo, tratando de tranquilizarlo—: temía ser rechazado...
El rubio sonrió cuando una idea comenzó a entrar a su mente y de repente soltó al conejito de sus brazos y comenzó a saltar con alegría, haciendo que el conejito imitara sus acciones y luego, los dos comenzaran a reír con diversión; se estaban pasando un buen rato.
— ¡Ahora pertenece a mi manada! —Le sonrió con emoción, mientras agarraba las pálidas manitas del conejito—: ahí está mi mejor amigo, un lobo muy lindo y amigable, pero no le dejes tus cosas, puede romperlas—El conejito asintió.
— ¿En serio, hyung? —Preguntó con felicidad, no solo había encontrado nuevos amigos, sino una nueva manada, una nueva familia.
— También tenemos un gatito, es el mayor entre todos, nos obliga a bañarnos con su baba—Hizo una cara de asco al recordar el baño que le había dado minutos atrás—: pero es muy lindo y tierno, pero nunca se lo digas... te rasguñará a la primera.
— ¡Jiminie, mira, dos perritos! —El leoncito miró quien lo llamaba y era el gatito, Min Yoongi, quien venía con dos híbridos de perritos tras él... aunque también venía con un híbrido de gatito—: preséntense, cachorritos.
— ¡Yo soy Hoseok! —Habló con emoción, sacando su lengua a un costado de su boca—: soy híbrido de perrito y soy el dueño del gatito que te habló. ¡Es mío no lo veas mucho! —El perrito le había gruñido al leoncito, haciendo que este se sintiera intimidado.
— ¡Hey, yo no soy tuyo, cachorrito tonto, tú eres mío! —Gritó con fastidio.
— ¡Qué lindo leoncito! —Exclamó el otro cachorrito, tirándose encima del leoncito, haciendo que los dos cayeran al piso, golpeándose. Jimin pudo sentir como el perrito comenzaba a morderle varias partes de su cuerpo—: eres muy lindo, tan lindo... me llamo Taehyung, pero puedes decirme futuro novio.
— ¿No-novio? —Preguntó con confusión, mientras trataba de apartar al cachorro que estaba encima de él—: ¡No, quítate!
Jimin no fue quien apartó al cachorrito, fue el conejito que acababa de conocer, también, el conejito lo levantó con rapidez y lo abrazó, abarcando todo su cuerpo mientras comenzaba a gruñirle a Taehyung.
— ¡Jiminie, ese conejito está marcando su territorio en ti! —Le gritó con sorpresa Namjoon, quien acababa de llegar y observó con sorpresa esa escena—: ahora apestarás a él.
— Woah~ conejito, eres todo un salvaje—Exclamó con diversión el leoncito, mientras aceptaba el abrazo que este le estaba brindando— ¡él ahora es parte de la manada!
— Me llamó Jeongguk... —Murmuró con timidez mientras escondía su cabeza en el cuello de Jimin.
— Dice que se llama Jungkook...
— ¡Jeongguk! —Corrigió con vergüenza, ganándose una mirada confusa de parte de todos—: Uh... está bien, me llamo Jungkook.
— Yo soy SeokJin—Exclamó el gatito que había traído consigo Yoongi, haciendo que todas las miradas se dirigieran hacia él—: y ya que todos están eligiendo a sus parejas, yo quiero al lindo Lobito...—Confesó con un sonrojo en sus mejillas.
— ¿Y-yo?
— ¿Hay otro lobito acaso? —Murmuró con voz burlesca el gatito, haciendo que todos rieran un poco ante el apenas notable sonrojo en las mejillas de Namjoon.
— Pero soy feo... —Murmuró con timidez mientras bajaba la cabeza en forma de sumisión, todos escucharon como el gatito gruñía en forma de enojo y se acercó con rapidez al lobito, este bajó la cabeza más, creyendo que había hecho algo malo.
— ¡Eres muy lindo, no digas eso, por favor! —Lo regañó mientras con su dedo índice subía el rostro de este—: un lindo lobito como tú debe mirar directamente a los ojos a las personas.
Todos alrededor hicieron un conocido "uuuh" tratando de avergonzar a Namjoon, quien de tanta vergüenza que sentía, corrió a esconderse tras su mejor amigo. Los niños que se encontraban ahí rieron escandalosamente, incluso el conejito, quien creyó que no iba a entrar en confianza con rapidez, ahora le estaba haciendo burla a Namjoon. Todos encontraban el momento exacto para burlarse del moreno.
— ¡Mi manada ya está lista! —Exclamó el leoncito con emoción y vio como Hoseok y Taehyung movían sus colitas con felicidad al darse cuenta de que al fin pertenecían a una manda—: y yo soy el leoncito de la manada.
— ¡Eres un leoncito! —Exclamó el conejito llamando la atención de todos, Jiminie rápidamente volteó a ver a su amado Jungkook, se percató que este tenía una expresión de temor en su rostro.
— ¡Lo soy, pero soy muy lindo y amigable! —Se excusó antes de darle malas impresiones al más joven—: soy muy bueno, no hago nada malo.
— Los leoncitos comen conejitos, y yo soy un conejito... —Murmuró con timidez mientras se apartaba un poco, chocando con Yoongi, quien rápidamente lo abrazó y comenzó a bañarlo disimuladamente.
— Los leoncitos comemos consejos a veces, si quieres puedo comerte... —La expresión de espanto comenzó a pintarse en el rostro pálido de más tierno—: ¡a besitos!
Rápidamente el leoncito saltó hasta caer encima del híbrido de conejo, comenzó a olfatearlo distinguiendo un aroma muy lindo... era un aroma a miel y canela. Jiminie relamió sus labios al sentir aquel aroma entrar por sus fosas nasales; le encantaba, no sabía si le gustaba más el conejito en sí o su rico aroma. Comenzó a dejar uniformes besos alrededor de toda su cara o cuello, todos estaban riendo con esa escena.
— ¡Monnie, yo también quiero darte besitos, mi lobito! —Había gritado el gatito amigo de Yoongi, al parecer era mayor que todos, pero no era serio como para ser el mayor.
Todos rieron al ver como el lobito alzaba su colita y sus orejitas se ponían atentas a cualquier ruido que hiciera el gatito, luego, los dos comenzaron a juguetear y a corretearse por toda la longitud del patio. ¡El gatito había quedado encantado con el lobito que había conocido!
— Ah~ pero mira que lobito tan lindo—Exclamó con felicidad cuando al fin pudo tenerlo entre sus brazos, comenzando a besar su gordita mejilla—: tan lindo.
— ¡N-no soy lindo, gatito sucio! —Lloriqueó mientras trataba de soltarse de las garras de este.
— ¡No soy su sucio, Yoongi me bañó antes de venir a conocerlos!
Mientras Jungkook seguía recibiendo los cálidos y dulces besos del leoncito, comenzó a reír bajito mientras acariciaba los cabellitos de este; era muy rubio y eso le encantaba. Nadie se dio cuenta cuando uno de los perritos comenzó a hostigar a Yoongi.
— Los demás no se han dejado, pero puedes bañarme a mi si quieres—Comentó mientras que con una sonrisa se acercaba hasta el minino, haciendo que este retrocediera y le gruñera.
— ¡O puedes quedarte conmigo, lindo gatito! —El otro cachorro movió su cabecita y colita con emoción al encontrarse al lindo gatito justo enfrente suyo. Taehyung era un amor, y todos lo sabían, una lástima que haya sufrido al rededor de toda su vida.
El gatito al ver como los dos cachorritos se gruñían mutuamente, sonrió con vanidad y gritó—: ¡los dos pueden ser mis nuevos bebés! Los bañaré y los sacaré a pasear al menos dos veces a la semana, les daré de comer toooodos los días su comida favorita ¿acaso no es genial?
Los dos perritos ladraron con emoción y asintieron emocionados, haciendo que sus orejitas se movieran de un lado a otro.
Mientras el leoncito continuaba marcando cada parte del rostro de su conejito, llegó hasta los labios rojizos de este, se detuvo, no sabiendo bien qué hacer, y con el rostro enrojecido rápidamente se separó un poco, sin embargo, en ningún momento se separaron el uno del otro... Jiminie continuaba encima de su conejito.
— ¿Puedo marcar tus lindos labios como míos? —Preguntó cautelosamente, temiendo asustar al conejito pero el que de verdad se encontraba asustado era él, no sabía que hacer ahora—: soy el líder de la manada, aunque lo parezca más Namjoon... tú puedes ser como mi reina. ¿Te gustaría ser mi reina?
— Y-yo... prefiero ser el rey—Murmuró mientras acomodaba sus manitas alrededor de la cintura del leoncito, le encantaba, sorprendentemente, encontrarse en aquella situación y posición—, pero aun así acepto, también... también quiero que marques mi boquita.
El leoncito sonrió ampliamente—: ¡Entonces desde hoy tus labios serán míos! Nadie más puede besarte, ni siquiera puedes ver a alguien, solo a mi...
— ¿S-solo a ti, leoncito? —El mayor entre los dos gruñó en forma de afirmación y escondió su cabecita en el hombro del menor, podía sentir como los cuerpos se acoplaban de una genial manera y el olor tan limpio y dulce de su conejito le encantaba.
— Solo a mi, Jungkookie.
Fue en un microsegundo cuando los labios de Jimin y los de Jungkook chocaron, fue algo rudo... realmente les dolió, incluso, se podría decir que chocaron uno que otro diente. Sin embargo, luego de los segundos en los que se encontraban con sus labios unidos, pudieron disfrutar del momento; los dos se encontraban con los ojitos abiertos y cuando el conejito vio como su compañero los cerraba, decidió hacerlo también. Nadie movía sus labios, era un beso muy tosco y sin experiencia alguna.
Se separaron por la falta de aire y tal vez por el cosquilleo que sentían en sus estómagos, creyendo que era algo malo.
— ¡Los leoncitos como yo comemos conejitos, ya te lo he dicho! —Exclamó con emoción y diversión, de repente volvió a juntar sus labios con los del conejito, se separó—: pero yo quiero comerte a besitos.
Jungkook intensificó su agarre en la cintura del mayor, apretándolo y atrayéndolo más a él. Decidió que no iba a quedarse atrás y juntó, delicadamente, los belfos de los dos, disfrutaron del momento ya que esta vez los dos estaban cooperando y movimientos sus labios, los movían de manera sin experiencia alguna y con un millón de sensaciones en ellos y eso les encantaba. Apreciaban el contacto que había en ese momento con sus labios, podían sentir como las respiraciones se juntaban y como los suaves labios de ambos se unían y se tocaban.
Se separaron... temiendo no volver a respirar.
— ¡Eres un salvaje, leoncito! —Mencionó con cariño el conejito, apretando un poco más la estrecha cintura de Jiminie, haciendo que este jadeara por la mala posición que tenían—: te has llevado mi primer beso y ni siquiera te conozco mucho. ¡Te he conocido apenas hoy!
— ¿Tu... tú crees que un conejito puede ser la pareja predestinada de un leoncito salvaje como yo? —Preguntó seriamente mientras se separaba de este y lo observaba directamente a los ojos.
Observó como el conejito se sonrojaba y bajaba la mirada, asintiendo de a poco—: Sí...
— ¡Genial, porque eres mi pareja predestinada! —Sonrió con alegría, levantándose del pasto y tendiéndole la mano para que se levantara.
Cuando los dos se encontraron de pie, se dieron tímidas miradas. El conejito, un poco más confianzudo, se aventuró a acoger la mano del leoncito con la suya, entrelazándola con sus dedos.
— ¡Monnie, he conseguido un rey para nuestra manada! —Exclamó con emoción el leoncito mientras corría hacia Jin y Namjoon quienes hablaban con timidez—: pero me ha tocado ser la reina—Hizo un puchero.
— Es genial que al fin hemos encontrado a nuestra manada ¿no? —Murmuró Namjoon mientras veía como Yoongi bañaba a Taehyung y corría lejos de Hoseok, luego vio sus manos entrelazadas con las de Jin, y por último, observó las miradas traviesas que su leoncito y el conejito se lanzaban—. Es genial sentirse parte de una familia...
— Familia... —Murmuró Jin, el mundo conejito—, es eso lo que somos ahora, una familia.
Todos se reunieron en un mismo lugar y se brindaron diversas sonrisas alegres, se sentían felices, como si ya nada les faltase. Juntos, lo tenían todo.
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Escribo del asco, pero la intención
es lo que cuenta ¿no?
Se lo dedico a igotkookmin
mi fiel compañera y la que está ahí
para mi :c en mis noches de depresión y
baja autoestima. ¿Apoco no, carnal?
KOOKMIN
FLUFF
4500 palabras