En un bosque con gran cantidad de animales, vivían una ardilla y una liebre, siendo esta última de gran popularidad por su belleza, su agilidad y su rapidez; mientras que la ardilla no era apreciada y pasaba desapercibida, ya que sus hermanas en el pasado habían causado gran alboroto en el bosque.
La liebre era muy simpática y siempre charlaba con sus amigos, siempre prometía que de pasar una desgracia ella con sus habilidades ayudaría, todos la admiraban por su valentía y buena voluntad, mientras desde lejos a ardilla observaba la situación soñando con algún día ser tan querida como la liebre.
La ardilla era tímida y no solía compartir con los demás animales del bosque, su prioridad era juntar comida y pasar un buen invierno, ya se había acostumbrado a una vida solitaria y rutinaria.
Lamentablemente para los animalitos ese año hubo un invierno muy crudo, en el cual se produjeron grandes pérdidas por las sequías, gracias a la gran cantidad de nieve y el congelamiento de las aguas, por lo cual hubo una gran cantidad de hambruna.
Todos los animales acudieron rápidamente a la casa de la liebre para pedirle ayuda, la cual tanto prometía otorgar, pero al momento de golpear la puerta nadie respondía, la buscaron por todos los lugares sin poder encontrarla, le consultaron a sus familiares, pero estos tampoco tenían noticias de ella.
Lo que no sabían los animales es que la liebre al ser tan veloz ya había huido a otro lugar para no pasar las penurias del invierno y no pasar hambre, ella había ido donde unos amigos en otro bosque.
Todos los animales aún seguían tristes sin ninguna esperanza y cada día seguía aumentando las ganas de comer.
La ardilla a ver esta situación tomó todo su valor y se acercó a los demás, les propuso que ella podía compartir sus alimentos, pero que debían racionarla para que durara por el tiempo de escasez.
Algunos de los animales no quería recibir su ayuda por el comportamientos de las hermanas de la ardilla en el pasado, por lo que hicieron todo lo posible para que se desconfiara de ella.
La ardilla muy triste por este acontecimiento se marchó a su casa dentro de un árbol un poco alejado del lugar.
La ardilla observó sus reservas mientras pensaba en los otros animales, realmente ella deseaba ayudar, pero tampoco le gustaba que la trataran mal, por lo cual decidió pasar todo el invierno encerrada y esperar al verano para volver a recolectar comida.
Por otra parte muchos de los animales se estaban enfermando, debilitando y algunos pocos ya habían fallecido, producto de la falta de comida y no tener fuerzas para sobrevivir.
Muchos se arrepentían de no aceptar la ayuda de la ardilla y no haber intentado compartir más con ella, para así tener su amistad y el apoyo en estos momentos de dificultad.
Lamentablemente ya era tarde para pensar en esa opción y los animales tuvieron que tratar de aguantar el duro invierno, mientras la ardilla se encontraba en su hogar con su comida.
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Notas de Autor: La enseñanza es bastante clara, pero mi pequeña sobrina redacto una, por lo que decidido incluirla:"No hay que juzgar a las personas por sus habilidades o por las situaciones que vivió en el pasado. Hay que aprender a conocer a las personas a profundidad".