Amando A Olivia

By MCRomances

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Nico Durant está viviendo una vida solitaria como el miembro restante de su casa. No solamente se mudaron su... More

Introducción
1 | El Lobo Solitario
2 | Un Golpe Inesperado
3 | Abrazos y Helado
4 | Soy el Capitán Ahora
5 | La Gatinha
6 | La Emergencia de Peluche
7 | Cambio de Planes
8 | El Padrote de Niñera
9 | Oh Hermano
10 | Estoy Aquí Ahora
11 | Jugando a Casa
12 | Respira
13 | El Pasado te Encuentra
14 | Estoy Contigo
15 | Conociendo a los Padres
17 | Cicatrices
18 | La Oscuridad de la Mañana
19 | No es Suficiente
20 | En la Banca
21 | Viernes que Entra
22 | De Regreso a Nosotros
23 | Haz el Amor, No la Guerra
24 | Siéntelo
25 | ¿Podemos Regresar a Casa Ahora?
26 | Se Mejora
27 | ¿Qué de Nosotros?
28 | No te Puedo Perder
29 | La Decisión
Epílogo
Agradecimientos
¡Entrevista con Olivia y Nico!
Otros Libros

16 | Playa Nico

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By MCRomances

Olivia

Viernes oficialmente se ha convertido en mi nuevo día favorito. Sé que a la mayoría de la gente les encantan los viernes, pero yo los solía odiar. Supongo que para la mayoría de la gente viernes significa el final de una semana y con ello viene una libertad temporal donde puedes relajarte por unos días antes de empezar la rutina otra vez el lunes. Es la anticipación del fin de semana por venir.

Lo solía odiar por esta exacta razón. Nunca tenía algo para mirar adelante. Hacía de niñera y regresaba a casa los viernes. Mis fines de semanas consistían en tarea y rezar que mi papá tuviera un buen día para que pudiera hablar con él otra vez. Nunca podía relajarme o sentir esa libertad temporal. Para mí se sentía como una rutina monótona, y mis días nunca parecían ampliarse a nada.

Pero ahora todo eso ha cambiado. Ahora no puedo esperar por los viernes. Más específicamente, no puedo esperar por los viernes en la noche. El momento que llego a casa, esperando que Nico llegue. No sé cuándo empezó, pero ahora todo lo que hago es anticipar el momento que cruza por mi puerta con lo que parece ser una sonrisa permanente en su cara.

Suena el timbre y me toma por sorpresa. Reviso mi teléfono para ver la hora. Normalmente no llega tan temprano.

Me apuro hacia la puerta principal, una sonrisa formándose mientras veo por la mirilla. Abro la puerta y me saluda con esa misma sonrisa de lado que he llegado a amar. Me levanta como normalmente hace y me carga a mi habitación, pateando la puerta detrás de él.

Me pone de pie y se inclina para besarme. Me encanta como lo hace, sosteniendo mi cara firmemente con sus dos manos. Esto es. Este es el momento preciso que anticipo toda la semana.

"Estás temprano," digo una vez que recupero el aliento.

"No podía esperar más," responde. Él sonríe, sus ojos verdes mirándome con emoción.

"¿Cómo estuvo el partido?" pregunto, no gustándome que me lo perdí otra vez.

"Perdimos," dice, aún sonriendo.

"¿Entonces por qué estás contento?"

"Porque estoy aquí ahora. He estado esperando todo el día para esto," dice, acariciando mi mejilla.

Dios, hace que mi corazón se derrita todo el tiempo. Lo alcanzo para besarlo otra vez. "¿Déjame empacar una bolsa y nos vamos?"

Asiente con la cabeza y lo suelto para agarrar un cambio de ropa de mi clóset. Ya hubiera empacado algo, pero no lo había hecho todavía ya que llegó temprano.

Estoy escogiendo unos pantalones cuando Nico se acerca detrás de mí. Envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y besa mi cuello, justo debajo de mi oreja.

Es el lugar que siempre me hace estremecer. Me volteo, y su boca de repente está en la mía de nuevo. No puedo resistir y lo beso de regreso.

"Me gusta esto," dice, sus dedos jugando con los shorts de mi pijama.

Ay dios, se me había olvidado que todavía los traía puestos cuando abrí la puerta. Son de tipo muy corto que no uso fuera de la cama. "Asegúrate de empacar estos también," susurra, su aliento caliente sobre mi cuello. "Y apúrate," dice, con una mirada juguetona.

Jesús, de repente se siente como mil grados en mi habitación. "Entonces no me distraigas. Siéntate. Sólo me tomará un minuto."

"Sí, señorita," sonríe y se acomoda sobre mi cama.

Rápidamente agarro una camisa y la meto a una bolsa. Puedo sentir a Nico mirándome y todavía me distrae. Causa que me sonroje cuando busco en mi cajón de ropa interior tratando de encontrar unos pantis decentes. Nunca me preocupaba de ello, pero últimamente se ha vuelto cada vez más importante. La razón está actualmente sentado en mi cama.

Escucho a Nico reírse entre dientes, pero cuando volteo a mirarlo, me está mirando como si me quisiera desvestir. No lo puedo manejar más y me dirijo al baño. Respiro profundo mientras me cambio mi pijama y agarro unas cosas para empacar en mi bolsa.

Todavía estoy sonrojada cuando regreso a mi habitación. Nico está esperando pacientemente sobre mi cama. Algo se siente diferente esta noche. Como si el aire estuviera extra cargado.

Camino hacia él y coloco mi bolsa sobre el piso. "¿Lista?" me pregunta.

Asiento con la cabeza y sorprendentemente me jala hacia él en la cama. Suelto un grito al caerme encima de él, y se ríe mientras me acomoda encima de sus piernas.

"Tengo algo importante que decirte," dice muy seriamente, y literalmente siento mi corazón parar.

"Bueno," digo, tratando de mantener la compostura.

Parece que está considerando algo, pero luego sacude la cabeza. "Nos podemos quedar aquí si quieres. Sé que las últimas semanas la hemos pasado en mi casa, pero quiero que sepas que me gusta quedarme aquí contigo igualmente."

"Me gusta más ir a tu casa," admito. "Me hace sentir como si estuviera de vacaciones."

"¿Vacaciones?" pregunta sorprendido.

"Lo sé, es tonto. Sólo que me gusta el sentimiento de estar en otra parte. Así me puedo relajar, y no tengo que pensar en los demás. Cuando estoy aquí eso no pasa."

"Está bien, pero sólo para que sepas, la oferta sigue en pie cuando quieras. Resulta que tengo unas muy buenas memorias aquí que no me importaría revivir."

"¡Nico!" respiro, sabiendo exactamente a qué se refiere. Es ridículo el número de veces que me puede hacer sonrojar en una noche.

Él sonríe a mi reacción. A veces creo que sólo le gusta provocarme.

"¿Entonces a dónde te gustaría ir de vacaciones? Si tuvieras que escoger un lugar real," me pregunta con curiosidad.

Me toma un tiempo pensar en una respuesta. No recuerdo la última vez que haya ido de vacaciones. "La playa," finalmente respondo.

"¿Qué playa?"

"No me importa. Con que haga calor, es todo lo que me importa."

Sus ojos se iluminan y sus labios se enrollan en una sonrisa. "En ese caso, también deberías empacar un bikini."

Ay señor, ¿qué está planeando ahora? Realmente no me va a llevar a una playa, ¿o sí? No es posible. La playa más cerca de aquí queda al menos a cinco horas. Mi mamá me ha dado mucha libertad últimamente, pero no creo que eso incluye manejar a una playa en algún lado a la mitad de la noche.

"Confía en mí," Nico dice. "No es nada loco, lo prometo."

Estoy extremadamente cautivada durante la ida a su casa. Por un minuto considero que hay una playa de mentiras escondida en algún lado en esta propiedad, pero la idea es completamente ridícula. Debe ser otra cosa.

Me dice que me cambie a mi bikini y que lo espere en su habitación mientras va a revisar algo. El misterio y la sorpresa de lo que está haciendo tiene mis nervios acelerados. Me dirijo a su baño y me cambio rápidamente, dándome una plática motivadora para no sentirme cohibida. Ya me ha visto en ropa interior así que no me debería importar. Pero de alguna manera sí me importa.

Me siento tan aliviada que me afeité esta mañana, de otra manera estaría de puntas ahora mismo. Pronto me doy cuenta que debí haber traído un pareo. No hay manera que voy a salir en sólo mi bikini. Busco en mi bolsa y termino poniéndome los shorts y un top. Fue bueno que me dijera que empacara mi pijama después de todo.

Cuando salgo del baño, Nico ya trae puesto unos shorts de baño y me está esperando con dos toallas en sus brazos. Dios, mi novio es tan guapo. Todavía no puedo creer que lo puedo tener. No solo eso, pero me sigue sorprendiendo todo el tiempo con las cosas más lindas. Me siento increíblemente suertuda.

Toma mi mano y salimos de su habitación. Lo sigo a la sala de juegos, pero una vez que llegamos, me lleva por una puerta hacia afuera. El aire frío me pega y envuelvo mis manos alrededor de mis brazos. Es finales de octubre así que el clima definitivamente ya no está para usar bikini.

Nico me cubre con una de las toallas. "No te preocupes, no tendrás frío por mucho tiempo."

Caminamos bajo una vereda que llega a la piscina. Está cubierta, así que no podemos estar yendo ahí. Además, el agua estaría congelada. Pasamos la piscina, y sigue yendo más lejos. Me doy cuenta que nunca he estado aquí abajo. Sólo lo he visto de la terraza, y el follaje se ve más impresionante de cerca.

"Bienvenida a Playa Nico," él de repente anuncia, y me río tan pronto veo el jacuzzi.

Claro que habría un jacuzzi. No puedo creer que no se me ocurrió antes. Estaba conjurando todos estos escenarios cuando de hecho era el más simple.

"Tendrás que fingir que el pasto es arena," dice.

"Nico, esto es increíble," digo emocionada, acercándome para observar las burbujas dando vueltas alrededor.

"Bueno, hay que meternos antes que te dé mucho frío," dice, sonriendo a mi reacción.

Coloca las toallas en una silla afuera del jacuzzi y se voltea a mirarme. Supongo que esta es la parte donde debería quitarme la ropa.

"Ve tú primero," le digo, decidiendo que podría ser más fácil hacer esto cuando no me está mirando directamente.

"¿No me vas a dejar colgado, no?" pregunta, probablemente dándose cuenta de mis nervios.

"No, prometo ir después de ti."

"Bueno," dice, volteándose para entrar.

Tomo ventaja de la oportunidad y me desvisto rápido, pero luego me doy cuenta que me sale el tiro por la culata cuando ya está adentro del jacuzzi y me está mirando directamente, y yo todavía estoy en el proceso de meterme. Especialmente porque me doy cuenta tardíamente que necesito poner mi cabello en un moño y estoy cien por ciento expuesta. De repente mi bikini se siente dos tallas más chico. Maldición, debí haber entrado primero.

Supéralo, Olivia. Es tu novio y posiblemente el chico más lindo del planeta.

Termino de arreglar mi cabello y enderezo mis hombros al meterme lentamente dentro del agua caliente. Mi estómago se aprieta ya que casi está demasiado caliente, pero no es nada a lo que no me pueda acostumbrar. Además la mezcla del aire frío de afuera hace que se sienta bien.

Cuando finalmente tengo el valor de mirar a Nico, me está viendo con ojos caídos y su boca está ligeramente abierta. Ayuda mi confianza, dándome cuenta que me estaba preocupando por nada. Extiende el brazo y agarra mi mano, acercándome hacia él.

Me siento sobre sus piernas con las mías a sus lados y envuelvo mis manos alrededor de su cuello. Trae sus brazos alrededor de mi cintura, acariciando mi espalda lentamente con sus dedos. Me encanta que me abrace así. Me hace sentir acogida y protegida, y el jacuzzi parece amplificarlo por mil.

Me inclino para besarlo. Él significa tanto para mí, y quiero que sepa lo mucho que aprecio todo lo que hace por mí. Siempre está haciendo cosas para hacerme sentir mejor o feliz. Algunas veces me reta o me saca de mi zona de confort, pero lo amo más por eso. Siempre vale tanto la pena al final.

"Eres tan hermosa, Olivia," susurra contra mi oído. "Sé que te lo digo todo el tiempo, pero creo que nunca superaré lo increíblemente hermosa que eres."

¿Es posible derretirse en agua? Creo que lo pueda ser. Ya puedo ver los encabezados. Mujer se convirtió en agua y se derrite en jacuzzi. Novio causó que se evaporara.

Trato de controlar mi respiración y pensamientos ridículos al mirar a Nico. "No puedo creer que no me dijiste que tenías un jacuzzi aquí afuera. Esto es realmente increíble."

"No te podía mostrar todas mis cartas de una vez. ¿Cómo más te impresionaría?"

"Ya me impresionas todo el tiempo con sólo ser tú."

Sonríe y me mira atentamente. Nadie me ha mirado de la manera que él lo hace. Me encanta la manera que me mira. Es una de las primeras cosas que me atrapó a él. No lo puedo explicar bien, pero algunas veces me mira como si...

"Te amo, Olivia."

Me toma un momento darme cuenta que dijo eso en voz alta, y no es sólo una ilusión.

"No tienes que decir nada. Sólo quería que supieras. Te quise decir antes en tu cuarto, pero me acobardé. Pero mereces saber. Eres tan fácil de amar. Es sin esfuerzo alguno."

Mi corazón se siente como si estuviera por estallar en mi pecho. "Yo también te amo, Nico. Tanto."

Se sorprende con mi respuesta. ¿Cómo no sabe lo loca que estoy por él?

"Pensé que no querías declaraciones grandes," dice con precaución.

"Cambié de parecer. Sobre las cartas de amor también. Creo que te escribiré una."

"Jesús, Olivia," se ríe. "Realmente estás en una liga propia."

"Oye, a una chica se le permite cambiar su opinión sobre algunas cosas, sabes. Especialmente cuando el novio de la chica es tan encantador."

Nico se ríe otra vez. "Mientras la chica no cambie su opinión de regreso a su posición original, estoy bien."

"No. Es irreversible," digo besándolo en los labios.

¿Cómo es posible que sean tan suaves? Pienso la misma cosa cada vez. Y la manera que me besa es irreal. Juro que debe haber tomado clases porque es muy bueno en ello.

Nico toma su tiempo explorando mi boca, y lo dejo hacerlo. Estoy bastante segura que dejaría que haga lo que quisiera conmigo, mientras se sienta así. Creo que no lo sabe todavía, pero estoy tan lista para estar con él – en todo el sentido de la palabra.

Nunca me he sentido así de feliz. Tan completa. Aquí mismo con él en este jacuzzi, bajo las estrellas, con nadie más por kilómetros.

El pensamiento me alienta a hacer algo que pensé que nunca haría. Pero se siente tan bien. Suelto los hombros de Nico y traigo mis manos alrededor de mi espalda. Nico para de besarme para ver lo que estoy haciendo, y cuando se da cuenta que estoy desatando mi bikini, su mirada inmediatamente se vuelve lujuriosa.

Mi respiración se acelera al desatar el primer nudo. Me está mirando tan fijamente, como adorando cada uno de mis movimientos. Levanto mis manos hacia mi cuello y desato el nudo restante, dejándolo caer.

"Dios, Olivia," prácticamente gruñe, asaltando mi boca y apretándome a su pecho al mismo tiempo.

El contacto de piel a piel se siente maravilloso, y mientras más largo me besa, más arde mi cuerpo con deseo.

Cuando Nico deja mi boca y empieza a rastrear besos alrededor de mi cuello, empujo mi pecho hacia fuera por instinto. Sus palmas ahuecan mis pechos, y suspiro con alivio.

Él gime y besa bajo mi cuello y pecho. Una de sus manos cae a mi cintura, y me levanta hasta que su boca circula uno de mis pechos. Gimo en placer, y casi me muero cuando continúa con el otro.

Me sujeto fuertemente de sus hombros, agarrándome por el ataque de sensaciones corriendo por mi cuerpo.

Siento sus manos sobre mis caderas, sus dedos jugando con los nudos de mi bikini. Quiero que los deshaga. Pero de repente me acomoda de vuelta sobre sus piernas, su boca regresando a mi cuello, y lloriqueo.

Su respiración es igual de rápida que la mía. Es el único sonido que puedo escuchar aparte del ligero rugido del jacuzzi y el agua salpicando alrededor de nosotros.

No entiendo por qué paró. Mi cuerpo entero está hormigueando y suplicando ser tocado.

"Nico," ruego, tratando de formar un enunciado, pero no puedo.

Contesta mis rezos al levantar su cabeza y susurrar suavemente en mi oído.

"Déjame llevarte a mi cama, bebé."


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