Enid tocó durante horas sin parar. Para al final regresar a su habitacion.
Estando ahi, escuchó entrar a alguien, ella de inmediato se paralizó, pero al ver a Nero dejó ir la tension, corrió a abrazar a quel pegaso y sólo pudo llorar; Nero aunque no hablaba, sentia el dolor de ella como si fuera suyo.
-Nero, fue horrible, tuve mucho miedo, creí que me mataria- hablaba entre llantos-. Debo encontrar una forma en la que Jack me encuentre- Enid pensaba en todo lo que pudiera se buena idea, hasta que en un segundo intento, se quedo viendo fijo a la guitarra que le habian regalado los guardianes- ¡Eso es!- Exclamó-.
La emocion de Enid desapereció al ver que Pitch entraba.
El queria ver cómo se encontraba, por alguna razon (de un tiempo para acá) odiaba verla herida.
-Veo que entendiste la leccion- dijo-, espero que no se repita-.
Enid se armo de valor y detuvo a Pitch antes de que se fuera.
-Pitch... espera- pronunció con un hilo de voz-.
-¿Qué es lo que quieres?- Gruñó-.
-Dejame tocar y cantar en el pueblo más cercano- pidió-.
-¡JA!- se burló- ¿Acaso me crees idiota?, ¿Para qué?, ¿Para que escap...-
-¡No lo haré!- Enid baló la mirada-.
-¿Qué dices?- Preguntó confundido-.
-Si me dejas ir prometo no escapar- decía sin mirarlo-. Si me dejas ir, prometo no oponerme al "entrenamiento"- lo miró-.
-¿Cuál es tu objetivo?- Cuestionó desconfiado-.
-No quiero volverme loca, sólo quiero poder ver algo más que oscuridad- rogaba con mirada triste-. Te lo suplico-.
Pitch no sabia por qué, pero era incapaz de negarle algo en ese momento.
-Bien- aceptó-, pero te escoltará ésta pesadilla- señaló a Nero-. Pero si intentas algo estúpido, será tu fin-.
Enid sólo asintió y miró salir a Pitch de su habitación.
Suspiró de alivio, no podía dejar de pensar en la mirada y el tono de voz que Pitch había usado cuando la sometió, Enid palideció un poco.
-*No puedo echarme para atrás, no ahora*- se decía a sí misma, mientras se recostaba en su cama, si es que a ese colchón frió se le podía llamar cama-.
~Mientras tanto~
Jack estaba parado sobre un gran poste de luz, con la esperanza de poder ver a Enid entre la gente de esa gran ciudad, se veía diferente, decaído. Ya no lucia esa sonrisa divertida que lo caracterizaba, no, ahora en su rostro se notaba una profunda tristeza y desesperación; su mirada se iluminó al ver a Conejo.
Jack bajó ce inmediato para llegar hacia él.
-¡¿Pudiste localizarla?!- Preguntó esperanzado-.
Conejo sólo se limitó a bajar la mirada y negar con la cabeza.
-Busque por todas las ciudades y en cada rincón del oriente, no hay rastro de Enid- Conejo se mostraba impotente-.
-Volveré a buscar- dijo Jack-.
-¡Jack!- Conejo lo llamó- ¡Debes reunirte con nosotros, pensar en algo...-
-¡¡¡Pensar en algo!!!- Gritó-¡Han pasado diez meses! ¡¡¡DIEZ MESES!!! ¡Y no sabemos nada de ella! No pienso quedarme hasta que la encuentre- le recriminó-.
-Jack, yo quiero encontrarla tanto como los guardianes y como tu, pero, recuerda que también debemos cuidar a los niños, si ellos dejan de creer, no podremos seguir ayudándote- Conejo intentaba que Jack entrara el razón-.
Frost suspiró pesadamente, sabia que Conejo tenia razón.
-Lo siento- Jack bajó la mirada- es sólo que no puedo vivir tranquilo sabiendo que ella está con Pitch-.
Jack accedió a volver con los guardianes, para así, juntos hallar la manera de encontrar a Enid.
~Había pasado una semana y Enid, por fin se armó de valor, tomó su guitarra y se dirigió hacia Pitch~
-Iré a tocar- avisó con voz tenue-.
-Estas a prueba- la miró severo-, te advierto que mis pesadillas te seguirán y al mínimo intento de escapar tienen ordenes de asesinarte ahí mismo- desvió la mirada, por algún motivo no pudo decirle eso viéndola a la cara-.
Enid hizo un esfuerzo sobrehumano para no mostrar expresión, pero tragó saliva, tenia una mezcla de sentimientos, hacia ya diez meses que vivía sumergida en oscuridad. Respiró hondo y tomando un abrigo salió en compañía de Nero...
...Al salir... la luz lastimaba sus ojos café, los rayos tenues del atardecer se reflejaban en la piel pálida casi gris de Enid como si de un espejo se tratara. Una vez que sus ojos se acostumbraron a la luz miró a su alrededor, era un bosque cubierto por nieve en su totalidad, podia ver su aliento a forma de vapor, habia olvidado el aroma de la nieve y el color real del cielo, sintió como un sentimiento extraño la invadia, pero ya habia llegado hasta ahi, no podia retroceder; Enid montó el lomo de Nero, despegaron en un casi irreal vuelo, ella se maravilló con el paisaje por quince minutos que fué lo que tardó en llegar volando al pueblo.
Nero aterrizó en un callejón de los que rodeaban el centro de ese pueblo, Enid sintió una combinación de ansias y nervios que la invadían, volteó a ver a Nero; él la empujó suavemente con la cabeza para darle valor. Cerrando sus ojos y respirando hondo, sin pensarlo dió un paso tras otro, abrió sus ojos y avanzó hasta quedar frente a una fuente, abrió el estuche de su guitarra y se paralizó al notar que los habitantes de ese lugar la veían con atención y, cómo no hacerlo, ella era diferente a todos los pueblerinos, tenia un largo cabello café tan oscuro que parecía negro, piel tan blanca que podía brillar como la nieve o el hielo más escarchado, tenia ojos grandes y un rostro fino, era muy delgada, casi enfermiza...
...Enid rompió ese incomodo momento con un acorde, los habitantes parpadearon y se embriagaron con ese acorde, Enid no esperó más y cantó una canción.
Al terminar guardó su guitarra y huyó hacia el callejon, sólo se escuchaban aplausos. Al despegar en el lomo de Nero sonrió, se sintió viva, después de tanto, sintió esa bella sensación al cantar.
Pitch caminaba de un lado a otro, como animal enjaulado, por alguna razón el no tener a Enid cerca lo ponía ansioso, sintió un miedo que lo volvía loco y no tanto por sentirlo, si no, porque el no debía sentirlo, él era el AMO y SEÑOR de la oscuridad y pesadillas, él provocaba miedo, no lo sentía; golpeó la pared y, antes de dar otro golpe escuchó llegar a Enid, lo que hizo que de inmediato recobrara la compostura.
Enid entró a la habitación que podría ser un tipo de sala sombría y lúgubre.
-¿Y?, ¿Qué tal tu pequeña y ridícula aventura?- Preguntó sarcástico, pero al voltear a ver a Enid quedó paralizado-.
-¡Fue asombroso!- dijo ella con una angelical sonrisa, la cual Pitch nunca había visto-.
Enmudecido sintió una opresión en el pecho; verla así le erizó la piel, pero se obligó a tomar la compostura.
-Hmmm- sonó indiferente-. Bien pues espero que eso te haya preparado para nuestro entrenamiento...- sonrió con una mueca perturbadora-.
Enid no podía negarse, pues había dado su palabra.
········································································································
Pitch había entrado en los recuerdos de Enid y buscaba algo que pudiera detonar el poder de ella. Y lo encontró...
Enid estaba sentada en aquella banca donde solía dibujar en la universidad; Enid recorrió el lugar con recelo parecía tan... real... tocó la banca y pudo sentir perfectamente lo áspero de la madera, por un segundo llegó a pensar que quizá estaba dormida y aquello era un dulce recuerdo... No podía estar más equivocada.
-Miren a quién tenemos aquí- Enid escuchó la voz de Dilan y giró su vista hasta topar con la mirada engreída de aquel sujeto-.
-Lárgate Dilan, no estoy de humor para lidiar con tu estupidez- pronunció indiferente-.
-Lo haría sin problema, pero tu y yo tenemos algo pendiente- Enid recordó la penúltima vez que lo vió, aquella vez Jack la había defendido- No sé cómo lo hiciste aquella vez, pero no puedes burlarte así de mi y no tener un castigo- Enid retrocedió unos pasos, pero chocó con los gorilas estúpidos que siempre seguían a Dilan- ¡Sujétenla!- Ordenó con voz grabe casi demoníaca-.
Enid forcejeaba pero era inútil, los seguidores de Dilan prácticamente la arrastraron al lugar más olvidado de la escuela, al principio sólo la golpeaban sin darle oportunidad para defenderse, cuando ya estaban más que adolorida, Dilan se paró frente a ella- ¡Bien! Te dejaré ir si me lo suplicas- se burló-.
Enid lo miró con odio, lo enfrentó con su mirada y le escupió.
-Antes muerta que suplicarte-.
Vió como el rostro de Dilan se distorsionaba, sus ojos enrojecían, se había transformado literalmente en un monstruo.
-Si así lo quieres- habló aquella bestia con voz distorsionada-. Pero antes me divertiré contigo- se abalanzo sobre ella despojándola de todo-, total nadie extrañará a una pobre huérfana-.
Enid dió un grito desgarrador que obligó a Pitch a salir de su mente.
Estaba hincada con las manos en su cabeza, seguía gritando, Pitch estaba muy perplejo, Enid paró de gritar y con lagrimas en sus ojos lo miró con repudio- ¡LLEGASTE MUY LEJOS!- Gritó destrozada- ¡ESO FUE MUY BAJO Y REPULSIVO PARA UN SER TAN MISERABLE COMO TU!- Gritaba de manera resonante, Pitch podía notar como su voz raspaba su garganta y peor aun, había detonado su máximo poder a tal grado que ni ella lo podía manejar; ella temblaba hasta que de la nada sólo se desplomó.
Pitch sintió como si un rayo lo atravesara. -¡NO!- Corrió hacia ella temiendo lo peor, su cara de alivio lo invadió al momento de sentir su respiración-.
Pitch cargó a Enid en sus brazos y la llevó a su habitación, la puso en su cama, él observó el pálido y débil rostro de Enid.
Se odiaba a sí mismo por dos razones:
Primeramente por haberse involucrado tanto sentimentalmente con ella, Pitch sabia que sentía algo por ella, pero jamas lo admitiría, su prioridad tenia que ser desaparecer a los guardianes.
Y la segunda razón, haberla herido de esa manera...
···································································································
Enid despertó de golpe al día siguiente, se sentía diferente, había algo nuevo...
Sentía como su poder la invadía y lo odiaba, por el simple hecho de cómo fue desatado.
Tomó unas hojas amarillentas casi cenizas y con rabia escribió y escribió.
Más tarde sin deseos de ver a Pitch se fue con Nero al pueblo.
-*A partir de ahora escribiré canciones para que me encuentres Jack*- pensó dolida- *Apresúrate por favor*- suplicó mentalmente-.
Enid se colocó frente a la misma fuente, las personas dejaron lo que hacían para verla, ya que la ultima vez había causado conmoción.
Tomó aire y sin aviso comenzó.
-Si en realidad no fuera
aquel que yo creía ser
podrás mostrar con convicción
quien realmente eres tu.
¿Serás hoy capaz de no caerte sin tu disfraz?,
Tu corazón se rompe
igual que un frágil cristal.
Y a lo lejos logro escuchar
que tu voz me comenzó a llamar...
Enid cantaba lo más alto y claro que podía, aunque le era difícil, ya que que en los últimos meses sus defensas al igual que su salud habían decaído, debido a la falta de sueño, pero para las personas que la escuchaban aquello era tan mágico y tan fuera de lo rutinario que al estar tan embelesados viéndola no notaban que aquello era un grito de auxilio.
-Cuando el tiempo se quiera congelar
Sé que me despertaré.
Y caí en un abismo oscuro y sin final,
escapé con rapidez,
salve mi vida.
Me sentí como si al fin volviera a respirar.
Rompamos hoy las paredes de una vez.
En un lugar del mundo en que
la luz se va y no quiere volver
podrás estar seguro de
que tu ya la encontraras.
Si todo se rompe tan lento y con dolor,
seras capaz de recoger las piezas que quedarán.
Y a lo lejos puedo escuchar
el temblor del mundo y su final.
Desde cero hoy comenzaras
"hasta luego" debo decir.
Me caí en un abismo oscuro y sin final.
Y sentí que lo soñé en la realidad.
Incapaz de olvidar a la bestia que está hambrienta otra vez.
Más allá de la tempestad
mi mano está esperando por ti.
Esa espada atravesó la depresión con todas sus fuerzas.
Antes de caer sin más.
Y caí en un abismo oscuro y sin final,
escapé con rapidez,
salve mi vida.
Me sentí como si al fin volviera a respirar.
Rompamos hoy las paredes de una vez
y nos podremos ver
sin miedos ni rencores.-
Enid terminó con su garganta cansada y respiración entre cortada, como el día anterior se fue antes de que alguien la interrogara y la tachara de loca al escuchar su historia.
Regresó a la oscuridad y volvió a sentarse en su cama para poder observar la nada.
Pitch entró, quería verla, ver esa sonrisa de nuevo, aunque no sabia por qué, pero sólo se encontró con una inmóvil Enid que veía la nada.
-¿Y bien? ¿Cómo fue ésta vez?- Preguntó aparentando desinterés, pero no hubo respuesta, de hecho Enid ni siquiera se movió; Pitch ardió en molestia, ella NO DEBÍA ignorarlo- ¡HA!- Se mofó- ¿Acaso no te agrado como distorsioné tus recuerdos ésta vez?- se burló consiguiendo lo que quería, que ella lo viera-.
Enid lo observó con odio- Eres un desgraciado infeliz- su mirada era diferente a la que Pitch había visto antes, ella estaba herida, su rostro, sus ojos reflejaban angustia. No puedo resistirse, se acercó a ella lentamente-.
-¡Bien! Hagamos un trato- desvió la mirada y cruzó los brazos-. Ya no entraré en tu mente, si tu cooperas en el "entrenamiento"- propuso extremadamente serio-.
Esto a Enid le causaba más desconfianza que desconcierto.
-¿Por qué he de creerte?-
Black la miró con recelo, hizo contacto visual y pensó en qué decirle para no mostrar vulnerabilidad.
(...)